GÉNESIS 1:1-3:24
EL PRIMER LIBRO DE MOISÉS
GÉNESIS
CAPÍTULO 1
CREACIÓN DE LOS CIELOS Y DE LA TIERRA
GÉNESIS
CAPÍTULO 1
CREACIÓN DE LOS CIELOS Y DE LA TIERRA
1 En el principio creó Dios los cielos y la
tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas
sobre la faz del océano, y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de
las aguas.
3 Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y
fue la luz. 4 Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de
las tinieblas. 5 Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó
Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día.
6 Entonces dijo Dios: "Haya una bóveda en
medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas." 7
E hizo Dios la bóveda, y separó las aguas que están debajo de la bóveda, de las
aguas que están sobre la bóveda. Y fue así. 8 Dios llamó a la bóveda
Cielos. Y fue la tarde y fue la mañana del segundo día.
9 Entonces dijo Dios: "Reúnanse las aguas
que están debajo del cielo en un solo lugar, de modo que aparezca la parte
seca." Y fue así. 10 Llamó Dios a la parte seca Tierra, y a la
reunión de las aguas llamó Mares; y vio Dios que esto era bueno. 11
Después dijo Dios: "Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y
árboles frutales que den fruto, según su especie, cuya semilla esté en él,
sobre la tierra." Y fue así. 12 La tierra produjo hierba,
plantas que dan semilla según su especie, árboles frutales cuya semilla está en
su fruto, según su especie. Y vio Dios que esto era bueno. 13 Y fue
la tarde y fue la mañana del tercer día.
14 Entonces dijo Dios: "Haya lumbreras en la
bóveda del cielo para distinguir el día de la noche, para servir de señales,
para las estaciones y para
los días y los años. 15 Así sirvan de lumbreras para que
alumbren la tierra desde la bóveda
del cielo." Y fue así. 16
E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el
día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Hizo también las estrellas. 17
Dios las puso en la bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, 18
para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y
vio Dios que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y fue la mañana del
cuarto día.
20 Entonces dijo Dios: "Produzcan las aguas
innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en la
bóveda del cielo." 21 Y creó Dios los grandes animales
acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas
produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto
era bueno, 22 y los bendijo Dios diciendo: "Sed fecundos y
multiplicaos. Llenad las aguas de los mares; y multiplíquense las aves en la
tierra." 23 Y fue la tarde y fue la mañana del quinto día.
24 Entonces dijo Dios: "Produzca la tierra
seres vivientes según su especie: ganado, reptiles y animales de la tierra,
según su especie." Y fue así. 25 Hizo Dios los animales de la
tierra según su especie, el ganado según su especie y los reptiles de la tierra
según su especie. Y vio Dios que esto era bueno.
26 Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces
del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo
animal que se desplaza sobre la tierra." 27 Creó, pues, Dios al
hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. 28 Dios los bendijo y les dijo: "Sed
fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los
peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre
la tierra." 29 Dios dijo además: "He aquí que os he dado
toda planta que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra, y
todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os servirán de alimento. 30
Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se
desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les servirá de
alimento." Y fue así. 31 Dios vio todo lo que había hecho, y he
aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto día.
CAPÍTULO 2
1 Así fueron terminados los cielos y la tierra y
todos sus ocupantes. 2
El séptimo día Dios había terminado la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de toda la obra que había hecho. 3 Por eso Dios bendijo y santificó el séptimo día,
porque en él reposó de toda su obra de creación que Dios había hecho. 4 Estos son
los orígenes de los cielos y de la tierra,
cuando fueron creados.
EL HOMBRE EN EL JARDÍN DE EDÉN
Cuando Jehovah Dios hizo la tierra y los cielos, 5
aún no había en la tierra ningún arbusto del campo, ni había germinado ninguna
planta del campo, porque Jehovah Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni
había hombre para cultivarla. 6 Pero subía de la tierra un vapor que regaba toda la superficie de la
tierra.
7 Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo
de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser
viviente.
8 Y plantó Jehovah Dios un jardín en Edén, en el
oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 Jehovah Dios
hizo brotar de la tierra toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos
para comer; también en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del
conocimiento del bien y del mal.
10 Un río salía de Edén para regar el jardín, y
de allí se dividía en cuatro brazos. 11 El nombre del primero era
Pisón. Este rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro. 12 Y el
oro de aquella tierra es bueno. También hay allí ámbar y ónice. 13
El nombre del segundo río era Guijón. Este rodeaba toda la tierra de Etiopía. 14
El nombre del tercer río era Tigris, que corre al oriente de Asiria. Y el
cuarto río era el Éufrates.
15 Tomó, pues, Jehovah Dios al hombre y lo puso
en el jardín de Edén, para que lo cultivase y lo guardase. 16 Y
Jehovah Dios mandó al hombre diciendo: "Puedes comer de todos los árboles
del jardín; 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no
comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás."
CREACIÓN DE LA MUJER
18 Dijo además Jehovah Dios: "No es bueno
que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea." 19 Jehovah
Dios, pues, formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves
del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría. Lo que el hombre
llamó a los animales, ése es su nombre. 20 El hombre puso nombres a
todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo. Pero
para Adán no halló ayuda que le fuera idónea.
21 Entonces Jehovah Dios hizo que sobre el hombre
cayera un sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de sus costillas y cerró
la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehovah Dios tomó del
hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. 23 Entonces dijo el
hombre: "Ahora, ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será
llamada Mujer, porque fue
tomada del hombre." 24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y
a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25
Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
CAPÍTULO 3
DESOBEDIENCIA DE LA PRIMERA PAREJA
1 Entonces la serpiente, que era el más astuto de
todos los animales del campo que Jehovah Dios había hecho, dijo a la mujer:
—¿De veras Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol
del jardín"?
2 La mujer respondió a la serpiente:
—Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. 3
Pero del fruto del árbol que está en medio del jardín ha dicho Dios: "No
comáis de él, ni lo toquéis, no sea que muráis."
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
—Ciertamente no moriréis. 5 Es que Dios sabe que
el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios,
conociendo el bien y el mal.
6 Entonces la mujer vio que el árbol era bueno
para comer, que era atractivo a la vista y que era árbol codiciable para
alcanzar sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió. Y también dio a su marido
que estaba con ella, y él comió. 7 Y fueron abiertos los ojos de
ambos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de
higuera, y se hicieron ceñidores.
8 Cuando oyeron la voz de Jehovah Dios que se
paseaba en el jardín en el fresco del
día, el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehovah Dios entre los árboles del jardín.
9 Pero Jehovah Dios llamó
al hombre y le preguntó:
—¿Dónde estás tú?
10 El respondió:
—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, porque estaba desnudo.
Por eso me escondí.
11 Le preguntó Dios:
—¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del
árbol del que te mandé que no comieses?
12 El hombre respondió:
—La mujer que me diste por compañera, ella me dio del árbol,
y yo comí.
13 Entonces Jehovah Dios dijo a la mujer:
—¿Por qué has hecho esto?
La mujer dijo:
—La serpiente me engañó, y comí.
14 Entonces Jehovah Dios dijo a la serpiente:
—Porque hiciste esto, serás maldita entre todos los animales
domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu
vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta
te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
16 A la mujer dijo:
—Aumentaré mucho tu sufrimiento en el embarazo; con dolor
darás a luz a los hijos. Tu deseo te llevará a tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo:
—Porque obedeciste la voz de tu mujer y comiste del árbol
del que te mandé diciendo: "No comas de él", sea maldita la tierra
por tu causa. Con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; 18
espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con
el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de
ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás.
20 El hombre llamó el nombre de su mujer Eva, porque ella sería la madre de todos los vivientes.
21 Luego Jehovah Dios hizo vestidos de piel para
Adán y para su mujer, y los
vistió. 22 Y
Jehovah Dios dijo:
—He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de
nosotros, conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano,
tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.
23 Y Jehovah Dios lo arrojó del jardín de Edén,
para que labrase la tierra de la que fue tomado. 24 Expulsó, pues,
al hombre y puso querubines al oriente del jardín de Edén, y una espada
incandescente que se movía en toda dirección, para guardar el camino al árbol
de la vida.
SOMOS SERES CREADOS POR DIOS
REFLEXIÓN
Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra." (Génesis 1:26)
Somos seres creados a la imagen y semejanza de Dios, no somos producto de la casualidad de una selección natural, ni mucho menos el producto final de una evolución de las especies. Somos el producto final de un plan bien establecido, de una estrategia muy bien planificada. Venimos exactamente del pensamiento de la mente de Dios, hemos sido modelados de acuerdo a la imagen concebida en la cabeza de Dios.
Esto también quiere decir que hemos sido creados con un propósito, estar al frente de la creación. Ser la criatura mejor dotada de toda la creación, y la que dominaría por encima de todo lo hecho por Dios. Así que no sómo seres extraterrestres, que llegamos un día a este planeta y que fuimos evolucionando. Dios nos concibió en sus pensamientos primeramente, luego procedió a crearnos físicamente según lo que había planificado.
ORACIÓN
Mi Dios te doy las gracia porque tú eres mi creador, sé que provengo de ti y que fui hecho de acuerdo a lo que planificaste. Reconozco que eres mi hacedor, que fui hecho de acuerdo a tu semejanza, que tú eres mi Dios. Amén.