jueves, 28 de febrero de 2019

LECTURA 28 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 5 (NÚMEROS 11-13)

NÚMEROS CAPÍTULO 11

EL PUEBLO SE QUEJA ANTE MOISÉS

 1 Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el señor oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del señor se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento.
 2 Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al señor, el fuego se apagó.
 3 Después, ese lugar fue conocido como Tabera (que significa el lugar que arde), porque el fuego del señor ardió allí entre ellos.
 4 Entonces la gentuza extranjera que viajaba con los israelitas comenzó a tener fuertes antojos por las cosas buenas de Egipto. Y el pueblo de Israel también comenzó a quejarse: ¡Oh, si tuviéramos un poco de carne! — exclamaban.
 5 Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto y teníamos todos los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos que queríamos.
 6 ¡Pero ahora lo único que vemos es este maná! Hasta hemos perdido el apetito.
 7 El maná era parecido a pequeñas semillas de cilantro, y era de un color amarillo claro como goma de resina.
 8 La gente salía a recogerlo del suelo. Con el maná se hacía harina en los molinos de mano o se machacaba en un mortero. Luego se hervía en una olla para hacer panes planos que sabían a pastelitos horneados con aceite de oliva.
 9 Durante la noche, el maná caía sobre el campamento juntamente con el rocío.
10 Entonces Moisés escuchó los lloriqueos de las familias a la entrada de sus carpas y el señor se enfureció. Moisés también estaba muy molesto,
11 y le dijo al señor: —¿Por qué me tratas a mí, tu servidor, con tanta dureza? ¡Ten misericordia de mí! ¿Qué hice para merecer la carga de todo este pueblo?
12 ¿Acaso yo los engendré? ¿Los traje yo al mundo? ¿Por qué me dijiste que los llevara en mis brazos como una madre a un bebé de pecho? ¿Cómo puedo llevarlos a la tierra que juraste dar a sus antepasados?
13 ¿De dónde se supone que voy a conseguir carne para toda esta gente? No dejan de quejarse conmigo diciendo: «¡Danos carne para comer!».
14 ¡Solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡La carga es demasiado pesada!
15 Si esta es la manera como piensas tratarme, sería mejor que me mataras. ¡Hazme ese favor y ahórrame esta miseria!

MOISÉS SELECCIONA SETENTA LÍDERES

16 Entonces el señor le dijo a Moisés: —Reúne delante de mí a setenta hombres que sean reconocidos como ancianos y jefes de Israel. Llévalos al tabernáculo para que permanezcan junto a ti.
17 Yo descenderé y allí hablaré contigo. Tomaré del Espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos también. Llevarán la carga del pueblo junto contigo, y de esa manera no tendrás que soportarla tú solo.
18 También dile al pueblo: «Purifíquense, porque mañana tendrán carne para comer. Ustedes gemían y el señor oyó sus quejidos: “¡Oh, un poco de carne! ¡Estábamos en mejores condiciones en Egipto!”. Ahora, el señor les dará carne y tendrán que comérsela.
19 Y no será sólo un día, ni dos, ni cinco, ni diez, ni aun veinte.
20 La comerán durante un mes entero, hasta que les produzca náuseas y estén hartos de tanta carne. Pues han rechazado al señor que está aquí entre ustedes y han lloriqueado diciendo: «¿Por qué dejamos Egipto?»».
21 Entonces Moisés respondió al señor: —¡Hay seiscientos mil soldados de infantería aquí conmigo y aun así dices: «Yo les daré carne durante un mes entero»!
22 Aunque matáramos a todos nuestros rebaños y manadas, ¿podría eso satisfacerlos? O si pescáramos todos los peces del mar, ¿alcanzaría?
23 Entonces el señor le dijo a Moisés: —¿Acaso mi brazo ha perdido su poder? ¡Ahora verás si mi palabra se cumple o no!
24 Así que Moisés salió y comunicó al pueblo las palabras del señor. Juntó a los setenta ancianos y los colocó alrededor del tabernáculo.
25 Después el señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Entonces les dio a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés; y cuando el Espíritu se posó sobre ellos, los ancianos profetizaron; pero esto nunca volvió a suceder.
26 Sin embargo, dos hombres, Eldad y Medad, se habían quedado en el campamento. Ellos estaban incluidos en la lista de los ancianos, pero no se presentaron en el tabernáculo. Aun así, el Espíritu también se posó sobre ellos y profetizaron allí en el campamento.
27 Un joven corrió y le informó a Moisés: ¡Eldad y Medad están profetizando en el campamento!
28 Entonces Josué, hijo de Nun, que era ayudante de Moisés desde su juventud, protestó: —Moisés, mi señor, ¡detenlos!
29 Pero Moisés respondió: —¿Estás celoso por mí? Ya quisiera que todos los del pueblo del señor fueran profetas y que el señor pusiera su Espíritu sobre todos.
30 Entonces Moisés regresó al campamento con los ancianos de Israel.

EL SEÑOR ENVÍA CODORNICES

31 Ahora bien, el señor envió un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer por todo el campamento. Las codornices volaban por kilómetros en todas las direcciones a la altura de un metro sobre la superficie de la tierra.
32 Así que el pueblo salió y atrapó codornices todo ese día, a lo largo de la noche y también todo el día siguiente. ¡Nadie recogió menos de dos mil kilos! Entonces las pusieron a secar por todo el campamento.
33 Pero mientras se saciaban de carne —cuando aún estaba en sus bocas— el enojo del señor se encendió contra el pueblo y los castigó con una plaga muy grave.
34 Así que ese lugar fue llamado Kibrot-hataava (que significa tumbas de glotonería) porque allí enterraron a la gente que codiciaba la carne de Egipto.
35 Después, los israelitas viajaron de Kibrot-hataava a Hazerot, donde se quedaron por algún tiempo.

NÚMEROS CAPÍTULO 12

QUEJAS DE MIRIAM Y AARÓN

 1 Mientras estaban en Hazerot, Miriam y Aarón criticaron a Moisés porque se había casado con una cusita.
 2 Dijeron: ¿Ha hablado el señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros? Y el señor los oyó.
 3 (Ahora bien, Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona en la tierra).
 4 Así que, el señor llamó de inmediato a Moisés, a Aarón y a Miriam y les dijo: ¡Vayan los tres al tabernáculo!; y los tres fueron allí.
 5 Entonces el señor descendió en la columna de nube y se detuvo en la entrada del tabernáculo. ¡Aarón y Miriam!, llamó él. Ellos dieron un paso al frente
 6 y el señor les habló: Escuchen lo que voy a decir: Si hubiera profetas entre ustedes, yo, el señor, me revelaría en visiones; les hablaría en sueños.
 7 Pero no con mi siervo Moisés. De toda mi casa, él es en quien confío.
 8 Yo le hablo a él cara a cara, ¡con claridad y no en acertijos! Él ve al señor como él es. ¿Entonces, por qué no tuvieron temor de criticar a mi siervo Moisés?
 9 El señor estaba muy enojado con ellos y se fue.
10 Cuando la nube dejo de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa. Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella,
11 clamó a Moisés: ¡Oh, mi señor! ¡Por favor no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos!
12 No dejes que ella sea como un bebé que nace muerto y que ya está en descomposición.
13 Entonces Moisés clamó al señor: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!
14 Pero el señor le dijo a Moisés: —Si el padre de Miriam tan sólo la escupiera en la cara, ¿no duraría su contaminación siete días? Por lo tanto, mantenla fuera del campamento durante siete días y después podrá ser aceptada de nuevo.
15 Así que Miriam permaneció fuera del campamento durante siete días, y el pueblo esperó hasta que la trajeron para continuar su viaje.
16 Fue entonces cuando salieron de Hazerot y acamparon en el desierto de Parán.

NÚMEROS CAPÍTULO 13

DOCE ESPÍAS EXPLORAN CANAÁN

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Envía hombres a explorar la tierra de Canaán, la tierra que les daré a los israelitas. Envía a un jefe de cada una de las doce tribus de sus antepasados.
 3 Entonces Moisés hizo lo que el señor le ordenó y envió a doce hombres desde el campamento en el desierto de Parán, todos jefes de las tribus de Israel. 
 4 Estas eran las tribus y los nombres de sus jefes:
     Tribu                             Jefe
     de Rubén Samúa, hijo de Zacur
  5 de Simeón Safat, hijo de Hori
  6 de Judá Caleb, hijo de Jefone
  7 de Isacar Igal, hijo de José
  8 de Efraín Oseas, hijo de Nun
  9 de Benjamín Palti, hijo de Rafú
10 de Zabulón Gadiel, hijo de Sodi
11 de Manasés, hijo de José Gadi, hijo de Susi
12 de Dan Amiel, hijo de Gemali
13 de Aser Setur, hijo de Micael
14 de Neftal Nahbi, hijo de Vapsi
15 de Gad Geuel, hijo de Maqui
16 Estos son los nombres de los hombres que Moisés envió a explorar la tierra. (A Oseas, hijo de Nun, Moisés le dio el nombre de Josué).
17 Moisés envió a los hombres a explorar la tierra y les dio las siguientes instrucciones: Vayan al norte a través del Neguev hasta la zona montañosa.
18 Fíjense cómo es la tierra y averigüen si sus habitantes son fuertes o débiles, pocos o muchos.
19 Observen cómo es la tierra en que habitan. ¿Es buena o mala? ¿Viven en ciudades amuralladas o sin protección, a campo abierto?
20 El terreno, ¿es fértil o estéril? ¿Abundan los árboles? Hagan todo lo posible por traer muestras de las cosechas que encuentren. (Era la temporada de la cosecha de las primeras uvas maduras).
21 Así que subieron y exploraron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, cerca de Lebo-hamat.
22 Yendo al norte, atravesaron el Neguev y llegaron a Hebrón donde vivían Ahimán, Sesai y Talmai, todos descendientes de Anac. (La antigua ciudad de Hebrón fue fundada siete años antes de la ciudad egipcia de Zoán).
23 Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama con un solo racimo de uvas, tan grande, ¡que tuvieron que transportarlo en un palo, entre dos! También llevaron muestras de granadas e higos.
24 A ese lugar se le llamó el valle de Escol (que significa racimo) por el racimo de uvas que los israelitas cortaron allí.

INFORME DE LOS ESPÍAS

25 Después de explorar la tierra durante cuarenta días, los hombres regresaron
26 a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de Israel en Cades, en el desierto de Parán. Informaron a toda la comunidad lo que vieron y les mostraron los frutos que tomaron de la tierra.
27 Este fue el informe que dieron a Moisés: Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen.
28 Sin embargo, el pueblo que la habita es poderoso y sus ciudades son grandes y fortificadas. ¡Hasta vimos gigantes allí, los descendientes de Anac!
29 Los amalecitas viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo y a lo largo del valle del Jordán.
30 Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se encontraba ante Moisés. — ¡Vamos enseguida a tomar la tierra! —dijo—. ¡De seguro podemos conquistarla!
31 Pero los demás hombres que exploraron la tierra con él, no estuvieron de acuerdo: —¡No podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros!
32 Entonces comenzaron a divulgar entre los israelitas el siguiente mal informe sobre la tierra: La tierra que atravesamos y exploramos devorará a todo aquel que vaya a vivir allí. ¡Todos los habitantes que vimos son enormes!
33 Hasta había gigantes, los descendientes de Anac. ¡Al lado de ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!


REFLEXIÓN

COMUNICANDO LA VERDAD DE DIOS
Pero Moisés respondió: —¿Estás celoso por mí? Ya quisiera que todos los del pueblo del señor fueran profetas y que el señor pusiera su Espíritu sobre todos. (Número 11:29)

Un profeta es alguien que es tomado por Dios, Él pone su Espíritu sobre esa persona, le da que decir y este lo comunica a los demás. Hoy en día es diferente que en aquellos días, el Espíritu de Dios ya esta en aquel que le recibe como Señor y Salvador. Pero el principio sigue siendo el mismo con las profecías, se toma de Dios lo que él quiere comunicar y se comunica en público. No se habla lo que esta en tu corazón, ni tampoco lo que tu razonamiento lógico desea comunicar. Te dejas tomar completamente por el Espíritu de Dios, escuchas su voz y sin ningún tipo de razonamiento de lo obtenido lo comunicas. Ojala todos en el pueblo de Dios estén tomados verdaderamente por su Espíritu, ojala todos en el pueblo de Dios pudieran hablar su palabra sin ningún tipo de alteración.
ORACIÓN

Mi Dios me rindo a ti completamente, que tu Espíritu tome en control de mi vida, Amén.

miércoles, 27 de febrero de 2019

LECTURA 27 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 4 (NÚMEROS 8-10)

NÚMEROS CAPÍTULO 8

PREPARACIÓN DE LAS LÁMPARAS

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Da las siguientes instrucciones a Aarón: cuando pongas las siete lámparas en el candelabro, hazlo de manera que la luz alumbre hacia adelante, en frente del candelabro.
 3 Y así lo hizo Aarón; instaló las siete lámparas para que reflejaran su luz hacia adelante, tal como el señor había ordenado a Moisés.
 4 Todo el candelabro —desde su base hasta el decorado floral— estaba hecho de oro labrado. Se fabricó conforme al diseño exacto que el señor le había mostrado a Moisés.

DEDICACIÓN DE LOS LEVITAS

 5 Luego el señor le dijo a Moisés:
 6 Ahora bien, separa a los levitas de los demás israelitas y hazlos ceremonialmente puros.
 7 Para hacerlo, rocíalos con el agua de la purificación y haz que se afeiten todo el cuerpo y que laven su ropa. Entonces quedarán ceremonialmente puros.
 8 Haz que lleven un becerro y una ofrenda de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva, junto con un segundo becerro para la ofrenda por el pecado.
 9 Después reúne a toda la comunidad de Israel y presenta a los levitas a la entrada del tabernáculo.
10 Cuando presentes a los levitas delante del señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos.
11 Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; así los dedicará al servicio del señor.
12 Enseguida los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los becerros. Presenta un becerro como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada al señor, para purificar a los levitas y hacerlos justos ante el SEÑOR.
13 Luego haz que los levitas se pongan de pie delante de Aarón y sus hijos y levanta tus manos y preséntalos como una ofrenda especial al señor.
14 De ese modo apartarás a los levitas del resto del pueblo de Israel, y los levitas me pertenecerán a mí.
15 Así ellos podrán entrar en el tabernáculo para realizar su trabajo, porque los purificaste y los presentaste como una ofrenda especial.
16 De todo el pueblo de Israel, los levitas están apartados para mí. Yo los he tomado para mí en lugar de los primeros hijos varones de los israelitas; he tomado a los levitas como sustitutos.
17 Pues todo primer nacido de entre el pueblo de Israel es mío, tanto de personas como de animales. Yo los aparté para mí el día que herí de muerte a todos los primeros hijos varones de los egipcios.
18 Es cierto, yo tomé a los levitas en lugar de todos los primeros hijos varones de Israel;
19 y de todos los israelitas, yo he designado a los levitas para Aarón y sus hijos. Ellos servirán en el tabernáculo en nombre de los israelitas y harán sacrificios para purificar al pueblo, de modo que ninguna plaga los azote cuando se acerquen al santuario.
20 Así que Moisés, Aarón y toda la comunidad de Israel dedicaron a los levitas, siguiendo cuidadosamente todas las instrucciones del señor a Moisés.
21 Los levitas se purificaron del pecado y lavaron sus ropas, y Aarón los presentó al señor como una ofrenda especial. Aarón ofreció entonces un sacrificio para purificarlos y para hacerlos justos delante del SEÑOR.
22 Después los levitas entraron en el tabernáculo para cumplir con sus responsabilidades de ayudar a Aarón y a sus hijos. Así se llevó a cabo todo lo que el señor le ordenó a Moisés con respecto a los levitas.
23 El señor le dio otras instrucciones a Moisés:
24 Los levitas seguirán esta regla: empezarán su servicio en el tabernáculo a la edad de veinticinco años
25 y se jubilarán a los cincuenta años.
26 Después de su jubilación podrán ayudar a sus compañeros levitas como guardias en el tabernáculo, pero no podrán oficiar en las ceremonias. Así es como asignarás los deberes a los levitas.

NÚMEROS CAPÍTULO 9

LA SEGUNDA PASCUA

 1 Un año después que Israel saliera de Egipto, el señor le habló a Moisés en el desierto de Sinaí. El primer mes de ese año le dijo:
 2 Di a los israelitas que celebren la Pascua en el tiempo establecido:
 3 al atardecer del día catorce del primer mes. Asegúrate de seguir todos mis decretos y todas mis ordenanzas acerca de esta celebración.
 4 Entonces Moisés le dijo al pueblo que celebrara la Pascua
 5 en el desierto de Sinaí, al atardecer del día catorce del primer mes. Allí celebraron el festival, así como el señor le había ordenado a Moisés.
 6 Sin embargo, algunos hombres estaban ceremonialmente impuros por haber tocado un cadáver, y por eso no podían celebrar la Pascua aquel día. Así que ese mismo día se acercaron a Moisés y a Aarón
 7 y les dijeron: —Hemos quedado ceremonialmente impuros por tocar un cadáver. Pero ¿por qué se nos debe impedir presentar la ofrenda del señor en la debida fecha con el resto de los israelitas?
 8 Moisés les contestó: —Esperen aquí hasta que yo reciba del señor las instrucciones para ustedes.
 9 Esta fue la respuesta del señor a Moisés:
10 Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: si alguien del pueblo, ya sea ahora o en las generaciones futuras, está ceremonialmente impuro en la fecha establecida para la Pascua por tocar un cadáver, o si está de viaje y no puede estar presente en la ceremonia, aun así podrá celebrar la Pascua del señor.
11 Esta persona ofrecerá el sacrificio de la Pascua un mes después, al atardecer del día catorce del segundo mes. Comerá el cordero de la Pascua con pan sin levadura y hierbas amargas.
12 No dejará nada del cordero para el día siguiente, ni quebrará ninguno de sus huesos, y debe seguir todas las ordenanzas de rigor acerca de la Pascua.
13 Aquellos que no estén ceremonialmente impuros ni anden de viaje pero aun así dejen de celebrar la Pascua en la fecha establecida, serán excluidos de la comunidad de Israel. Si no presentan la ofrenda del señor en la fecha debida, sufrirán las consecuencias de su culpa.
14 Y si el extranjero que vive entre ustedes quiere celebrar la Pascua del señor, debe seguir estos mismos decretos y ordenanzas. Las mismas leyes se aplican tanto a los israelitas de nacimiento como a los extranjeros que viven entre ustedes.

LA NUBE DE FUEGO

15 El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió. Pero desde la tarde hasta el amanecer la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de una columna de fuego.
16 De esta manera ocurría siempre: por la noche la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de fuego.
17 Cada vez que la nube se elevaba de la carpa sagrada, el pueblo de Israel levantaba el campamento y la seguía; donde la nube se detenía, el pueblo de Israel armaba el campamento.
18 De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del señor, donde él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la nube se quedaba encima del tabernáculo.
19 Si la nube se quedaba por largo tiempo sobre el tabernáculo, los israelitas permanecían allí y llevaban a cabo sus deberes ante el señor.
20 Algunas veces la nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se quedaba por pocos días, como el señor ordenaba. Luego, por orden del señor, levantaban el campamento y se ponían en marcha.
21 Algunas veces la nube se detenía sólo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se ponía en marcha.
22 Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha.
23 Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del señor y obedecían todo lo que el señor les decía por medio de Moisés.

NÚMEROS CAPÍTULO 10

LAS TROMPETAS DE PLATA

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Haz dos trompetas de plata labrada a martillo para convocar a la comunidad a reunirse y dar la señal de levantar el campamento.
 3 Al toque de ambas trompetas, todos deben reunirse ante ti a la entrada del tabernáculo;
 4 pero si se toca sólo una trompeta, entonces sólo los líderes —los jefes de los clanes de Israel— tendrán que presentarse ante ti.
 5 Cuando hagas sonar la señal para continuar el viaje, las tribus acampadas en el lado oriental del tabernáculo levantarán el campamento y avanzarán.
 6 Cuando hagas sonar la señal por segunda vez, las tribus acampadas en el lado sur, las seguirán. Haz sonar toques cortos como señal de ponerse en marcha,
 7 pero cuando convoques al pueblo a asamblea, toca las trompetas de manera diferente.
 8 Únicamente los sacerdotes, los descendientes de Aarón, podrán tocar las trompetas. Esta es una ley perpetua para ustedes y tendrá que cumplirse de generación en generación.
 9 Cuando lleguen a su propia tierra y vayan a la guerra contra sus enemigos que los atacan, darán la alarma con las trompetas. Entonces el señor su Dios los recordará y los rescatará de sus enemigos.
10 También hagan sonar las trompetas en tiempos de alegría, en sus festivales anuales y al principio de cada mes. Además, toquen las trompetas cuando entreguen las ofrendas quemadas y las ofrendas de paz. Las trompetas le recordarán al señor su Dios el pacto que hizo con ustedes. Yo soy el señor su Dios.

LOS ISRAELITAS DEJAN EL SINAÍ

11 Durante el segundo año después que Israel saliera de Egipto, el día veinte del segundo mes, la nube se elevó del tabernáculo del pacto.
12 Entonces los israelitas salieron del desierto de Sinaí y viajaron de un lugar a otro hasta que la nube se detuvo en el desierto de Parán.
13 Cuando el pueblo salió por primera vez, siguiendo las instrucciones que el señor había dado por medio de Moisés,
14 las tropas de Judá iban delante. Estas marchaban detrás de su estandarte, y su líder era Naasón, hijo de Aminadab.
15 Las siguieron las tropas de la tribu de Isacar, dirigidas por Natanael, hijo de Zuar,
16 y también las tropas de la tribu de Zabulón, dirigidas por Eliab, hijo de Helón.
17 Después se desarmó el tabernáculo, y las siguientes en ponerse en marcha fueron las divisiones gersonitas y meraritas, de los levitas, llevando consigo el tabernáculo.
18 Las tropas de Rubén fueron las próximas en salir y marchaban tras su estandarte. Su líder era Elisur, hijo de Sedeur.
19 Las siguieron las tropas de la tribu de Simeón, dirigidas por Selumiel, hijo de Zurisadai,
20 y también las tropas de la tribu de Gad, dirigidas por Eliasaf, hijo de Deuel.
21 Luego salió la división coatita de los levitas, que llevaba consigo los objetos sagrados del tabernáculo. El tabernáculo debía estar ya instalado en su nueva ubicación antes de que ellos llegaran al próximo lugar de campamento.
22 Las tropas de Efraín marcharon a continuación, detrás de su estandarte. Su líder era Elisama, hijo de Amiud.
23 Las siguieron las tropas de la tribu de Manasés, dirigidas por Gamaliel, hijo de Pedasur,
24 y también las tropas de la tribu de Benjamín, dirigidas por Abidán, hijo de Gedeoni.
25 Las últimas en salir fueron las tropas de Dan que marchaban tras su estandarte, a la retaguardia de todos los campamentos tribales. Su líder era Ahiezer, hijo de Amisadai.
26 Se le unieron las tropas de la tribu de Aser, dirigidas por Pagiel, hijo de Ocrán,
27 y también las tropas de la tribu de Neftalí, dirigidas por Ahira, hijo de Enán.
28 En ese orden marchaban los israelitas, división por división.
29 Un día Moisés le dijo a su cuñado Hobab, hijo de Reuel, el madianita: — Vamos en camino al lugar que el señor nos prometió, porque él nos dijo: «Yo se lo daré a ustedes». Ven con nosotros y te trataremos bien, porque el señor ha prometido maravillosas bendiciones para Israel.
30 —No, no iré —respondió Hobab—. Debo regresar a mi propia tierra y a mi familia.
31 —Por favor no nos dejes —rogó Moisés—. Tú conoces los lugares del desierto donde debemos acampar. Ven, sé nuestro guía.
32 Si vienes con nosotros, compartiremos contigo todas las bendiciones que el señor nos dará.
33 Así que después de salir del monte del señor, marcharon por tres días; y el arca del pacto del señor iba delante de ellos para indicarles dónde detenerse y descansar.
34 Cada día, mientras continuaban su viaje, la nube del señor se mantenía en el aire sobre ellos.
35 Siempre que el arca salía, Moisés gritaba: ¡Levántate, oh señor y que se dispersen tus enemigos! ¡Que huyan ante ti!;
36 y cuando el arca se ponía en tierra, Moisés decía: ¡Vuelve, oh señor, a los incontables millares de Israel!


REFLEXIÓN

EL PUEBLO RECONOCE DÓNDE ESTÁ TRABAJANDO DIOS 

Después reúne a toda la comunidad de Israel y presenta a los levitas a la entrada del tabernáculo. Cuando presentes a los levitas delante del señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos. Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; así los dedicará al servicio del señor. (Números 8:9-11)

Cuando Dios escoge a una o varias personas para que realicen una tarea específica, el pueblo de Dios o la iglesia debe reconocer tal nombramiento. Al encomendarlos para dicha tarea, los esta dedicando como una ofrenda para Él mismo. No les esta dando ni delegando autoridad, eso lo da Dios porque la autoridad es suya no del pueblo ni de los líderes. No se nombran o se delegan personas que Dios no ha escogido, ni tampoco se va en contra de su voluntad. Y por supuesto las tareas, el ministerio, la obra por hacer, es escogida por Dios; no son nuestras habilidades, estudios, preparación o popularidad.

ORACIÓN

Mi Dios abre mi corazón y mi mente, para poder entender lo que tu quieres hacer. Amén.


martes, 26 de febrero de 2019

LECTURA 26 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 3 (NÚMEROS 5-6)

NÚMEROS CAPÍTULO 7

OFRENDAS PARA LA DEDICACIÓN

 1 El día en que Moisés levantó el tabernáculo, lo ungió y lo apartó como santo. También ungió y apartó todo el mobiliario y el altar con sus utensilios.
 2 Después los líderes de Israel —los jefes de las tribus que habían registrado las tropas— llegaron con sus ofrendas.
 3 Juntos llevaron seis carretas grandes y doce bueyes —una carreta por cada dos jefes y un buey por cada jefe— y los presentaron al señor delante del tabernáculo.
 4 Luego el señor le dijo a Moisés:
 5 Recibe sus ofrendas y usa estos bueyes y carretas para transportar el tabernáculo. Repártelos entre los levitas según el trabajo de cada uno.
 6 Así que Moisés tomó las carretas y los bueyes y los entregó a los levitas.
 7 Le dio dos carretas y cuatro bueyes a la división gersonita para su trabajo
 8 y le dio a la división merarita cuatro carretas y ocho bueyes para su trabajo. Todo el trabajo se realizó bajo el liderazgo de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
 9 Pero a la división coatita no le entregó carretas ni bueyes, porque se les requería que hicieran el traslado de los objetos sagrados del tabernáculo sobre sus hombros.
10 Los jefes también presentaron las ofrendas de dedicación para el altar cuando lo ungieron. Cada uno puso sus ofrendas ante el altar.
11 El señor le dijo a Moisés: Que cada día un jefe lleve su ofrenda para la dedicación del altar.
12 En el primer día presentó su ofrenda Naasón, hijo de Aminadab, jefe de la tribu de Judá.
13 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
14 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
15 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
16 y un chivo como ofrenda por el pecado.
17 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Naasón, hijo de Aminadab.
18 En el segundo día presentó su ofrenda Natanael, hijo de Zuar, jefe de la tribu de Isacar.
19 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
20 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
21 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
22 y un chivo como ofrenda por el pecado.
23 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Natanael, hijo de Zuar.
24 En el tercer día presentó su ofrenda Eliab, hijo de Helón, jefe de la tribu de Zabulón.
25 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
26 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
27 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
28 y un chivo como ofrenda por el pecado.
29 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Eliab, el hijo de Helón.
30 En el cuarto día presentó su ofrenda Elisur, hijo de Sedeur, jefe de la tribu de Rubén.
31 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
32 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
33 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
34 y un chivo como ofrenda por el pecado.
35 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Elisur, el hijo de Sedeur.
36 En el quinto día presentó su ofrenda Selumiel, hijo de Zurisadai, jefe de la tribu de Simeón.
37 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
38 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
39 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año para una ofrenda quemada,
40 y un chivo como ofrenda por el pecado.
41 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Selumiel, hijo de Zurisadai.
42 En el sexto día presentó su ofrenda Eliasaf, hijo de Deuel, jefe de la tribu de Gad.
43 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
44 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
45 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
46 y un chivo como ofrenda por el pecado.
47 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Eliasaf, hijo de Deuel.
48 En el séptimo día presentó su ofrenda Elisama, hijo de Amiud, jefe de la tribu de Efraín presentó su ofrenda.
49 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
50 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
51 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
52 y un chivo como ofrenda por el pecado.
53 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Elisama, hijo de Amiud.
54 En el octavo día presentó su ofrenda Gamaliel, hijo de Pedasur, jefe de la tribu de Manasés.
55 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
56 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
57 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
58 y un chivo como ofrenda por el pecado.
59 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Gamaliel, hijo de Pedasur.
60 En el noveno día presentó su ofrenda Abidán, hijo de Gedeoni, jefe de la tribu de Benjamín.
61 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
62 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
63 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
64 y un chivo como ofrenda por el pecado.
65 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Abidán, hijo de Gedeoni.
66 En el décimo día presentó su ofrenda Ahiezer, hijo de Amisadai, jefe de la tribu de Dan.
67 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
68 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
69 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
70 y un chivo como ofrenda por el pecado.
71 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Ahiezer, hijo de Amisadai.
72 En el onceavo día presentó su ofrenda Pagiel, hijo de Ocrán, jefe de la tribu de Aser.
73 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
74 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
75 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
76 y un chivo como ofrenda por el pecado.
77 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Pagiel, hijo de Ocrán.
78 En el doceavo día presentó su ofrenda Ahira, hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí.
79 Su ofrenda consistía de una bandeja de plata que pesaba un kilo y medio y un tazón de plata que pesaba ochocientos gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). Los dos contenían ofrendas de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva.
80 También llevó un recipiente de oro que pesaba ciento catorce gramos, lleno de incienso.
81 Llevó un becerro, un carnero y un cordero de un año, para una ofrenda quemada,
82 y un chivo como ofrenda por el pecado.
83 Como ofrenda de paz llevó dos toros, cinco carneros, cinco chivos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda que llevó Ahira, hijo de Enán.
84 Estas fueron las ofrendas de dedicación que los jefes de Israel llevaron cuando se ungió el altar: doce bandejas de plata, doce tazones de plata y doce recipientes de oro con incienso.
85 Cada bandeja de plata pesaba un kilo y medio y cada tazón de plata, ochocientos gramos. El peso total de la plata fue veintisiete kilos y medio (calculado según el peso del siclo del santuario).
86 Cada uno de los doce recipientes de oro, que contenían el incienso, pesaba ciento catorce gramos (calculado según el peso del siclo del santuario). El peso total del oro fue un kilo con cuatrocientos gramos.
87 Se donaron doce becerros, doce carneros y doce corderos de un año para las ofrendas quemadas, junto con las ofrendas obligatorias de grano. Llevaron doce chivos para las ofrendas por el pecado.
88 Se donaron veinticuatro toros, sesenta carneros, sesenta chivos y sesenta corderos de un año como ofrendas de paz. Esa fue la ofrenda para la dedicación del altar después de haber sido ungido.
89 Cada vez que Moisés entraba en el tabernáculo para hablar con el señor, Moisés oía la voz que le hablaba de entre los dos querubines que estaban sobre la tapa del arca —el lugar de la expiación— que está sobre el arca del pacto. Desde ahí el señor le hablaba a Moisés.


REFLEXIÓN

DIOS SIEMPRE PROVEE CON ANTELACIÓN

Luego el señor le dijo a Moisés: Recibe sus ofrendas y usa estos bueyes y carretas para transportar el tabernáculo. Repártelos entre los levitas según el trabajo de cada uno. (Levítico 7:4-5)

Dios siempre provee y prevee todo con antelación, especialmente cuando se trata para el trabajo en su obra o para su servicio. Muchas veces vemos como los recursos no llegan para realizar algo que hemos pensado hacer, entonces tenemos que revisar si eso procedía de la voluntad de Él. En otras ocasiones vemos como se fuerza la situación para hacer ver que lo que planificamos viene de Dios, y se somete al pueblo de Dios a una presión monetaria para que se lleve a cabo tal actividad. Si la actividad proviene de Él, entonces hasta los recursos también deben aparecer facilmente.

ORACIÓN

Mi Dios enséñame a oir tu voz, para que pueda planificar de acuerdo a tu voluntad. Amén.


lunes, 25 de febrero de 2019

LECTURA 25 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 2 (NÚMEROS 5-6)

NÚMEROS CAPÍTULO 5

PUREZA EN EL CAMPAMENTO DE ISRAEL

 1 El señor dio las siguientes instrucciones a Moisés:
 2 Ordena al pueblo de Israel que saque del campamento a toda persona que tenga una enfermedad de la piel o un flujo, o a quien haya quedado ceremonialmente impuro por tocar un cadáver.
 3 Esta orden debe aplicarse de la misma manera a hombres y a mujeres. Sácalos para que no contaminen el campamento donde yo habito en medio de ellos.
 4 Entonces los israelitas hicieron lo que el señor le había ordenado a Moisés y sacaron a tales personas del campamento.
 5 Así que el señor le dijo a Moisés:
 6 Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: si alguien del pueblo — sea hombre o mujer— traiciona al señor al hacerle mal a otra persona, esta persona es culpable.
 7 Deberá confesar su pecado, restituir completamente el daño hecho más un veinte por ciento adicional y darlo a la persona que perjudicó.
 8 Pero si la persona perjudicada está muerta y no hay ningún pariente cercano a quien pagarle el daño, el pago le pertenece al señor y deberá dárselo al sacerdote. Además, el culpable llevará un carnero como sacrificio por el pecado y será purificado y hecho justo ante el SEÑOR.
 9 Todas las ofrendas sagradas que los israelitas lleven a un sacerdote le pertenecen a él.
10 Cada sacerdote puede quedarse con todos los donativos sagrados que reciba.

PROTECCIÓN CONTRA LA INFIDELIDAD MATRIMONIAL

11 El señor le dijo a Moisés:
12 Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: supongamos que la esposa de un hombre se descarría y le es infiel a su marido,
13 y tiene relaciones sexuales con otro hombre sin que lo sepa su esposo ni nadie más. Ella se contaminó aunque no hubo testigos y no fue sorprendida en el acto.
14 Si su esposo siente celos, y sospecha de ella y necesita saber si ella se ha contaminado o no,
15 el esposo debe llevarla al sacerdote. También presentará por ella una ofrenda de dos kilos de harina de cebada. No debe mezclarse con aceite de oliva ni incienso, porque se trata de una ofrenda de celos para demostrar si ella es o no culpable.
16 Entonces el sacerdote la presentará delante del señor para que sea juzgada.
17 Pondrá un poco de agua santa en un recipiente de barro y mezclará polvo que tomó del piso del tabernáculo.
18 Una vez que el sacerdote haya presentado a la mujer delante del señor, le desatará el cabello y colocará en las manos de ella la ofrenda de prueba, es decir la ofrenda de celos, para discernir si las sospechas de su esposo son justificadas. El sacerdote se pondrá frente a ella y sostendrá el recipiente de agua amarga que trae una maldición para quienes son culpables.
19 Enseguida el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento y le dirá: «Si ningún otro hombre ha tenido relaciones sexuales contigo y no te has descarriado ni te has contaminado mientras has estado bajo la autoridad de tu esposo, que seas inmune a los efectos de esta agua amarga que trae la maldición.
20 Pero si te has descarriado siendo infiel a tu marido y te has contaminado teniendo relaciones sexuales con otro hombre...».
21 En este momento el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento al decir: «Que el pueblo sepa que la maldición del señor cayó sobre ti cuando él te haga estéril al causar que tu útero se encoja y tu abdomen se hinche.
22 Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja». A la mujer se le exigirá decir: «Sí, que así sea».
23 Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un trozo de cuero y luego las lavará para que caigan dentro del agua amarga.
24 Hará que la mujer beba el agua amarga que trae la maldición. Cuando el agua entre en su cuerpo, si ella es culpable, le causará un sufrimiento amargo.
25 Después el sacerdote tomará la ofrenda de celos de la mano de la mujer y la alzará ante el señor y la llevará al altar.
26 Tomará un puñado de harina como porción simbólica, la quemará en el altar y le exigirá a la mujer que beba el agua.
27 Si ella se ha contaminado siendo infiel a su marido, el agua que trae la maldición le producirá un sufrimiento amargo. Su abdomen se hinchará y su útero se encogerá, y su nombre se volverá una maldición entre su pueblo.
28 Pero si ella no se ha contaminado y es pura, entonces saldrá ilesa y todavía podrá tener hijos.
29 Esta es la ley ritual para lidiar con los celos. Si una mujer se descarría y se contamina mientras está bajo la autoridad de su marido,
30 o si un hombre siente celos y sospecha que su esposa le fue infiel, el marido debe presentar a su esposa delante del señor y el sacerdote aplicará esta ley ritual en su totalidad.
31 El marido será inocente de toda culpa en este caso, pero su esposa será responsable por su propio pecado.

NÚMEROS CAPÍTULO 6

LEYES PARA LOS NAZAREOS

 1 Entonces el señor le dijo a Moisés: Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones:
 2 si alguien del pueblo, sea hombre o mujer, hace el voto especial de nazareo, consagrándose al señor de manera especial,
 3 dejará el vino y otras bebidas alcohólicas. No usará vinagre hecho de vino ni de otras bebidas alcohólicas, no beberá jugo de uva fresca ni comerá uvas o pasas.
 4 Mientras esté obligado por su voto de nazareo, no se le permite comer o beber productos derivados de la vid, incluidas las semillas y la cáscara de uva.
 5 Durante todo el tiempo que dure su voto, esta persona no se cortará el cabello, porque es santa y apartada para el señor. Se dejará crecer el cabello hasta que se cumpla el tiempo de su voto.
 6 Y no se acercará a ningún cadáver durante todo el tiempo de su voto al SEÑOR.
 7 Aun cuando la persona muerta sea su propio padre, madre, hermano o hermana, no debe contaminarse, porque el cabello que lleva sobre su cabeza es símbolo de su consagración a Dios.
 8 Este requisito se aplica mientras esté consagrado al señor.
 9 Si alguien cae muerto a su lado, el cabello dedicado quedará contaminado. Tiene que esperar siete días y después se afeitará la cabeza. Entonces quedará limpio de su contaminación.
10 En el octavo día llevará al sacerdote, a la entrada del tabernáculo, dos tórtolas o dos pichones de paloma.
11 El sacerdote ofrecerá una de las aves como ofrenda por el pecado y la otra como ofrenda quemada. De esta manera él lo purificará de la culpa recibida mediante el contacto con el cadáver. Luego el nazareo reafirmará su compromiso y dejará que su cabello empiece a crecer de nuevo.
12 Los días cumplidos de su voto, anteriores a la contaminación, no se tomarán en cuenta. Deberá dedicarse nuevamente al señor como nazareo por todo el tiempo de su promesa y deberá presentar un cordero de un año como ofrenda por la culpa.
13 Esta es la ley ritual para el nazareo. Al terminar el tiempo de consagración deberá ir a la entrada del tabernáculo
14 y ofrecer sus sacrificios al señor: un cordero de un año sin defecto como ofrenda quemada, una cordera de un año sin defecto como ofrenda por el pecado, un carnero sin defecto como ofrenda de paz,
15 una cesta de pan preparado sin levadura —panes de harina selecta mezclados con aceite de oliva y obleas untadas con aceite de oliva— junto con las ofrendas obligatorias de grano y de líquido.
16 El sacerdote presentará estas ofrendas ante el señor: primero la ofrenda por el pecado y la ofrenda quemada;
17 enseguida el carnero como ofrenda de paz, junto con la cesta de pan preparado sin levadura. El sacerdote también presentará al señor las ofrendas obligatorias de grano y de líquido.
18 Después el nazareo se afeitará la cabeza en la entrada del tabernáculo. Tomará el cabello que dedicó y lo pondrá en el fuego, debajo del sacrificio de la ofrenda de paz.
19 Después de que el nazareo se afeite la cabeza, el sacerdote tomará una espaldilla hervida del carnero; también tomará de la cesta un pan y una oblea preparados sin levadura, y los pondrá en las manos del nazareo.
20 Entonces el sacerdote los levantará ante el señor como ofrenda especial. Estas son las porciones santas para el sacerdote, junto con el pecho de la ofrenda especial y el muslo de la ofrenda sagrada que se levanta ante el señor. Después de esta ceremonia el nazareo podrá volver a beber vino.
21 Esta es la ley ritual de los nazareos que juran llevar estas ofrendas al señor. Si está a su alcance también pueden llevar ofrendas adicionales. Deben asegurarse de cumplir con todo lo que juraron cuando se apartaron como nazareos.

BENDICIÓN SACERDOTAL

22 Entonces el señor le dijo a Moisés:
23 Diles a Aarón y a sus hijos que bendigan al pueblo de Israel con la siguiente bendición especial:
24 «Que el señor te bendiga y te proteja.
25 Que el señor sonría sobre ti y sea compasivo contigo.
26 Que el señor te muestre su favor y te dé su paz».
27 Cada vez que Aarón y sus hijos bendigan al pueblo de Israel en mi nombre, yo los bendeciré.


REFLEXIÓN

DEBEMOS TENER CUIDADO DE TRAICIONAR AL SEÑOR

Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: si alguien del pueblo — sea hombre o mujer— traiciona al señor al hacerle mal a otra persona, esta persona es culpable. (Número 5:6)

El hacerle daño a otra persona es considerado por Dios, como una traición a Él mismo. Así que como hijos de Dios debemos de tener cuidado de no ofenderlo con nuestras acciones hacia los demás, y pretender que esas acciones no tienen consecuencias para nosotros. Él siempre mira nuestro corazón y conoce las intenciones con las que realizamos nuestras acciones, Él sabe cuando actuamos deliberadamente para dañar a otros. Él también sabe cuando actuamos inconscientemente y nuestras acciones perjudican a otros, pero no dejamos de ser culpables por eso. Nuestra actitud en cualquiera de estas circunstancias debe ser, el pedir perdón y sobre todo restituir la falta cometida.
ORACIÓN

Mi Dios ayúdame a no querer ofender ni proporcionarle algún mal a mis semejantes, pero también dame la entereza de poder pedir perdón y saber restituir al que se lo he ocasionado. Amén. 

domingo, 24 de febrero de 2019

LECTURA 24 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 1 (NÚMEROS 3-4)

NÚMEROS CAPÍTULO 3

NOMBRAMIENTO DE LOS LEVITAS

 1 Esta es la descendencia de Aarón y de Moisés como quedó registrada cuando el señor le habló a Moisés en el monte Sinaí.
 2 Los nombres de los hijos de Aarón eran Nadab (el mayor), Abiú, Eleazar e Itamar.
 3 Estos hijos de Aarón fueron ungidos y ordenados para ministrar como sacerdotes.
 4 Pero Nadab y Abiú murieron en la presencia del señor, en el desierto de Sinaí, cuando quemaron ante el señor una clase de fuego diferente a la que él había ordenado. Ya que ellos no tuvieron hijos, sólo Eleazar e Itamar quedaron para ministrar como sacerdotes junto con su padre Aarón.
 5 Entonces el señor le dijo a Moisés:
 6 Llama a los de la tribu de Leví, que pasen adelante y preséntalos al sacerdote Aarón para que sean sus ayudantes.
 7 Servirán a Aarón y a toda la comunidad en el desempeño de sus deberes sagrados dentro y alrededor del tabernáculo.
 8 También cuidarán de todo el mobiliario de la carpa sagrada y servirán en el tabernáculo en representación de todos los israelitas.
 9 Designa a los levitas como ayudantes de Aarón y de sus hijos porque de entre todo el pueblo de Israel ellos fueron dedicados para este propósito.
10 Nombra a Aarón y a sus hijos para que lleven a cabo los deberes del sacerdocio. Pero toda persona no autorizada que se acerque al santuario será ejecutada.
11 El señor le dijo a Moisés:
12 Mira, yo he escogido de entre los israelitas a los levitas para que sirvan como sustitutos de todo primer hijo varón del pueblo de Israel. Los levitas me pertenecen a mí
13 porque todos los primeros hijos varones son míos. El día que herí de muerte al primer hijo varón de cada familia egipcia, aparté para mí a todo primer nacido de Israel, tanto de personas como de animales. Ellos son míos. Yo soy el SEÑOR.

REGISTRO DE LOS LEVITAS

14 El señor le habló de nuevo a Moisés en el desierto de Sinaí y le dijo:
15 Registra los nombres de los miembros de la tribu de Leví, por sus familias y clanes. Anota en una lista a cada varón de un mes o más.
16 Entonces Moisés los anotó, tal como el señor le había ordenado.
17 Leví tenía tres hijos llamados Gersón, Coat y Merari.
18 Los clanes descendientes de Gersón llevaban el nombre de dos de sus descendientes, Libni y Simei.
19 Los clanes descendientes de Coat llevaban el nombre de cuatro de sus descendientes, Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
20 Los clanes descendientes de Merari llevaban el nombre de dos de sus descendientes, Mahli y Musi. Estos eran los clanes de los levitas, anotados según sus grupos de familia.
21 Los descendientes de Gersón estaban constituidos por los clanes descendientes de Libni y Simei.
22 Entre los gersonitas había siete mil quinientos varones de un mes o más.
23 Se les asignó el área occidental del tabernáculo para su campamento.
24 El jefe de los clanes gersonitas era Eliasaf, hijo de Lael.
25 Estos dos clanes eran responsables de cuidar el tabernáculo: la carpa sagrada con sus cubiertas y la cortina de la entrada,
26 las cortinas del atrio que rodeaban el tabernáculo y el altar, la cortina a la entrada del atrio, las cuerdas y todos los accesorios relacionados con su uso.
27 Los descendientes de Coat estaban constituidos por los clanes descendientes de Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.
28 Entre los coatitas había ocho mil seiscientos varones de un mes o más. Ellos eran responsables de cuidar el santuario,
29 y se les asignó el área sur del tabernáculo para su campamento.
30 El jefe de los clanes coatitas era Elizafán, hijo de Uziel.
31 Estos cuatro clanes eran responsables de cuidar el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los diferentes objetos utilizados en el santuario, la cortina interior y todos los accesorios relacionados con su uso.
32 Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, era el administrador principal a cargo de todos los levitas, con la responsabilidad particular de la supervisión del santuario.
33 Los descendientes de Merari estaban constituidos por los clanes descendientes de Mahli y Musi.
34 Entre los meraritas había seis mil doscientos varones de un mes o más.
35 Se les asignó el área norte del tabernáculo para su campamento. El jefe de los clanes meraritas era Zuriel, hijo de Abihail.
36 Estos dos clanes eran responsables de cuidar la estructura que sostenía el tabernáculo, los travesaños, los postes, las bases y todos los accesorios relacionados con su uso.
37 También eran responsables de los postes del atrio y de todas sus bases, estacas y cuerdas.
38 Delante del tabernáculo, hacia el oriente por donde sale el sol, estaba el área reservada para las carpas de campaña de Moisés y las carpas de campaña de Aarón y sus hijos. Ellos tenían la máxima responsabilidad sobre el santuario en nombre del pueblo de Israel. Todo el que no fuera sacerdote o levita y se acercara al santuario, sería ejecutado.
39 Cuando Moisés y Aarón, por orden del señor, contaron los clanes de los levitas, el número total de varones de un mes o más de edad llegó a veintidós mil.

RESCATE DEL PRIMER HIJO VARÓN

40 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: Ahora cuenta a todos los primeros hijos varones que hay en Israel de un mes o más y anota sus nombres en una lista.
41 Los levitas tienen que ser apartados para mí, como sustitutos de todo primer hijo varón de Israel. Yo soy el SEÑOR. Los animales de los levitas también serán apartados para mí, como sustitutos de la primera cría de los animales de la nación entera de Israel.
42 Entonces Moisés contó a los primeros hijos varones del pueblo de Israel, tal como el señor le había ordenado.
43 El número de los primeros hijos varones de un mes o más llegó a 22.273.
44 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
45 Toma a los levitas como sustitutos de los primeros hijos varones del pueblo de Israel. Toma también los animales de los levitas como sustitutos de las primeras crías de los animales del pueblo de Israel. Los levitas me pertenecen a mí. Yo soy el SEÑOR.
46 Los primeros hijos varones de Israel superan al número de levitas por doscientos setenta y tres. Para rescatar a esos primeros hijos varones que exceden,
47 recoge cinco piezas de plata por cada uno de ellos (cada pieza pesa lo mismo que el siclo del santuario, que equivale a veinte geras).
48 Entrega la plata a Aarón y a sus hijos como precio de rescate de los primeros hijos varones que exceden al número de levitas.
49 Entonces Moisés recogió la plata por el rescate de los primeros hijos varones de Israel que superaron al número de levitas.
50 Reunió 1365 piezas de plata como pago por los primeros hijos varones de Israel (cada pieza pesa lo mismo que el siclo del santuario).
51 Así que Moisés les dio la plata del rescate a Aarón y a sus hijos, tal como el señor le había ordenado.

NÚMEROS CAPÍTULO 4

DEBERES DEL CLAN DE LOS COATITAS

 1 Entonces el SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón:
 2 Registren los nombres de los miembros de la división coatita de la tribu de Leví por clanes y familias.
 3 Anoten en una lista a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplan los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo.
 4 Las responsabilidades de los coatitas en el tabernáculo tendrán que ver con los objetos más sagrados.
 5 Cuando el campamento sea trasladado, Aarón y sus hijos deben ser los primeros en entrar al tabernáculo para bajar la cortina interior y con ella cubrir el arca del pacto.
 6 Luego cubrirán la cortina interior con cuero de cabra de la mejor calidad y por encima del cuero pondrán una sola pieza de tela azul. Por último, colocarán las varas en su lugar para trasladar el arca.
 7 Luego extenderán una tela azul por encima de la mesa en la que se exhibe el pan de la Presencia y sobre la tela pondrán los tazones, las cacerolas, los frascos, las jarras y el pan especial.
 8 Después extenderán por encima de todo esto una tela escarlata y, finalmente, sobre la tela escarlata una cubierta de cuero de cabra de la mejor calidad. Luego colocarán las varas para transportar la mesa.
 9 Después cubrirán el candelabro con una tela azul, junto con sus lámparas, las despabiladeras de las lámparas, las bandejas y los frascos especiales para el aceite de oliva.
10 Luego pondrán por encima de los candelabros y sus accesorios, un cuero de cabra de la mejor calidad y montarán todo el bulto sobre una estructura para transportarlo.
11 Luego extenderán una tela azul por encima del altar de oro para el incienso y recubrirán la tela con cuero de cabra de la mejor calidad. Después colocarán las varas para transportar el altar.
12 Tomarán todo el mobiliario restante del santuario y lo envolverán en una tela azul, lo cubrirán con un cuero de cabra de la mejor calidad y lo montarán sobre la estructura para transportarlo.
13 Quitarán las cenizas del altar para los sacrificios y lo cubrirán con una tela púrpura.
14 Colocarán todos los utensilios del altar —los braseros, los tenedores para la carne, las palas, los tazones y todos los recipientes— sobre la tela y los cubrirán con un cuero de cabra de la mejor calidad. Finalmente, colocarán en su sitio las varas para transportarlo.
15 El campamento estará listo para trasladarse cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir el santuario y todos los objetos sagrados. Entonces los coatitas vendrán y transportarán todo esto al siguiente destino, pero no deberán tocar los objetos sagrados, pues morirán. Así que, estos son los artículos del tabernáculo que los coatitas deben transportar.
16 Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, será responsable del aceite del candelabro, el incienso aromático, la ofrenda diaria de grano y el aceite de la unción. Es más, Eleazar será responsable de todo el tabernáculo y de todo lo que hay en él, incluso del santuario y su mobiliario.
17 Entonces el señor les dijo a Moisés y Aarón:
18 ¡No permitan que los clanes de Coat lleguen a ser exterminados de entre los levitas!
19 Hagan lo siguiente para que ellos no mueran cuando se acerquen a los objetos más sagrados: Aarón y sus hijos siempre deben entrar con los coatitas y se le asignará a cada uno lo que deba hacer o cargar.
20 Los coatitas jamás deben entrar en el santuario a mirar los objetos sagrados ni por un instante, sino morirán.

DEBERES DEL CLAN DE LOS GERSONITAS

21 El señor le dijo a Moisés:
22 Registra los nombres de los miembros de la división gersonita de la tribu de Leví por clanes y familias.
23 Anota en una lista a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplan los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo.
24 Los clanes de los gersonitas serán responsables del servicio en general y de transportar cargas.
25 Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo en sí junto con sus cubiertas, el revestimiento exterior de cuero de cabra de la mejor calidad y la cortina de la entrada del tabernáculo.
26 También transportarán las cortinas de las paredes del atrio que rodean el tabernáculo y el altar, la cortina de la entrada del atrio, las cuerdas y todos los accesorios relacionados con su uso. Los gersonitas son responsables de todos estos objetos.
27 Aarón y sus hijos dirigirán a los gersonitas en todos sus deberes, ya sea en el traslado de los accesorios o en otros trabajos. También asignarán a los gersonitas la responsabilidad de lo que deberán transportar.
28 Estos son los deberes asignados a los clanes gersonitas en el tabernáculo. Ellos serán responsables ante Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

DEBERES DEL CLAN DE LOS MERARITAS

29 Ahora registra los nombres de los miembros de los clanes y familias de la división de los meraritas de la tribu de Leví.
30 Anota en una lista a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplan los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo.
31 Su única responsabilidad en el tabernáculo será transportar cargas. Ellos llevarán los soportes del tabernáculo, los travesaños, los postes y las bases;
32 asimismo los postes para las paredes del atrio con sus bases, estacas y cuerdas; y los accesorios y todo lo necesario relacionado con su uso. Asígnale a cada hombre por nombre lo que debe transportar.
33 Estos son los deberes de los clanes meraritas en el tabernáculo. Ellos son responsables ante Itamar, hijo del sacerdote Aarón.

RESUMEN DEL REGISTRO

34 Así que Moisés, Aarón y los demás jefes de la comunidad anotaron en una lista a los miembros de la división coatita por sus clanes y familias.
35 La lista incluyó a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplían los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo.
36 El número total sumó a 2750.
37 Este fue el total de hombres de los clanes coatitas que cumplían los requisitos para servir en el tabernáculo. Moisés y Aarón los anotaron, tal como el señor había ordenado por medio de Moisés.
38 También anotaron a la división de los gersonitas por sus clanes y familias.
39 La lista incluyó a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplían los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo.
40 El número total sumó a 2630.
41 Este fue el total de hombres de los clanes gersonitas que cumplían los requisitos para servir en el tabernáculo. Moisés y Aarón los anotaron, tal como el señor lo había ordenado.
42 También anotaron a la división de los meraritas por sus clanes y familias.
43 La lista incluyó a todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplían los requisitos necesarios para el servicio en el tabernáculo.
44 El número total sumó a 3200.
45 Este fue el total de hombres de los clanes meraritas que cumplían los requisitos necesarios para servir. Moisés y Aarón los anotaron, tal como el señor había ordenado por medio de Moisés.
46 Entonces Moisés, Aarón y los jefes de Israel anotaron en una lista a todos los levitas por sus clanes y familias.
47 Todos los hombres de entre treinta y cincuenta años que cumplían los requisitos necesarios para servir en el tabernáculo y para transportarlo
48 sumaban 8580.
49 Cuando registraron sus nombres, a cada hombre se le asignó su tarea y se le dijo lo que debía transportar, tal como el señor había ordenado por medio de Moisés. Así se completó el registro, tal como el señor le había ordenado a Moisés.


REFLEXIÓN

MI GRAN RESPONSABILIDAD COMO HIJO DE DIOS

También cuidarán de todo el mobiliario de la carpa sagrada y servirán en el tabernáculo en representación de todos los israelitas. (Números 3:8)

Un sacerdote o un levita es uno que está delante de Dios, pero en representación del pueblo; como un sustituto por otros. Cristo es el sumo sacerdote de todos nosotros, Él nos llama para que estemos delante de Él en lugar de otros. Así que nuestra responsabilidad es grande, tanto para con Dios como para nuestra nación, nuestros compatriotas, nuestra humanidad. Por tal motivo estamos puesto para ser sal de la tierra y luz del mundo, no es un privilegio único que se nos ha dado, es una gran responsabilidad.

ORACIÓN

Mi Dios mantén siempre presente en mi mente y mi corazón esta gran responsabilidad, para que pueda servirte debidamente. Amén.