domingo, 17 de febrero de 2019

LECTURA 17 DE FEBRERO

SEMANA 8 DÍA 1 (LEVÍTICO 14-15)

LEVÍTICO CAPÍTULO 14

PURIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES DE LA PIEL

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Las siguientes instrucciones son para los que buscan la purificación ceremonial de una enfermedad cutánea: los que han sido sanados deben ser llevados al sacerdote,
 3 quien los examinará en un lugar fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que alguien ha sanado de una enfermedad grave de la piel,
 4 llevará a cabo una ceremonia de purificación, usando para ello dos aves vivas que estén ceremonialmente puras, un palo de cedro, un hilo escarlata y una rama de hisopo.
 5 El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca.
 6 Tomará el ave viva, el palo de cedro, el hilo escarlata y la rama de hisopo, y los mojará en la sangre del ave muerta sobre el agua fresca.
 7 Luego el sacerdote rociará la sangre del ave muerta siete veces sobre la persona que está siendo purificada de la enfermedad cutánea. Después de purificar a la persona, el sacerdote soltará al ave viva en el campo abierto.
 8 Entonces, aquellos que están siendo purificados deberán lavar su ropa, rasurarse todo el cuerpo y bañarse con agua; así quedarán ceremonialmente puros y podrán regresar al campamento. Sin embargo, tendrán que permanecer fuera de su carpa durante siete días.
 9 Al séptimo día, nuevamente deberán rasurarse todo el pelo de su cabeza, incluidas la barba y las cejas. También deberán lavar su ropa y bañarse con agua; entonces quedarán ceremonialmente puros.
10 Al octavo día, cada persona que está siendo purificada debe llevar dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto, junto con una ofrenda de grano de seis kilos de harina selecta humedecida con aceite de oliva, y un tercio de litro de aceite de oliva.
11 Después el sacerdote oficiante presentará a la persona que será purificada, junto con las ofrendas, ante el señor a la entrada del tabernáculo.
12 El sacerdote tomará uno de los corderos y el aceite de oliva y los ofrecerá como una ofrenda por la culpa y los levantará como una ofrenda especial ante el señor.
13 Luego matará al cordero en el área sagrada donde se matan las ofrendas por el pecado y las ofrendas quemadas. Al igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa le pertenece al sacerdote; es una ofrenda sumamente santa.
14 Luego el sacerdote tomará un poco de la sangre de la ofrenda por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
15 Después el sacerdote derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda.
16 Mojará el dedo derecho en el aceite que tiene en la palma y rociará un poco del aceite siete veces ante el señor.
17 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
18 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso el sacerdote purificará a la persona ante el señor.
19 Luego el sacerdote deberá presentar la ofrenda por el pecado para purificar a la persona que fue sanada de la enfermedad de la piel. Después, el sacerdote matará al animal que se usará para la ofrenda quemada
20 y la presentará sobre el altar junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará al que fue sanado y quedará ceremonialmente puro.
21 Aquel que sea demasiado pobre y no tenga para comprar estas ofrendas podrá llevar un cordero para la ofrenda por la culpa, para que se levante como una ofrenda especial para purificación. También deberá llevar dos kilos de harina selecta humedecida con aceite de oliva para la ofrenda de grano y una taza de aceite de oliva.
22 La ofrenda también debe incluir dos tórtolas o dos pichones de paloma, según sus posibilidades. Una de ellas deberá ser usada para la ofrenda por el pecado y la otra para la ofrenda quemada.
23 Al octavo día de la ceremonia de la purificación, la persona que está siendo purificada debe llevar las ofrendas al sacerdote en la presencia del señor a la entrada del tabernáculo.
24 Entonces el sacerdote tomará el cordero para la ofrenda por la culpa, junto con el aceite de oliva, y los levantará como una ofrenda especial para el señor.
25 Después matará al cordero para la ofrenda por la culpa. Tomará un poco de la sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que se purifica.
26 El sacerdote también derramará un poco del aceite de oliva en la palma de su propia mano izquierda.
27 Mojará el dedo derecho en el aceite de la palma y lo rociará siete veces ante el señor.
28 A continuación untará un poco del aceite que está en la palma de la mano sobre la sangre de la ofrenda por la culpa que está en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
29 El sacerdote untará el resto del aceite que le quede en la mano sobre la cabeza del que está siendo purificado. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el señor.
30 Después el sacerdote ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones de paloma, según lo que la persona pueda pagar.
31 Una de las aves es una ofrenda por el pecado y la otra, una ofrenda quemada; serán presentadas junto con la ofrenda de grano. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona ante el señor.
32 Estas son las instrucciones para la purificación de los que se han recuperado de una enfermedad grave de la piel, pero no les alcanza para llevar las ofrendas que se requieren normalmente para la ceremonia de purificación.

CASAS CONTAMINADAS

33 Luego el señor les dijo a Moisés y Aarón:
34 Cuando lleguen a Canaán, la tierra que les doy como posesión, puede que yo contamine con moho algunas de las casas de su tierra.
35 El propietario de una casa así deberá acudir al sacerdote y decirle: «Parece que mi casa tiene algún tipo de moho».
36 Antes que el sacerdote entre a inspeccionar la casa, deberá vaciarla con el fin de que nada de lo que hay dentro sea declarado ceremonialmente impuro.
37 Entonces el sacerdote entrará en la casa y examinará el moho de las paredes. Si encuentra manchas verdosas o rojizas y la contaminación parece estar más profunda que la superficie de la pared,
38 el sacerdote saldrá por la puerta y pondrá la casa en cuarentena durante siete días.
39 Al séptimo día, el sacerdote regresará para inspeccionarla nuevamente. Si encuentra que el moho de las paredes se ha extendido,
40 mandará quitar las piedras de las áreas contaminadas. Luego, el material contaminado será llevado fuera de la ciudad a un lugar designado como ceremonialmente impuro.
41 Entonces se deberá raspar a fondo las paredes de todo el interior de la casa y tirar el material raspado en el lugar impuro fuera de la ciudad.
42 se traerán piedras nuevas en lugar de las que se han quitado y volverán a cubrirse las paredes con yeso.
43 sin embargo, si el moho vuelve a aparecer después de que todas las piedras hayan sido reemplazadas y las paredes hayan sido raspadas y recubiertas con yeso,
44 el sacerdote deberá regresar a la casa y examinarla de nuevo. Si encuentra que el moho se ha extendido, es evidente que las paredes han sido afectadas con un moho grave, y la casa está totalmente contaminada.
45 Deberá ser demolida y todas sus piedras, maderas y yeso deberán ser llevados fuera de la ciudad al lugar designado como ceremonialmente impuro.
46 Los que entren en la casa durante el tiempo de cuarentena quedarán ceremonialmente impuros hasta el anochecer,
47 y todos los que duerman o coman en la casa deberán lavar su ropa.
48 si el sacerdote regresa para su inspección y encuentra que el moho no ha
vuelto a aparecer en la casa después de haber sido cubiertas las paredes con yeso, declarará pura la casa porque es evidente que el moho ha desaparecido.
49 Para purificar la casa, el sacerdote deberá tomar dos aves, un palo de cedro, un poco de hilo escarlata y una rama de hisopo.
50 Matará una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca.
51 Tomará el palo de cedro, la rama de hisopo, el hilo escarlata y el ave viva, y los mojará en la sangre del ave muerta y en el agua fresca. Luego rociará la casa siete veces.
52 Cuando el sacerdote haya purificado la casa exactamente de esta forma,
53 soltará al ave viva en el campo abierto fuera de la ciudad. Mediante este proceso, el sacerdote purificará la casa y quedará ceremonialmente pura.
54 Estas son las instrucciones para tratar enfermedades graves de la piel, que incluyen llagas costrosas,
55 moho —tanto sobre la ropa como en una casa—,
56 hinchazón de la piel, erupciones, o decoloración de la piel.
57 Este procedimiento determinará si una persona u objeto es ceremonialmente puro o impuro. Estas son las instrucciones con respecto a las enfermedades de la piel y al moho.

LEVÍTICO CAPÍTULO 15

SECRECIONES CORPORALES

 1 El señor les dijo a Moisés y a Aarón:
 2 Den las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cualquier hombre que tenga una secreción corporal es ceremonialmente impuro.
 3 Su secreción causa contaminación, ya sea que esta continúe o pare. En cualquiera de los dos casos, el hombre es impuro.
 4 Cualquier cama en la que duerma el hombre con la secreción y cualquier cosa sobre la que se siente será ceremonialmente impura.
 5 De modo que si alguien toca la cama de ese hombre, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
 6 Si alguien se sienta donde el hombre con la secreción se sentó, entonces tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
 7 si toca al hombre con la secreción, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
 8 Si el hombre escupe a alguien, esa persona tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impura hasta el anochecer.
 9 Cualquier manta de montar sobre la que cabalgue el hombre con la secreción quedará ceremonialmente impura.
10 si alguien toca cualquier cosa que haya estado debajo de él, quedará impuro hasta el anochecer. Tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
11 si el hombre toca a alguien sin primero haberse enjuagado las manos, esa persona tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
12 Cualquier vasija de barro que el hombre toque tendrá que romperse, cualquier utensilio de madera que toque, deberá enjuagarse con agua.
13 Cuando el hombre con la secreción sane, deberá contar siete días para el período de purificación. Luego tendrá que lavar su ropa y se bañará con agua fresca, y quedará ceremonialmente puro.
14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma e irá ante el señor a la entrada del tabernáculo y dará sus ofrendas al sacerdote.
15 Entonces el sacerdote presentará una de las aves como ofrenda por el pecado y la otra como ofrenda quemada. Mediante este proceso el sacerdote purificará al hombre ante el señor por su secreción.
16 siempre que un hombre tenga una emisión de semen, deberá lavar todo su cuerpo con agua, y permanecerá ceremonialmente impuro hasta el próximo anochecer.
17 Cualquier ropa o cuero que tenga semen tendrá que lavarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
18 Después de que un hombre y una mujer hayan tenido relaciones sexuales, los dos deberán lavarse con agua, y permanecerán impuros hasta el próximo anochecer.
19 Cada vez que una mujer tenga su período menstrual, quedará ceremonialmente impura durante siete días. Cualquiera que la toque durante ese tiempo quedará impuro hasta el anochecer.
20 Cualquier cosa sobre la que se acueste o se siente la mujer durante su período menstrual quedará impura.
21 si alguien llega a tocar la cama de la mujer, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
22 si alguien toca algún objeto sobre el cual ella se sentó, tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
23 Esto incluye la cama o cualquier objeto sobre el que ella se haya sentado; si alguien lo toca, quedará impuro hasta el anochecer.
24 si un hombre tiene relaciones sexuales con ella y su sangre lo toca, la impureza menstrual se le transmitirá a él. Permanecerá impuro durante siete días, y cualquier cama sobre la que él se acueste será impura.
25 si una mujer tiene durante muchos días un flujo de sangre que no está relacionado con su período menstrual, o si el sangrado continúa más tiempo de su período normal, es ceremonialmente impura. Al igual que durante su período menstrual, la mujer permanecerá impura todo el tiempo que le dure la secreción.
26 Cualquier cama sobre la que ella se acueste o cualquier objeto sobre el cual ella se siente durante ese tiempo quedará impuro, al igual que durante su período menstrual normal.
27 Cualquiera de ustedes que toque estas cosas quedará ceremonialmente impuro. Tendrá que lavar su ropa y bañarse con agua, y permanecerá impuro hasta el anochecer.
28 Cuando termine el sangrado, ella deberá contar siete días y después quedará ceremonialmente pura.
29 Al octavo día llevará dos tórtolas o dos pichones de paloma y los entregará al sacerdote a la entrada del tabernáculo.
30 El sacerdote ofrecerá una tórtola como ofrenda por el pecado y la otra como ofrenda quemada. Mediante este proceso, el sacerdote la purificará ante el señor por la impureza ceremonial causada por su sangrado.
31 Así es cómo ustedes protegerán al pueblo de Israel de la impureza ceremonial. De lo contrario, ellos morirían, porque su impureza contaminaría mi tabernáculo que está en medio de ellos.
32 Estas son las instrucciones que tienen que ver con todo el que tiene secreciones corporales: un hombre que queda impuro a causa de una emisión de semen
33 o una mujer durante su período menstrual. Son aplicables a cualquier hombre o mujer que tenga una secreción corporal, y a un hombre que tenga relaciones sexuales con una mujer que esté ceremonialmente impura.




REFLEXIÓN

¿QUÉ TIPO DE RELACIÓN DESEAMOS MANTENER CON NUESTRO DIOS?

Así es cómo ustedes protegerán al pueblo de Israel de la impureza ceremonial. De lo contrario, ellos morirían, porque su impureza contaminaría mi tabernáculo que está en medio de ellos. (Levítico 15:31)

Debemos procurar mantener en buen estado nuestra relación con Dios, sabiendo que nuestros pecados la contaminan. Debemos ser diligentes en confesar y dejar a un lado nuestros pecados, y así podernos mantener delante de la presencia de Dios. Si anhelamos en nuestro interior tener una buena relación con nuestro Dios, debemos de vivir de acuerdo con sus exigencias. Nuestra vida de pecado nos mantiene alejados de Dios, nuestra disposición de confesar y dejar nuestros pecados nos mantiene delante de Él.

ORACIÓN

Mi Dios te pido perdón por mis pecados, se que ofenden tu santidad. Ayúdame a mantenerme siempre cerca de ti, quiero vivir una vida que te agrade. Amén.


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