miércoles, 27 de febrero de 2019

LECTURA 27 DE FEBRERO

SEMANA 9 DÍA 4 (NÚMEROS 8-10)

NÚMEROS CAPÍTULO 8

PREPARACIÓN DE LAS LÁMPARAS

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Da las siguientes instrucciones a Aarón: cuando pongas las siete lámparas en el candelabro, hazlo de manera que la luz alumbre hacia adelante, en frente del candelabro.
 3 Y así lo hizo Aarón; instaló las siete lámparas para que reflejaran su luz hacia adelante, tal como el señor había ordenado a Moisés.
 4 Todo el candelabro —desde su base hasta el decorado floral— estaba hecho de oro labrado. Se fabricó conforme al diseño exacto que el señor le había mostrado a Moisés.

DEDICACIÓN DE LOS LEVITAS

 5 Luego el señor le dijo a Moisés:
 6 Ahora bien, separa a los levitas de los demás israelitas y hazlos ceremonialmente puros.
 7 Para hacerlo, rocíalos con el agua de la purificación y haz que se afeiten todo el cuerpo y que laven su ropa. Entonces quedarán ceremonialmente puros.
 8 Haz que lleven un becerro y una ofrenda de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva, junto con un segundo becerro para la ofrenda por el pecado.
 9 Después reúne a toda la comunidad de Israel y presenta a los levitas a la entrada del tabernáculo.
10 Cuando presentes a los levitas delante del señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos.
11 Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; así los dedicará al servicio del señor.
12 Enseguida los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los becerros. Presenta un becerro como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada al señor, para purificar a los levitas y hacerlos justos ante el SEÑOR.
13 Luego haz que los levitas se pongan de pie delante de Aarón y sus hijos y levanta tus manos y preséntalos como una ofrenda especial al señor.
14 De ese modo apartarás a los levitas del resto del pueblo de Israel, y los levitas me pertenecerán a mí.
15 Así ellos podrán entrar en el tabernáculo para realizar su trabajo, porque los purificaste y los presentaste como una ofrenda especial.
16 De todo el pueblo de Israel, los levitas están apartados para mí. Yo los he tomado para mí en lugar de los primeros hijos varones de los israelitas; he tomado a los levitas como sustitutos.
17 Pues todo primer nacido de entre el pueblo de Israel es mío, tanto de personas como de animales. Yo los aparté para mí el día que herí de muerte a todos los primeros hijos varones de los egipcios.
18 Es cierto, yo tomé a los levitas en lugar de todos los primeros hijos varones de Israel;
19 y de todos los israelitas, yo he designado a los levitas para Aarón y sus hijos. Ellos servirán en el tabernáculo en nombre de los israelitas y harán sacrificios para purificar al pueblo, de modo que ninguna plaga los azote cuando se acerquen al santuario.
20 Así que Moisés, Aarón y toda la comunidad de Israel dedicaron a los levitas, siguiendo cuidadosamente todas las instrucciones del señor a Moisés.
21 Los levitas se purificaron del pecado y lavaron sus ropas, y Aarón los presentó al señor como una ofrenda especial. Aarón ofreció entonces un sacrificio para purificarlos y para hacerlos justos delante del SEÑOR.
22 Después los levitas entraron en el tabernáculo para cumplir con sus responsabilidades de ayudar a Aarón y a sus hijos. Así se llevó a cabo todo lo que el señor le ordenó a Moisés con respecto a los levitas.
23 El señor le dio otras instrucciones a Moisés:
24 Los levitas seguirán esta regla: empezarán su servicio en el tabernáculo a la edad de veinticinco años
25 y se jubilarán a los cincuenta años.
26 Después de su jubilación podrán ayudar a sus compañeros levitas como guardias en el tabernáculo, pero no podrán oficiar en las ceremonias. Así es como asignarás los deberes a los levitas.

NÚMEROS CAPÍTULO 9

LA SEGUNDA PASCUA

 1 Un año después que Israel saliera de Egipto, el señor le habló a Moisés en el desierto de Sinaí. El primer mes de ese año le dijo:
 2 Di a los israelitas que celebren la Pascua en el tiempo establecido:
 3 al atardecer del día catorce del primer mes. Asegúrate de seguir todos mis decretos y todas mis ordenanzas acerca de esta celebración.
 4 Entonces Moisés le dijo al pueblo que celebrara la Pascua
 5 en el desierto de Sinaí, al atardecer del día catorce del primer mes. Allí celebraron el festival, así como el señor le había ordenado a Moisés.
 6 Sin embargo, algunos hombres estaban ceremonialmente impuros por haber tocado un cadáver, y por eso no podían celebrar la Pascua aquel día. Así que ese mismo día se acercaron a Moisés y a Aarón
 7 y les dijeron: —Hemos quedado ceremonialmente impuros por tocar un cadáver. Pero ¿por qué se nos debe impedir presentar la ofrenda del señor en la debida fecha con el resto de los israelitas?
 8 Moisés les contestó: —Esperen aquí hasta que yo reciba del señor las instrucciones para ustedes.
 9 Esta fue la respuesta del señor a Moisés:
10 Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: si alguien del pueblo, ya sea ahora o en las generaciones futuras, está ceremonialmente impuro en la fecha establecida para la Pascua por tocar un cadáver, o si está de viaje y no puede estar presente en la ceremonia, aun así podrá celebrar la Pascua del señor.
11 Esta persona ofrecerá el sacrificio de la Pascua un mes después, al atardecer del día catorce del segundo mes. Comerá el cordero de la Pascua con pan sin levadura y hierbas amargas.
12 No dejará nada del cordero para el día siguiente, ni quebrará ninguno de sus huesos, y debe seguir todas las ordenanzas de rigor acerca de la Pascua.
13 Aquellos que no estén ceremonialmente impuros ni anden de viaje pero aun así dejen de celebrar la Pascua en la fecha establecida, serán excluidos de la comunidad de Israel. Si no presentan la ofrenda del señor en la fecha debida, sufrirán las consecuencias de su culpa.
14 Y si el extranjero que vive entre ustedes quiere celebrar la Pascua del señor, debe seguir estos mismos decretos y ordenanzas. Las mismas leyes se aplican tanto a los israelitas de nacimiento como a los extranjeros que viven entre ustedes.

LA NUBE DE FUEGO

15 El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió. Pero desde la tarde hasta el amanecer la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de una columna de fuego.
16 De esta manera ocurría siempre: por la noche la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de fuego.
17 Cada vez que la nube se elevaba de la carpa sagrada, el pueblo de Israel levantaba el campamento y la seguía; donde la nube se detenía, el pueblo de Israel armaba el campamento.
18 De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del señor, donde él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la nube se quedaba encima del tabernáculo.
19 Si la nube se quedaba por largo tiempo sobre el tabernáculo, los israelitas permanecían allí y llevaban a cabo sus deberes ante el señor.
20 Algunas veces la nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se quedaba por pocos días, como el señor ordenaba. Luego, por orden del señor, levantaban el campamento y se ponían en marcha.
21 Algunas veces la nube se detenía sólo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se ponía en marcha.
22 Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha.
23 Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del señor y obedecían todo lo que el señor les decía por medio de Moisés.

NÚMEROS CAPÍTULO 10

LAS TROMPETAS DE PLATA

 1 El señor le dijo a Moisés:
 2 Haz dos trompetas de plata labrada a martillo para convocar a la comunidad a reunirse y dar la señal de levantar el campamento.
 3 Al toque de ambas trompetas, todos deben reunirse ante ti a la entrada del tabernáculo;
 4 pero si se toca sólo una trompeta, entonces sólo los líderes —los jefes de los clanes de Israel— tendrán que presentarse ante ti.
 5 Cuando hagas sonar la señal para continuar el viaje, las tribus acampadas en el lado oriental del tabernáculo levantarán el campamento y avanzarán.
 6 Cuando hagas sonar la señal por segunda vez, las tribus acampadas en el lado sur, las seguirán. Haz sonar toques cortos como señal de ponerse en marcha,
 7 pero cuando convoques al pueblo a asamblea, toca las trompetas de manera diferente.
 8 Únicamente los sacerdotes, los descendientes de Aarón, podrán tocar las trompetas. Esta es una ley perpetua para ustedes y tendrá que cumplirse de generación en generación.
 9 Cuando lleguen a su propia tierra y vayan a la guerra contra sus enemigos que los atacan, darán la alarma con las trompetas. Entonces el señor su Dios los recordará y los rescatará de sus enemigos.
10 También hagan sonar las trompetas en tiempos de alegría, en sus festivales anuales y al principio de cada mes. Además, toquen las trompetas cuando entreguen las ofrendas quemadas y las ofrendas de paz. Las trompetas le recordarán al señor su Dios el pacto que hizo con ustedes. Yo soy el señor su Dios.

LOS ISRAELITAS DEJAN EL SINAÍ

11 Durante el segundo año después que Israel saliera de Egipto, el día veinte del segundo mes, la nube se elevó del tabernáculo del pacto.
12 Entonces los israelitas salieron del desierto de Sinaí y viajaron de un lugar a otro hasta que la nube se detuvo en el desierto de Parán.
13 Cuando el pueblo salió por primera vez, siguiendo las instrucciones que el señor había dado por medio de Moisés,
14 las tropas de Judá iban delante. Estas marchaban detrás de su estandarte, y su líder era Naasón, hijo de Aminadab.
15 Las siguieron las tropas de la tribu de Isacar, dirigidas por Natanael, hijo de Zuar,
16 y también las tropas de la tribu de Zabulón, dirigidas por Eliab, hijo de Helón.
17 Después se desarmó el tabernáculo, y las siguientes en ponerse en marcha fueron las divisiones gersonitas y meraritas, de los levitas, llevando consigo el tabernáculo.
18 Las tropas de Rubén fueron las próximas en salir y marchaban tras su estandarte. Su líder era Elisur, hijo de Sedeur.
19 Las siguieron las tropas de la tribu de Simeón, dirigidas por Selumiel, hijo de Zurisadai,
20 y también las tropas de la tribu de Gad, dirigidas por Eliasaf, hijo de Deuel.
21 Luego salió la división coatita de los levitas, que llevaba consigo los objetos sagrados del tabernáculo. El tabernáculo debía estar ya instalado en su nueva ubicación antes de que ellos llegaran al próximo lugar de campamento.
22 Las tropas de Efraín marcharon a continuación, detrás de su estandarte. Su líder era Elisama, hijo de Amiud.
23 Las siguieron las tropas de la tribu de Manasés, dirigidas por Gamaliel, hijo de Pedasur,
24 y también las tropas de la tribu de Benjamín, dirigidas por Abidán, hijo de Gedeoni.
25 Las últimas en salir fueron las tropas de Dan que marchaban tras su estandarte, a la retaguardia de todos los campamentos tribales. Su líder era Ahiezer, hijo de Amisadai.
26 Se le unieron las tropas de la tribu de Aser, dirigidas por Pagiel, hijo de Ocrán,
27 y también las tropas de la tribu de Neftalí, dirigidas por Ahira, hijo de Enán.
28 En ese orden marchaban los israelitas, división por división.
29 Un día Moisés le dijo a su cuñado Hobab, hijo de Reuel, el madianita: — Vamos en camino al lugar que el señor nos prometió, porque él nos dijo: «Yo se lo daré a ustedes». Ven con nosotros y te trataremos bien, porque el señor ha prometido maravillosas bendiciones para Israel.
30 —No, no iré —respondió Hobab—. Debo regresar a mi propia tierra y a mi familia.
31 —Por favor no nos dejes —rogó Moisés—. Tú conoces los lugares del desierto donde debemos acampar. Ven, sé nuestro guía.
32 Si vienes con nosotros, compartiremos contigo todas las bendiciones que el señor nos dará.
33 Así que después de salir del monte del señor, marcharon por tres días; y el arca del pacto del señor iba delante de ellos para indicarles dónde detenerse y descansar.
34 Cada día, mientras continuaban su viaje, la nube del señor se mantenía en el aire sobre ellos.
35 Siempre que el arca salía, Moisés gritaba: ¡Levántate, oh señor y que se dispersen tus enemigos! ¡Que huyan ante ti!;
36 y cuando el arca se ponía en tierra, Moisés decía: ¡Vuelve, oh señor, a los incontables millares de Israel!


REFLEXIÓN

EL PUEBLO RECONOCE DÓNDE ESTÁ TRABAJANDO DIOS 

Después reúne a toda la comunidad de Israel y presenta a los levitas a la entrada del tabernáculo. Cuando presentes a los levitas delante del señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos. Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; así los dedicará al servicio del señor. (Números 8:9-11)

Cuando Dios escoge a una o varias personas para que realicen una tarea específica, el pueblo de Dios o la iglesia debe reconocer tal nombramiento. Al encomendarlos para dicha tarea, los esta dedicando como una ofrenda para Él mismo. No les esta dando ni delegando autoridad, eso lo da Dios porque la autoridad es suya no del pueblo ni de los líderes. No se nombran o se delegan personas que Dios no ha escogido, ni tampoco se va en contra de su voluntad. Y por supuesto las tareas, el ministerio, la obra por hacer, es escogida por Dios; no son nuestras habilidades, estudios, preparación o popularidad.

ORACIÓN

Mi Dios abre mi corazón y mi mente, para poder entender lo que tu quieres hacer. Amén.


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