DÍA 128
1º CRÓNICAS 12:1-14:17)
CAPÍTULO 12
COMPONENTES DE LA TROPA DE DAVID
1 Estos son
los que fueron hasta David en Siclag, cuando él estaba exiliado por causa de
Saúl hijo de Quis. Ellos estaban entre los valientes que le ayudaron en la
batalla. 2 Estaban armados con arcos y usaban tanto la mano derecha
como la izquierda para tirar piedras con la honda y flechas con el arco.
De los hermanos de Saúl, de Benjamín: 3
El jefe Ajiezer y Joás, hijos de Semaa, de Gabaa; Jeziel y Pelet, hijos de
Azmávet; Beraca y Jehú el anatotita; 4 Ismaías, de Gabaón, valiente
entre los treinta y jefe de los treinta; Jeremías, Yajaziel, Johanán; Jozabad,
de Gedera; 5 Eluzai, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías el
harifita, 6 Elcana, Isías, Azareel, Joezer y Jasobeam, coreítas; 7
Joela y Zebadías, hijos de Jerojam, de Gedor.
8 También de
los de Gad se pasaron a David en la fortaleza en el desierto algunos guerreros
valientes, hombres entrenados para la batalla, que manejaban el escudo y la
lanza. Sus caras eran como caras de leones, y eran veloces como las gacelas
sobre las montañas. Ellos eran: 9 Ezer el jefe, Abdías el segundo,
Eliab el tercero, 10 Mismana el cuarto, Jeremías el quinto, 11
Atai el sexto, Eliel el séptimo, 12 Johanán el octavo, Elzabad el
noveno, 13 Jeremías el décimo, y Macbanai el undécimo. 14
Estos fueron jefes del ejército de los hijos de Gad. El menor podía hacer
frente a cien hombres; y el mayor, a mil. 15 Estos fueron los que
cruzaron el Jordán en el mes primero, cuando se había desbordado sobre todas
sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al
occidente.
16 Asimismo,
algunos de los hijos de Benjamín y de Judá fueron a David, a la fortaleza. 17
David salió a recibirles y les habló diciendo:
—Si habéis venido a mí con actitud pacífica y
para ayudarme, estoy listo para tener alianza con vosotros. Pero si es para
traicionarme a favor de mis enemigos, estando mis manos libres de violencia,
que el Dios de nuestros padres lo vea y lo demande.
18 Entonces el
Espíritu invistió a Amasai, jefe de los treinta, quien dijo:
—¡Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de
Isaí! ¡Paz! ¡Paz contigo, y paz con los que te ayudan, porque tu Dios también
te ayuda!
David los aceptó y los puso entre los jefes de
la tropa.
19 También
algunos de Manasés se pasaron a David, cuando éste fue con los filisteos a la
batalla contra Saúl. (Pero no les ayudaron, porque por consejo, los gobernantes
de los filisteos lo despidieron, diciendo: "¡Con nuestras cabezas se
pasará a su señor Saúl!") 20 Así que, al volver a Siclag, se
pasaron a él de los de Manasés: Adnaj, Jozabad, Yediael, Micael, Jozabad, Elihú
y Ziletai, jefes de millares de Manasés. 21 Estos vinieron en ayuda
de David contra la banda armada, porque todos eran hombres valientes. Y
llegaron a ser jefes del ejército. 22 Porque día tras día llegaban a
David para ayudarle, hasta que se hizo un gran ejército, como un ejército de
Dios.
LOS QUE HICIERON REY A DAVID EN ISRAEL
23 Estos son
los totales de los hombres listos para la guerra, que fueron a David, en
Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehovah:
24 De los
hijos de Judá, 6.800 hombres listos para la guerra, los cuales portaban escudo
y lanza.
25 De los
hijos de Simeón, 7.100 hombres valientes para la guerra.
26 De los
hijos de Leví, 4.600. 27 Asimismo, Joyada, jefe de los descendientes
de Aarón, y con él, 3.700. 28 También Sadoc, un joven valiente, con
22 jefes de su casa paterna.
29 De los
hijos de Benjamín, hermanos de Saúl, 3.000, pues hasta aquel tiempo la mayor
parte de ellos guardaban fidelidad a la casa de Saúl.
30 De los
hijos de Efraín, 20.800 hombres valientes e ilustres en sus casas paternas.
31 De la media
tribu de Manasés, 18.000, que fueron designados por nombre para ir a proclamar
rey a David.
32 De los
hijos de Isacar, 200 expertos en entender los tiempos, que sabían lo que Israel
debía hacer y cuyas órdenes seguían todos sus hermanos.
33 De Zabulón,
50.000 hombres aptos para la guerra, listos para la batalla con todo tipo de
armas de guerra, dispuestos a prestar ayuda a David con todo el corazón.
34 De Neftalí,
1.000 principales, y con ellos 37.000 con escudo y lanza.
35 De Dan,
28.600 hombres dispuestos para la batalla.
36 De Aser,
40.000 hombres aptos para la guerra, dispuestos para la batalla.
37 Del otro
lado del Jordán, de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés, 120.000
hombres armados con todo tipo de armas de guerra.
38 Todos estos
hombres de guerra, listos para la batalla, fueron a Hebrón con corazón sincero
para proclamar a David rey sobre todo Israel. Todos los demás de Israel participaban
también del mismo sentir para proclamar rey a David. 39 Y estuvieron
allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían
provisto para ellos. 40 También los que les eran vecinos, hasta
Isacar, Zabulón y Neftalí, llevaron alimentos en asnos, camellos, mulos y
bueyes, provisiones de harina, tortas de higos, tortas de pasas, vino, aceite,
vacas y ovejas en abundancia, porque había alegría en Israel.
CAPÍTULO
13
INTENTO DE LLEVAR EL ARCA A JERUSALÉN
1 Entonces
David consultó con los jefes de millares y de centenas y con todos los
oficiales. 2 Y dijo David a toda la congregación de Israel: "Si
os parece bien y si es la voluntad de Jehovah nuestro Dios, enviemos mensajeros
a todas partes, para llamar a nuestros hermanos que han quedado en todas las
tierras de Israel y con ellos a los sacerdotes y levitas que están en sus
ciudades y campos de alrededor, para que se reúnan con nosotros, 3 y
traigamos hasta nosotros el arca de nuestro Dios, porque en el tiempo de Saúl
no le consultamos."
4 Toda la
congregación dijo que se hiciese así, porque el asunto pareció bien a todo el
pueblo. 5 Entonces David reunió a todo Israel, desde Sijor en Egipto
hasta Lebo-hamat, para traer de Quiriat-jearim el arca de Dios.
6 David subió
con todo Israel a Baala, es decir, a Quiriat-jearim, que pertenece a Judá, para
subir desde allí el arca de Dios, Jehovah, que tiene su trono entre los
querubines, sobre la cual es invocado su nombre. 7 Luego colocaron
el arca de Dios sobre una carreta nueva, y se la llevaron de la casa de
Abinadab. Uza y Ajío guiaban la carreta. 8 David y todo Israel se
regocijaban delante de Dios, con todas sus fuerzas, con canciones, arpas,
liras, panderetas, címbalos y trompetas.
9 Cuando
llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sujetarla,
porque los bueyes tropezaron. 10 Entonces el furor de Jehovah se
encendió contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca. Y murió
allí, delante de Dios.
11 David se
disgustó porque Jehovah había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar
Perez-uza, hasta el día de hoy. 12 Aquel día David tuvo temor de
Dios y dijo: "¿Cómo he de traer a mí el arca de Dios?" 13
No llevó, pues, David el arca consigo, a la Ciudad de David. Más bien, la
desvió a la casa de Obed-edom el geteo. 14 El arca de Dios quedó con
la familia de Obed-edom, en su casa, durante tres meses. Y Jehovah bendijo a la
familia de Obed-edom y todo lo que tenía.
CAPÍTULO 14
DAVID EDIFICA SU CASA
1 Entonces
Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David; también madera de cedro,
albañiles y carpinteros para edificarle una casa. 2 Entonces David
comprendió que Jehovah le había confirmado como rey sobre Israel y que había
enaltecido su reino por amor a su pueblo Israel.
HIJOS DE DAVID NACIDOS EN JERUSALÉN
3 Entonces
David tomó más mujeres en Jerusalén y engendró más hijos e hijas. 4
Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán,
Salomón, 5 Ibjar, Elisúa, Elpelet, 6 Noga, Néfeg, Jafía, 7
Elisama, Beeliada y Elifelet.
DAVID DERROTA A LOS FILISTEOS
8 Cuando los
filisteos oyeron que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron
todos los filisteos en busca de David. Cuando David oyó esto, salió contra
ellos. 9 Los filisteos llegaron y se extendieron por el valle de
Refaím. 10 Entonces David consultó a Dios diciendo:
—¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás
en mi mano?
Y Jehovah le respondió:
—Sube, porque los entregaré en tu mano.
11 Subieron a
Baal-perazim, y allí los derrotó David. Entonces dijo David:
—¡Dios ha irrumpido contra mis enemigos por mi
mano, como irrumpen las aguas!
Por eso llamaron el nombre de aquel lugar
Baal-perazim. 12 Los filisteos abandonaron allí sus dioses, y David
ordenó que fuesen quemados.
13 Los
filisteos volvieron a extenderse por el valle. 14 Entonces David
volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo:
—No subas tras ellos, sino rodéalos y
alcánzalos frente a los árboles de bálsamo. 15 Y sucederá que cuando
escuches el sonido de una marcha en las copas de los árboles, sal a la batalla;
porque Dios saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.
16 David hizo
como Dios le había mandado, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón
hasta Gezer. 17 La fama de David se divulgó por todos los países. Y
Jehovah hizo que todas las naciones temieran a David.
CUIDADO CON NUESTRO ENOJO CONTRA DIOS
REFLEXIÓN
David se disgustó porque Jehovah había irrumpido contra Uza (1Cro.
13:11)
El problema de todo esto fue que las cosas no se hicieron de acuerdo como Dio las había ordenado desde el principio, el traslado del arca se hizo como a ellos les pareció mejor y más rápido. Pero cuando Dios ejecuta su justicia en su pleno derecho, entonces no enojamos y empezamos a creer coas de Dios que no son. Dios había dispuesto como sería el traslado del arca desde un principio, desde el monte Sinaí. También había advertido acerca de tocar el arca, desde la misma época. Pero entonces no es un Dios amoroso, claro que si lo es. Pero hay cosas que Dios a designado que nosotros no debemos de tomarla a la ligera. Tenemos que tener mucho cuidado de traspasar los límites de Dios, y sobre todo con ciertas cosas que atentan contra su santidad. Creemos que esta reacción de Dios fue un tanto exagerada, que no tubo ni un poquito de compasión. Pero mis acciones vienen desviándose de su cause, y yo no tomo decisiones para corregirla. Cuando viene la justicia de Dios, entonces nos parece una injusticia. Pero la misericordia ya fue bastante larga, y yo no la tome como advertencia para corregir. sino que vine viendo las coa como una falsa aprobación de Dios. Así que debo de prestar mucha atención, a la advertencia de Dios en mi diario vivir.
ORACIÓN
Mi Señor
quiero hacer tu voluntad cada día y en cualquier circunstancia, me someto a tu
voluntad. Amén.
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