DÍA 43
12 DE FEBRERO
(LEVÍTICO 24:1-25:55)
CAPÍTULO 24
ACEITE PARA
LAS LÁMPARAS
1 Jehovah habló a Moisés diciendo: 2
"Manda a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas claro y puro
para la iluminación, a fin de hacer arder continuamente las lámparas. 3
Aarón las dispondrá delante de Jehovah, fuera del velo del testimonio en el
tabernáculo de reunión, continuamente desde el anochecer hasta el amanecer.
Esto es un estatuto perpetuo, a través de vuestras generaciones. 4
Sobre el candelabro de oro puro pondrá continuamente en orden las lámparas
delante de Jehovah.
LOS PANES DE
LA PRESENCIA
5 "Toma harina fina, y haz con ella
doce panes. Cada pan será de dos décimas de efa. 6 Los colocarás en
dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa de oro puro, delante de
Jehovah. 7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será
para el pan como memorial, una ofrenda quemada a Jehovah. 8 Cada
sábado los colocarás continuamente en orden delante de Jehovah, de parte de los
hijos de Israel como pacto perpetuo. 9 Serán para Aarón y para sus
hijos, quienes los comerán en un lugar santo, porque es cosa muy sagrada para él,
de las ofrendas quemadas para Jehovah. Esto es un estatuto perpetuo."
EL CASTIGO DE
UN BLASFEMO
10 El hijo de una mujer israelita, cuyo
padre era egipcio, salió entre los hijos de Israel. Y el hijo de la israelita y
un hombre de Israel riñeron en el campamento. 11 Entonces el hijo de
la mujer israelita blasfemó el Nombre, y lo maldijo. Luego lo llevaron a
Moisés. (Su madre se llamaba Selomit hija de Dibri, de la tribu de Dan.) 12
Y lo pusieron bajo custodia, hasta que fuesen recibidas instrucciones exactas
de parte de Jehovah.
13 Jehovah habló a Moisés diciendo: 14
"Saca al blasfemo fuera del campamento, y que todos los que le oyeron
pongan sus manos sobre la cabeza de él. Luego apedréelo toda la congregación. 15
Después hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ’Cuando una persona maldiga a
su Dios, cargará con su pecado. 16 El que blasfeme el nombre de
Jehovah morirá irremisiblemente. Toda la congregación lo apedreará. Sea
extranjero o natural, morirá el que blasfeme el Nombre.
17 " ’Asimismo, el hombre que hiera de
muerte a cualquier persona morirá irremisiblemente. 18 El que hiera
de muerte a un animal deberá restituirlo, animal por animal. 19 Y el
que cause lesión a su prójimo, según hizo, así le será hecho: 20
rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente. Según la lesión que haya
hecho a otro, así se le hará a él. 21 El que mate a un animal lo
restituirá, pero el que mate a un hombre morirá. 22 Habrá una misma
ley para vosotros, tanto para el extranjero como para el natural; porque yo soy
Jehovah vuestro Dios.’ "
23 Habló, pues, Moisés a los hijos de
Israel, y ellos sacaron al blasfemo fuera del campamento y lo apedrearon. Así
hicieron los hijos de Israel, como Jehovah había mandado a Moisés.
CAPÍTULO 25
EL AÑO
SABÁTICO
1 Jehovah habló a Moisés en el monte Sinaí,
diciendo: 2 "Habla a los hijos de Israel y diles que cuando
hayáis entrado en la tierra que yo os daré, la tierra tendrá reposo para
Jehovah. 3 Seis años sembrarás tu tierra, seis años podarás tu viña
y recogerás sus frutos. 4 Pero el séptimo año será para la tierra un
completo descanso, sábado consagrado a Jehovah. No sembrarás tu tierra ni
podarás tu viña. 5 No segarás lo que brote de por sí en tu campo
segado, y no vendimiarás las uvas de tus vides no podadas. Será para la tierra
un año sabático. 6 Pero lo que la tierra dé durante su reposo será
alimento para ti, para tu siervo, para tu sierva, para tu jornalero y para el
forastero que resida contigo. 7 Todo su fruto servirá de comida a tu
ganado y a los animales que hay en tu tierra.
EL AÑO DEL
JUBILEO
8 "Después contarás siete semanas de
años, es decir, siete veces siete años, de modo que el tiempo de las siete
semanas de años te serán cuarenta y nueve años. 9 Entonces harás
resonar la corneta el día 10 del mes séptimo. En el día de la Expiación haréis
resonar la corneta por todo vuestro país. 10 Santificaréis el año
cincuenta y pregonaréis en el país libertad para todos sus habitantes. Este año
os será de jubileo; volveréis cada uno a la posesión de su tierra, y cada uno
de vosotros volverá a su familia. 11 El año cincuenta os será de
jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que de por sí brote en la tierra, y no
vendimiaréis sus viñedos no cultivados. 12 Porque es jubileo, os
será santo, y comeréis el producto que la tierra da de sí. 13 En
este año de jubileo volveréis, cada uno a su posesión.
14 "Si vendéis algo a vuestro prójimo o
compráis algo de mano de vuestro prójimo, nadie engañe a su hermano. 15
Conforme al número de años transcurridos después del jubileo, comprarás de tu
prójimo; y conforme al número de cosechas anuales, él te venderá a ti. 16
De acuerdo con el mayor número de años, aumentarás su precio de compra; y
conforme a la disminución de los años, disminuirás su precio de compra; porque
es el número de cosechas lo que él te vende.
17 "Ninguno de vosotros oprima a su
prójimo. Más bien, teme a tu Dios, porque yo soy Jehovah vuestro Dios. 18
Cumplid, pues, mis estatutos; guardad mis decretos y cumplidlos, y habitaréis
en la tierra seguros. 19 La tierra dará su fruto, y comeréis hasta
saciaros y habitaréis en ella con seguridad.
20 "Si preguntáis: ’¿Qué comeremos el
séptimo año, puesto que ni hemos de sembrar, ni hemos de cosechar nuestros
productos?’, 21 entonces yo decretaré para vosotros mi bendición el
sexto año, y habrá fruto para tres años. 22 Sembraréis en el octavo
año, pero todavía comeréis de la cosecha añeja. Hasta que llegue la cosecha del
noveno año, seguiréis comiendo de la cosecha añeja.
23 "La tierra no se venderá a
perpetuidad, pues la tierra es mía; porque vosotros sois para mí como
forasteros y advenedizos. 24 Por eso en toda la tierra de vuestra
posesión otorgaréis el derecho de rescatar la tierra. 25 Si tu
hermano se empobrece y vende algo de su posesión, vendrá su pariente más
cercano y rescatará lo que su hermano haya vendido. 26 Si ese hombre
no tiene quien se lo rescate, pero consigue lo suficiente para rescatarlo él
mismo, 27 entonces contará los años desde su venta y pagará el resto
al hombre a quien se lo vendió. Así volverá él a su posesión. 28
Pero si no consigue lo suficiente para rescatarla, la propiedad quedará en
poder del comprador hasta el año del jubileo. Entonces quedará libre en el
jubileo, y volverá a su posesión.
29 "Cuando una persona venda una
vivienda en una ciudad amurallada, tendrá derecho de rescatarla dentro del
plazo de un año a partir de su venta. Su derecho de rescate dura un año. 30
Si no es rescatada en el plazo de un año completo, la vivienda en una ciudad
amurallada pertenecerá perpetuamente al que la compró y a sus descendientes. No
quedará libre en el jubileo. 31 Pero las casas de las aldeas no
amuralladas serán consideradas como parcelas de tierra. Pueden ser rescatadas y
serán liberadas en el jubileo.
32 "Pero en cuanto a las ciudades de
los levitas, éstos siempre podrán rescatar las casas en las ciudades de su
posesión. 33 Si una casa es vendida por un levita en una ciudad que
pertenece a los levitas, y no es rescatada, será liberada en el jubileo; porque
las casas de las ciudades de los levitas son posesión de ellos en medio de los
hijos de Israel. 34 Pero los campos cercanos a sus ciudades no se
venderán, porque son posesión perpetua suya.
35 "Si tu hermano se empobrece y se
debilita económicamente con respecto a ti, tú lo ampararás; y vivirá contigo
como forastero y advenedizo. 36 No le tomarás usura ni intereses;
sino que temerás a tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 37 No le
prestarás tu dinero con usura ni le venderás tus víveres con intereses. 38
Yo, Jehovah, vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para daros la
tierra de Canaán y para ser vuestro Dios.
39 "Si tu hermano se empobrece estando
contigo, y se vende a ti, tú no le harás servir como esclavo. 40
Como jornalero o como forastero estará contigo, y te servirá hasta el año del
jubileo. 41 Entonces saldrá libre de tu casa, él y sus hijos con él,
y volverá a su familia y a la propiedad de sus padres; 42 porque
ellos son mis siervos, a quienes yo saqué de la tierra de Egipto. No serán
vendidos como esclavos. 43 No te enseñorearás de él con dureza, sino
que temerás a tu Dios.
44 "Tus esclavos o esclavas provendrán
de las naciones de alrededor. De ellas podréis comprar esclavos y esclavas. 45
También podréis comprar esclavos de los hijos de los forasteros que viven entre
vosotros, y de sus familias que están entre vosotros, a los cuales engendraron
en vuestra tierra. Estos podrán ser propiedad vuestra, 46 y los
podréis dejar en herencia a vuestros hijos después de vosotros, como posesión
hereditaria. Podréis serviros de ellos para siempre; pero en cuanto a vuestros
hermanos, los hijos de Israel, no os enseñorearéis unos de otros con dureza.
47 "Si un forastero o un advenedizo que
está contigo se enriquece y tu hermano que está con él se empobrece y se vende
al forastero o al advenedizo que reside contigo, o a los descendientes de la
familia de un forastero, 48 podrá ser rescatado después de haberse
vendido. Uno de sus hermanos lo podrá rescatar. 49 O lo podrá
rescatar su tío, o un hijo de su tío; o lo podrá rescatar un pariente cercano
de su familia. Y si consigue lo suficiente, se podrá rescatar a sí mismo. 50
Hará la cuenta con el que lo compró, desde el año de su venta hasta el año del
jubileo. Su precio de venta ha de ser establecido conforme al número de años, y
el tiempo que habrá estado en su casa se contará conforme al pago de un
jornalero. 51 Si aún le faltan muchos años, conforme a ellos
devolverá para su rescate parte del dinero con que fue comprado. 52
Pero si faltan pocos años hasta el año del jubileo, los contará con él y pagará
su rescate conforme a estos años. 53 Estará con él como un
jornalero, año tras año. No consentirás que se enseñoree de él con crueldad
ante tus ojos.
54 "Si no es rescatado antes, en el año
del jubileo saldrá libre él y sus hijos con él. 55 Porque los hijos
de Israel son mis siervos; son siervos míos, a quienes yo saqué de la tierra de
Egipto. Yo, Jehovah, vuestro Dios.
REFLEXIÓN
entonces yo
decretaré para vosotros mi bendición el sexto año, y habrá fruto para tres años
(Lev. 25:21)
Dios ponía las
condiciones, al parecer un poco duras. Pero también da la solución, que son muy
misericordiosas. Tenían que hacer un año sabático para la tierra de siembra,
entonces no podían sembrar el séptimo año. Ahí nace la pregunta, que comeremos
ese año. Y esa fue su respuesta. No es fácil cumplir las cosas que Dios demanda
de nosotros, pero como dijo Jesucristo es por causa de la dureza de nuestro
corazón. A veces es difícil creerle a Dios, ¿será verdad que lo va a hacer?
ORACIÓN
Señor ayúdame a creerte y a confiar en ti, que pueda de
verdad creer en tus promesas. Amén.
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