jueves, 4 de abril de 2019

LECTURA 4 DE ABRIL

SEMANA 14 DÍA 5 (JUECES 13-15)

JUECES CAPÍTULO 13


NACIMIENTO DE SANSÓN


 1 Una vez más, los israelitas hicieron lo malo a los ojos del SEÑOR, así que el SEÑOR los entregó en manos de los filisteos, quienes los oprimieron durante cuarenta años.
 2 En esos días, vivía en la ciudad de Zora un hombre llamado Manoa, de la tribu de Dan. Su esposa no podía quedar embarazada, y no tenían hijos.
 3 Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció a la esposa de Manoa y le dijo: Aunque no has podido tener hijos, pronto quedarás embarazada y darás a luz un hijo varón.
 4 Así que ten cuidado; no debes beber vino ni ninguna otra bebida alcohólica ni comer ninguno de los alimentos prohibidos.
 5 Quedarás embarazada y darás a luz un hijo, a quien jamás se le debe cortar el cabello. Pues él será consagrado a Dios como nazareo desde su nacimiento. Él comenzará a rescatar a Israel de manos de los filisteos.
 6 La mujer corrió a decirle a su esposo: ¡Se me apareció un hombre de Dios! Tenía el aspecto de uno de los ángeles de Dios, daba miedo verlo. No le pregunté de dónde era, y no me dijo su nombre.
 7 Pero me dijo: «Quedarás embarazada y darás a luz un hijo. No debes beber vino ni ninguna otra bebida alcohólica, ni comer ninguno de los alimentos prohibidos. Pues tu hijo será consagrado a Dios como nazareo desde el día de su nacimiento hasta el día de su muerte».
 8 Entonces Manoa oró al SEÑOR diciendo: SEÑOR, te pido que el hombre de Dios vuelva a nosotros y nos dé más instrucciones acerca del hijo que nacerá.
 9 Dios respondió a la oración de Manoa, y el ángel de Dios se le apareció otra vez a la esposa mientras estaba sentada en el campo; pero Manoa, su esposo, no estaba con ella.
10 Así que, enseguida ella fue corriendo a contarle a su esposo: ¡El hombre que se me apareció el otro día está aquí de nuevo!
11 Manoa regresó corriendo con su esposa y preguntó: —¿Eres el hombre que le habló a mi esposa el otro día? —Sí —contestó él—, soy yo.
12 Entonces Manoa le preguntó: —Cuando tus palabras se hagan realidad, ¿qué reglas deben gobernar la vida y el trabajo del muchacho?
13 El ángel del SEÑOR le contestó: —Asegúrate de que tu esposa siga las instrucciones que le di.
14 No debe comer uvas ni pasas ni beber vino u otra bebida alcohólica, ni comer ningún alimento prohibido.
15 Entonces Manoa le dijo al ángel del SEÑOR: —Por favor, quédate aquí hasta que preparemos un cabrito para que comas.
16 —Me quedaré —le contestó el ángel del SEÑOR—, pero no comeré nada. En cambio, puedes preparar una ofrenda quemada como sacrificio al SEÑOR. (Manoa no se daba cuenta de que era el ángel del SEÑOR).
17 Entonces Manoa le preguntó al ángel del SEÑOR: —¿Cómo te llamas? Pues queremos honrarte cuando todo esto se haga realidad.
18 —¿Para qué preguntas mi nombre? —contestó el ángel del SEÑOR—. Es demasiado maravilloso para que tú lo comprendas.
19 Después Manoa tomó un cabrito y una ofrenda de grano, y ofreció todo sobre una piedra como sacrificio al SEÑOR. Y mientras Manoa y su esposa observaban, el SEÑOR hizo algo asombroso:
20 cuando las llamas del altar se elevaron hacia el cielo, el ángel del SEÑOR ascendió en medio del fuego. Al verlo, Manoa y su esposa se postraron rostro en tierra.
21 El ángel no volvió a aparecerse a Manoa y a su esposa. Entonces Manoa finalmente se dio cuenta de que era el ángel del SEÑOR,
22 y le dijo a su esposa: —¡Seguramente moriremos, porque hemos visto a Dios!
23 Pero su esposa dijo: —Si el SEÑOR hubiera querido matarnos, no habría aceptado nuestra ofrenda quemada ni nuestra ofrenda de grano. No se nos hubiera aparecido, ni habría dicho algo tan maravilloso, ni hecho estos milagros.
24 Así que cuando nació su hijo, ella lo llamó Sansón. Y el SEÑOR lo bendijo, y el niño creció.
25 Y el Espíritu del SEÑOR comenzó a manifestarse en él mientras se encontraba viviendo en Mahne-dan, entre las ciudades de Zora y Estaol.

JUECES CAPÍTULO 14

EL ACERTIJO DE SANSÓN


 1 Cierto día, estando Sansón en Timnat, se vio atraído por una mujer filistea.
 2 Cuando volvió a su casa, dijo a su padre y a su madre: —Me gusta una joven filistea de Timnat y quiero casarme con ella. Consíganmela.
 3 Pero su padre y su madre se opusieron. —¿Acaso no hay una sola mujer de nuestra tribu o entre todas las israelitas con la que puedas casarte? —preguntaron —. ¿Por qué tienes que ir a los filisteos paganos buscar una esposa? Sin embargo Sansón le dijo a su padre: —¡Consíguemela! A mí me gusta ella.
 4 Su padre y su madre no se daban cuenta de que el SEÑOR estaba obrando en todo esto, con el fin de crear una oportunidad para actuar contra los filisteos, que en ese tiempo gobernaban a Israel.
 5 Cuando Sansón y sus padres descendían hacia Timnat, de repente un león joven atacó a Sansón cerca de los viñedos de Timnat.
 6 En ese instante, el Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre él y despedazó las quijadas del león a mano limpia; tan fácilmente como si hubiera sido un cabrito. Pero no contó nada de lo sucedido ni a su padre ni a su madre.
 7 Cuando Sansón llegó a Timnat, conversó con la mujer y quedó encantado con ella.
 8 Más tarde, cuando volvió a Timnat para la boda, se apartó del camino para ver el cadáver del león. Y encontró un enjambre de abejas que había hecho miel en los restos del animal.
 9 Entonces tomó un poco de miel con las manos y la fue comiendo por el camino. También dio un poco a su padre y a su madre, y ellos comieron; pero no les dijo que había tomado la miel del cadáver del león.
10 Mientras su padre finalizaba los detalles para el casamiento, Sansón dio una fiesta en Timnat, como era costumbre de los jóvenes de la alta sociedad.
11 Cuando los padres de la novia vieron a Sansón, seleccionaron a treinta jóvenes de la ciudad para que fueran sus acompañantes.
12 Sansón les dijo a estos jóvenes: —Les propongo un acertijo. Si lo resuelven durante estos siete días de celebración, les daré treinta mantos de lino fino y treinta trajes de ropa para fiesta.
13 Pero si no pueden encontrar la solución, entonces ustedes me darán a mí treinta mantos de lino fino y treinta trajes de ropa para fiesta. —Muy bien — dijeron ellos—, dinos tu acertijo.
14 Entonces él recitó: —Del que come, salió algo para comer; y del fuerte, salió algo dulce. Tres días más tarde, seguían intentando resolver el acertijo.
15 Al cuarto día le dijeron a la mujer de Sansón: Seduce a tu esposo para que nos explique el acertijo; de lo contrario, quemaremos la casa de tu padre contigo adentro. ¿O acaso nos invitaste a esta fiesta sólo para empobrecernos?
16 Entonces la mujer de Sansón fue a verlo y con lágrimas le dijo: —Tú no me amas; ¡me odias! Le propusiste un acertijo a mi gente, pero no me contaste a mí la solución. —Ni a mi padre ni a mi madre les di la respuesta —contestó él —. ¿Por qué te la revelaría a ti?
17 Entonces ella no dejaba de llorar cada vez que estaba con él, y siguió llorando hasta el último día de la celebración. Finalmente, cuando llegó el séptimo día, él le dio la respuesta, porque lo estaba fastidiando con tanta insistencia. Y ella les explicó el acertijo a los jóvenes.
18 Entonces, ese séptimo día, antes de que se pusiera el sol, los hombres de la ciudad se acercaron a Sansón con su respuesta: —¿Qué es más dulce que la miel? ¿Qué es más fuerte que un león? Y Sansón respondió: —¡Si no hubieran arado con mi novilla, jamás habrían descifrado mi acertijo!
19 Entonces el Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre Sansón, quien descendió a la ciudad de Ascalón, mató a treinta hombres, les quitó las pertenencias, y dio la ropa a los hombres que habían resuelto el acertijo. Pero Sansón estaba furioso por lo que había sucedido y se volvió a la casa de sus padres, a vivir con ellos.
20 Entonces su mujer fue dada en matrimonio a quien había sido el padrino de Sansón en la boda.

JUECES CAPÍTULO 15

SANSÓN SE VENGA DE LOS FILISTEOS


 1 Más tarde, durante la cosecha del trigo, Sansón fue y llevó un cabrito de regalo a su mujer y dijo: —Voy al cuarto de mi esposa para acostarme con ella. Pero el padre de la mujer no lo dejó entrar.
 2 Y le explicó: —En verdad creí que la odiabas así que la entregué en matrimonio a tu padrino de boda. Pero mira, su hermana menor es más hermosa todavía. Cásate con ella en su lugar.
 3 Sansón dijo: —Esta vez no podrán culparme de todo lo que les haré a ustedes, filisteos.
 4 Entonces salió y atrapó trescientas zorras. Les ató las colas por parejas y amarró una antorcha a cada par de colas.
 5 Después, encendió las antorchas y soltó las zorras para que corrieran por los campos de grano de los filisteos. Así les quemó todo el grano hasta reducirlo a cenizas, hasta las gavillas y el grano sin cortar. También les destruyó los viñedos y los olivares.
 6 —¿Quién hizo esto? —preguntaron los filisteos. —Sansón —respondieron —, porque su suegro de Timnat entregó a su esposa en matrimonio al que fue el padrino de su boda. Entonces los filisteos fueron a buscar a la mujer y a su padre, y los quemaron vivos.
 7 —¡Por esto que hicieron —juró Sansón—, no descansaré hasta vengarme de ustedes!
 8 Luego atacó a los filisteos, lleno de furia, y mató a muchos de ellos. Después se fue a vivir a una cueva en la roca de Etam.
 9 En represalia, los filisteos armaron su campamento en Judá y se extendieron hasta cerca de la ciudad de Lehi.
10 Entonces los hombres de Judá les preguntaron a los filisteos: —¿Por qué nos atacan? —Vinimos para capturar a Sansón —contestaron los filisteos—, y a vengarnos por lo que nos hizo.
11 Entonces tres mil hombres de Judá bajaron a buscar a Sansón, dentro de la cueva en la roca de Etam, y le dijeron: —¿No te das cuenta de que los filisteos nos gobiernan? ¿Qué nos estás haciendo? Pero Sansón les contestó: —Yo sólo les hice a ellos lo que ellos me hicieron a mí.
12 Pero los hombres de Judá le dijeron: —Vinimos para amarrarte y entregarte a los filisteos. —Está bien —les dijo Sansón—. Pero prométanme que no me matarán ustedes.
13 —Nosotros sólo te amarraremos y te entregaremos a los filisteos — respondieron ellos—. No te mataremos. Así que lo amarraron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la roca.
14 Cuando Sansón llegó a Lehi, los filisteos salieron gritando de triunfo. Sin embargo el Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre Sansón, y él rompió las sogas que tenía atadas en los brazos como si fueran hilos de lino quemados, y cayeron de las muñecas.
15 Luego Sansón encontró la quijada de un burro recién matado. La levantó, y la usó para matar a mil filisteos.
16 Después dijo: ¡Con la quijada de un burro, los he apilado en montones! ¡Con la quijada de un burro, he matado a mil hombres!
17 Cuando acabó de jactarse, tiró la quijada; y a ese lugar se le llamó Colina de la Quijada.
18 Después Sansón tuvo mucha sed y clamó al SEÑOR: Has logrado esta gran victoria por medio de la fuerza de tu siervo, ¿y ahora tengo que morir de sed y caer en manos de estos paganos?
19 Entonces Dios hizo que brotara agua a chorros de un hoyo en el suelo de Lehi, y Sansón se reanimó al beber. Luego llamó a ese lugar Manantial del que Clamó, el cual todavía se encuentra en Lehi hasta el día de hoy.
20 Sansón fue juez de Israel por veinte años, durante el tiempo en que los filisteos dominaban la tierra.


REFLEXIÓN

MANTENER LA VERDAD EN TODO MOMENTO
Entonces tomó un poco de miel con las manos y la fue comiendo por el camino. También dio un poco a su padre y a su madre, y ellos comieron; pero no les dijo que había tomado la miel del cadáver del león. (Jueces 14:9)

Debemos de tener cuidado de querer hacer partícipe o los que nos rodean, sabemos que sobrepasamos los límites pero no nos parece tan malo, luego invitamos a otros a seguir nuestro ejemplo, ellos participan porque confían en nosotros que estamos haciendo las cosas correctas, luego todos empiezan a sufrir las consecuencias y no saben el porque. Debemos de seguir a Dios fielmente, y si pretendemos ser ejemplos y modelos para otros; entonces nuestro andar debe ser en Dios debe ser aun más cuidadoso.

ORACIÓN

Mi Dios ayúdame a estar siempre correctamente en tus caminos, así podremos ser verdaderos modelos. Amén.




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