DÍA 182
1 DE JULIO (SALMOS 90:1-95:11)
CUARTA PARTE: SALMOS 90-106
SALMO 90
EL DIOS ETERNO Y EL HOMBRE FUGAZ
(Oración de Moisés, hombre de Dios)
1 Señor, tú
has sido nuestro refugio
de generación en generación.
2 Antes que
naciesen los montes
y formases la tierra y el mundo,
desde la eternidad hasta la eternidad,
tú eres Dios.
3 Haces que el
hombre vuelva al polvo.
Dices: "¡Retornad, oh hijos del
hombre!"
4 Pues mil
años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó.
Son como una de las vigilias de la noche.
5 Los arrasas;
son como un sueño:
En la mañana son como la hierba que crece;
6 en la mañana
brota y crece,
y al atardecer se marchita y se seca.
7 Porque con
tu furor somos consumidos,
y con tu ira somos turbados.
8 Has puesto
nuestras maldades delante
de ti;
nuestros secretos están ante la luz de tu
rostro.
9 Pues todos
nuestros días pasan a causa de tu ira;
acabamos nuestros años como un suspiro.
10 Los días de
nuestra vida son setenta años;
y en los más robustos, ochenta años.
La mayor parte de ellos es duro trabajo y
vanidad;
pronto pasan, y volamos.
11 ¿Quién
conoce el poder de tu ira y de tu indignación,
como debes ser temido?
12 Enséñanos a
contar nuestros días,
de tal manera que traigamos al corazón
sabiduría.
13 ¡Vuelve, oh
Jehovah! ¿Hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
14 Por la
mañana sácianos de tu misericordia,
y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros
días.
15 Alégranos
conforme a los días de nuestra aflicción,
y a los años en que hemos visto el mal.
16 Sea
manifestada tu obra a tus siervos,
y tu esplendor sobre sus hijos.
17 Sea sobre
nosotros la gracia de Jehovah nuestro Dios.
La obra de nuestras manos confirma entre
nosotros;
sí, confirma la obra de nuestras manos.
SALMO 91
VIVIENDO BAJO LA PROTECCIÓN DIVINA
1 El que
habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Todopoderoso.
2 Diré yo a
Jehovah:
"¡Refugio mío y castillo mío,
mi Dios en quien confío!"
3 Porque él te
librará
de la trampa del cazador
y de la peste destructora.
4 Con sus
plumas te cubrirá,
y debajo de sus alas te refugiarás;
escudo y defensa es su verdad.
5 No tendrás
temor de espanto nocturno,
ni de flecha que vuele de día,
6 ni de peste
que ande en la oscuridad,
ni de plaga que en pleno día destruya.
7 Caerán a tu
lado mil
y diez mil a tu mano derecha,
pero a ti no llegará.
8 Ciertamente
con tus ojos mirarás
y verás la recompensa de los impíos.
9 Porque a
Jehovah, que es mi refugio,
al Altísimo, has puesto como tu morada,
10 no te
sobrevendrá mal,
ni la plaga se acercará a tu tienda.
11 Pues a sus
ángeles dará órdenes
acerca de ti,
para que te guarden en todos tus caminos.
12 En sus
manos te llevarán,
de modo que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el
león y la cobra pisarás;
hollarás al leoncillo y a la serpiente.
14
"Porque en mí ha puesto su amor,
yo lo libraré;
lo pondré en alto,
por cuanto ha conocido mi nombre.
15 El me
invocará, y yo le responderé;
con él estaré en la angustia.
Lo libraré y lo glorificaré;
16 lo saciaré
de larga vida
y le mostraré mi salvación."
SALMO
92
LA DULZURA DE LA ALABANZA
(Salmo. Cántico para el día de sábado)
1 Bueno es
alabar a Jehovah,
cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.
2 Bueno es
anunciar por la mañana tu misericordia
y tu verdad en las noches,
3 con el arpa
de diez cuerdas y la lira,
con el tono suave del arpa.
4 Ciertamente
me has alegrado,
oh Jehovah, con tus hechos,
grito de gozo por las obras de tus manos.
5 ¡Cuán
grandes son tus obras, oh Jehovah!
Muy profundos son tus pensamientos.
6 El hombre
necio no sabe,
y el insensato no entiende esto:
7 que los
impíos brotan como la hierba,
y que todos los que hacen iniquidad
florecen para ser destruidos para siempre.
8 Pero tú, oh
Jehovah,
para siempre eres el Altísimo.
9 Porque he
aquí tus enemigos, oh Jehovah;
porque he aquí, tus enemigos perecerán.
Serán dispersados todos los que hacen
iniquidad.
10 Pero tú
enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje,
y sobre mí verterás aceite fresco.
11 Mis ojos
mirarán sobre mis enemigos;
mis oídos oirán de los malhechores
que se levantaron contra mí.
12 El justo
florecerá como la palmera;
crecerá alto como el cedro en el Líbano.
13 Plantados
estarán en la casa de Jehovah;
florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en la
vejez fructificarán.
Estarán llenos de savia y frondosos,
15 para
anunciar que Jehovah, mi roca, es recto,
y que en él no hay injusticia.
SALMO
93
EL REINADO ETERNO DE JEHOVAH
1 ¡Jehovah
reina!
Se ha vestido de magnificencia.
Jehovah se ha vestido de poder y se ha ceñido.
También afirmó el mundo, y no se moverá.
2 Firme es tu
trono desde la antigüedad;
tú eres desde la eternidad.
3 Alzaron los
ríos, oh Jehovah,
alzaron los ríos su sonido;
alzaron los ríos su estruendo.
4 Jehovah en
las alturas es más poderoso
que el estruendo de muchas aguas,
más que las recias olas del mar.
5 Tus
testimonios son muy firmes.
La santidad adorna tu casa, oh Jehovah,
a través de los años.
SALMO
94
JEHOVAH, DIOS DE JUSTICIA
1 Oh Jehovah,
Dios de las venganzas,
oh Dios de las venganzas, ¡manifiéstate!
2 ¡Exáltate,
oh Juez de la tierra!
Da su recompensa a los soberbios.
3 ¿Hasta
cuándo los impíos,
hasta cuándo, oh Jehovah,
se regocijarán los impíos?
4 Vocean,
hablan insolencias
y se confabulan los que hacen iniquidad.
5 A tu pueblo,
oh Jehovah, quebrantan;
a tu heredad afligen.
6 A la viuda y
al forastero matan;
a los huérfanos asesinan.
7 Han dicho:
"No lo verá Jehovah,
ni entenderá el Dios de Jacob."
8 Entended,
torpes del pueblo;
vosotros, necios, ¿cuándo seréis entendidos?
9 El que puso
el oído, ¿no oirá?
El que formó el ojo, ¿no verá?
10 El que
disciplina a las naciones, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre el saber?
11 Jehovah
conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.
12
Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehovah, disciplinas
y lo instruyes sobre la base de tu ley,
13 para darle
tranquilidad en los días de la desgracia;
en tanto que para los impíos se cava una fosa.
14 Porque
Jehovah no abandonará a su pueblo,
ni desamparará a su heredad.
15 Más bien,
el derecho volverá a la justicia,
y en pos de ella irán todos los rectos de
corazón.
16 ¿Quién se
levantará por mí contra los malhechores?
¿Quién estará por mí contra los que hacen
iniquidad?
17 Si Jehovah
no me ayudara,
pronto mi alma moraría en el silencio.
18 Cuando yo
decía: "Mi pie resbala",
tu misericordia, oh Jehovah, me sustentaba.
19 En la
multitud de mis pensamientos dentro de mí,
tus consolaciones alegraban mi alma.
20 ¿Se aliará
contigo el trono de maldad,
el que por decreto instituye el abuso?
21 Conspiran
contra la vida del justo
y condenan la sangre inocente.
22 Pero
Jehovah ha sido mi refugio;
mi Dios ha sido la roca de mi confianza.
23 El hará
volver sobre ellos su iniquidad,
y los destruirá a causa de su maldad.
Jehovah, nuestro Dios, los destruirá.
SALMO
95
LLAMADO A LA ADORACIÓN
1 ¡Venid,
cantemos con gozo a Jehovah!
Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra
salvación.
2 Acerquémonos
ante su presencia con acción de gracias;
aclamémosle con salmos.
3 Porque
Jehovah es Dios grande,
Rey grande sobre todos los dioses.
4 En su mano
están las profundidades de la tierra;
suyas son las alturas de los montes.
5 Suyo es el
mar, pues él lo hizo;
y sus manos formaron la tierra seca.
6 ¡Venid,
adoremos y postrémonos!
Arrodillémonos delante de Jehovah, nuestro
Hacedor.
7 Porque él es
nuestro Dios;
nosotros somos el pueblo de su prado,
y las ovejas de su mano.
Si oís hoy su voz,
8 "no
endurezcáis vuestros corazones como en Meriba;
como el día de Masá, en el desierto,
9 donde
vuestros padres me pusieron a prueba;
me probaron y vieron mis obras:
10 Cuarenta
años estuve disgustado con aquella generación
y dije: ’Este pueblo se desvía en su corazón
y no ha conocido mis caminos.’
11 Por eso
juré en mi ira:
’¡Jamás entrarán en mi reposo!’ "
DIO NO PUEDE SER BURLADO
REFLEXIÓN
…nuestros secretos están ante la luz de tu
rostro (Salmo 90:8)
No podemos esconder
nada delante de Dios, no importa si nadie sabe lo que hicimos. Aunque no se sepa
lo que hicimos, Dio hará que eso hecho en secreto salga a la luz. No podemos
esconder nada, Dios siempre esta vigilante. El conoce todas las cosas que
sucederán, antes que hayan sucedido. A Dios no se le escapa nada de sus manos,
ni podemos engañarlo. El conoce los secretos más íntimos de nuestro corazón, y
lo que pensamos realmente sobre todas las cosas. Dios no se cree el cuento de nada
de lo que hacemos, el solo mira el corazón y la intención con que hacemos las
cosas; y conoce el propósito con que hacemos o decimos lo que hacemos. No nos
engañemos nosotros mismos.
ORACIÓN
Mi Dios que siempre
pueda realizar todas las cosas, con la motivación correcta. Amén.
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