DÍA 185
4 DE
JULIO (SALMOS 106:1-107:43)
SALMO
106
CONFESIÓN DE LOS FRACASOS DE ISRAEL
1 ¡Aleluya!
¡Alabad a Jehovah, porque es bueno;
porque para siempre es su misericordia!
2 ¿Quién
declarará las proezas de Jehovah?
¿Quién hará oír todas sus alabanzas?
3
Bienaventurados los que guardan el derecho,
los que en todo tiempo hacen justicia.
4 Acuérdate de
mí, oh Jehovah,
según tu benevolencia para con tu pueblo.
Visítame con tu salvación,
5 para que vea
el bien de tus escogidos,
para que me alegre con la alegría de tu
pueblo,
para que me gloríe con tu heredad.
6 Hemos pecado
como nuestros padres;
hemos hecho iniquidad;
hemos actuado impíamente.
7 Nuestros
padres en Egipto
no entendieron tus maravillas;
no se acordaron de tus innumerables hechos de
misericordia,
sino que se rebelaron junto al mar, el mar
Rojo.
8 Sin embargo,
los libró por amor de su nombre,
para dar a conocer su poder.
9 Reprendió al
mar Rojo y lo secó;
los hizo ir por los abismos, como por un
desierto.
10 Los libró
del enemigo;
los rescató de mano del adversario.
11 Las aguas
cubrieron a sus enemigos;
no quedó uno solo de ellos.
12 Entonces
creyeron en sus palabras
y cantaron su alabanza.
13 Pero pronto
se olvidaron de sus obras
y no esperaron su consejo.
14 Ardieron de
apetito en el desierto
y probaron a Dios en la soledad.
15 El les dio
lo que pidieron,
pero envió a sus almas debilidad.
16 Después
tuvieron celos de Moisés en el campamento,
y de Aarón, el consagrado de Jehovah.
17 La tierra
se abrió y tragó a Datán,
y cubrió al grupo de Abiram.
18 El fuego se
encendió contra su grupo;
la llama devoró a los impíos.
19 En Horeb
hicieron un becerro
y se postraron ante una imagen de fundición.
20 Así
cambiaron su gloria
por la de un toro que come hierba.
21 Olvidaron
al Dios de su salvación
que había hecho grandezas en Egipto,
22 maravillas
en la tierra de Cam,
cosas formidables junto al mar Rojo.
23 El dijo que
los hubiese destruido, de no haberse interpuesto Moisés, su escogido, ante él
en la brecha,
a fin de aplacar su ira, para que no los
destruyera.
24 Sin
embargo, aborrecieron la tierra deseable,
y no creyeron en su palabra.
25 Más bien,
murmuraron en sus tiendas
y no escucharon la voz de Jehovah.
26 Por tanto,
alzó su mano contra ellos
para postrarlos en el desierto,
27 para
dispersar a sus descendientes entre las naciones
y esparcirlos por las tierras.
28 Cuando se
adhirieron al Baal de Peor,
comieron de los sacrificios de los muertos.
29 Provocaron
a Dios con sus obras,
y se desató entre ellos la mortandad.
30 Entonces se
levantó Fineas y ejecutó juicio,
y se detuvo la mortandad.
31 Aquello le
fue contado por justicia,
de generación en generación y para siempre.
32 También le
indignaron en las aguas de Meriba,
y por causa de ellos le fue mal a Moisés;
33 porque
hicieron que su espíritu se amargara,
y él habló precipitadamente con sus labios.
34 Tampoco
destruyeron a los pueblos,
como Jehovah les había dicho.
35 Más bien,
se mezclaron con gentiles,
y aprendieron sus obras.
36 Sirvieron a
sus ídolos,
los cuales llegaron a ser una trampa.
37
Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;
38 derramaron
la sangre inocente,
la sangre de sus hijos y de sus hijas,
que sacrificaron a los ídolos de Canaán.
La tierra fue profanada con los hechos de
sangre.
39 Así se
contaminaron con sus obras
y se prostituyeron con sus hechos.
40 Por tanto,
la ira de Jehovah
se encendió contra su pueblo,
y abominó su heredad.
41 Los entregó
en poder de las naciones,
y los que los aborrecían se enseñorearon de
ellos.
42 Sus
enemigos los oprimieron,
y fueron quebrantados debajo de su mano.
43 Muchas
veces los libró,
pero ellos se rebelaron contra su consejo
y fueron humillados a causa de su iniquidad.
44 Con todo,
él los vio cuando estaban en angustia,
y oyó su clamor.
45 Se acordó
de su pacto con ellos,
y se compadeció conforme a su gran compasión.
46 Asimismo,
hizo que tuviesen misericordia de ellos
todos los que los tenían cautivos.
47 ¡Sálvanos,
oh Jehovah, Dios nuestro!
Reúnenos de entre las naciones,
para que confesemos tu santo nombre,
para que nos gloriemos en tus alabanzas.
48 ¡Bendito
sea Jehovah Dios de Israel,
desde la eternidad hasta la eternidad!
Y diga todo el pueblo: "¡Amén!"
¡Aleluya!
QUINTA PARTE: SALMOS 107-150
Salmo
107
Salmo de gratitud por la liberación
1 ¡Alabad a
Jehovah, porque es bueno;
porque para siempre es su misericordia!
2 Díganlo los
redimidos de Jehovah,
los que ha redimido del poder del enemigo
3 y los que ha
congregado de las tierras
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.
4 Perdidos
anduvieron por el desierto,
en el sequedal;
no hallaron camino hacia una ciudad habitada.
5 Estaban
hambrientos y sedientos;
sus almas desfallecían en ellos.
6 Pero cuando
en su angustia clamaron a Jehovah,
él los libró de sus aflicciones.
7 Los dirigió
por camino derecho,
para que fuesen a una ciudad en que habitar.
8 ¡Den gracias
a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del
hombre!
9 Porque él
sacia al alma sedienta
y llena de bien al alma hambrienta.
10 Habitaban
en tinieblas y en densa oscuridad,
aprisionados en la miseria y en cadenas de
hierro,
11 porque
fueron rebeldes a las palabras de Jehovah
y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso
sometió sus corazones con dura labor;
cayeron, y no hubo quien les ayudase.
13 Pero cuando
en su angustia clamaron a Jehovah,
él los libró de sus aflicciones.
14 Los sacó de
las tinieblas, de la densa oscuridad,
y rompió sus cadenas.
15 ¡Den
gracias a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del
hombre!
16 Porque
rompió las puertas de bronce
y desmenuzó los cerrojos de hierro.
17 Fueron
afligidos los insensatos,
a causa de su camino rebelde
y a causa de sus maldades.
18 Sus almas
abominaron toda comida,
y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19 Pero cuando
en su angustia clamaron a Jehovah,
él los libró de sus aflicciones.
20 Envió su
palabra y los sanó;
los libró de su ruina.
21 ¡Den
gracias a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del
hombre!
22 Ofrezcan
sacrificios de acción de gracias
y proclamen sus obras con júbilo.
23 Los que
descienden al mar en los barcos
y hacen negocios en los océanos,
24 ellos han
visto las obras de Jehovah,
y sus maravillas en lo profundo del mar.
25 El habló y
desató el viento de la tempestad,
e hizo que se elevaran sus olas.
26 Subieron
los cielos, descendieron los abismos;
sus almas se derretían con el daño.
27 Se
tambalearon y temblaron como un borracho,
y toda su sabiduría se echó a perder.
28 Pero cuando
en su angustia clamaron a Jehovah,
él los libró de sus aflicciones.
29 El trae
calma a la tempestad,
y se apaciguan sus olas.
30 Entonces se
alegran porque ellas se aquietan,
y él los guía al puerto que desean.
31 ¡Den
gracias a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del
hombre!
32 Exáltenlo
en la congregación del pueblo,
y alábenlo en la reunión de los ancianos.
33 El
convierte los ríos en desierto
y las fuentes de aguas en tierra sedienta.
34 Convierte
las tierras fértiles en salobres
por la maldad de los que las habitan.
35 Convierte
el desierto en estanques de agua
y la tierra seca en manantiales.
36 Allí establece
a los hambrientos
y fundan una ciudad en que habitar.
37 Siembran
campos, plantan viñas
y logran abundante fruto.
38 Los
bendice, y se multiplican en gran manera;
y no deja que disminuya su ganado.
39 Cuando son
reducidos en número y menoscabados
a causa de la opresión, de la calamidad
y de la congoja,
40 derrama
menosprecio sobre los príncipes,
y les hace andar errantes, vagabundos, sin
camino.
41 Y levanta
de la miseria al necesitado
y hace multiplicar las familias como rebaños
de ovejas.
42 Véanlo los
rectos y alégrense;
pero toda maldad cierre la boca.
43 Quien sea
sabio y guarde estas cosas
entenderá los hechos misericordiosos de
Jehovah.
TENIENDO CLARO LA INTERVENCIÓN DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS
REFLEXIÓN
Quien sea sabio y guarde estas cosas entenderá
los hechos misericordiosos de Jehovah. (Salmo 107:43)
Tenemos que entender, que tener muy claro, el
hecho de que Dios es nuestro todo. Él nos librará de todos nuestro males, él
nos proveerá de todas nuestra necesidades, él nos salvará de nuestros pecado y
rebeliones y nos libertará de la mano de nuestro enemigo. Cuando tengamos bien
claro todo esto, entonces empezaremos a conocer a Dio correctamente.
ORACIÓN
Mi Señor y Dios enséñame tus caminos, que
pueda reconocer en todos ellos tu misericordia. Amén.
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