sábado, 30 de marzo de 2019

LECTURA 30 DE MARZO

SEMANA 13 DÍA 7 (JUECES 1-2)

JUECES CAPÍTULO 1

JUDÁ Y SIMEÓN CONQUISTAN LA TIERRA

 1 Después de la muerte de Josué, los israelitas le preguntaron al señor: — ¿Cuál de las tribus debe ser la primera en atacar a los cananeos?
 2 El señor contestó: —Judá, porque yo le he dado la victoria sobre la tierra.
 3 Entonces los hombres de Judá les dijeron a sus parientes de la tribu de Simeón: Vengan con nosotros a luchar contra los cananeos que viven en el territorio que se nos asignó. Después nosotros los ayudaremos a ustedes a conquistar su territorio. Así que los hombres de Simeón fueron con los de Judá.
 4 Cuando los hombres de Judá atacaron, el señor les dio la victoria sobre los cananeos y los ferezeos, y mataron a diez mil guerreros enemigos en la ciudad de Bezec.
 5 Mientras estaban en Bezec, se toparon con el rey Adoni-bezec y lucharon contra él, y derrotaron a los cananeos y a los ferezeos.
 6 Adoni-bezec escapó, pero los israelitas pronto lo capturaron y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.
 7 Adoni-bezec dijo: Una vez yo tuve setenta reyes sin los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, comiendo migajas debajo de mi mesa. Ahora Dios me devolvió lo que les hice. Y se lo llevaron a Jerusalén, donde murió.
 8 Los hombres de Judá atacaron a Jerusalén y la tomaron; mataron a todos sus habitantes y prendieron fuego a la ciudad.
 9 Luego descendieron para combatir contra los cananeos que vivían en la zona montañosa, en el Neguev y en las colinas occidentales.
10 Judá marchó contra los cananeos en Hebrón (antiguamente llamada Quiriat-arba) y derrotó a las fuerzas de Sesai, Ahimán y Talmai.
11 De allí salieron a luchar contra los habitantes de la ciudad de Debir (antiguamente llamada Quiriat-sefer).
12 Caleb dijo: Daré a mi hija Acsa en matrimonio al que ataque y tome Quiriat-sefer.
13 Otoniel, hijo de Cenaz, un hermano menor de Caleb, fue quien conquistó la ciudad; así que Acsa pasó a ser esposa de Otoniel.
14 Cuando Acsa se casó con Otoniel, ella insistió en que le pidiera un campo a Caleb, su padre. Mientras ella se bajaba de su burro, Caleb le preguntó: —¿Qué te pasa?
15 Ella contestó: —Concédeme otro obsequio. Ya me regalaste tierras en el Neguev; ahora te ruego que también me des manantiales. Entonces Caleb le entregó tanto los manantiales de la parte alta como los de la parte baja.
16 Cuando los miembros de la tribu de Judá salieron de Jericó —la ciudad de las palmeras—, los ceneos (que eran descendientes del suegro de Moisés) los acompañaron al desierto de Judá y se establecieron entre la gente del lugar, cerca de la ciudad de Arad, en el Neguev.
17 Luego Judá se unió con Simeón para luchar contra los cananeos que vivían en Sefat, y destruyeron la ciudad por completo. Por eso la ciudad fue llamada Horma.
18 Además Judá tomó las ciudades de Gaza, Ascalón y Ecrón, junto con los territorios vecinos. 

ISRAEL NO CONQUISTA TODA LA TIERRA

19 El SEÑOR estaba con los de Judá, y ellos tomaron posesión de la zona montañosa; pero no lograron expulsar a los habitantes de las llanuras, quienes tenían carros de combate hechos de hierro.
20 Caleb recibió la ciudad de Hebrón, tal como Moisés le había prometido, y expulsó a todos sus habitantes, que eran descendientes de los tres hijos de Anac.
21 Sin embargo la tribu de Benjamín no logró expulsar a los jebuseos, quienes vivían en Jerusalén. Por eso, hasta el día de hoy, los jebuseos viven en Jerusalén junto con el pueblo de Benjamín.
22 Los descendientes de José atacaron la ciudad de Betel, y el SEÑOR estuvo con ellos.
23 Enviaron espías a Betel (antes conocida como Luz),
24 quienes abordaron a un hombre que salía del poblado y le dijeron: Muéstranos cómo entrar en la ciudad, y tendremos compasión de ti.
25 Entonces él les mostró una vía de acceso, y ellos mataron a todos en la ciudad, menos a ese hombre y a su familia.
26 Más tarde, el hombre se trasladó a la tierra de los hititas, donde estableció una ciudad que llamó Luz. Este nombre lo conserva hasta el día de hoy.
27 La tribu de Manasés no logró expulsar a la gente que vivía en Bet-seán, Taanac, Dor, Ibleam, Meguido y en todos los asentamientos vecinos, porque los cananeos estaban decididos a quedarse en esa región.
28 Con el tiempo, cuando los israelitas se fortalecieron, obligaron a los cananeos a trabajar como esclavos, pero nunca los expulsaron de la tierra por completo.
29 La tribu de Efraín no logró expulsar a los cananeos que vivían en Gezer, así que los cananeos siguieron viviendo allí, en medio de los de Efraín.
30 La tribu de Zabulón no logró expulsar a los habitantes de Quitrón y de Naalal, así que los cananeos siguieron viviendo en medio de los de Zabulón, pero los cananeos fueron obligados a trabajar como esclavos para ellos.
31 La tribu de Aser no logró expulsar a los habitantes de Aco, Sidón, Ahlab, Aczib, Helba, Afec ni Rehob.
32 Así que los de Aser se establecieron entre los cananeos, quienes controlaban la tierra, debido a que no lograron expulsarlos.
33 Asimismo, la tribu de Neftalí no logró expulsar a los habitantes de Bet-semes ni a los de Bet-anat. Así que Neftalí se estableció entre los cananeos, quienes controlaban la tierra. Sin embargo, los habitantes de Bet-semes y los de Bet-anat fueron obligados a trabajar como esclavos para la gente de Neftalí.
34 En cuanto a la tribu de Dan, los amorreos los obligaron a retirarse a la zona montañosa y no los dejaban descender a las llanuras.
35 Los amorreos estaban decididos a quedarse en el monte Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando los descendientes de José aumentaron en fuerza, obligaron a los amorreos a trabajar como esclavos.
36 La frontera de los amorreos iba desde el paso del Escorpión hasta Sela y desde allí se extendía hacia arriba.

JUECES CAPÍTULO 2

EL MENSAJERO DEL SEÑOR LLEGA A BOQUIM

 1 El ángel del señor subió de Gilgal a Boquim y dijo a los israelitas: Yo los saqué de Egipto y los traje a esta tierra que juré dar a sus antepasados, y dije que nunca rompería mi pacto con ustedes.
 2 Por su parte, ustedes no debían hacer ningún pacto con los habitantes de esta tierra, sino destruir sus altares. Pero desobedecieron mi mandato. ¿Por qué lo hicieron?
 3 Ahora declaro que ya no expulsaré a los pueblos que viven en la tierra de ustedes. Ellos les serán espinas clavadas en el costado, y sus dioses serán una tentación constante para ustedes.
 4 Cuando el ángel del señor terminó de hablar a los israelitas, el pueblo lloró a gritos.
 5 Por eso llamaron al lugar Boquim (que significa llanto), y allí le ofrecieron sacrificios al señor.

MUERTE DE JOSUÉ

 6 Después que Josué despidió al pueblo, cada una de las tribus salió para tomar posesión del territorio que se le había asignado.
 7 Los israelitas sirvieron al señor todo el tiempo que vivieron Josué y los líderes que lo sobrevivieron, aquellos que habían visto todas las grandes cosas que el señor había hecho por Israel.
 8 Entonces Josué, hijo de Nun y siervo del señor, murió a los ciento diez años de edad.
 9 Lo enterraron en Timnat-sera, tierra que se le había asignado, en la zona montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.

ISRAEL DESOBEDECE AL SEÑOR

10 Después de que murieron todos los de esa generación, creció otra que no conocía al señor ni recordaba las cosas poderosas que él había hecho por Israel.
11 Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del señor y sirvieron a las imágenes de Baal.
12 Abandonaron al señor, Dios de sus antepasados, quien los había sacado de Egipto. Siguieron y rindieron culto a otros dioses —los dioses de los pueblos vecinos— y así provocaron el enojo del señor.
13 Abandonaron al señor para servir a Baal y a las imágenes de Astarot,
14 lo cual hizo que el señor ardiera de enojo contra Israel y que los entregara en manos de saqueadores, quienes les robaron sus posesiones. Los vendió a los enemigos que tenían a su alrededor, y ya no podían vencerlos.
15 Cada vez que los israelitas salían a la batalla, el señor peleaba en contra de ellos e hizo que sus enemigos los derrotaran, tal como él les había advertido. Y el pueblo estaba muy angustiado.

EL SEÑOR RESCATA A SU PUEBLO

16 Entonces el señor levantó jueces para rescatar a los israelitas de la mano de sus agresores.
17 Sin embargo, Israel no hizo caso a los jueces, sino que se prostituyó rindiendo culto a otros dioses. ¡Qué pronto se apartaron del camino de sus antepasados, los cuales habían obedecido los mandatos del señor!
18 Cada vez que el señor levantaba un juez sobre Israel, él estaba con ese juez y rescataba al pueblo de sus enemigos durante toda la vida del juez. Pues el señor tenía compasión de su pueblo, que estaba sobrecargado de opresión y sufrimiento.
19 Pero al morir el juez, la gente no sólo volvía a sus prácticas corruptas, sino que se comportaba peor que sus antepasados. Seguía a otros dioses: los servía y les rendía culto. Además se negaba a abandonar sus prácticas malvadas y sus tercos caminos.
20 Por eso el señor ardió de enojo contra Israel y dijo: Ya que este pueblo ha violado mi pacto que hice con sus antepasados y no ha hecho caso a mis mandatos,
21 ya no expulsaré a las naciones que Josué dejó sin conquistar cuando murió.
22 Lo hice para poner a prueba a Israel: para ver si seguiría o no los caminos del señor, como lo hicieron sus antepasados.
23 Por esa razón el señor dejó esas naciones donde estaban. No las expulsó de inmediato, ni permitió que Josué las conquistara a todas.


REFLEXIÓN

CUNDO DIOS NO EJECUTA LOS PLANES

Por esa razón el señor dejó esas naciones donde estaban. No las expulsó de inmediato, ni permitió que Josué las conquistara a todas. (Jueces 2:23)

Cuántos planes medios cumplidos, cuantos proyectos sin empezar o ejecutados a medias. Cuanta pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo, en nuestras congregaciones. Simplemente por el hecho de no querer escuchar a Dios en primera instancia, o simplemente por el hecho de creer que nuestras ocurrencias son mejores que hasta las de Dios. Luego los pocos o nulos resultados obtenidos en dichas actividades, los magnificamos de tal manera como si fueran grandes resultados. Que triste es ejecutar planes en los cuales ni siquiera se cuente con la presencia de Dios, simplemente por el hecho de no haberlo escuchado ni querido obedecerle. Muchas veces escuchamos oraciones diciendo, aquí están estos planes, proyectos o lo que sea, bendícelos y cámbialos como tu quieras. Pero Dios nunca participará en ellos, porque no han venido de Él. Ojala y el pueblo de Dios pudiese aprender de su palabra, posiblemente ya estuviéramos participando de esas bodas del cordero.

ORACIÓN

Mi Dios enséñame a escuchar tu voz en todo momento, que siempre desee buscar tu voluntad. Amén.





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