DÍA 31
31 DE ENERO (ÉXODO
34:1-35:35)
CAPÍTULO 34
1 Jehovah dijo, además, a Moisés:
—Lábrate dos
tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras
que estaban en las primeras, que rompiste. 2 Prepárate para la
mañana, sube de mañana al monte Sinaí y preséntate allí delante de mí sobre la
cumbre del monte. 3 No suba nadie contigo, ni nadie sea visto en
todo el monte. No pasten ovejas ni bueyes frente a ese monte.
4 Moisés labró dos tablas de piedra como
las primeras. Y levantándose muy de mañana subió al monte Sinaí, como le mandó
Jehovah, y llevó en sus manos las dos tablas de piedra. 5 Entonces
descendió Jehovah en la nube, y se presentó allí a Moisés; y éste invocó el
nombre de Jehovah. 6 Jehovah pasó frente a Moisés y proclamó:
—¡Jehovah,
Jehovah, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia
y verdad, 7 que conserva su misericordia por mil generaciones, que
perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que de ninguna manera dará
por inocente al culpable; que castiga la maldad de los padres sobre los hijos y
sobre los hijos de los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación.
8 Entonces Moisés se apresuró a bajar la
cabeza hacia el suelo, y se postró 9 diciendo:
—Oh Señor, si he
hallado gracia ante tus ojos, vaya por favor el Señor en medio de nosotros,
aunque éste sea un pueblo de dura cerviz. Perdona nuestra iniquidad y nuestro
pecado, y acéptanos como tu heredad.
MOISÉS ESCRIBE
LOS MANDAMIENTOS
10 Jehovah le dijo:
—He aquí, yo hago
un pacto frente a todo tu pueblo: Haré maravillas como nunca fueron hechas en
toda la tierra y en ninguna de las naciones. Todo el pueblo, en medio del cual
estás, verá la obra de Jehovah; porque algo temible haré para con vosotros. 11
Guarda lo que yo te mando hoy.
»He aquí, yo
echaré de tu presencia a los amorreos, cananeos, heteos, ferezeos, heveos y
jebuseos. 12 Guárdate, no sea que hagas alianza con los habitantes
de la tierra a donde vas, de manera que eso sea de tropiezo en medio de ti. 13
Ciertamente derribaréis sus altares, romperéis sus imágenes y eliminaréis sus
árboles rituales de Asera. 14 Porque no te postrarás ante otro dios,
pues Jehovah, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso. 15 No sea
que hagas alianza con los habitantes de aquella tierra, y cuando ellos se
prostituyan tras sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten, y tú comas
de sus sacrificios; 16 o que al tomar tú sus hijas para tus hijos y
al prostituirse ellas tras sus dioses, hagan que tus hijos se prostituyan tras
los dioses de ellas.
17 »No te harás dioses de fundición.
18 »Guardarás la fiesta de los panes sin
levadura. Siete días comerás panes sin levadura, como te he mandado, en el
tiempo señalado del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto.
19 »Todo primerizo que abre la matriz es
mío; de tu ganado consagrarás el primerizo que sea macho de vaca o de oveja. 20
Pero rescatarás con un cordero el primerizo del asno; y si no lo rescatas, le
romperás la nuca. También rescatarás todo primogénito varón de tus hijos, y
nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.
21 »Seis días trabajarás, pero en el séptimo
día descansarás. Aun en el tiempo de la siembra y de la siega descansarás.
22 »Celebrarás la fiesta de Pentecostés, es
decir, la de las primicias de la siega del trigo, y también la fiesta de la
cosecha a la vuelta del año. 23 Tres veces al año se presentarán
todos tus hombres delante del Señor Jehovah, Dios de Israel. 24
Porque yo expulsaré las naciones de tu presencia y ensancharé tus territorios.
Nadie codiciará tu tierra mientras tú vayas tres veces al año para presentarte
delante de Jehovah tu Dios.
25 »No ofrecerás la sangre de mi sacrificio
junto con algo que tenga levadura.
»No quedará nada
del sacrificio de la fiesta de la Pascua hasta la mañana.
26 »Traerás lo mejor de las primicias de tu
tierra a la casa de Jehovah tu Dios.
»No cocerás el
cabrito en la leche de su madre.
27 Entonces Jehovah dijo a Moisés:
—Escribe estas
palabras, porque conforme a ellas he hecho pacto contigo y con Israel.
28 Moisés estuvo allí con Jehovah cuarenta
días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y en las tablas escribió
las palabras del pacto: los diez mandamientos.
LA CARA DE
MOISÉS RESPLANDECE
29 Aconteció que al descender Moisés del
monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía
del monte, Moisés no sabía que la piel de su cara resplandecía por haber estado
hablando con Dios. 30 Aarón y todos los hijos de Israel miraron a
Moisés, y he aquí que la piel de su cara era resplandeciente, y temieron
acercarse a él.
31 Moisés los llamó. Entonces Aarón y todos
los jefes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. 32
Después de esto, se acercaron todos los hijos de Israel, y Moisés les mandó
todas las cosas que Jehovah le había dicho en el monte Sinaí.
33 Y cuando Moisés terminó de hablar con
ellos, puso un velo sobre su cara. 34 Cuando entraba a la presencia
de Jehovah para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Entonces
cuando salía, hablaba con los hijos de Israel lo que él le mandaba. 35
Al ver los hijos de Israel que la piel de su cara resplandecía, Moisés volvía a
poner el velo sobre su cara, hasta que entraba para hablar con Jehovah.
CAPÍTULO 35
MOISÉS
REAFIRMA LA LEY DEL SÁBADO
1 Moisés hizo reunir a toda la congregación
de los hijos de Israel y les dijo: "Estas son las cosas que Jehovah ha
mandado que hagáis: 2 ’Seis días se trabajará; pero el séptimo día
os será sagrado, sábado de reposo consagrado a Jehovah. Cualquiera que haga
algún trabajo en él morirá. 3 No encenderéis fuego en ninguna de
vuestras moradas en el día de sábado.’ "
LLAMADO PARA
LEVANTAR EL TABERNÁCULO
4 Moisés habló a toda la congregación de
los hijos de Israel, diciendo: "Esto es lo que Jehovah ha mandado: 5
’Tomad de entre vosotros una ofrenda para Jehovah. Todo hombre de corazón
generoso traiga una ofrenda para Jehovah: oro, plata, bronce, 6
material azul, púrpura, carmesí, lino, pelo de cabra, 7 pieles de
carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, 8 aceite
para la iluminación, especias aromáticas para el aceite de la unción y para el
incienso aromático, 9 piedras de ónice y piedras de engaste para el
efod y el pectoral.
10 " ’Todo hombre que entre vosotros
sea sabio de corazón venga y haga todas las cosas que Jehovah ha mandado: 11
el tabernáculo, su tienda, su cubierta, sus ganchos, sus tablones, sus
travesaños, sus pilares y sus bases; 12 el arca y sus varas, el
propiciatorio y el velo de protección; 13 la mesa y sus varas, todos
sus utensilios y el pan de la Presencia; 14 el candelabro para la
iluminación y sus utensilios, sus lámparas y el aceite para la iluminación; 15
el altar del incienso y sus varas; el aceite de la unción y el incienso
aromático; la cortina de la puerta para la entrada del tabernáculo; 16
el altar del holocausto, su rejilla de bronce, sus varas y todos sus
utensilios; la fuente y su base; 17 las mamparas del atrio, sus
pilares, sus bases y la cortina de la entrada del atrio; 18 las
estacas del tabernáculo, las estacas del atrio y sus cuerdas; 19 las
vestiduras de material tejido, para servir en el santuario, las vestiduras
sagradas del sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos, para servir como
sacerdotes.’ "
OFRENDA PARA
EL TABERNÁCULO
20 Entonces toda la congregación de los
hijos de Israel salió de la presencia de Jehovah. 21 Y todo aquel a
quien le impulsó su corazón y todo aquel a quien su espíritu le movió a la
generosidad trajeron la ofrenda de Jehovah, para la obra del tabernáculo de
reunión, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas. 22
Tanto hombres como mujeres, toda persona de corazón generoso vino trayendo
prendedores, aretes, anillos, collares y toda clase de objetos de oro. Todos
presentaron a Jehovah una ofrenda de oro. 23 Todos los que poseían
material azul, púrpura, carmesí, lino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas
de rojo y pieles finas, los trajeron. 24 Todos los que hicieron
ofrenda de plata o de bronce trajeron la ofrenda para Jehovah. Todos los que
tenían madera de acacia la trajeron para la labor de la obra.
25 Además, todas las mujeres sabias de
corazón hilaban con sus manos y traían lo hilado: material azul, púrpura,
carmesí y lino. 26 Todas las mujeres cuyo corazón les impulsó con
sabiduría tejieron pelo de cabra.
27 Los jefes trajeron piedras de ónice y
piedras de engaste para el efod y el pectoral. 28 También trajeron
las especias aromáticas y el aceite para la iluminación, para la unción y para
el incienso aromático.
29 Los hijos de Israel, todos los hombres y
mujeres cuyo corazón les movió a la generosidad para ofrendar para toda la obra
que Jehovah había mandado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una
ofrenda voluntaria a Jehovah.
ARTESANOS A
CARGO DEL TABERNÁCULO
30 Entonces Moisés dijo a los hijos de
Israel:
—Mirad, Jehovah
ha llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá,
31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría,
entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, 32 para
hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce, 33
en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar
toda clase de labor artística. 34 Él ha puesto en su corazón la
capacidad para enseñar, tanto él como Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de
Dan. 35 Los ha llenado con sabiduría de corazón para realizar toda
obra de artesano, diseñador y bordador de material azul, púrpura, carmesí y
lino, y de tejedor; para que realicen toda labor y hagan diseños artísticos.
REFLEXIÓN
…todos los
hombres y mujeres cuyo corazón les movió a la generosidad para ofrendar para
toda la obra que Jehovah había mandado… (Exo. 35:29)
Así deben ser las
ofrendas para la obra de Dios. Se entiende que él mismo mueve los corazones de
las personas, luego cada quien ofrenda generosamente para mantener la obra que
es de Dios mismo. Entonces tanto los que sostienen como los que obran, deben
estar bajo las órdenes de Dios, porque es lo que él manda y no lo que nos
parece.
ORACIÓN
Señor ayúdame a entender tu obra, para poderla cumplir de acuerdo
a tu mandato y no bajo mis deseos. Amén.