lunes, 5 de enero de 2015

LECTURA 5 DE ENERO

DÍA 5

5 DE ENERO (GÉNESIS 13:1-16:16)

CAPÍTULO 13

ABRAM Y LOT SE SEPARAN

1 Abram subió de Egipto hacia el Néguev, él con su mujer y con todo lo que tenía; y Lot iba con él. 2 Abram era muy rico en ganado, en plata y en oro. 3 Volvió a sus viajes desde el Néguev hacia Betel, hasta el lugar donde su tienda había estado al comienzo, entre Betel y Hai, 4 el lugar del altar que había hecho allí anteriormente. Y Abram invocó allí el nombre de Jehovah.

5 También Lot, que iba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. 6 Pero la tierra no bastaba para que habitasen juntos. Sus posesiones eran muchas, y no podían habitar juntos. 7 Entonces surgió una contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot. En aquel entonces los cananeos y los ferezeos habitaban en la tierra.

8 Entonces Abram dijo a Lot: "Por favor, no haya contiendas entre tú y yo, ni entre mis pastores y tus pastores, porque somos parientes. 9 ¿No está delante de ti toda la tierra? Por favor, sepárate de mí. Si tú vas a la izquierda, yo iré a la derecha; y si tú vas a la derecha, yo iré a la izquierda."

10 Lot alzó los ojos y vio toda la llanura del Jordán, la cual era toda tierra de regadío, como un jardín de Jehovah, como la tierra de Egipto, como la entrada de Zoar, antes de que Jehovah destruyera Sodoma y Gomorra. 11 Lot eligió para sí toda la llanura del Jordán, y partió Lot hacia el oriente. Así se separaron el uno del otro.

12 Abram habitó en la tierra de Canaán, y Lot habitó en las ciudades de la llanura y fue instalando sus tiendas hasta Sodoma. 13 Los hombres de Sodoma eran malos y muy pecadores contra Jehovah.

DIOS PROMETE A ABRAM DARLE CANAÁN

14 Jehovah dijo a Abram, después que Lot se había separado de él: "Alza tus ojos y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte, el sur, el este y el oeste. 15 Porque toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia, para siempre. 16 Yo haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia podrá ser contada. 17 Levántate, anda a lo largo y a lo ancho de la tierra, porque a ti te la daré."

18 Entonces Abram trasladó su tienda, se fue y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y allí edificó un altar a Jehovah.

CAPÍTULO 14

ABRAM RESCATA A LOT

1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, de Arioc rey de Elasar, de Quedarlaomer rey de Elam, y de Tidal rey de Goím, 2 que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, Birsa rey de Gomorra, Sinab rey de Adma, Semeber rey de Zeboím, y el rey de Bela, la cual es Zoar. 3 Todos éstos se reunieron en el valle de Sidim, es decir, el mar Salado. 4 Doce años habían servido a Quedarlaomer, pero en el año 13 se rebelaron. 5 En el año 14 vinieron Quedarlaomer y los reyes que estaban con él, y derrotaron a los refaítas en Astarot-carnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, 6 y a los horeos en el monte Seír, hasta El-parán, que está junto al desierto. 7 Luego regresaron, llegaron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el campo de los amalequitas y de los amorreos que habitaban en Hazezón-tamar.

8 Entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboím y el rey de Bela, la cual es Zoar, y dispusieron la batalla contra ellos en el valle de Sidim; 9 a saber, contra Quedarlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goím, Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elasar: cuatro reyes contra cinco.

10 El valle de Sidim estaba lleno de pozos de brea. Y al huir los reyes de Sodoma y de Gomorra, cayeron en ellos, mientras que los demás huyeron a las montañas. 11 Los enemigos tomaron todos los bienes de Sodoma y de Gomorra, y todos sus alimentos, y se fueron. 12 También llevaron consigo a Lot, el hijo del hermano de Abram, junto con sus posesiones (porque Lot habitaba en Sodoma), y se fueron. 13 Pero uno de los que escaparon fue y lo contó a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, quienes eran aliados de Abram.

14 Cuando Abram oyó que su sobrino había sido tomado cautivo, reclutó a sus 318 criados nacidos en su casa, y los persiguió hasta Dan. 15 Los atacó de noche, él con sus siervos, los derrotó y los persiguió hasta Hoba, que está al norte de Damasco. 16 Así recobró todos los bienes y también recobró a su sobrino Lot, sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.

ENCUENTRO DE ABRAM Y MELQUISEDEC

17 Cuando Abram volvía de derrotar a Quedarlaomer y a los reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el valle de Savé, que es el valle del Rey. 18 También Melquisedec, rey de Salem, quien era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino 19 y le bendijo diciendo: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra. 20 Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos."

Y Abram le dio a él el diezmo de todo.

TRATO DE ABRAM CON EL REY DE SODOMA

21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram:

—Dame las personas, y toma para ti los bienes.

22 Abram respondió al rey de Sodoma:

—He hecho votos a Jehovah, el Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23 que no tomaré ni un hilo, ni la correa de un calzado, nada de todo lo que es tuyo, para que no digas después: "Yo enriquecí a Abram." 24 Yo no tomaré nada, excepto lo que han comido los jóvenes y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos sí tomarán su parte.

CAPÍTULO 15

PACTO DE JEHOVAH CON ABRAM

1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehovah a Abram en visión, diciendo:

—No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande.

2 Abram respondió:

—Oh Señor Jehovah, ¿qué me has de dar? Pues continúo sin hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer, de Damasco. 3 -Añadió Abram-: A mí no me has dado descendencia, y he aquí me heredará un criado nacido en mi casa.

4 Y he aquí que la palabra de Jehovah vino a él diciendo:

—No será éste el que te herede, sino que alguien que salga de tus entrañas será el que te herede.

5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:

—Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso las puedes contar. -Y añadió-: Así será tu descendencia.

6 El creyó a Jehovah, y le fue contado por justicia. 7 Entonces le dijo:

—Yo soy Jehovah, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra como posesión.

8 El respondió:

—Oh Señor Jehovah, ¿cómo sabré que yo la he de poseer?

9 Le respondió:

—Tráeme una vaquilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.

10 Él tomó todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad una frente a otra. Pero no partió las aves. 11 Entonces descendieron unos buitres sobre los cuerpos muertos, y Abram los ahuyentaba. 12 Pero cuando el sol estaba por ponerse, cayó sobre Abram un sueño profundo, y he aquí que se apoderó de él el terror de una gran oscuridad. 13 Entonces Dios dijo a Abram:

—Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no será suya, y los esclavizarán y los oprimirán 400 años. 14 Pero yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después de esto saldrán con grandes riquezas. 15 Pero tú irás a tus padres en paz y serás sepultado en buena vejez. 16 En la cuarta generación volverán acá, pues hasta ahora no ha llegado al colmo la maldad de los amorreos.

17 Y sucedió una vez que el sol se puso y hubo oscuridad que he aquí, apareció un horno humeante, y una antorcha ardiendo pasó por en medio de los animales divididos. 

18 Aquel día Jehovah hizo un pacto con Abram diciendo:

—A tus descendientes daré esta tierra, desde el arroyo de Egipto hasta el gran río, el río Eufrates; 19 la tierra de los queneos, quenezeos, cadmoneos, 20 heteos, ferezeos, refaítas, 21 amorreos, cananeos, gergeseos y jebuseos.

CAPÍTULO 16

PROBLEMAS DE AGAR Y DE ISMAEL

1 Sarai, mujer de Abram, no le daba hijos; pero ella tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar. 2 Entonces Sarai dijo a Abram:

—He aquí que Jehovah me ha impedido concebir. Unete, por favor, a mi sierva; quizás yo tenga hijos por medio de ella.

Abram hizo caso de las palabras de Sarai. 3 Y Sarai su mujer tomó a Agar, su sierva egipcia, después de haber vivido diez años en la tierra de Canaán, y se la dio por mujer a Abram su marido. 4 Abram se unió a Agar, y ella concibió. Pero al ver que había concebido, empezó a mirar con desprecio a su señora. 5 Entonces Sarai dijo a Abram:

—Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu seno; y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio. Jehovah juzgue entre tú y yo.

6 Abram respondió a Sarai:

—He aquí, tu sierva está en tus manos. Haz con ella como te parezca bien.

Como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. 7 Pero el ángel de Jehovah la encontró en el desierto junto a un manantial de agua (el manantial que está en el camino de Shur), 8 y le dijo:

—Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?

Ella respondió:

—Huyo de la presencia de Sarai, mi señora.

9 El ángel de Jehovah le dijo:

—Vuelve a tu señora y sométete a su autoridad. 10 -Le dijo también el ángel de Jehovah-: Multiplicaré tanto tus descendientes, que no podrán ser contados a causa de su gran número. 11 -Le dijo además el ángel de Jehovah-: He aquí que has concebido y darás a luz un hijo. Y llamarás su nombre Ismael, porque Jehovah ha escuchado tu aflicción. 12 El será como un asno montés, un hombre cuya mano estará contra todos, y las manos de todos estarán contra él. Y habitará frente a todos sus hermanos.

13 Ella invocó el nombre de Jehovah, que hablaba con ella, y dijo:

—Tú eres un Dios que me ve. 

Pues pensó: "¿Acaso no he visto aquí al que me ve?" 14 Por eso llamó al pozo Beer-lajai-roí. He aquí que está entre Cades y Bered.

15 Agar dio a luz un hijo a Abram, y Abram llamó el nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael. 16 Abram tenía 86 años cuando Agar le dio a luz a Ismael.

REFLEXIÓN

Abraham desespera porque no ve cumplida la promesa que Dios le había dado de hacerlo una gran nación, pero Dios vuelve a renovar su pacto con él y su promesa de darle descendencia. Tomas algunas acciones el mismo, para ayudar a cumplir la promesa de que viene de Dios. Se adelanta a los acontecimientos, creyendo que con eso hará realidad la palabra de Dios

Así podemos ser nosotros muchas veces al no ver cumplidas las promesas que Dios nos hace, desesperamos o perdemos la confianza en Dios. Si son realmente promesas hechas por Dios a nosotros, debemos confiar y esperar el momento preciso en que se pueda cumplir esa promesa. Puede que tarde un poco, quizás el mismo Dios nos este probando en nuestra paciencia, Pero lo que Dios tiene destinado para nosotros se cumplirá en el momento que Dios lo considere necesario.

ORACIÓN

Mi Dios deme fortaleza para esperar el momento oportuno, y no adelantarme a los acontecimiento, para no entorpecer tus planes. Ayúdame a ser paciente y aprender a esperar en ti y así poder disfrutar a plenitud lo que has preparado para mi.

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