DÍA 30
30 DE ENERO (ÉXODO 31:1-33:23)
30 DE ENERO (ÉXODO 31:1-33:23)
CAPÍTULO 31
ARTESANOS A
CARGO DEL TABERNÁCULO
1 Jehovah habló a Moisés diciendo: 2
"Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la
tribu de Judá, 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, con
sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, 4
para hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce; 5
en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar
toda clase de labor.
6 "He aquí, yo he escogido con él a
Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. También he puesto sabiduría en el
corazón de toda persona sabia de corazón, para que realicen todo lo que te he
mandado: 7 el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio y el
propiciatorio que está sobre ella. También todos los utensilios del
tabernáculo: 8 la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro y
todos sus utensilios, el altar del incienso, 9 el altar del
holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, 10 las
vestiduras de material tejido, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón,
las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes, 11 el
aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario. Lo harán
conforme a todo lo que te he mandado."
EL SÁBADO COMO
SEÑAL DEL PACTO
12 Jehovah habló además a Moisés diciendo: 13
"Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: ’Ciertamente guardaréis
mis sábados, porque esto es una señal entre yo y vosotros a través de vuestras
generaciones, para que sepáis que yo soy Jehovah, el que os santifico. 14
Guardaréis el sábado, porque es sagrado para vosotros; el que lo profane morirá
irremisiblemente. Cualquiera que haga algún trabajo en él será excluido de en
medio de su pueblo. 15 Seis días se trabajará, pero el séptimo día
será sábado de reposo consagrado a Jehovah. Cualquiera que haga algún trabajo
en el día del sábado morirá irremisiblemente.’
16 "Los hijos de Israel guardarán el
sábado, celebrándolo como pacto perpetuo a través de sus generaciones. 17
Será señal para siempre entre yo y los hijos de Israel. Porque en seis días
Jehovah hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó."
18 Y cuando acabó de hablar con él en el
monte Sinaí, dio a Moisés dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas
con el dedo de Dios.
CAPÍTULO 32
EL PUEBLO
ADORA UN BECERRO DE ORO
1 Al ver el pueblo que Moisés tardaba en
descender del monte, ellos se congregaron ante Aarón y le dijeron:
—Levántate, haz
para nosotros dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el
hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
2 Aarón les respondió:
—Quitad los
aretes de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y
de vuestras hijas, y traédmelos.
3 Entonces todos los del pueblo se quitaron
los aretes de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón. 4
El los recibió de sus manos e hizo un becerro de fundición, modelado a buril.
Entonces dijeron:
—¡Israel, éste es
tu dios que te sacó de la tierra de Egipto!
5 Al ver esto, Aarón edificó un altar
delante del becerro y pregonó diciendo:
—¡Mañana habrá
fiesta para Jehovah!
6 Al día siguiente madrugaron, ofrecieron
holocaustos y trajeron sacrificios de paz. Luego el pueblo se sentó a comer y a
beber, y se levantó para divertirse.
MOISÉS
INTERCEDE POR SU PUEBLO
7 Entonces Jehovah dijo a Moisés:
—Anda, desciende,
porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8
Se han apartado rápidamente del camino que yo les mandé. Se han hecho un
becerro de fundición, lo han adorado, le han ofrecido sacrificios y han dicho:
"¡Israel, éste es tu dios que te sacó de la tierra de Egipto!" 9
-Le dijo, además, a Moisés-: Yo he visto a este pueblo, y he aquí que es un
pueblo de dura cerviz. 10 Ahora pues, deja que se encienda mi furor
contra ellos y los consuma, pero yo haré de ti una gran nación.
11 Entonces Moisés imploró el favor de
Jehovah su Dios, diciendo:
—Oh Jehovah, ¿por
qué se ha de encender tu furor contra tu pueblo que sacaste de la tierra de
Egipto con gran fuerza y con mano poderosa? 12 ¿Por qué han de
hablar los egipcios diciendo: "Los sacó por maldad, para matarlos sobre
los montes y para exterminarlos sobre la faz de la tierra"? Desiste del
ardor de tu ira y cambia de parecer en cuanto a hacer mal a tu pueblo. 13
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos, a quienes juraste por
ti mismo y les dijiste: "Yo multiplicaré vuestra descendencia como las
estrellas del cielo, y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de la cual
he hablado. Y ellos la tomarán como posesión para siempre."
14 Entonces Jehovah cambió de parecer en
cuanto al mal que dijo que haría a su pueblo.
LA IRA DE
MOISÉS CONTRA LOS IDÓLATRAS
15 Entonces Moisés se volvió y descendió del
monte trayendo en sus manos las dos tablas del testimonio, tablas escritas por
ambos lados; por uno y otro lado estaban escritas. 16 Las tablas
eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios, grabada sobre las
tablas.
17 Al oír Josué el estruendo del pueblo que
gritaba, dijo a Moisés:
—¡Estruendo de
batalla hay en el campamento!
18 Pero Moisés respondió:
—No es estruendo de
victoria ni estruendo de derrota. Yo escucho estruendo de cantares. 19
Aconteció que cuando llegó al campamento y vio el becerro y las danzas, la ira
de Moisés se encendió, y arrojó las tablas de sus manos y las rompió al pie del
monte. 20 Y tomó el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego.
Luego lo molió hasta reducirlo a polvo, lo esparció sobre el agua, y lo hizo
beber a los hijos de Israel. 21 Y Moisés dijo a Aarón:
—¿Qué te ha hecho
este pueblo, para que hayas traído sobre él un pecado tan grande?
22 Y Aarón respondió:
—No se encienda
la ira de mi señor. Tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal. 23
Ellos me dijeron: "Haz para nosotros dioses que vayan delante de nosotros;
porque a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos
qué le haya acontecido." 24 Y yo les respondí: "Los que
tengan oro, que se lo quiten." Ellos me lo dieron, y lo arrojé al fuego; y
salió este becerro.
LOS LEVITAS
EJECUTAN LA IRA DE DIOS
25 Al ver que el pueblo se había
desenfrenado, pues Aarón les había permitido el desenfreno, de modo que
llegaron a ser una vergüenza entre sus enemigos, Moisés 26 se puso
de pie a la entrada del campamento y dijo:
—¡Quien esté de
parte de Jehovah únase conmigo!
Y se unieron con
él todos los hijos de Leví. 27 Y él les dijo:
—Así ha dicho
Jehovah, el Dios de Israel: "¡Cíñase cada uno su espada, y pasad y volved,
de entrada a entrada del campamento! ¡Matad cada uno a su hermano, a su amigo y
a su pariente!"
28 Entonces los hijos de Leví hicieron conforme
al dicho de Moisés, y aquel día cayeron del pueblo como 3.000 hombres. 29
Entonces Moisés dijo:
—Hoy os habéis
investido a vosotros mismos para Jehovah, cada uno a costa de su hijo o de su
hermano, para que él os dé hoy bendición.
JEHOVAH SE APARTA
DEL CAMPAMENTO
30 Al día siguiente Moisés dijo al pueblo:
—Vosotros habéis
cometido un gran pecado. Pero yo subiré ahora hacia Jehovah; quizás yo pueda
hacer expiación por vuestro pecado.
31 Moisés regresó a Jehovah y le dijo:
—¡Ay! Este pueblo
ha cometido un gran pecado al haberse hecho dioses de oro. 32 Pero
ahora perdona su pecado; y si no, por favor, bórrame de tu libro que has
escrito.
33 Jehovah respondió a Moisés:
—¡Al que ha
pecado contra mí, a ése lo borraré de mi libro! 34 Vuelve, pues;
conduce a este pueblo al lugar que te he dicho; he aquí que mi ángel irá
delante de ti. Pero en el día del castigo yo les castigaré por su pecado.
35 Y Jehovah hirió al pueblo con una plaga
por lo que habían hecho con el becerro que Aarón formó.
CAPÍTULO 33
1 Después Jehovah dijo a Moisés:
—Vé, sube de
aquí, tú con el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra acerca
de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: "A tus
descendientes la daré." 2 Yo enviaré un ángel delante de
vosotros y arrojaré a los cananeos, amorreos, heteos, ferezeos, heveos y
jebuseos. 3 Sube a la tierra que fluye leche y miel, pero yo no
subiré en medio de ti, no sea que te consuma en el camino, porque eres un
pueblo de dura cerviz.
4 Al oír el pueblo esta mala noticia, ellos
hicieron duelo. Ninguno se atavió con sus joyas. 5 Entonces Jehovah
dijo a Moisés:
—Di a los hijos
de Israel: "Vosotros sois un pueblo de dura cerviz; si yo estuviese un
solo instante en medio de vosotros, os consumiría. Ahora pues, quitaos vuestras
joyas, y yo sabré qué he de hacer con vosotros."
6 Y los hijos de Israel se desprendieron de
sus joyas a partir del monte Horeb.
LA TIENDA
FUERA DEL CAMPAMENTO
7 Entonces Moisés tomó una tienda y la
levantó fuera del campamento, a considerable distancia. A esta tienda la llamó:
tienda de reunión. Y sucedía que todo el que buscaba a Jehovah, iba a la tienda
de reunión que estaba fuera del campamento.
8 Cuando Moisés se dirigía a la tienda de
reunión, todo el pueblo se levantaba y se ponía de pie junto a la entrada de su
propia tienda. Miraban a Moisés hasta que él entraba en la tienda. 9
Cuando Moisés entraba en la tienda, la columna de nube descendía y se detenía a
la entrada de la tienda; y Dios hablaba con Moisés. 10 Al ver la
columna de nube, que se detenía a la entrada de la tienda, todo el pueblo se
levantaba y se postraba, cada uno a la entrada de su propia tienda.
11 Entonces Jehovah hablaba a Moisés cara a
cara, como habla un hombre con su amigo. Después regresaba Moisés al
campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su ayudante, no se apartaba de la
tienda.
JEHOVAH REVELA
SU GLORIA A MOISÉS
12 Moisés dijo a Jehovah:
—Mira, tú me
dices a mí: "Saca a este pueblo." Pero tú no me has dado a conocer a
quién has de enviar conmigo. Sin embargo, dices: "Yo te he conocido por tu
nombre y también has hallado gracia ante mis ojos." 13 Ahora,
si he hallado gracia ante tus ojos, por favor muéstrame tu camino, para que te
conozca y halle gracia ante tus ojos; considera también que esta gente es tu
pueblo.
14 Jehovah le dijo:
—Mi presencia irá
contigo, y te daré descanso.
15 Y él respondió:
—Si tu presencia
no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16 ¿En qué, pues, se
conocerá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu pueblo? ¿No será en que
tú vas con nosotros y en que yo y tu pueblo llegamos a ser diferentes de todos
los pueblos que están sobre la faz de la tierra?
17 Jehovah dijo a Moisés:
—También haré
esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia ante mis ojos y te he
conocido por tu nombre.
18 Entonces Moisés dijo:
—Por favor,
muéstrame tu gloria.
19 Y le respondió:
—Yo haré pasar
toda mi bondad delante de ti y proclamaré delante de ti el nombre de Jehovah.
Tendré misericordia del que tendré misericordia y me compadeceré del que me
compadeceré. 20 -Dijo además-: No podrás ver mi rostro, porque
ningún hombre me verá y quedará vivo. 21 -Jehovah dijo también-: He
aquí hay un lugar junto a mí, y tú te colocarás sobre la peña. 22
Sucederá que cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña y
te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. 23 Después apartaré
mi mano, y verás mis espaldas. Pero mi rostro no será visto.
REFLEXIÓN
¡Quien esté de
parte de Jehovah únase conmigo! (Exo. 32:26)
Esta expresión de
Moisés en este momento, fue crucial para el pueblo de Dios. Dios les había
dicho, que iban a ser todos, un pueblo de sacerdotes. Pero fue en este momento
en que el resto del pueblo, decidió no obedecerle. Sólo la tribu de Leví tomo
la iniciativa, y por eso tuvieron le bendición de ser los servidores de Dios.
El resto del pueblo por la condición de rebeldía en que se encontraban, no
pudieron alcanzar el ofrecimiento de Dios.
ORACIÓN
Mi padre celestial, hazme comprender la bendición y también
la dimensión, de lo que significa ser un pueblo que cumple una función
sacerdotal. Amén.
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