martes, 13 de enero de 2015

LECTURA 13 DE ENERO

DÍA 13

13 DE ENERO (GÉNESIS 33:1-35:29)

CAPÍTULO 33

REENCUENTRO DE JACOB Y ESAÚ

1 Alzando Jacob sus ojos miró, y he aquí que Esaú venía con los 400 hombres. Entonces él repartió sus hijos entre Lea, Raquel y sus dos siervas. 2 Puso a las siervas y a sus hijos delante, después a Lea y a sus hijos, y al final a Raquel y a José. 3 El mismo pasó delante de ellos y se postró en tierra siete veces, hasta que se acercó a su hermano.

4 Esaú corrió a su encuentro, le abrazó, se echó sobre su cuello y le besó. Y lloraron. 5 Alzó sus ojos, vio a las mujeres y a los niños y preguntó:

—¿Quiénes son éstos para ti?

Y él respondió:

—Son los hijos que Dios, en su gracia, ha dado a tu siervo.

6 Entonces se acercaron las siervas y sus hijos, y se postraron. 7 También se acercaron Lea y sus hijos, y se postraron. Finalmente se acercaron José y Raquel, y se postraron.

8 Entonces Esaú le preguntó:

—¿Cuál es el propósito de todos esos grupos que he encontrado?
Y él respondió:

—Hallar gracia ante los ojos de mi señor.

9 Esaú le dijo:

—Yo tengo suficiente, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.
10 Y Jacob respondió:

—No, por favor. Si he hallado gracia ante tus ojos, toma mi presente de mis manos, pues el ver tu cara ha sido como si hubiera visto el rostro de Dios, y me has mostrado tu favor. 11 Acepta, pues, mi presente que te ha sido traído, pues Dios me ha favorecido, porque tengo de todo.

El insistió, y Esaú lo aceptó. 12 Luego éste dijo:

—¡Vamos, partamos! Yo te acompañaré.

13 Jacob le dijo:

—Mi señor sabe que los niños son tiernos y que tengo a mi cuidado ovejas y vacas que están criando. Si se los fatiga, en un día morirá todo el rebaño. 14 Por favor, pase mi señor delante de su siervo. Yo avanzaré como convenga, al paso del ganado que va delante de mí y al paso de los niños, hasta que alcance a mi señor, en Seír.

15 Esaú dijo:

—Permite que deje contigo algunos de los hombres que están conmigo.

Y él dijo:

—¿Para qué esto? Sólo que halle yo gracia ante los ojos de mi señor.

16 Aquel día regresó Esaú por su camino a Seír.

JACOB LLEGA A SIQUEM

17 Entonces Jacob se dirigió a Sucot y edificó allí una casa para sí. Hizo también cabañas para su ganado, por eso llamó el nombre de aquel lugar Sucot.  

18 Al volver de Padan-aram, Jacob llegó en paz a la ciudad de Siquem, en la tierra de Canaán, y acampó frente a la ciudad. 19 Y la parte del campo donde instaló su tienda compró de manos de los hijos de Hamor, el padre de Siquem, por la suma de 100 piezas de dinero. 20 Allí levantó un altar y llamó su nombre El-Elohei-Israel. 

CAPÍTULO 34

SIQUEM VIOLA A DINA

1 Entonces Dina, la hija que Lea había dado a luz a Jacob, salió para ver a las jóvenes del lugar. 2 Y la vio Siquem, el hijo de Hamor el heveo, príncipe de aquella tierra. El la tomó, se acostó con ella y la violó. 3 Pero se sintió ligado a Dina hija de Jacob; se enamoró de la joven y habló al corazón de ella. 4 Y Siquem habló con Hamor su padre, diciendo:

—Tómame a esta joven por mujer.

LOS HERMANOS DE DINA TOMAN VENGANZA

5 Cuando Jacob oyó que Siquem había mancillado a Dina, su hija, sus hijos estaban en el campo con su ganado. Por ello Jacob calló hasta que ellos regresaran. 6 Entonces Hamor, padre de Siquem, fue para hablar con Jacob.

7 Cuando los hijos de Jacob lo supieron, regresaron del campo. Los hombres se indignaron y se enfurecieron mucho, porque él había cometido una vileza en Israel, acostándose con la hija de Jacob, cosa que no se debía haber hecho.

8 Hamor habló con ellos y les dijo:

—Mi hijo Siquem se siente atraído por vuestra hija. Os ruego que se la deis por mujer. 9 Por favor, emparentad con nosotros. Dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras. 10 Habitad con nosotros; la tierra está delante de vosotros. Habitad en ella, negociad y estableceos en ella.
11 También Siquem dijo al padre y a los hermanos de ella:

—Halle yo gracia ante vuestros ojos, y os daré lo que me pidáis. 12 Aumentad a cuenta mía el precio matrimonial y muchos regalos. Yo os daré cuánto me pidáis, pero dadme la joven por mujer.

13 Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su padre Hamor, hablando con engaño, porque Siquem había violado a Dina, la hermana de ellos. 14 Les dijeron:

—No podemos hacer eso de dar nuestra hermana a un hombre incircunciso, porque entre nosotros eso es una abominación. 15 Sólo con esta condición accederemos: que seáis como nosotros, al circuncidarse todos vuestros varones. 16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras. Habitaremos con vosotros y seremos un solo pueblo. 17 Pero si no nos hacéis caso en circuncidaros, tomaremos a nuestra hermana y nos iremos.

18 Sus palabras parecieron bien a Hamor y a su hijo Siquem. 19 No tardó el joven en hacerlo, porque la hija de Jacob le había gustado. Además, él era el más distinguido de toda la casa de su padre. 20 Entonces Hamor y su hijo Siquem fueron a la puerta de la ciudad y hablaron a los hombres de la ciudad, diciendo:

21 -Estos hombres son pacíficos para con nosotros. Que habiten ellos en la tierra y que negocien en ella, pues he aquí la tierra es amplia para ellos también. Nosotros tomaremos sus hijas por mujeres y les daremos nuestras hijas. 22 Pero con esta condición accederán estos hombres para habitar con nosotros, de modo que seamos un solo pueblo: que se circuncide todo varón de entre nosotros, así como ellos son circuncidados. 23 Sus rebaños, sus posesiones y todo su ganado, ¿no serán así nuestros? Sólo accedamos a su condición, y ellos habitarán con nosotros.

24 Todos los que salían por las puertas de la ciudad hicieron caso a Hamor y a su hijo Siquem. Circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por las puertas de la ciudad. 25 Pero sucedió que al tercer día, cuando ellos aún sentían dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, fueron contra la ciudad que estaba desprevenida y mataron a todo varón. 26 También mataron a filo de espada a Hamor y a su hijo Siquem, y tomando a Dina de la casa de Siquem, se fueron. 27 Y los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque habían mancillado a su hermana. 28 Tomaron sus ovejas, sus vacas, sus asnos, lo que había en la ciudad y lo que había en el campo. 29 Llevaron cautivos a todos sus niños y a sus mujeres, y saquearon todos sus bienes y todo lo que había en las casas. 30 Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví:

—Me habéis arruinado, haciendo que yo sea odioso entre los habitantes de esta tierra, entre los cananeos y los ferezeos. Teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí, me herirán y me destruirán a mí y a mi casa.

31 Y ellos respondieron:

—¿Había de tratar él a nuestra hermana como a una prostituta?

CAPÍTULO 35

JACOB REGRESA A BETEL

1 Entonces Dios dijo a Jacob:

—Levántate, sube a Betel y quédate allí. Haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.

2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que le acompañaban:

—Quitad los dioses extraños que hay entre vosotros. Purificaos y cambiad vuestros vestidos. 3 Levantémonos y subamos a Betel; allí haré un altar a Dios, que me respondió en el día de mi angustia y ha estado conmigo en el camino que he andado.

4 Así entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían en su poder, y los aretes de sus orejas, y Jacob los escondió al pie de la encina que había junto a Siquem. 5 Cuando partieron, el terror de Dios se apoderó de los habitantes de las ciudades de sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

6 Jacob y toda la gente que le acompañaba llegaron a Luz, es decir, a Betel, en la tierra de Canaán, 7 y allí edificó un altar. Llamó al lugar El-betel, porque allí se le había revelado Dios cuando huía de su hermano. 

8 Entonces murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de Betel, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut.  

JEHOVAH RATIFICA SU PACTO A JACOB

9 Dios se apareció otra vez a Jacob después de haber regresado de Padan-aram, y le bendijo. 10 Le dijo Dios: "Tu nombre es Jacob, pero no se llamará más tu nombre Jacob. Tu nombre será Israel." Y llamó su nombre Israel. 11 También le dijo Dios: "Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate. De ti procederán una nación y un conjunto de naciones; reyes saldrán de tus lomos. 12 La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, te la daré a ti; a tus descendientes después de ti, les daré la tierra."

13 Dios se apartó de él, del lugar donde había hablado con él. 14 Entonces Jacob erigió una piedra en el lugar donde Dios había hablado con él, una piedra memorial. Sobre ella derramó una libación, y echó sobre ella aceite. 15 Jacob llamó Betel al lugar donde Dios había hablado con él.

RAQUEL MUERE AL NACER BENJAMÍN

16 Partieron de Betel, y faltando aún cierta distancia para llegar a Efrata, Raquel dio a luz tras un parto muy difícil. 17 Y aconteció que como había dificultad en su parto, le dijo la partera:
—No temas, porque también tendrás este hijo.

18 Pero sucedió que al dar el último suspiro (porque murió), llamó el nombre de su hijo Benoní. Pero su padre lo llamó Benjamín. 

19 Así murió Raquel y fue sepultada en el camino de Efrata, es decir, Belén. 20 Jacob puso sobre su sepulcro una piedra memorial. Este es el memorial del sepulcro de Raquel hasta hoy.

RUBÉN Y LA CONCUBINA DE SU PADRE

21 Israel partió e instaló su tienda más allá de Migdal-eder. 22 Y sucedió mientras habitaba Israel en aquella tierra, que Rubén fue y se acostó con Bilha, concubina de su padre. Y lo llegó a saber Israel.

LOS DOCE HIJOS DE ISRAEL 

Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:

23 Los hijos de Lea: Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.

24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín.

25 Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí.

26 Los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser.

Estos fueron los hijos de Jacob que le nacieron en Padan-aram.

MUERTE DE ISAAC

27 Entonces Jacob fue a Isaac su padre, a Mamre, a Quiriat-arba, es decir, Hebrón, donde habían habitado Abraham e Isaac.

28 Fueron 180 los años de Isaac. 29 E Isaac falleció y fue reunido con su pueblo, anciano y lleno de años. Y sus hijos Jacob y Esaú lo sepultaron.

REFLAXIÓN

Levántate, sube a Betel y quédate allí. (Gén. 35:1).

Betel significa casa de Dios. Para ir al lugar donde se encuentra Dios, tenemos que pedirle que nos purifique y cambiar nuestra vieja manera de vivir. No podemos llegar a donde se encuentra Dios, con la misma actitud y costumbres de siempre. 

ORACIÓN

Mi Dios me pongo en tus manos para que cambies mi actitud y las costumbres mías que no te agradan, para que  así pueda yo acercarme a ti. Amén

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