DÍA 12
12 DE ENERO (GÉNESIS 31:1-32:32)
12 DE ENERO (GÉNESIS 31:1-32:32)
CAPÍTULO 31
JACOB PARTE SECRETAMENTE PARA
CANAÁN
1 Jacob escuchó las palabras de los hijos de Labán, que decían:
"Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre; de lo que era de
nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza." 2 Observaba
también Jacob la mirada de Labán, y he aquí que ya no era para con él como
antes. 3 Entonces Jehovah dijo a
Jacob:
—Vuelve a la tierra de tus padres, a tu
parentela, y yo estaré contigo.
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, 5
y les dijo:
—Veo que la mirada de vuestro padre ya no es
para conmigo como era antes. Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Vosotras sabéis
que he trabajado para vuestro padre con todas mis fuerzas, 7 y que
vuestro padre me ha engañado y que ha cambiado mi salario diez veces. Pero Dios
no le ha permitido que me hiciera daño. 8 Si él decía: "Los
pintados serán tu salario", entonces todas las ovejas parían pintados. Y
si decía: "Los listados serán tu salario", entonces todas las ovejas
parían listados. 9 Así Dios quitó el ganado de vuestro padre y me lo
dio a mí. 10 Y sucedió que en el tiempo en que se apareaban las
ovejas, alcé mis ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las hembras
eran listados, pintados y jaspeados. 11 Entonces el ángel de Jehovah
me dijo en sueños: "Jacob." Yo dije: "Heme aquí." 12
Y él dijo: "Por favor, alza tus ojos y mira cómo todos los machos que
cubren a las ovejas son listados, pintados y jaspeados; porque yo he visto todo
lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Betel, donde tú
ungiste la piedra y me hiciste un voto. Levántate, sal de esta tierra y vuelve
a la tierra de tu nacimiento."
14 Raquel y Lea le respondieron diciendo:
—¿Acaso tenemos todavía parte o heredad en la
casa de nuestro padre? 15 ¿No nos considera él ya como extrañas,
puesto que nos vendió y se ha comido del todo nuestro precio? 16
Toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros
hijos. Ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
17 Entonces Jacob se levantó e hizo subir a sus mujeres y a sus hijos
sobre los camellos. 18 Luego condujo todo su ganado y todas las
posesiones que había adquirido, el ganado de su propiedad que había adquirido
en Padan-aram, para ir a su padre Isaac en la tierra de Canaán. 19
Labán se había ido a esquilar sus ovejas, y Raquel hurtó los ídolos de su padre. 20 Además Jacob engañó a
Labán el arameo al no decirle que se iba.
LABÁN PERSIGUE Y ALCANZA A
JACOB
21 Huyó, pues, Jacob con todo lo que tenía. Y levantándose cruzó el Río y
se dirigió a la región montañosa de Galaad. 22 Al tercer día le
informaron a Labán que Jacob había huido. 23 Entonces tomó consigo a
sus parientes y fue tras él en el camino, por siete días, y lo alcanzó en la
región montañosa de Galaad. 24 Pero aquella noche Dios vino en
sueños a Labán el arameo, y le dijo: "Ten cuidado, no sea que hables a
Jacob bruscamente."
25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob, quien había instalado su tienda en el
monte. Y Labán también instaló sus tiendas en el monte Galaad.
JACOB Y LABÁN SE RECONCILIAN
26 Entonces Labán dijo a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¡Me has engañado al traer a mis hijas como cautivas de guerra! 27
¿Por qué has huido a escondidas, engañándome, sin avisarme? Yo te habría
despedido con alegría y cantares, con tamborín y con arpa. 28 Ni
siquiera me has dado la oportunidad de besar a mis hijos y a mis hijas. Ahora
pues, has actuado locamente. 29 Yo tengo poder para haceros mal,
pero el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: "Ten cuidado, no sea
que hables a Jacob bruscamente." 30 Y ya que te ibas
definitivamente porque tenías tanta nostalgia por la casa de tu padre, ¿por qué
me has robado mis dioses?
31 Jacob respondió a Labán y dijo:
—Yo tuve miedo, pensando que quizás me
arrebatarías a tus hijas. 32 La persona en cuyo poder halles tus
dioses, que muera. Reconoce en presencia de nuestros parientes lo que yo tenga
que sea tuyo, y llévatelo.
Jacob no sabía que era Raquel quien los había
robado. 33 Entró, pues, Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de
Lea y en las tiendas de las dos siervas, y no los halló. Saliendo de la tienda
de Lea, fue a la tienda de Raquel. 34 Pero Raquel había tomado los
ídolos, los había puesto en la montura de un camello y se había sentado encima
de ellos. Labán, pues, rebuscó toda la tienda y no los halló. 35
Entonces ella dijo a su padre:
—No se enoje mi señor porque no pueda levantarme
delante de ti, pues estoy con la regla de las mujeres.
Buscó, pues, los ídolos, pero no los encontró.
36 Entonces Jacob se enojó y recriminó a Labán; respondió Jacob y dijo a
Labán:
—¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado
para que me hayas perseguido con tanto ardor? 37 Ya que has
rebuscado todas mis cosas, ¿qué has hallado de todas las cosas de tu casa?
Ponlo aquí delante de mis parientes y de los tuyos, para que ellos juzguen
entre nosotros dos. 38 Estos veinte años que he estado contigo nunca
han abortado tus ovejas ni tus cabras; ni yo comí ningún carnero de tu rebaño. 39
Jamás te traje los restos del animal despedazado; yo pagaba el daño. Lo robado, tanto de día como
de noche, tú lo reclamabas de mi mano. 40 De día me consumía el
calor, y de noche la helada; hasta el sueño huía de mis ojos. 41 Así
he pasado veinte años en tu casa: catorce años trabajé por tus dos hijas y seis
por tu ganado; y tú has cambiado mi salario diez veces. 42 Si el
Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me dejarías ir
ahora sin nada. Pero Dios ha visto mi aflicción y el duro trabajo de mis manos;
por eso te reprendió anoche.
43 Labán respondió y dijo a Jacob:
—Las hijas son mis hijas, los hijos son mis
hijos y las ovejas son mis ovejas. ¡Todo lo que tú ves es mío! ¿Qué puedo hacer
hoy a estas hijas mías o a sus hijos que ellas han dado a luz? 44
Ven, pues, ahora, hagamos un pacto entre tú y yo, y sirva de testimonio entre
tú y yo.
45 Entonces Jacob tomó una piedra y la erigió como memorial. 46
Y Jacob dijo a sus parientes:
—Recoged piedras.
Ellos tomaron piedras e hicieron un montón, y
comieron allí junto al montón. 47 Labán lo llamó Yegar-sahaduta; y
Jacob lo llamó Galed. 48 Y Labán dijo:
—Este montón es hoy testigo entre tú y yo.
Por eso llamó su nombre Galed 49 o
Mizpa, pues dijo:
—Vigile Jehovah entre tú y yo, cuando nos
apartemos el uno del otro. 50 Si tú maltratas a mis hijas, o si
tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie esté con nosotros,
recuerda que Dios es testigo entre tú y yo. 51 -Además, Labán dijo a
Jacob-: He aquí este montón, y he aquí el memorial que he levantado entre tú y
yo. 52 Testigo sea este montón, y testigo sea el memorial, que ni yo pasaré de
este montón hacia ti, ni tú pasarás de este montón y de este memorial hacia mí,
para mal. 53 El Dios de Abraham, Dios de Nacor y Dios de sus padres
juzgue entre nosotros.
Jacob juró por el Temor de Isaac, su padre. 54 Entonces Jacob ofreció
un sacrificio en el monte y llamó a sus parientes a comer. Ellos comieron y
pasaron aquella noche en el monte. 55 Y levantándose muy de mañana,
Labán besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Luego partió Labán y
regresó a su lugar.
CAPÍTULO 32
JACOB TEME EL REENCUENTRO CON
ESAÚ
1 Jacob continuó su camino, y le salieron al encuentro unos ángeles de
Dios. 2 Cuando los vio, Jacob dijo:
—¡Este es un campamento de Dios!
Y llamó el nombre de aquel lugar Majanaim. 3 Después Jacob envió
mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seír, en los campos
de Edom. 4 Y les mandó diciendo:
—Así diréis a mi señor Esaú: "Así dice tu
siervo Jacob: ’He residido con Labán, con quien he permanecido hasta ahora. 5
Tengo vacas, asnos, ovejas, siervos y siervas; y envío a decírselo a mi señor,
para hallar gracia ante sus ojos.’ "
6 Los mensajeros volvieron a Jacob, y dijeron:
—Fuimos a tu hermano Esaú. El también viene a
recibirte acompañado de 400 hombres.
7 Entonces Jacob tuvo mucho temor y se angustió. Luego dividió en dos
campamentos la gente que tenía consigo, así como las ovejas, las vacas y los
camellos, 8 pues dijo: "Si Esaú viene contra un campamento y lo
ataca, el otro campamento podrá escapar." 9 Luego dijo Jacob:
—Dios de mi padre Abraham, Dios de mi padre
Isaac, oh Jehovah, que me dijiste: "Vuelve a tu tierra y a tu parentela, y
yo te prosperaré", 10 yo no soy digno de todas las
misericordias y de toda la fidelidad con que has actuado para con tu siervo.
Con sólo mi cayado pasé este Jordán, y ahora tengo dos campamentos. 11
Líbrame, por favor, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le
temo. No sea que venga y me mate a la madre junto con los hijos. 12
Tú has dicho: "Yo te prosperaré y haré que tu descendencia sea como la
arena del mar, que por ser tan numerosa no se puede contar."
JACOB ENVÍA PRESENTES A ESAÚ
13 Jacob pasó allí aquella noche, y tomó de lo que tenía a mano un
presente para su hermano Esaú: 14 200 cabras y 20 machos cabríos,
200 ovejas y 20 carneros, 15 30 camellas que estaban dando de mamar
y sus crías, 40 vacas y 10 toros, 20 asnas y 10 borriquillos. 16
Entregó cada rebaño a sus siervos por separado, y les dijo:
—Id delante de mí guardando cierta distancia
entre rebaño y rebaño.
17 Mandó al primero diciendo:
—Cuando Esaú mi hermano te encuentre y te
pregunte diciendo: "¿De quién eres tú? ¿Y adónde vas? ¿De quién es eso que
llevas delante de ti?", 18 le dirás: "De tu siervo Jacob;
es un presente que envía a mi señor Esaú. Y he aquí que él también viene detrás
de nosotros."
19 Mandó también al segundo, al tercero, y a todos los que iban detrás de
los rebaños, diciendo:
—Así hablaréis a Esaú cuando lo encontréis. 20
También le diréis: "He aquí que tu siervo Jacob viene detrás de
nosotros."
Pues pensó: "Apaciguaré su ira con el
presente que va delante de mí, para que después pueda yo verle; quizás él me acepte."
21 Jacob hizo pasar el presente delante de sí, y él se quedó a pasar
aquella noche en el campamento. 22 Pero levantándose aquella noche,
tomó a sus dos mujeres, a sus dos siervas y a sus once hijos, y pasó el vado
del Jaboc. 23 Los tomó y los hizo cruzar el río junto con todo lo
que tenía.
JACOB Y EL ÁNGEL EN PENIEL
24 Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta que rayaba el alba.
25 Como vio que no podía con Jacob, le tocó en el encaje de la
cadera, y el encaje de la cadera se le dislocó mientras luchaba con él. 26
Entonces el hombre le dijo:
—¡Déjame ir, porque ya raya el alba!
Y le respondió:
—No te dejaré, si no me bendices.
27 El le dijo:
—¿Cuál es tu nombre?
Y él respondió:
—Jacob.
28 El le dijo:
—No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has contendido con Dios y con los
hombres, y has prevalecido.
29 Entonces Jacob le preguntó diciendo:
—Dime, por favor, ¿cuál es tu nombre?
Y él respondió:
—¿Por qué preguntas por mi nombre?
Y lo bendijo allí.
30 Jacob llamó el nombre de aquel lugar Peniel, diciendo: "Porque vi a Dios cara a cara y
salí con vida." 31 El sol salió cuando él había partido de
Peniel, y cojeaba de su cadera. 32 Por eso los hijos de Israel no
comen hasta el día de hoy el tendón del muslo, que está en el encaje de la
cadera, porque tocó a Jacob en el encaje de la cadera, en el tendón del muslo.
"Porque vi a Dios cara a cara y salí con vida." (Gén. 32:30)
Fue cambiado su nombre, como una señal de que sería cambiado su condición de vida también. Jacob tiene un significado de suplantador, e Israel príncipe de Dios. Al estar en un encuentro personal con Dios, cambió su condición. Siempre los encuentros con Dios, traen cambios para nuestras vidas. Si realmente nos encontramos con Dios, si verdaderamente llegamos a estar delante de su presencia. Entonces nuestra vida sufrirá cambios verdaderos, así como el es real y verdadero.
ORACIÓN
Señor, enséñame a poder tener encuentros verdaderos contigo, a poder estar delante de tu presencia, a reconocer y comprender lo que tengo que cambiar al estar delante de ti. Amén.
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