DÍA 135
15 DE MAYO (2º CRÓNICAS 6:1-8:18)
CAPÍTULO 6
SALOMÓN DEDICA EL TEMPLO
1 Entonces
Salomón dijo: "Jehovah ha dicho que él habita en la densa oscuridad. 2
Y yo te he edificado una casa sublime, una morada donde habites para
siempre."
3 El rey se
volvió y bendijo a toda la congregación de Israel. Y toda la congregación de
Israel estaba de pie. 4 Entonces dijo: "¡Bendito sea Jehovah
Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que con su boca prometió a mi
padre David, diciendo: 5 ’Desde el día en que saqué a mi pueblo de
la tierra de Egipto, no había elegido ninguna ciudad de todas las tribus de
Israel para edificar una casa donde estuviese mi nombre, ni había elegido un
hombre que fuese el soberano sobre mi pueblo Israel. 6 Pero elegí
Jerusalén para que allí estuviera mi nombre, y elegí a David para que estuviese
al frente de mi pueblo Israel.’
7 "Estuvo
en el corazón de mi padre David el anhelo de edificar una casa al nombre de
Jehovah Dios de Israel. 8 Pero Jehovah dijo a mi padre David: ’Por
cuanto ha estado en tu corazón el anhelo de edificar una casa a mi nombre, has
hecho bien al tener esto en tu corazón. 9 Sin embargo, tú no
edificarás la casa, sino tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a mi
nombre.’
10
"Jehovah ha cumplido su promesa que había hecho, y yo me he levantado en
lugar de mi padre David. Me he sentado en el trono de Israel, como Jehovah
había prometido, y he edificado la casa al nombre de Jehovah Dios de Israel. 11
Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto de Jehovah que él hizo con
los hijos de Israel."
SALOMÓN ORA AL DEDICAR EL TEMPLO
12 Entonces
Salomón se puso de pie delante del altar de Jehovah, frente a toda la
congregación de Israel, y extendió sus manos. 13 (Pues Salomón había
mandado hacer una plataforma de bronce de 5 codos de largo, 5 codos de ancho y
3 codos de alto, y la había puesto en medio del atrio. Se puso de pie sobre
ella, e hincando sus rodillas ante toda la congregación de Israel, extendió las
manos al cielo.) 14 Y dijo: "¡Oh Jehovah Dios de Israel, no hay
Dios como tú, ni en el cielo ni en la tierra! Tú guardas el pacto y la
misericordia para con tus siervos que caminan delante de ti con todo su
corazón. 15 Tú has cumplido con tu siervo David, mi padre, lo que le
prometiste. Con tu boca lo prometiste, y con tu mano lo has cumplido, como
sucede en este día. 16 Ahora pues, oh Jehovah Dios de Israel, cumple
con tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste diciendo: ’No te faltará
delante de mí un hombre que se siente en el trono de Israel, con tal que tus
hijos guarden su camino para andar en mi ley, como tú has andado delante de
mí.’ 17 Ahora pues, oh Jehovah Dios de Israel, sea confirmada tu
palabra que hablaste a tu siervo David.
18 "Pero,
¿es verdad que Dios ha de habitar con los hombres sobre la tierra? He aquí, los
cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este
templo que he edificado! 19 Sin embargo, oh Jehovah, Dios mío,
vuélvete hacia la oración y la plegaria de tu siervo, para oír el clamor y la
oración que tu siervo hace delante de ti. 20 Estén abiertos tus ojos
de día y de noche hacia este templo, hacia el lugar del cual has dicho que allí
estaría tu nombre, para escuchar la oración que tu siervo haga hacia este
lugar. 21 Escucha las plegarias de tu siervo y de tu pueblo Israel,
cuando oren hacia este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los
cielos; escucha tú y perdona.
22 "Si
alguna persona peca contra su prójimo, y éste le toma juramento al hacerle
jurar, y él entra bajo juramento ante tu altar en este templo, 23
entonces escucha tú desde los cielos y actúa. Juzga a tus siervos dando la paga
al injusto, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza y justificando al
justo, dándole conforme a su justicia.
24 "Si tu
pueblo Israel es derrotado delante del enemigo por haber pecado contra ti, y
ellos se vuelven y confiesan tu nombre, y oran y suplican ante ti en este
templo, 25 entonces escucha tú desde los cielos, perdona el pecado
de tu pueblo Israel y hazles volver a la tierra que diste a ellos y a sus
padres.
26
"Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia, por haber ellos pecado
contra ti; si oran hacia este lugar, confiesan tu nombre y se vuelven de su
pecado cuando tú los aflijas, 27 entonces escucha tú en los cielos y
perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. Sí, enséñales el buen
camino por el que deben andar y dales lluvia sobre tu tierra, la cual has dado
a tu pueblo por heredad.
28
"Cuando en la tierra haya hambre; cuando haya peste; cuando haya tizón,
añublo, langosta o pulgón, o cuando sus enemigos lo asedien en la tierra de sus
ciudades (cualquiera que sea la plaga o la enfermedad), 29
cualquiera que sea la oración o la plegaria que haga algún hombre o todo tu
pueblo Israel (cada uno reconociendo su plaga y su dolor, y extendiendo sus
manos hacia este templo), 30 entonces escucha tú desde los cielos,
el lugar de tu morada, y perdona. Da a cada uno conforme a todos sus caminos,
pues conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón del hombre); 31
a fin de que te teman para andar en tus caminos todos los días que vivan sobre
la superficie de la tierra que tú has dado a nuestros padres.
32
"Asimismo, cuando el extranjero que no sea de tu pueblo Israel venga de
una tierra lejana a causa de tu gran nombre, de tu poderosa mano y de tu brazo
extendido, y venga a orar hacia este templo, 33 entonces escucha tú
desde los cielos, el lugar de tu morada. Haz conforme a todo aquello por lo
cual el extranjero clame a ti, a fin de que todos los pueblos de la tierra
conozcan tu nombre, te teman como tu pueblo Israel y sepan que este templo que
he edificado es llamado por tu nombre.
34 "Si tu
pueblo sale a la batalla contra sus enemigos por el camino que los envíes, y
ellos oran a ti en dirección a esta ciudad que tú has elegido y a la casa que
he edificado a tu nombre, 35 entonces escucha desde los cielos su
oración y su plegaria, y ampara su causa.
36 "Si
pecan contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojas contra ellos y
los entregas ante el enemigo, y éstos los llevan como cautivos suyos a tierra
lejana o cercana; 37 si ellos vuelven en sí en la tierra a donde
hayan sido llevados cautivos, y se vuelven y te suplican en la tierra de su
cautividad, diciendo: ’Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado
impíamente’; 38 si en la tierra de su cautividad, adonde los hayan
llevado cautivos, ellos se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma,
y oran en dirección a la tierra que diste a sus padres, a la ciudad que has
elegido y al templo que he edificado a tu nombre, 39 entonces
escucha desde los cielos, el lugar de tu morada, su oración y sus plegarias, y
ampara su causa. Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.
40 "Ahora
pues, oh Dios mío, por favor, estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la
oración hecha en este lugar. 41 Y ahora, levántate, oh Jehovah Dios;
ven al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder. Tus sacerdotes, oh Jehovah
Dios, sean revestidos de salvación, y tus fieles regocíjense en el bien. 42
Oh Jehovah Dios, no rechaces a tu ungido. Acuérdate de tu misericordia para con
tu siervo David."
CAPÍTULO 7
1 Cuando
Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió el holocausto y
los sacrificios, y la gloria de Jehovah llenó el templo. 2 Los
sacerdotes no pudieron entrar en la casa de Jehovah, porque la gloria de
Jehovah había llenado la casa de Jehovah. 3 Todos los hijos de
Israel vieron descender el fuego y la gloria de Jehovah sobre el templo, y se
postraron con el rostro en tierra sobre el pavimento. Y adoraron y dieron
gracias a Jehovah diciendo: "Porque él es bueno, porque para siempre es su
misericordia."
FIESTA POR LA DEDICACIÓN DEL TEMPLO
4 Entonces el
rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios delante de Jehovah. 5 El
rey Salomón ofreció en sacrificio 22.000 toros y 120.000 ovejas. Así el rey y
todo el pueblo dedicaron la casa de Dios.
6 Los
sacerdotes estaban de pie en sus puestos de servicio, y los levitas tenían los
instrumentos de música de Jehovah, que el rey David hiciera para dar gracias a
Jehovah, "porque para siempre es su misericordia", cuando David
alababa con ellos. Los sacerdotes tocaban trompetas frente a ellos, y todo
Israel estaba de pie.
7 Entonces
Salomón consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa de
Jehovah, pues allí ofreció los holocaustos y los sebos de los sacrificios de
paz. Porque el altar de bronce que Salomón había hecho no podía contener los
holocaustos, las ofrendas vegetales y los sebos.
8 En aquella
ocasión Salomón y todo Israel con él, una gran congregación desde Lebo-hamat
hasta el arroyo de Egipto, hicieron fiesta durante siete días. 9 Y
al octavo día hicieron una asamblea festiva, porque habían celebrado la
dedicación del altar en siete días; y celebraron la fiesta durante siete días. 10
El día 23 del mes séptimo, envió al pueblo a sus moradas, alegres y con el
corazón gozoso por la bondad que Jehovah había hecho a David, a Salomón y a su
pueblo Israel.
PACTO DE DIOS CON SALOMÓN
11 Salomón
acabó la casa de Jehovah y la casa del rey, y todo lo que Salomón se había
propuesto en su corazón hacer en la casa de Jehovah y en su propia casa resultó
bien. 12 Entonces Jehovah se apareció a Salomón de noche y le dijo:
"Yo he escuchado tu oración y he elegido para mí este lugar como casa para
los sacrificios. 13 Si cierro los cielos de modo que no haya lluvia,
o si mando la langosta para que devore la tierra, o si envío peste a mi pueblo;
14 si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si
oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré
desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
15 "Ahora
mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración hecha en este lugar.
16 Ahora he elegido y he santificado esta casa para que esté allí mi
nombre para siempre. Mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. 17
Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, haciendo
todas las cosas que te he mandado y guardando mis leyes y mis decretos, 18
entonces estableceré el trono de tu reino como prometí a tu padre David,
diciendo: ’No te faltará un hombre que gobierne en Israel.’ 19 Pero
si vosotros os volvéis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto
delante de vosotros, y os vais y servís a otros dioses y los adoráis, 20
entonces os arrancaré de mi suelo que os he dado. Y esta casa que he
santificado a mi nombre, la apartaré de mi presencia, y la convertiré en refrán
y escarnio entre todos los pueblos. 21 En cuanto a esta casa que es
sublime, todo el que pase por ella se asombrará y preguntará: ’¿Por qué ha
hecho así Jehovah a esta tierra y a esta casa?’ 22 Y responderán:
’Porque abandonaron a Jehovah, Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de
Egipto, y se aferraron a adorar y servir a otros dioses. Por eso él ha traído
sobre ellos todo este mal.’ "
CAPÍTULO
8
OTRAS OBRAS DE SALOMÓN
1 Aconteció al
cabo de veinte años, durante los cuales Salomón había edificado la casa de
Jehovah y su propia casa, 2 que Salomón reedificó las ciudades que
le había dado Hiram, y estableció allí a los hijos de Israel.
3 Después
Salomón fue a Hamat de Soba y se apoderó de ella. 4 También
reedificó Tadmor en el desierto, y todas las ciudades almacenes que había
edificado en Hamat.
5 Después
reedificó Bet-jorón Alta y Bet-jorón Baja, ciudades fortificadas con murallas,
puertas y cerrojos; 6 Baalat y todas las ciudades almacenes que
tenía Salomón, todas las ciudades para los carros y las ciudades para los
jinetes; todo lo que Salomón se propuso edificar en Jerusalén, en el Líbano y
en toda la tierra bajo su dominio.
7 A todo el
pueblo que había quedado de los heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos
(que no eran de Israel, 8 sino sus descendientes que habían quedado
después de ellos en la tierra, a quienes los hijos de Israel no destruyeron),
Salomón los sometió a tributo laboral, hasta el día de hoy.
9 Pero a
ninguno de los hijos de Israel sometió a servidumbre para sus obras; porque
ellos eran hombres de guerra, jefes de sus comandantes, jefes de sus carros y
sus jinetes. 10 Estos jefes de los oficiales que tenía el rey
Salomón eran 250, los cuales mandaban sobre aquella gente.
11 Salomón
también trasladó a la hija del faraón de la Ciudad de David a la casa que le
había edificado, porque dijo: "Ninguna mujer mía ha de vivir en la casa de
David, rey de Israel, pues aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de
Jehovah son sagradas."
12 Entonces
Salomón ofreció holocaustos a Jehovah sobre el altar de Jehovah que había
edificado delante del pórtico, 13 para que se ofreciese cada cosa en
su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los sábados, en las lunas nuevas
y en las tres festividades anuales: en la fiesta de los Panes sin Levadura, en
la fiesta de Pentecostés y en la fiesta de los Tabernáculos.
14 También
constituyó los grupos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a lo
establecido por su padre David. Constituyó a los levitas según sus turnos, para
alabar y servir frente a los sacerdotes, haciendo cada cosa en su día. Lo mismo
a los porteros según sus grupos, en cada puerta, porque así lo había mandado
David, hombre de Dios. 15 No se apartaron del mandato del rey con
relación a los sacerdotes y a los levitas en ningún asunto, incluyendo el de
los tesoros. 16 Así fue ejecutada toda la obra de Salomón desde el
día en que fueron puestos los cimientos de la casa de Jehovah, hasta acabarla.
Así quedó terminada la casa de Jehovah.
17 Entonces
Salomón fue a Ezión-geber y a Eilat, a orillas del mar, en la tierra de Edom. 18
E Hiram le envió, por medio de sus servidores, barcos y siervos conocedores del
mar. Estos fueron con los siervos de Salomón a Ofir y tomaron de allí 450
talentos de oro, y los llevaron al rey Salomón.
¿CÓMO HARÉ PERA ESTAR SIEMPRE DELANTE DE DIOS?
REFLEXIÓN
…entonces os arrancaré de mi suelo que os he
dado. Y esta casa que he santificado a mi nombre, la apartaré de mi presencia
(2Cro. 7:20)
Esto fue exactamente lo que pasó con Israel y
con el templo, algo realmente inconcebible por los Israelitas. Jamás llegaron a
pensar que esto podía pasar, que fueran desterrados, que destruyeran Jerusalén
y que desapareciera el tiemplo de Dios. Para los Israelitas eran situaciones
que nunca sucederían, pero por su propio pecado fue ejecutado todo. Dios les había
advertido que lo haría, si no guardaban sus mandamientos. Dios en este
versículo les dice, que esa tierra es de él y ese era su templo. Así que no
debemos pensar que las cosas nos pertenecen, y por tal motivo podemos hacer lo
que nos parezca. Todo nos lo ha dado Dios, para nuestro disfrute, pero debemos
mantener la actitud correcta; si no, entonces seremos desalojados de delante la
presencia de Dios.
ORACIÓN
Mi Señor guárdame de obedecer siempre tus
mandamientos, para permanecer todo el tiempo delante de tu presencia. Amén.
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