domingo, 24 de mayo de 2015

LECTURA 24 DE MAYO

DÍA 144

24 DE MAYO (ESDRAS 2:1-3:13)

CAPÍTULO 2

LOS QUE VOLVIERON CON ZOROBABEL

1 Estos son los hombres de la provincia que regresaron de la cautividad, a quienes Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia. Ellos volvieron a Jerusalén y a Judá,cada uno a su ciudad; 2 vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rejum y Baaná.

Lista de los hombres del pueblo de Israel: 3 Los hijos de Paros eran 2.172. 4 Los hijos de Sefatías, 372. 5 Los hijos de Araj, 775. 6 Los hijos de Pajat-moab, por el lado de los hijos de Jesúa y Joab, 2.812. 7 Los hijos de Elam, 1.254. 8 Los hijos de Zatu, 945. 9 Los hijos de Zacai, 760. 10 Los hijos de Bani, 642. 11 Los hijos de Bebai, 623. 12 Los hijos de Azgad, 1.222. 13 Los hijos de Adonicam, 666. 14 Los hijos de Bigvai, 2.056. 15 Los hijos de Adín, 454. 16 Los hijos de Ater, por el lado de Ezequías, 98. 17 Los hijos de Bezai, 323. 18 Los hijos de Jora, 112. 19 Los hijos de Hasum, 223.

20 Los hijos de Gibar, 95. 21 Los hijos de Belén, 123. 22 Los hombres de Netofa, 56. 23 Los hombres de Anatot, 128. 24 Los hijos de Azmávet, 42. 25 Los hijos de Quiriat-jearim, de Cafira y de Beerot, 743. 26 Los hijos de Ramá y de Geba, 621. 27 Los hombres de Micmas, 122. 28 Los hombres de Betel y de Hai, 223. 29 Los hijos de Nebo, 52. 30 Los hijos de Magbis, 156. 31 Los hijos del otro Elam, 1.254. 32 Los hijos de Harim, 320. 33 Los hijos de Lod, de Hadid y de Ono, 725. 34 Los hijos de Jericó, 345. 35 Los hijos de Senaa, 3.630.

36 Los sacerdotes: Los hijos de Jedaías, de la casa de Jesúa, 973. 37 Los hijos de Imer, 1.052. 38 Los hijos de Pasjur, 1.247. 39 Los hijos de Harim, 1.017.

40 Los levitas: Los hijos de Jesúa y de Cadmiel, por el lado de los hijos de Hodavías, 74. 41 Los cantores, hijos de Asaf, 128. 42 Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita y los hijos de Sobai, 139 en total.

43 Los servidores del templo: Los hijos de Zija, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, 44 los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Padón, 45 los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Acub, 46 los hijos de Hagab, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán, 47 los hijos de Gidel, los hijos de Gajar, los hijos de Reayías, 48 los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49 los hijos de Uza, los hijos de Paséaj, los hijos de Besai, 50 los hijos de Asena, los hijos de Meunim, los hijos de los Nefusim, 51 los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harjur, 52 los hijos de Bazlut, los hijos de Mejida, los hijos de Harsa, 53 los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema, 54 los hijos de Nezíaj, los hijos de Hatifa.

55 Los hijos de los siervos de Salomón: Los hijos de Sotai, los hijos de Soféret, los hijos de Peruda, 56 los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poquéret-hazebaim y los hijos de Ami.

58 Todos los servidores del templo y los hijos de los siervos de Salomón eran 392.

59 Estos son los que regresaron de Tel-mélaj, de Tel-jarsa, de Querub, de Adón y de Imer, los cuales no pudieron demostrar su casa paterna ni su linaje, si eran de Israel: 60 Los hijos de Delaías, los hijos de Tobías y los hijos de Necoda, 652.

61 De los hijos de los sacerdotes: Los hijos de Habaías, los hijos de Cos y los hijos de Barzilai, quien había tomado por mujer a una de las hijas de Barzilai el galadita, y fue llamado según el nombre de ellas. 62 Estos buscaron sus documentos genealógicos, pero no los hallaron; y fueron excluidos del sacerdocio. 63 El gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más sagradas hasta que hubiese sacerdote para usar el Urim y Tumim.

64 Toda la congregación en conjunto era de 42.360, 65 sin contar sus siervos y sus siervas, que eran 7.337. Ellos tenían 200 cantores, hombres y mujeres. 66 Sus caballos eran 736, sus mulos 245, 67 sus camellos 435 y sus asnos 6.720.

OFRENDA PARA LA OBRA

68 Algunos de los jefes de las casas paternas, cuando llegaron a la casa de Jehovah que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios, para levantarla en su mismo sitio. 69 Según sus recursos dieron para el fondo de la obra 61.000 dracmas de oro, 5.000 minas de plata y 100 túnicas sacerdotales.

70 Los sacerdotes, los levitas, algunos del pueblo, los cantores, los porteros y los servidores del templo habitaron en sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades.

CAPÍTULO 3

RESTAURACIÓN DEL ALTAR Y DEL CULTO

1 Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel ya estaban en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén. 2 Entonces se levantó Jesúa hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes y con Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, a fin de ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios.

3 Construyeron el altar sobre su base, aunque tenían miedo de los pueblos de estas tierras. Sobre él ofrecieron holocaustos a Jehovah, los holocaustos tanto de la mañana como de la tarde. 4 Después celebraron la fiesta de los Tabernáculos, como está escrito. Asimismo, ofrecieron diariamente el número de holocaustos de acuerdo a lo establecido, cada cosa en su día. 5 Y después de esto ofrecieron el holocausto continuo, los sacrificios de las lunas nuevas, los de todas las fiestas consagradas a Jehovah, y los de todo aquel que hiciera una ofrenda voluntaria a Jehovah.

6 Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos a Jehovah, aunque aún no se habían colocado los cimientos del templo de Jehovah. 7 Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, así como alimentos, bebida y aceite a los de Sidón y de Tiro, para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la autorización que les había dado Ciro, rey de Persia.

COMIENZO DE LA OBRA DEL TEMPLO

8 En el mes segundo del segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, comenzaron a edificar Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac, con el resto de sus hermanos los sacerdotes y con los levitas y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén. Y pusieron al frente de la obra de la casa de Jehovah a los levitas de 20 años para arriba. 9 También Jesúa y sus hijos y sus hermanos, y Cadmiel y sus hijos, los hijos de Hodavías, se pusieron a supervisar, como un solo hombre, a los que hacían la obra de la casa de Dios. Igualmente los hijos de Henadad y los hijos de éstos, y sus hermanos los levitas.

10 Mientras los constructores del templo de Jehovah colocaban los cimientos, se pusieron de pie los sacerdotes, con sus vestiduras y con trompetas, y los levitas hijos de Asaf portando címbalos, para alabar a Jehovah según las instrucciones de David, rey de Israel. 11 Cantaban alabando y dando gracias a Jehovah. Y decían: "¡Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel!"

Todo el pueblo gritaba con gran júbilo, alabando a Jehovah, porque eran colocados los cimientos de la casa de Jehovah. 12 Pero muchos de los sacerdotes, de los levitas, de los jefes de casas paternas y de los ancianos que habían visto el primer templo lloraban en alta voz cuando ante sus ojos eran puestos los cimientos de este templo, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría. 13 Y por causa del griterío, el pueblo no podía distinguir la voz de los gritos de alegría de la voz del llanto del pueblo; pues el pueblo gritaba con gran júbilo, y el bullicio se oía desde lejos.


PONIÉNDONOS EN MEDIO DE LA VISIÓN DE DIOS


REFLEXIÓN

Pero muchos de los sacerdotes, de los levitas, de los jefes de casas paternas y de los ancianos que habían visto el primer templo lloraban en alta voz cuando ante sus ojos eran puestos los cimientos de este templo (Esd. 3:12)

Ya se habían dado cuenta que este segundo templo ya no iba a tener el esplendor que tuvo el primero, la bendición de Dios no llegaría hasta allá. Dios quería restaurar al pueblo en sí, ellos querían tener todo lo que tuvieron ante. Aunque en ese tiempo no apreciaron lo que Dios les había dado, pero para él era más importante recatar a su pueblo de la opresión en que se encontraba. No fueron rescatadas todas las cosas que poseían, no fue rescatada la monarquía, ni fue rescatada toda la tierra, y muchas de las tribus de Israel se habían extraviado entre los pueblos que fueron llevados cautivos. Solo un pequeño remanente volvió, solo pudieron edificar un templo más pequeño; pero siempre el nombre de Dios quedo en alto y reconocido aun por los incrédulos de otra naciones. Si se cumplió la palabra dicha por Dios a través de sus profetas, todo sucedió como él lo había mandado a decir por boca de sus voceros.

ORACIÓN

Mi Dios que realmente nos importe lo que a ti realmente te importa, rescatar y ayudar a las personas. Amén.





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