DÍA 145
25 DE MAYO (ESDRAS 4:1-7:28)
CAPÍTULO 4
LOS SAMARITANOS OBSTRUYEN LA OBRA
1 Cuando los
enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los que habían venido de la
cautividad edificaban un templo a Jehovah Dios de Israel, 2 se
acercaron a Zorobabel y a los jefes de las casas paternas, y les dijeron:
—Permitidnos edificar con vosotros; porque
como vosotros, buscamos a vuestro Dios, y a él hemos ofrecido sacrificios desde
los días de Esarjadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí.
3 Pero
Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de las casas paternas de Israel les dijeron:
—No nos conviene edificar con vosotros una
casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehovah Dios de
Israel, como nos lo mandó el rey Ciro, rey de Persia.
4 Entonces el
pueblo de la tierra desmoralizaba al pueblo de Judá y lo amedrentaba, para que
no edificara. 5 Contrataron consejeros contra ellos para frustrar su
propósito durante todo el tiempo de Ciro rey de Persia, y hasta el reinado de
Darío rey de Persia. 6 Y en el reinado de Asuero, al comienzo de su
reinado, escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y de
Jerusalén.
ARTAJERJES PARALIZA LA OBRA
7 En los días
de Artajerjes escribieron Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás compañeros a
Artajerjes, rey de Persia. El documento estaba escrito en escritura aramea, y
traducido al arameo. 8 El comandante Rejum y el escriba Simsai
escribieron una carta contra Jerusalén al rey Artajerjes, de esta manera. 9
Entonces escribieron el comandante Rejum, el escriba Simsai y sus demás
compañeros: los jueces, los oficiales, los funcionarios persas, los de Erec, de
Babilonia, de Susa (esto es, los elamitas), 10 y del resto de las
naciones que el grande y glorioso Asnapar llevó cautivos y los hizo habitar en
la ciudad de Samaria y en otras de la región de Más Allá del Río. 11
Esta es la copia de la carta que le enviaron:
Al rey Artajerjes, de tus siervos, la gente de
Más Allá del Río.
Ahora, 12 sepa el rey que los
judíos que han venido de ti a nosotros, han llegado a Jerusalén y están
reedificando la ciudad rebelde y perversa. Están restaurando los muros y
reparando los cimientos.
13 Sepa ahora
el rey que si esa ciudad es reedificada y los muros son restaurados, ellos no
pagarán tributos ni impuestos ni rentas, y el tesoro real será perjudicado. 14
Y puesto que somos mantenidos por el palacio, no nos parece correcto ver la
deshonra del rey. Por eso hemos enviado para hacerlo saber al rey, 15
a fin de que se investigue en el libro de las memorias de tus padres. Hallarás
en el libro de las memorias y sabrás que esa ciudad es una ciudad rebelde y
perjudicial a los reyes y a las provincias, y que desde tiempos antiguos han
surgido en ella sediciones; por lo que esa ciudad fue destruida. 16
Nosotros hacemos saber al rey que si esa ciudad es reedificada y los muros son
restaurados, entonces la región de Más Allá del Río no será tuya.
17 El rey
envió esta respuesta:
Al comandante Rejum, al escriba Simsai y a sus
demás compañeros que habitan en Samaria y en el resto de los lugares de Más
Allá del Río: Paz.
Ahora, 18 el documento que nos
enviasteis fue leído claramente en mi presencia. 19 También he dado
órdenes, y se ha investigado y encontrado que esa ciudad desde tiempos antiguos
se levanta contra los reyes, que en ella se fomenta la rebelión y la sedición, 20
que en Jerusalén hubo reyes fuertes que dominaban toda la región de Más Allá
del Río y que se les pagaban tributos, impuestos y rentas. 21 Ahora
pues, dad órdenes para que cesen esos hombres y que no sea reedificada esa
ciudad, hasta que yo lo ordene.
22 Tened
cuidado de no actuar con negligencia al respecto. ¿Por qué se ha de incrementar
el daño en perjuicio de los reyes?
23 Cuando la
copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante de Rejum, del escriba
Simsai y de sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén, a los judíos, y
con poder y fuerza les hicieron cesar. 24 Entonces cesó la obra de
la casa de Dios que estaba en Jerusalén. Y cesó hasta el segundo año del
reinado de Darío, rey de Persia.
CAPÍTULO
5
SE REANUDA LA OBRA DEL TEMPLO
1 Los profetas
Hageo y Zacarías hijo de Ido profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en
Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel, que estaba sobre ellos. 2
Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac, y
comenzaron a reedificar la casa de Dios en Jerusalén, y con ellos estaban los
profetas de Dios que les apoyaban.
3 En aquel
tiempo vinieron a ellos Tatnai, gobernador de Más Allá del Río, y Setar-boznai,
con sus compañeros, y les dijeron así: "¿Quién os ha dado orden para
reedificar este templo y para restaurar estos muros?" 4 También
les preguntaron: "¿Cuáles son los nombres de los hombres que construyen
este edificio?"
5 Pero el ojo
de su Dios velaba sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar
hasta que el informe llegara ante Darío, y respondieran con un documento al
respecto.
TATNAI CONSULTA A DARÍO SOBRE LA OBRA
6 Copia de la
carta al rey Darío que enviaron Tatnai, gobernador de Más Allá del Río,
Setar-boznai y sus compañeros, los oficiales de Más Allá del Río. 7
Le enviaron un informe que estaba escrito de esta manera:
Al rey Darío: ¡Toda paz!
8 Sepa el rey
que fuimos a la provincia de Judá, a la casa del gran Dios, que está siendo
edificada con bloques de piedra. Las vigas están siendo puestas sobre las
paredes; la obra se hace con diligencia y prospera en sus manos. 9
Entonces preguntamos a los ancianos diciéndoles de esta manera: "¿Quién os
ha dado orden para reedificar este templo y para restaurar estos muros?" 10
También les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribirte los
nombres de los que están al frente de ellos.
11 Nos dieron
respuesta diciendo: "Nosotros somos siervos del Dios de los cielos y de la
tierra, y reedificamos el templo que había sido construido hace muchos años, el
cual fue construido y terminado por un gran rey de Israel. 12 Pero
por cuanto nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él los
entregó en mano de Nabucodonosor el caldeo, rey de Babilonia, quien destruyó
este templo y llevó cautivo al pueblo a Babilonia. 13 No obstante,
en el primer año de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro dio una orden para que esta
casa de Dios fuese reedificada. 14 También los utensilios de oro y
de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que
estaba en Jerusalén y los había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los
sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a un hombre llamado Sesbasar,
a quien había puesto como gobernador. 15 El le dijo: ’Toma estos
utensilios, vé y deposítalos en el templo que está en Jerusalén, y que la casa
de Dios sea reedificada en su lugar.’ 16 Entonces aquel Sesbasar
vino a Jerusalén y reparó los cimientos de la casa de Dios. Desde entonces
hasta ahora se está edificando, pero aún no se ha terminado."
17 Ahora pues,
si al rey le parece bien, investíguese en la casa de los archivos del rey que
está allí en Babilonia, si es verdad que el rey Ciro dio el decreto para
reedificar esta casa de Dios en Jerusalén, y mándenos a decir la decisión del
rey al respecto.
CAPÍTULO
6
DARÍO CONFIRMA EL DECRETO DE CIRO
1 Entonces el
rey Darío dio una orden, y buscaron en la casa de los archivos donde se
depositaban los tesoros, allí en Babilonia. 2 Y en Acmeta, en la
fortaleza que está en la provincia de Media, fue hallado un rollo en el cual
estaba escrito esto:
Memoria: 3 En el primer año del rey
Ciro, el rey Ciro dio un decreto acerca de la casa de Dios que está en
Jerusalén: "Que la casa sea edificada como un lugar en el cual se ofrezcan
sacrificios, y que sean colocados sus cimientos. Será de 60 codos de alto y de
60 codos de ancho. 4 Tendrá tres hileras de bloques de piedra y una
hilera de vigas nuevas, y el gasto será pagado por la casa del rey. 5
También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor
había sacado del templo que estaba en Jerusalén y los había llevado a
Babilonia, serán devueltos e irán a su lugar, en el templo que está en
Jerusalén, y serán depositados en la casa de Dios."
6 Ahora pues,
Tatnai, gobernador de Más Allá del Río, Setar-boznai y vuestros compañeros, los
oficiales que estáis en la región de Más Allá del Río, apartaos de allí. 7
Dejad la obra de esta casa de Dios a cargo del gobernador de los judíos y de
los ancianos de los judíos, para que reedifiquen esta casa de Dios en su lugar.
8 Por mí es dada la orden de lo que habéis de hacer con esos
ancianos de los judíos, para construir esta casa de Dios: Los gastos de
aquellos hombres sean puntualmente pagados de los recursos del rey, de los
tributos de Más Allá del Río, para que no cese la obra. 9 Se les
dará cada día, sin falta, lo que sea necesario: novillos, carneros y corderos
para los holocaustos al Dios de los cielos, trigo, sal, vino y aceite, conforme
a lo que digan los sacerdotes que están en Jerusalén, 10 para que
ofrezcan sacrificios de grato olor al Dios de los cielos y oren por la vida del
rey y de sus hijos.
11 También he
dado órdenes que a cualquiera que altere este decreto le sea arrancada una viga
de su casa, y él sea clavado, empalado en ella, y que por ello su casa sea
convertida en un montón de escombros. 12 Que el Dios que hizo
habitar allí su nombre derribe a todo rey o pueblo que extienda su mano para
alterarlo o destruir esa casa de Dios que está en Jerusalén. Yo, Darío, doy
este decreto. Sea llevado a cabo con diligencia.
CONCLUSIÓN Y DEDICACIÓN DEL TEMPLO
13 Entonces
Tatnai, gobernador de Más Allá del Río, Setar-boznai y sus compañeros actuaron
con diligencia, conforme había mandado el rey Darío. 14 Los ancianos
de los judíos continuaron edificando y progresando de acuerdo con la profecía
del profeta Hageo y la de Zacarías hijo de Ido.
Así edificaron y terminaron por mandato del
Dios de Israel y por mandato de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de
Persia. 15 Y este templo fue terminado el tercer día del mes de Adar
del sexto año del reinado del rey Darío.
16 Los hijos
de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás que habían vuelto del
cautiverio celebraron con regocijo la dedicación de esta casa de Dios. 17
Para la dedicación de esta casa de Dios ofrecieron 100 toros, 200 carneros, 400
corderos; y como sacrificios por el pecado de todo Israel, 12 machos cabríos,
conforme al número de las tribus de Israel.
18 Luego
establecieron a los sacerdotes en sus funciones, y a los levitas en sus
divisiones, para el servicio del Dios que está en Jerusalén, conforme a lo
escrito en el libro de Moisés.
CELEBRACIÓN DE LA PASCUA
19 Los que
habían regresado del cautiverio celebraron la Pascua el 14 del mes primero. 20
Puesto que los sacerdotes y los levitas se habían purificado a una, todos
estaban purificados. Entonces sacrificaron la víctima de la Pascua por todos
los que habían regresado del cautiverio, por sus hermanos los sacerdotes y por
sí mismos.
21 Los hijos
de Israel que habían vuelto del cautiverio y todos los que se habían adherido a
ellos, apartándose de la inmundicia de las naciones de la tierra, para buscar a
Jehovah Dios de Israel, comieron 22 y celebraron con regocijo
durante siete días la fiesta de los Panes sin Levadura, porque Jehovah les
había dado alegría y había predispuesto hacia ellos el corazón del rey de
Asiria, para fortalecer sus manos en la obra de la casa de Dios, el Dios de
Israel.
CAPÍTULO
7
ESDRAS SUBE A JERUSALÉN
1 Pasadas
estas cosas, en el reinado de Artajerjes, rey de Persia, Esdras -hijo de
Seraías, hijo de Azarías, hijo de Hilquías, 2 hijo de Salum, hijo de
Sadoc, hijo de Ajitob, 3 hijo de Amarías, hijo de Azarías, hijo de
Merayot, 4 hijo de Zeraías, hijo de Uzi, hijo de Buqui, 5
hijo de Abisúa, hijo de Fineas, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, el primer
sacerdote-, 6 este Esdras, quien era escriba versado en la ley de
Moisés, que Jehovah Dios había dado, subió de Babilonia. El rey le concedió
todo lo que pidió, pues la mano de Jehovah su Dios estaba con él. 7
En el séptimo año del rey Artajerjes, también subieron a Jerusalén algunos de
los hijos de Israel y algunos de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y
servidores del templo.
8 Llegó a
Jerusalén en el mes quinto del séptimo año del rey. 9 El primer día
del mes primero había iniciado el viaje de retorno de Babilonia, y el primer
día del mes quinto llegó a Jerusalén, pues la bondadosa mano de su Dios estaba
con él. 10 Porque Esdras había preparado su corazón para escudriñar
la ley de Jehovah y para cumplirla, a fin de enseñar a Israel los estatutos y
los decretos.
LAS CREDENCIALES DE ESDRAS
11 Esta es la
copia del documento que el rey Artajerjes dio al sacerdote y escriba Esdras,
escriba versado en los asuntos de los mandamientos de Jehovah y en sus
estatutos para Israel:
12 Artajerjes,
rey de reyes, al sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios de los cielos:
Completa paz.
Ahora, 13 he dado órdenes que
cualquiera que en mi reino pertenezca al pueblo de Israel, a sus sacerdotes y a
sus levitas, y que quiera ir contigo a Jerusalén, que vaya. 14
Porque eres enviado de parte del rey y de sus siete consejeros para
inspeccionar Judá y Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios, que está en tus
manos, 15 y para llevar la plata y el oro que el rey y sus
consejeros presentan como ofrenda voluntaria al Dios de Israel, cuya morada
está en Jerusalén. 16 Y asimismo, llevarás toda la plata y el oro
que consigas en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias
del pueblo y de los sacerdotes que voluntariamente ofrezcan para la casa de su
Dios que está en Jerusalén.
17 Por
consiguiente, con este dinero comprarás con diligencia toros, carneros,
corderos, con sus ofrendas vegetales y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el
altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalén. 18 Con el
resto de la plata y del oro, haced lo que tú y tus hermanos creáis conveniente
hacer, conforme a la voluntad de vuestro Dios. 19 También los
utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los
restituirás ante Dios en Jerusalén. 20 Y lo demás que se requiera
para la casa de tu Dios, y que te corresponda dar, dalo de la casa de los
tesoros del rey.
21 Yo, el rey
Artajerjes, he dado órdenes a todos los tesoreros que están en la región de Más
Allá del Río que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del
Dios de los cielos, se le conceda de inmediato: 22 hasta 100
talentos de plata, 100 coros de trigo, 100 batos de vino, 100 batos de aceite,
y sal sin medida.
23 Todo lo que
ha sido ordenado por el Dios de los cielos sea hecho diligentemente para la
casa del Dios de los cielos; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el
reino del rey y de sus hijos? 24 Además, os hacemos saber que nadie
está autorizado a imponerles tributo, ni impuesto ni renta a ninguno de los
sacerdotes, levitas, cantores, porteros o servidores del templo, ni a otros
siervos de esta casa de Dios.
25 Y tú,
Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de parte de tu Dios, designa
magistrados y jueces que administren justicia a todo el pueblo que está en la
región de Más Allá del Río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios. Y a
los que no las conocen, se las enseñaréis. 26 Cualquiera que no
cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey sea diligentemente sentenciado a
muerte, o a destierro, o a confiscación de propiedades, o a prisión.
27 ¡Bendito
sea Jehovah Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey,
para honrar la casa de Jehovah que está en Jerusalén! 28 Pues él
inclinó hacia mí su favor delante del rey, de sus consejeros y de todos los
poderosos gobernadores del rey. Así me fortalecí, pues la mano de Jehovah mi
Dios estaba conmigo, y reuní a los principales de Israel para que partieran
conmigo.
RECONOCIENDO LO QUE DIOS HACE
REFLEXIÓN
Bendito sea Jehovah Dios de nuestros padres,
que puso tal cosa en el corazón del rey (Ed. 7:27)
Así es la situación cuando Dios ordena algo,
nada ni nadie se le puede oponer. Un decreto directo desde los cielos, nadie se
le puede oponer. Nos guste o no nos guste lo que viene de Dios, de todas
maneras se cumplirá. También interviene quién Dio haya designado, aunque no
comprenda mucho lo que está haciendo. Todo se mueve de acuerdo al decreto de
Dios, aunque estén de por medio impíos que no conocen verdaderamente a Dios. Solo
lo que importa es lo que salió de la boca de Dios, así que a tener cuidado con
oponernos a los decretos de Dios. Esto quiere decir que tenemos que estar
plenamente conectados, tanto con Dios como con sus preceptos.
ORACIÓN
Mi Señor que pueda cada día entender dónde está
tu mano trabajando. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes dejar tu comentario acerca del tema que se esta tratando en el momento o responder a algún otro comentario que alguien haya dejado, pero no se permitirán comentarios obscenos, discriminatorios ni despreciativos en esta página.