DÍA 108
18 DE ABRIL (1º
REYES 8:1-9:28)
CAPÍTULO 8
SALOMÓN TRASLADA EL ARCA AL
TEMPLO
1 Entonces Salomón congregó en Jerusalén a los ancianos de Israel, a
todos los jefes de las tribus y a los jefes de las casas paternas de los hijos
de Israel ante el rey Salomón, para hacer subir el arca del pacto de Jehovah
desde la Ciudad de David, que es Sion. 2 Y se congregaron ante el
rey Salomón todos los hombres de Israel en la fiesta en
el mes de Etanim, que es el mes séptimo. 3 Fueron todos los ancianos de Israel, y los
sacerdotes tomaron el arca. 4 Luego subieron el arca de Jehovah, el
tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el
tabernáculo; los sacerdotes y los levitas los subieron. 5 El rey
Salomón y con él toda la congregación de Israel, que se había reunido junto a él,
estaban delante del arca, sacrificando tantas ovejas y vacas que por su gran
cantidad no se podían contar ni numerar.
6 Entonces los sacerdotes introdujeron el arca del pacto de Jehovah en su
lugar, en el santuario interior del templo, en el lugar santísimo, debajo de
las alas de los querubines. 7 Porque los querubines extendían las
alas sobre el lugar del arca, de modo que los querubines cubrían el arca y sus
varas por encima. 8 Las varas eran tan largas que los extremos de
las varas se podían ver desde el lugar santo, que estaba delante del santuario
interior; pero no se podían ver desde afuera. Y allí han quedado hasta el día
de hoy. 9 Ninguna cosa había en el arca, excepto las dos tablas de
piedra que Moisés había colocado allí en Horeb, donde
Jehovah hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de
Egipto.
10 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube
llenó la casa de Jehovah. 11 Y los sacerdotes no pudieron continuar
sirviendo por causa de la nube, porque la gloria de Jehovah había llenado la
casa de Jehovah.
SALOMÓN DEDICA EL TEMPLO
12 Entonces Salomón dijo: "Jehovah ha dicho que él habita en la densa
oscuridad. 13 Ciertamente te he edificado una casa sublime, una
morada donde habites para siempre."
14 El rey se volvió y bendijo a toda la
congregación de Israel. Y toda la congregación de Israel estaba de pie. 15 Entonces dijo: "¡Bendito
sea Jehovah Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que con su boca
prometió a mi padre David, diciendo: 16 ’Desde el día en que saqué a
mi pueblo Israel de Egipto, no había elegido ninguna ciudad de todas las tribus
de Israel para edificar una casa donde estuviese mi nombre. Pero elegí a David
para que estuviese al frente de mi pueblo Israel.’
17 "Estuvo en el corazón de mi padre David el anhelo de edificar una
casa al nombre de Jehovah Dios de Israel. 18 Pero Jehovah dijo a mi
padre David: ’Por cuanto ha estado en tu corazón el anhelo de edificar una casa
a mi nombre, has hecho bien en tener esto en tu corazón. 19 Sin
embargo, tú no edificarás la casa, sino tu hijo que te nacerá, él
edificará la casa a mi nombre.’
20 "Jehovah ha cumplido su promesa que había hecho, y yo me he
levantado en lugar de mi padre David. Me he sentado en el trono de Israel, como
Jehovah había prometido, y he edificado la casa al nombre de Jehovah Dios de
Israel. 21 Y he dispuesto allí un lugar para el arca, en la cual
está el pacto de Jehovah que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la
tierra de Egipto."
SALOMÓN ORA AL DEDICAR EL
TEMPLO
22 Entonces Salomón se puso de pie delante del altar de Jehovah, frente a
toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo. 23 Y
dijo: "¡Oh Jehovah Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los
cielos ni abajo en la tierra! Tú guardas el pacto y la misericordia para con
tus siervos que caminan delante de ti con todo su corazón. 24 Tú has
cumplido con tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste. Con tu boca lo
prometiste, y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día. 25
Ahora pues, oh Jehovah Dios de Israel, cumple con tu siervo David, mi padre, lo
que le prometiste diciendo: ’No te faltará delante de mí un hombre que se
siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para
andar delante de mí, como tú has andado delante de mí.’ 26 Ahora
pues, oh Dios de Israel, sea confirmada tu palabra que hablaste a tu siervo
David, mi padre.
27 "Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar sobre la tierra? He aquí,
los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este
templo que he edificado! 28 Sin embargo, oh Jehovah, Dios mío,
vuélvete hacia la oración y la plegaria de tu siervo, para oír el clamor y la
oración que tu siervo hace hoy delante de ti. 29 Estén abiertos tus
ojos de noche y de día hacia este templo, hacia el lugar del cual has dicho:
’Allí estará mi nombre’, para escuchar la oración que
tu siervo haga hacia este lugar. 30 Escucha la plegaria de tu siervo y de tu pueblo Israel, cuando oren
hacia este lugar. Escucha tú en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha
tú y perdona.
31 "Si alguna persona peca contra su prójimo, y éste le toma
juramento al hacerle jurar, y él entra bajo juramento ante tu altar en este
templo, 32 entonces escucha tú en los cielos y actúa. Juzga a tus
siervos condenando al injusto, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza y
justificando al justo, dándole conforme a su justicia.
33 "Cuando tu pueblo Israel sea derrotado delante del enemigo por
haber pecado contra ti, y ellos se vuelvan a ti y confiesen tu nombre, y oren y
te supliquen en este templo, 34 entonces escucha tú en los cielos,
perdona el pecado de tu pueblo Israel y hazles volver a la tierra que diste a
sus padres.
35 "Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia, por haber
ellos pecado contra ti; si oran hacia este lugar, confiesan tu nombre y se
vuelven de su pecado cuando los aflijas, 36 entonces escucha tú en los
cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. Sí, enséñales
el buen camino por el que deben andar y dales lluvia sobre tu tierra, la cual
has dado a tu pueblo por heredad.
37 "Cuando en la tierra haya hambre; cuando haya peste; cuando haya
tizón, añublo, langosta o pulgón, o cuando su enemigo lo asedie en la tierra de sus ciudades (cualquiera que sea la plaga o
la enfermedad), 38 cualquiera que sea la oración o la plegaria que haga algún hombre o
todo tu pueblo Israel (cada uno reconociendo la plaga de su corazón y
extendiendo sus manos hacia este templo), 39 entonces escucha tú en
los cielos, el lugar de tu morada, perdona y actúa. Da a cada uno conforme a
todos sus caminos, pues conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de
todo hombre); 40 a fin de que te teman todos los días que vivan sobre la superficie de
la tierra que tú has dado a nuestros padres.
41 "Asimismo, cuando el extranjero que no sea de tu pueblo Israel
venga de una tierra lejana a causa de tu nombre 42 (porque oirán de
tu gran nombre, de tu poderosa mano y de tu brazo extendido), y venga a orar a
este templo, 43 entonces escucha tú en los cielos, el lugar de tu
morada. Haz conforme a todo aquello por lo cual el extranjero clame a ti, a fin
de que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, te teman como tu
pueblo Israel y sepan que este templo que he edificado es llamado por tu
nombre.
44 "Si tu pueblo sale a la batalla contra su enemigo por el camino
que los envíes, y ellos oran a Jehovah en dirección a la ciudad que tú has
elegido y a la casa que he edificado a tu nombre, 45 entonces
escucha en los cielos su oración y su plegaria, y ampara su causa.
46 "Si pecan contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojas
contra ellos y los entregas ante el enemigo, y éstos los llevan como cautivos
suyos a la tierra del enemigo, lejana o cercana; 47 si ellos vuelven
en sí en la tierra a donde hayan sido llevados
cautivos, y se vuelven y te suplican en la tierra de los que los llevaron
cautivos, diciendo: ’Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado
impíamente’; 48 si en la tierra de sus enemigos, a donde los hayan
llevado cautivos, ellos se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma,
y oran a ti en dirección a la tierra que diste a sus padres, a la ciudad que
has elegido y al templo que he edificado a tu nombre, 49 entonces
escucha en los cielos, el lugar de tu morada, su oración y su plegaria, y
ampara su causa. 50 Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, y
todas las transgresiones que han cometido contra ti, y hazles objeto de
misericordia ante los que los han llevado cautivos, para que tengan
misericordia de ellos. 51 Porque ellos son tu pueblo y tu heredad
que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.
52 "Estén abiertos tus ojos a la plegaria de tu siervo y a la
plegaria de tu pueblo Israel, para escucharles en todo aquello que te
invoquen. 53 Porque tú, oh Señor Jehovah, los has separado para ti como tu heredad
de entre todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por medio de tu siervo
Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto."
54 Y sucedió que cuando Salomón terminó de hacer toda esta oración y
plegaria a Jehovah, se levantó de estar de rodillas delante del altar de
Jehovah, con sus manos extendidas al cielo. 55 Entonces se puso de
pie y bendijo en alta voz a toda la congregación de Israel, diciendo: 56
"¡Bendito sea Jehovah, que ha dado descanso a su pueblo Israel, conforme a
todo lo que él había prometido! No ha fallado ninguna palabra de todas sus
buenas promesas que expresó por medio de su siervo Moisés. 57
Jehovah nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; no nos
desampare ni nos deje. 58 Incline él nuestro corazón hacia sí, para
que andemos en todos sus caminos y guardemos sus mandamientos, sus leyes y sus
decretos, que mandó a nuestros padres. 59 Que estas palabras mías,
con que he suplicado delante de Jehovah, estén cerca de Jehovah nuestro Dios,
de día y de noche, para que él ampare la causa de
su siervo y la de su pueblo Israel, según la necesidad de cada día; 60 a fin de que todos los
pueblos de la tierra sepan que Jehovah es Dios y que no hay otro. 61
Sea, pues, íntegro vuestro corazón para con Jehovah nuestro Dios, a fin de
andar en sus leyes y guardar sus mandamientos, como en este día."
FIESTA POR LA DEDICACIÓN DEL
TEMPLO
62 Entonces el rey y todo Israel con él ofrecieron sacrificios delante de
Jehovah. 63 Salomón ofreció a Jehovah, como sacrificios de paz,
22.000 toros y 120.000 ovejas. Así el rey y todos los hijos
de Israel dedicaron la casa de Jehovah.
64 Aquel mismo día el rey consagró la parte central del atrio que estaba
delante de la casa de Jehovah, pues allí ofreció los holocaustos, las ofrendas
vegetales y el sebo de los sacrificios de paz. Porque el altar de bronce que
estaba delante de Jehovah era demasiado pequeño para contener los holocaustos,
las ofrendas vegetales y el sebo de los sacrificios de paz.
65 En aquella ocasión Salomón y todo Israel con él, una gran congregación
desde Lebo-hamat hasta el arroyo de Egipto, hicieron
fiesta delante de Jehovah nuestro Dios durante siete días, y otros siete días
más, es decir, durante catorce días. 66 Al octavo día despidió al
pueblo. Ellos bendijeron al rey y se fueron a sus moradas, alegres y con el
corazón gozoso por toda la bondad que Jehovah había hecho a su siervo David y a
su pueblo Israel.
CAPÍTULO 9
PACTO DE DIOS CON SALOMÓN
1 Sucedió que cuando Salomón había acabado de construir la casa de
Jehovah, la casa del rey y todo lo que había deseado hacer, 2
Jehovah se apareció a Salomón por segunda vez, como se le había aparecido en
Gabaón. 3 Y Jehovah le dijo: "He escuchado tu oración y tu
plegaria que has hecho en mi presencia. He santificado esta casa que has
edificado para que yo ponga allí mi nombre para siempre. Mis ojos y mi corazón
estarán allí todos los días. 4 Y en cuanto a ti, si andas delante de
mí como anduvo tu padre David, con integridad de corazón y con rectitud,
haciendo todas las cosas que te he mandado y guardando mis leyes y mis
decretos, 5 entonces estableceré para siempre el trono de tu reino
sobre Israel, como prometí a tu padre David, diciendo: ’No te faltará un hombre
sobre el trono de Israel.’ 6 Pero si obstinadamente vosotros y
vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis mandamientos y mis estatutos
que he puesto delante de vosotros, y os vais y servís a otros dioses y los
adoráis, 7 entonces eliminaré a Israel del suelo que les he dado. Y
la casa que he santificado a mi nombre, la apartaré de mi presencia. Entonces
Israel servirá de refrán y escarnio entre todos los pueblos. 8 En
cuanto a esta casa, que es sublime, todo el que pase por ella se asombrará y
silbará. Ellos preguntarán: ’¿Por qué ha hecho así Jehovah a esta tierra y a
esta casa?’ 9 Y responderán: ’Porque abandonaron a Jehovah su Dios
que sacó a sus padres de la tierra de Egipto, y se aferraron a adorar y servir
a otros dioses. Por eso Jehovah ha traído sobre ellos todo este mal.’ "
SALOMÓN REMUNERA A HIRAM
10 Aconteció al cabo de veinte años, durante los cuales Salomón había
edificado las dos casas (la casa de Jehovah y la casa del rey, 11
para las cuales Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón madera de
cedro y de ciprés y oro, conforme a todo su deseo), que el rey Salomón dio a
Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea. 12 Pero cuando Hiram
salió de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, no le agradaron.
13 Y comentó: "¿Qué ciudades son éstas que me has dado, hermano
mío?" Y se las llama Tierra de Cabul, hasta
el día de hoy. 14 Hiram había enviado al rey 120 talentos de
oro.
OTRAS OBRAS DE SALOMÓN
15 Esta es la razón de la leva que el rey Salomón realizó: edificar la
casa de Jehovah, su propia casa, el Milo, la muralla de Jerusalén, Hazor,
Meguido y Gezer. 16 (El faraón, rey de Egipto, había subido y tomado
Gezer, y la había incendiado; había dado muerte a los cananeos que habitaban en
la ciudad y la había dado como dote matrimonial a su hija, la mujer de Salomón.
17 Y Salomón reedificó Gezer.) También reedificó Bet-jorón Baja, 18
Baalat, Tadmor en el desierto del país; 19 y todas las ciudades
almacenes que tenía Salomón, las ciudades para los carros y las ciudades para
los jinetes; todo lo que Salomón se propuso
edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra bajo su dominio.
20 A todo el pueblo que había quedado de los amorreos, heteos, ferezeos,
heveos y jebuseos (que no eran de los hijos de Israel, 21 sino sus
descendientes que habían quedado después de ellos en la tierra, a quienes los
hijos de Israel no pudieron exterminar), Salomón los sometió a tributo laboral,
hasta el día de hoy. 22 Pero a ninguno de los hijos de Israel
sometió a servidumbre; porque ellos eran hombres de guerra, sus servidores, sus
oficiales, sus comandantes, los jefes de sus carros y sus jinetes. 23
Estos jefes de los oficiales que Salomón tenía sobre la obra eran 550, los
cuales mandaban sobre la gente que hacía la obra.
24 También la hija del faraón subió de la Ciudad de David a su casa que
Salomón le había edificado. Luego él edificó el Milo.
25 Tres veces al año Salomón ofrecía holocaustos y sacrificios de paz
sobre el altar que había edificado a Jehovah, y quemaba incienso delante
de Jehovah, cuando había terminado el templo.
26 El rey Salomón también construyó una flota en Ezión-geber, que está
junto a Eilat, a orillas del mar Rojo, en la tierra de Edom. 27
Hiram envió en la flota a sus siervos, marineros y conocedores del mar, junto
con los siervos de Salomón. 28 Estos fueron a Ofir y tomaron de allí
420 talentos de oro, y los llevaron al rey Salomón.
ADORANDO VERDADERAMENTE A DIOS EN NUESTROS CORAZONES
REFLEXIÓN
Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar sobre la
tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener.
¡Cuánto menos este templo que he edificado! (1Rey. 8:27)
Es cierto esta verdad que proclamó Salomón, Dios
no habita en templos hechos por hombres. Pero al parecer el sede un poco,
porque somos dados a tener algo palpable en que o que adorar. Así que al parecer
en esas circunstancia no se sabe que es peor, si el remedio o la enfermedad. Me
explico. Queremos un buen templo para adorar a Dios, para rendirle tributo.
Dios nos concede la gracia, y además nos bendice. Luego dice: acepto el hecho
de que se me adore en tan lugar, pero tengo que bendecirlo y consagrarlo exclusivo
para mí. Entonces es cuando empiezan nuestros problemas, porque todo lo que se
haga en ese lugar tiene su exclusividad. Pero además para mantener las
expectativas del pueblo, a veces hacemos cosas en el templo que no están de
acuerdo con la santidad de Dios. Y es ahí donde se la ponemos difícil a Dios,
en el sentido de decidir si sigue recibiendo ese tipo de tributo o alejare
completamente de nosotros. Que dilema, tanto para Dios como para nosotros
mismos.
ORACIÓN
Mi Señor como haremos para no pecar contra ti, y
nos abandones en nuestro lugares de reunión. Enséñanos a adorarte en espíritu y
verdad. Amén.
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