jueves, 9 de abril de 2015

LECTURA 9 DE ABRIL

DÍA 99

9 DE ABRIL (2º SAMUEL 8:1-11:27)

CAPÍTULO 8

VICTORIAS MILITARES DE DAVID

1 Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos y los sometió. Entonces David tomó Meteg-haamá de mano de los filisteos.

2 También derrotó a los moabitas y los midió con cordel. Los hizo tenderse en el suelo y midió dos cordeles para que murieran y un cordel entero para que vivieran. Los moabitas fueron hechos siervos de David y le llevaban tributo.

3 También derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba, cuando éste iba a establecer su dominio hasta el río Eufrates. 4 David le capturó 1.700 jinetes y 20.000 hombres de infantería. Y desjarretó David todos los caballos de los carros, pero dejó de ellos los de 100 carros. 5 Los sirios de Damasco fueron para ayudar a Hadad-ezer, rey de Soba; y David hirió a 22.000 hombres de los sirios. 6 Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo.

Y Jehovah daba la victoria a David por dondequiera que iba.

7 David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadad-ezer y los trajo a Jerusalén. 8 Asimismo, el rey David tomó gran cantidad de bronce de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer.

9 Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, 10 Toi envió a su hijo Joram al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber combatido contra Hadad-ezer y por haberlo derrotado, porque Toi estaba en guerra con Hadad-ezer. Joram llevó consigo objetos de plata, de oro y de bronce, 11 que el rey David también consagró a Jehovah, junto con la plata y el oro que había consagrado de todas las naciones que había conquistado: 12 de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos, de Amalec y del botín de Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba.

13 David adquirió renombre cuando regresó de derrotar a 18.000 hombres de Edom en el Valle de la Sal. 14 El instaló puestos militares en Edom; por toda Edom instaló puestos militares, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David.

Y Jehovah daba la victoria a David por dondequiera que iba.

OFICIALES DE DAVID

15 David reinaba sobre todo Israel, y practicaba David el derecho y la justicia con todo su pueblo. 16 Joab, hijo de Sarvia, estaba al mando del ejército. Josafat hijo de Ajilud era el cronista. 17 Sadoc hijo de Ajitob y Ajimelec hijo de Abiatar eran los sacerdotes. Seraías era el escriba. 18 Benaías hijo de Joyada estaba al mando de los quereteos y de los peleteos. Y los hijos de David eran sacerdotes.

CAPÍTULO 9

DAVID MUESTRA BONDAD A MEFIBOSET

1 Entonces David preguntó:

—¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, a quien yo muestre bondad por amor a Jonatán?

2 Había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, al cual llamaron a la presencia de David. Y el rey le preguntó:

—¿Eres tú Siba?

El respondió:

—Tu siervo soy.

3 El rey le preguntó:

—¿No queda nadie de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios?
Siba respondió al rey:

—Aún queda un hijo de Jonatán, lisiado de ambos pies.

4 Entonces le preguntó el rey:

—¿Dónde está?

Siba respondió al rey:

—He aquí que está en la casa de Maquir hijo de Amiel, en Lo-debar.

5 El rey David envió a traerlo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lo-debar. 6 Entonces Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro se postró. David le dijo:

—¿Mefiboset?

Y él respondió:

—He aquí tu siervo.

7 David le dijo:

—No tengas temor, porque ciertamente yo te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán. Te devolveré todas las tierras de tu padre Saúl, y tú comerás siempre a mi mesa.

8 El se postró y preguntó:

—¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

9 Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo:

—Yo he dado al hijo de tu señor todo lo que pertenecía a Saúl y a toda su casa. 10 Labrarás para él la tierra, tú, tus hijos y tus siervos, y almacenarás los productos para que el hijo de tu señor tenga provisiones. Pero Mefiboset, el hijo de tu señor, comerá siempre a mi mesa.

Siba tenía quince hijos y veinte siervos. 11 Y Siba respondió al rey:

—Tu siervo hará conforme a todo lo que mande mi señor el rey a su siervo.

Y Mefiboset comía a la mesa de David como uno de los hijos del rey.

12 Mefiboset tenía un hijo pequeño que se llamaba Micaías. Todos los que habitaban en la casa de Siba eran siervos de Mefiboset. 13 Pero Mefiboset habitaba en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey. El era cojo de ambos pies.

CAPÍTULO 10

EL REY DE AMÓN AFRENTA A DAVID

1 Después de esto aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y su hijo Hanún reinó en su lugar. 2 Entonces David pensó: "Mostraré bondad a Hanún hijo de Najas, como su padre mostró bondad conmigo."

David envió a sus servidores para darle el pésame por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron a la tierra de los hijos de Amón, 3 los jefes de los hijos de Amón dijeron a Hanún, su señor: "¿Te parece que David está honrando a tu padre, porque te ha enviado personas que te den el pésame? ¿No te habrá enviado David a sus servidores para reconocer y espiar la ciudad a fin de destruirla?"

4 Entonces Hanún tomó a los servidores de David, les rapó la mitad de su barba, cortó sus vestidos por la mitad, hasta sus nalgas, y los despidió.

5 Le informaron a David, y él envió a encontrarles, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. El rey mandó que les dijeran: "Permaneced en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volved."

DERROTA DE LA COALICIÓN SIROAMONITA

6 Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón enviaron a tomar a sueldo a los sirios de Bet-rejob y a los sirios de Soba, 20.000 hombres de infantería; del rey de Maaca, 1.000 hombres; y de Istob, 12.000 hombres. 7 Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes.

8 Los hijos de Amón salieron y dispusieron la batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los sirios de Soba, de Rejob, de Istob y de Maaca estaban aparte, en el campo.

9 Al ver Joab que el frente de batalla estaba delante y detrás de él, eligió a algunos de entre todos los escogidos de Israel y dispuso sus escuadrones para enfrentar a los sirios. 10 Puso al resto de la gente bajo el mando de su hermano Abisai, quien dispuso sus escuadrones para enfrentar a los hijos de Amón. 11 Y Joab dijo: "Si los sirios son más fuertes que yo, tú me darás auxilio; pero si los hijos de Amón son más fuertes que tú, yo iré a auxiliarte. 12 Esfuérzate, y luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios; y que Jehovah haga lo que le parezca bien."

13 Entonces se acercó Joab, con la gente que estaba con él, para combatir contra los sirios; pero éstos huyeron ante él. 14 Al ver que los sirios habían huido, los hijos de Amón también huyeron ante Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab dejó de atacar a los hijos de Amón y volvió a Jerusalén.

15 Los sirios, al verse derrotados por Israel, se volvieron a reunir. 16 Hadad-ezer envió a traer a los sirios que estaban al otro lado del Río. Estos llegaron a Helam teniendo al frente de ellos a Sobac, jefe del ejército de Hadad-ezer.

17 Cuando se le informó a David, éste reunió a todo Israel; y cruzando el Jordán, llegó a Helam. Los sirios dispusieron sus escuadrones para enfrentarse con David, y combatieron contra él. 18 Pero los sirios huyeron ante Israel, y David mató de los sirios a 700 hombres de los carros y a 40.000 jinetes. También hirió a Sobac, jefe del ejército sirio, quien murió allí mismo.

19 Al ver todos los reyes vasallos de Hadad-ezer que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los sirios tuvieron miedo de volver a socorrer a los hijos de Amón.

CAPÍTULO 11

CRIMEN DE DAVID CONTRA URÍAS EL HETEO

1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo en que los reyes suelen salir a la guerra, que David envió a Joab junto con sus servidores y con todo Israel. Ellos destruyeron a los hijos de Amón y pusieron sitio a Rabá. Pero David se había quedado en Jerusalén.

2 Y sucedió que al atardecer David se levantó de su cama y se paseaba por la azotea del palacio, cuando vio desde la azotea a una mujer que se estaba bañando. Y la mujer era muy bella. 3 David mandó preguntar por la mujer, y alguien le dijo:

—¿No es ésta Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías el heteo?

4 David envió mensajeros y la tomó. Cuando ella vino a él, él se acostó con ella, que estaba purificándose de su impureza. Entonces ella regresó a su casa.

5 La mujer concibió y mandó que lo hicieran saber a David, diciendo: "Yo estoy encinta." 6 Entonces David mandó a decir a Joab: "Envíame a Urías el heteo." Y Joab envió a Urías a David. 7 Cuando Urías vino a él, David le preguntó cómo estaban Joab y el pueblo, y cómo iba la guerra. 8 Después David dijo a Urías:

—Desciende a tu casa y lava tus pies.

Cuando Urías salió del palacio, fue enviado tras él un obsequio de parte del rey.

9 Pero Urías durmió a la puerta del palacio junto con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. 10 E informaron de esto a David diciendo: "Urías no descendió a su casa." Entonces David preguntó a Urías:

—¿No has llegado de viaje? ¿Por qué no descendiste a tu casa?

11 Urías respondió a David:

—El arca, Israel y Judá están en cabañas, y mi señor Joab y los servidores de mi señor están acampados al aire libre. ¿Y había yo de entrar en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡Por tu vida y por la vida de tu alma, que no haré semejante cosa!

12 David dijo a Urías:

—Quédate hoy también aquí, y mañana te dejaré ir.

Entonces Urías se quedó en Jerusalén aquel día y el día siguiente. 13 David le invitó, y Urías comió y bebió con él; y le emborrachó. Pero al anochecer él salió a dormir en su cama con los siervos de su señor, y no descendió a su casa.

14 Y sucedió que por la mañana David escribió una carta a Joab, y la envió por medio de Urías. 15 Y en la carta escribió lo siguiente: "Poned a Urías en el frente más peligroso de la batalla; luego retiraos de él, para que sea herido y muera."

16 Y aconteció que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. 17 Los hombres de la ciudad salieron y combatieron contra Joab, y murieron algunos del ejército de los servidores de David. Y murió también Urías el heteo.

18 Joab mandó a informar a David de todos los detalles de la batalla. 19 E instruyó al mensajero diciendo:

—Cuando acabes de exponer al rey todos los detalles de la batalla, 20 si sucede que se enciende la ira del rey, y te dice: "¿Por qué os acercasteis a la ciudad para combatir? ¿No sabíais que ellos tirarían desde arriba del muro? 21 ¿Quién mató a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No fue una mujer quien arrojó sobre él desde arriba del muro una piedra de molino, y él murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis al muro?" Entonces le dirás: "También tu servidor Urías el heteo ha muerto."

22 Fue el mensajero, y al llegar contó a David todas las cosas que le había mandado Joab. 23 Dijo el mensajero a David:

—Los hombres prevalecieron contra nosotros, y salieron al campo contra nosotros; pero les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta de la ciudad. 24 Entonces los arqueros tiraron contra tus servidores desde arriba del muro y murieron algunos de los servidores del rey. También tu servidor Urías el heteo ha muerto.

25 Entonces David dijo al mensajero:

—Así dirás a Joab: "Que esto no parezca malo a tus ojos, pues la espada devora unas veces a uno y otras veces a otro. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destrúyela." Y tú aliéntalo.

26 Al oír la mujer de Urías que su marido, Urías, había muerto, hizo duelo por su marido. 27 Pasado el luto, David envió a traerla a su palacio. Ella vino a ser su mujer y le dio a luz un hijo.

Pero esto que David había hecho pareció malo a los ojos de Jehovah.


AGRADANDO A DIOS EN TODO MOMENTO


REFLEXIÓN

Pero esto que David había hecho pareció malo a los ojos de Jehovah (2Sam. 11:13)

Nuevamente nos encontramos en la mima situación que Dios había advertido al pueblo, desde cuando Moisés estaba con ellos y no habían tomado posesión de la tierra prometida. Que esto iba a acontecer, el rey haría lo que le parecería bueno antes sus ojos. Por eso le dijo Dios a Samuel que a quien estaban despreciando era a él mismo, ya que el rey en cierta ocasión creería que por tener autoridad podría hacer lo que quisiera. Esta es la situación que vemos aquí, Dios venía bendiciendo a David en su reinado en todo lo que hacía, hasta que comete un acto que va en contra de Dios mismo. Pero como era el rey creía que podía enmendar la situación por sí solo, y la decisión que toma fue peor que el acto que el cometió. Nadie está exento de pecar cuando quiere, o que Dios le pase por alto sus faltas. Por más autoridad que le haya sido delegada por Dios mismo, o por el cargo o puesto que tenga.

ORACIÓN

Señor que en mi vida pueda agradarte en todo, dame fuerzas para resistir la tentación, Amén.




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