martes, 21 de abril de 2015

LECTURA 21 DE ABRIL

DÍA 111

21 DE ABRIL (1º REYES 15:1-17:24)

CAPÍTULO 15

ABÍAS, REY DE JUDÁ

1 En el año 18 del rey Jeroboam hijo de Nabat, comenzó a reinar Abías sobre Judá, 2 y reinó 3 años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maaca hija de Absalón.

3 El anduvo en todos los pecados que había cometido su padre antes de él. Su corazón no fue íntegro con Jehovah su Dios, como el corazón de su padre David. 4 No obstante, por amor a David, Jehovah su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a un hijo suyo después de él y manteniendo en pie a Jerusalén. 5 Porque David había hecho lo recto ante los ojos de Jehovah y no se había apartado en todos los días de su vida de nada de lo que le había mandado, excepto en el asunto de Urías el heteo. 6 Hubo guerra entre Abías y Jeroboam todos los días de su vida.
7 Los demás hechos de Abías y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Había guerra entre Abías y Jeroboam. 8 Abías reposó con sus padres, y lo sepultaron en la Ciudad de David. Y su hijo Asa reinó en su lugar.

ASA, REY DE JUDÁ

9 En el año 20 de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá; 10 y reinó 41 años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maaca hija de Absalón.

11 Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, como su padre David. 12 Barrió del país a los varones consagrados a la prostitución ritual y quitó todos los ídolos que habían hecho sus padres.
13 También depuso a su madre Maaca de ser reina madre, porque ella había hecho una monstruosa imagen de Asera. Asa destruyó la monstruosa imagen y la quemó junto al arroyo de Quedrón. 14 Aunque no quitó los lugares altos, sin embargo, el corazón de Asa fue íntegro para con Jehovah, todos sus días. 15 El introdujo en la casa de Jehovah lo que había consagrado su padre, y lo que él mismo había consagrado: plata, oro y utensilios.

16 Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos. 17 Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y estaba reedificando Ramá para no dejar que ninguno tuviera acceso a Asa, rey de Judá. 18 Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que habían quedado en los tesoros de la casa de Jehovah y en los tesoros de la casa del rey, y los entregó en mano de sus servidores. Luego el rey Asa los envió a Ben-hadad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, que habitaba en Damasco, diciendo: 19 "Haya alianza entre tú y yo, como la había entre mi padre y tu padre. He aquí, yo te envío un obsequio de plata y oro; vé y anula tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí."

20 Ben-hadad consintió con el rey Asa. Envió contra las ciudades de Israel a los jefes de sus ejércitos, y atacó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca y toda la región del mar Quinéret, con toda la tierra de Neftalí.

21 Sucedió que cuando Baasa oyó esto, dejó de reedificar Ramá y habitó en Tirsa. 22 Entonces el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a nadie, y se llevaron las piedras y la madera de Ramá, con que Baasa edificaba. Y con ellas el rey Asa reedificó Geba de Benjamín y Mizpa.

23 Todos los demás hechos de Asa, todo su poderío, todas las cosas que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Sólo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies. 24 Asa reposó con sus padres y fue sepultado con ellos en la Ciudad de David, su padre. Y su hijo Josafat reinó en su lugar.

NADAB, REY DE ISRAEL

25 Nadab hijo de Jeroboam comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años.

26 El hizo lo malo ante los ojos de Jehovah, andando en el camino de su padre y en sus pecados con los que hizo pecar a Israel.

27 Baasa hijo de Ajías, de la tribu de Isacar, conspiró contra él. Baasa lo derrotó en Gibetón, que pertenecía a los filisteos, pues Nadab y todo Israel tenían sitiada Gibetón. 28 Baasa lo mató en el tercer año de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.

29 Sucedió que cuando Baasa llegó a ser rey, mató a todos los de la casa de Jeroboam; no dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que Jehovah había hablado por medio de su siervo Ajías de Silo, 30 a causa de los pecados de Jeroboam, quien pecó e hizo pecar a Israel, y por la provocación con que provocó a ira a Jehovah Dios de Israel.

31 Los demás hechos de Nadab, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 32 Había guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

BAASA, REY DE ISRAEL

33 En el tercer año de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar Baasa hijo de Ajías sobre todo Israel en Tirsa, y reinó 24 años.

34 El hizo lo malo ante los ojos de Jehovah y anduvo en el camino de Jeroboam y en sus pecados con los que hizo pecar a Israel.

CAPÍTULO 16

1 Entonces vino la palabra de Jehovah a Jehú hijo de Hanani contra Baasa, diciendo: 2 "Por cuanto yo te levanté del polvo y te establecí como el soberano de mi pueblo Israel, pero tú has andado en el camino de Jeroboam y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con sus pecados, 3 he aquí que yo barreré por completo a Baasa y a su casa, y haré a su casa como a la casa de Jeroboam hijo de Nabat. 4 Al que de Baasa muera en la ciudad, se lo comerán los perros; y al que muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo.

5 Los demás hechos de Baasa, las cosas que hizo y su poderío, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 6 Baasa reposó con sus padres y fue sepultado en Tirsa. Y su hijo Ela reinó en su lugar.

7 También por medio del profeta Jehú hijo de Hanani vino la palabra de Jehovah contra Baasa y contra su casa, por toda la maldad que hizo ante los ojos de Jehovah, provocándole a ira con la obra de sus manos, por haber sido como los de la casa de Jeroboam y por haberla destruido.

ELA, REY DE ISRAEL

8 En el año 26 de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar Ela hijo de Baasa sobre Israel en Tirsa, y reinó dos años. 9 Y conspiró contra él su servidor Zimri, jefe de la mitad de los carros. Estando el rey en Tirsa bebiendo hasta embriagarse en casa de Arsa, administrador del palacio en Tirsa, 10 Zimri fue, lo hirió y lo mató en el año 27 de Asa, rey de Judá; y reinó en su lugar.

11 Aconteció que al comenzar a reinar y después que estuvo sentado en su trono, mató a todos los de la casa de Baasa, sin dejar de ella un solo varón, ni de sus parientes ni de sus amigos. 12 Así Zimri destruyó a todos los de la casa de Baasa, conforme a la palabra que Jehovah había hablado contra Baasa por medio del profeta Jehú, 13 por todos los pecados de Baasa y por los pecados de su hijo Ela, quienes pecaron e hicieron pecar a Israel, provocando a ira a Jehovah Dios de Israel, con sus ídolos vanos.

14 Los demás hechos de Ela y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

ZIMRI, REY DE ISRAEL

15 En el año 27 de Asa, rey de Judá, Zimri reinó siete días en Tirsa, mientras el pueblo estaba acampado contra Gibetón, que pertenecía a los filisteos. 16 Entonces el pueblo que estaba acampado oyó decir: "Zimri ha conspirado y también ha matado al rey." Y aquel día todos los de Israel que estaban acampados allí proclamaron a Omri, jefe del ejército, rey de Israel.

17 Entonces Omri subió desde Gibetón, y con él todo Israel, y sitiaron Tirsa. 18 Sucedió que al ver que la ciudad era tomada, Zimri entró en la ciudadela de la casa del rey y prendió fuego a la casa del rey con él dentro. Así murió, 19 a causa de sus pecados que había cometido haciendo lo malo ante los ojos de Jehovah y andando en el camino de Jeroboam y en su pecado que cometió e hizo pecar a Israel.

20 Los demás hechos de Zimri y la conspiración que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

OMRI, REY DE ISRAEL

21 Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos facciones. La mitad del pueblo seguía a Tibni hijo de Ginat, para hacerlo rey; la otra mitad seguía a Omri. 22 Pero el pueblo que seguía a Omri pudo más que el que seguía a Tibni hijo de Ginat. Tibni murió, y Omri fue rey.

23 En el año 31 de Asa, rey de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel y reinó 12 años. En Tirsa reinó 6 años.

24 El compró a Semer el monte de Samaria por dos talentos de plata. Edificó en el monte, y a la ciudad que edificó le dio el nombre de Samaria, según el nombre de Semer, el dueño del monte.
25 Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehovah, y actuó peor que todos los que habían reinado antes de él. 26 Pues anduvo en todo el camino de Jeroboam hijo de Nabat y en sus pecados con los que hizo pecar a Israel, provocando a ira a Jehovah Dios de Israel, con sus ídolos vanos.

27 Los demás hechos de Omri, las cosas que hizo y el poderío que logró, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 28 Omri reposó con sus padres y fue sepultado en Samaria. Y su hijo Acab reinó en su lugar.

ACAB, REY DE ISRAEL

29 En el año 38 de Asa, rey de Judá, Acab hijo de Omri comenzó a reinar sobre Israel. 30 Acab hijo de Omri reinó sobre Israel en Samaria 22 años.

Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehovah, más que todos los que habían reinado antes de él. 31 Como si le fuera cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel hija de Etbaal, rey de los sidonios; y fue, sirvió a Baal y lo adoró. 32 Erigió un altar a Baal en el templo de Baal que había edificado en Samaria. 33 Acab también hizo un árbol ritual de Asera. Acab hizo peor que todos los reyes de Israel que habían reinado antes de él, provocando a ira a Jehovah Dios de Israel.

34 En su tiempo Jiel de Betel reedificó Jericó. A costa de Abiram su primogénito puso los cimientos, y a costa de Segub su hijo menor colocó sus puertas, conforme a la palabra que Jehovah había hablado por medio de Josué hijo de Nun.

CAPÍTULO 17

ELÍAS PREDICE LA SEQUÍA

1 Entonces Elías el tisbita, que era uno de los moradores de Galaad, dijo a Acab:

—¡Vive Jehovah Dios de Israel, a quien sirvo, que no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por mi palabra!

2 Entonces la palabra de Jehovah vino a él diciendo:

3 -Apártate de aquí, dirígete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, que está al frente del Jordán. 4 Y sucederá que beberás del arroyo, y yo he mandado a los cuervos que te sustenten allí.

5 Elías fue e hizo conforme a la palabra de Jehovah. Fue y habitó junto al arroyo de Querit, que está al frente del Jordán. 6 Los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. 7 Pero sucedió que después de algunos días se secó el arroyo, porque no había llovido en la tierra.

ELÍAS Y LA VIUDA EN SAREPTA

8 Entonces la palabra de Jehovah vino a Elías diciendo:

9 -Levántate, vé a Sarepta de Sidón y habita allí. He aquí, yo he designado allí a una mujer viuda para que te sustente.

10 Entonces se levantó y se fue a Sarepta. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña. El la llamó y le dijo:

—Por favor, tráeme un poco de agua en un vaso, para que beba.

11 Cuando ella iba a traérsela, la llamó y le dijo:

—Por favor, tráeme también un poco de pan en tu mano.

12 Ella respondió:

—¡Vive Jehovah, tu Dios, que no tengo pan cocido! Solamente tengo un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en una botella. Y he aquí que estaba recogiendo un par de leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, a fin de que lo comamos y muramos.

13 Entonces Elías le dijo:

—No tengas temor. Vé, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque así ha dicho Jehovah Dios de Israel: "La harina de la tinaja no se acabará, y el aceite de la botella no faltará hasta el día en que Jehovah dé lluvia sobre la superficie de la tierra."

15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y comieron él, ella y su familia, por mucho tiempo. 16 La harina de la tinaja no se acabó, ni faltó el aceite de la botella, conforme a la palabra que Jehovah había dicho por medio de Elías.

17 Aconteció después de estas cosas que cayó enfermo el hijo de la mujer, la dueña de casa, y su enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento. 18 Entonces ella dijo a Elías:

—¿Qué tengo yo contigo, oh hombre de Dios? ¿Has venido a mí para traer a la memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo?

19 Y él le respondió:

—Dame tu hijo.

Lo tomó del seno de ella, lo llevó al altillo donde él habitaba y lo acostó sobre su cama. 20 Entonces, clamando a Jehovah, dijo:

—¡Oh Jehovah, Dios mío! ¿Aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciendo morir a su hijo?

21 Luego se tendió tres veces sobre el niño y clamó a Jehovah diciendo:

—¡Oh Jehovah, Dios mío, te ruego que el alma de este niño vuelva a su cuerpo!

22 Jehovah escuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a su cuerpo, y revivió. 23 Elías tomó al niño, lo bajó del altillo a la casa y lo entregó a su madre. Luego Elías dijo:

—¡Mira, tu hijo está vivo!

24 Entonces la mujer dijo a Elías:

—¡Ahora reconozco que tú eres un hombre de Dios y que la palabra de Jehovah es verdad en tu boca!


LA OBEDIENCIA TRAE LARGURA DE VIDA


REFLEXIÓN

Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, como su padre David (1Rey. 15:11)

Podemos ver como en ambos reinos, el que se conducía de acuerdo con los preceptos de Dios, entonces lograba reinar un largo periodo. No así los que hacían lo malo ante Dios, que su reinado era corto. Dios bendice y progresa nuestra obra, siempre y cuando hagamos las cosas de acuerdo con su voluntad. Si queremos que los demás puedan tener un buen recuerdo de nuestro paso por este mundo, lo único que tenemos que hacer es obedecer a Dios en todo y el se encargará de todo lo demás.

ORACIÓN

Mi Señor que pueda yo estar siempre en tus caminos, que pueda caminar en tu rectitud todos lo días de mi vida. Amén.





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