domingo, 12 de abril de 2015

LECTURA 12 DE ABRIL

DÍA 102

12 DE ABRIL (2º SAMUEL 17:1-19:43)

CAPÍTULO 17

1 Entonces Ajitofel dijo a Absalón:

—Permíteme escoger a 12.000 hombres, y me levantaré y perseguiré a David esta noche. 2 Caeré sobre él cuando esté cansado y desalentado. Lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá; entonces mataré sólo al rey. 3 El es el hombre a quien buscas. Así haré volver a ti a todo el pueblo; y cuando todos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz.

4 El consejo pareció bueno a Absalón y a todos los ancianos de Israel. 5 Pero Absalón dijo:

—Por favor, llamad también a Husai el arquita, para que escuchemos asimismo lo que él tenga que decir.

6 Cuando Husai vino a Absalón, éste le habló diciendo:

—De esta manera ha hablado Ajitofel. ¿Seguiremos su consejo? Si no, habla tú.

7 Husai dijo a Absalón:

—El consejo que ha dado Ajitofel esta vez no es bueno. 8 -Y Husai añadió-: Tú sabes que tu padre y sus hombres son valientes y que están con ánimo provocado, como la osa en el campo a la que le han quitado sus crías. Además, tu padre es hombre de guerra y no pasará la noche con el pueblo. 9 He aquí que ahora estará escondido en alguna cueva o en otro lugar. Y acontecerá que si al comienzo caen algunos del pueblo, cualquiera que lo oiga dirá: "Ha habido una matanza entre la gente que sigue a Absalón." 10 Así, aun el hombre más valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, sin duda desmayará. Porque todo Israel sabe que tu padre es un hombre valiente y que los que están con él son hombres de valor. 11 Aconsejo, pues, que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y que tú en persona vayas a la batalla. 12 Entonces iremos contra él en cualquier lugar donde se encuentre y caeremos sobre él, como el rocío cae sobre la tierra. Y no dejaremos vivo a él ni a ninguno de los hombres que están con él. 13 Y si se retira a alguna ciudad, todos los de Israel llevaremos sogas a esa ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, de manera que no se encuentre allí ni siquiera una piedrecita.

14 Entonces Absalón y todos los hombres de Israel dijeron:

—El consejo de Husai el arquita es mejor que el consejo de Ajitofel.

Jehovah había determinado que el acertado consejo de Ajitofel se frustrara, para que Jehovah hiciese caer el mal sobre Absalón.

DAVID ES INFORMADO DEL PLAN DE ABSALÓN

15 Entonces Husai dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar:

—De esta y esta manera aconsejó Ajitofel a Absalón y a los ancianos de Israel, y de esta y esta manera les aconsejé yo. 16 Por tanto, mandad inmediatamente a informar a David, diciendo: "No pases esta noche en las llanuras del desierto. Cruza sin falta el Jordán, para que no sea aniquilado el rey junto con toda la gente que está con él."

17 Jonatán y Ajimaas estaban junto a En-rogel. Una criada había de ir e informarles, porque ellos no debían exponerse yendo a la ciudad. Y ellos habían de ir e informar al rey David. 18 Pero un muchacho los vio e informó a Absalón. Por tanto, los dos se dieron prisa y llegaron a la casa de un hombre en Bajurim, quien tenía un pozo en su patio, y se metieron dentro de él. 19 La esposa tomó una manta, la extendió sobre la boca del pozo y tendió sobre ella grano trillado; y nada se supo del asunto. 20 Cuando los servidores de Absalón llegaron a la casa de la mujer, le preguntaron:

—¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?

La mujer les respondió:

—Ya han pasado el depósito de agua.

Ellos los buscaron, pero no los hallaron; y se volvieron a Jerusalén.

21 Y sucedió que después que se habían ido, los hombres salieron del pozo. Luego fueron e informaron al rey David diciéndole:

—Levantaos y daos prisa para cruzar las aguas, porque así ha aconsejado Ajitofel contra vosotros.

22 Entonces David se levantó, junto con toda la gente que estaba con él, y cruzaron el Jordán. Para el amanecer no quedó ni uno solo que no hubiese cruzado el Jordán.

23 Al ver Ajitofel que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, partió y se fue a su casa, en su ciudad. Después de poner en orden su casa, se ahorcó y murió. Entonces fue sepultado en la tumba de su padre.

CONFRONTACIÓN DE ABSALÓN Y DAVID

24 David llegó a Majanaim, y Absalón cruzó el Jordán con todos los hombres de Israel. 25 Absalón había puesto a Amasa al mando del ejército, en lugar de Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Jeter el israelita, que se había unido a Abigaíl hija de Najas y hermana de Sarvia, que era la madre de Joab. 26 Absalón y los de Israel acamparon en la tierra de Galaad.

27 Y aconteció que cuando David llegó a Majanaim, Sobi hijo de Najas, de Rabá de los hijos de Amón; Maquir hijo de Amiel, de Lo-debar; y Barzilai el galadita, de Rogelim, 28 trajeron camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, 29 miel, mantequilla, ovejas y queso de vaca, y los presentaron a David y al pueblo que estaba con él, para que comiesen. Porque pensaron: "La gente está hambrienta, cansada y sedienta en el desierto."

CAPÍTULO 18

1 David pasó revista a la gente que estaba con él, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas. 2 Luego David envió a la gente: una tercera parte al mando de Joab, otra tercera parte al mando de Abisai, hijo de Sarvia y hermano de Joab, y la otra tercera parte al mando de Itai el geteo. Luego el rey dijo al pueblo:

—Yo mismo iré también con vosotros.

3 Pero el pueblo dijo:

—No irás; porque si nosotros tenemos que huir, no harán caso de nosotros. Aunque muera la mitad de nosotros, no nos harán caso. Pero tú vales hoy tanto como 10.000 de nosotros. Ahora pues, será mejor que nos des ayuda desde la ciudad.

4 El rey les dijo:

—Haré lo que os parezca bien.

Entonces el rey se quedó de pie junto a la puerta mientras todo el pueblo salía de cien en cien y de mil en mil. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo:

—Tratad benignamente al joven Absalón, por consideración a mí.

Y todo el pueblo escuchó cuando el rey dio orden a todos los jefes acerca de Absalón.

DERROTA Y MUERTE DE ABSALÓN

6 La gente salió al campo al encuentro de Israel, y se dio la batalla en el bosque de Efraín. 7 Allí cayó el pueblo de Israel ante los servidores de David. Aquel día hubo allí una gran matanza de 20.000 hombres. 8 La batalla se extendió por toda la región, y aquel día el bosque devoró más gente que la que había devorado la espada.

9 Sucedió que Absalón se encontró con los servidores de David. Absalón iba montado sobre un mulo, y el mulo se metió por debajo del espeso ramaje de una gran encina. A Absalón se le enredó la cabeza en la encina, de modo que quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que estaba debajo de él siguió adelante. 10 Un hombre lo vio y avisó a Joab diciendo:

—He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina.

11 Joab respondió al hombre que le dio la noticia:

—Y viéndolo tú, ¿por qué no lo mataste allí mismo, derribándolo a tierra? Yo te hubiera dado diez piezas de plata y un cinturón.

12 El hombre respondió a Joab:

—Aunque yo recibiera en mi mano mil piezas de plata, no extendería mi mano contra el hijo del rey, porque nosotros oímos cuando el rey os mandó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: "Cuidadme al joven Absalón." 13 Si yo hubiera arriesgado mi vida (y nada se le esconde al rey), tú mismo habrías estado en contra.

14 Joab respondió:

—No perderé mi tiempo contigo.

Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en medio de la encina. 15 Luego lo rodearon diez jóvenes, escuderos de Joab, e hirieron a Absalón y lo remataron. 16 Entonces Joab tocó la corneta, y el pueblo dejó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo.

17 Tomaron después a Absalón, lo echaron en un gran hoyo en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su morada.

18 En vida Absalón había mandado erigir para sí un monumento que está en el Valle del Rey, porque había dicho: "Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre." El puso su nombre a aquel monumento. Y hasta el día de hoy se llama monumento de Absalón.

DAVID SE ENTERA DEL FINAL DE ABSALÓN

19 Entonces Ajimaas hijo de Sadoc dijo:

—Correré y daré las buenas noticias al rey, de cómo Jehovah le ha librado de mano de sus enemigos.

20 Joab le respondió:

—No serás tú quien lleve las noticias en este día. Las llevarás otro día. No llevarás las noticias en este día, porque el hijo del rey ha muerto.

21 Entonces Joab dijo al etíope:

—Vé tú e informa al rey de lo que has visto.

El etíope se postró ante Joab y corrió. 22 Entonces Ajimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab:
—Sea como sea, deja que yo también corra tras el etíope.

Joab le dijo:

—Hijo mío, ¿para qué has de correr, si no te van a dar un premio por las noticias?
23 Pero él respondió:

—Sea como sea, correré.

Entonces le dijo:

—Corre.

Ajimaas corrió por el camino de la llanura y pasó al etíope.

24 David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela fue a la azotea de la puerta de la muralla, y alzando los ojos miró, y he allí un hombre que corría solo. 25 El centinela llamó e informó al rey. Y el rey dijo:

—Si viene solo, trae buenas noticias.

En tanto que él iba acercándose, 26 el centinela vio a otro hombre que corría. Y el centinela llamó al portero diciendo:

—¡He aquí, otro hombre viene corriendo solo!

Y el rey dijo:

—Ese también trae buenas noticias.

27 El centinela volvió a decir:

—Me parece que el correr del primero es como el correr de Ajimaas hijo de Sadoc.
El rey respondió:

—Ese es un hombre de bien y trae buenas noticias.

28 Ajimaas llamó y dijo al rey:

—¡Paz!

Se postró ante el rey con el rostro en tierra y añadió:

—¡Bendito sea Jehovah tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado su mano contra mi señor el rey!

29 El rey le preguntó:

—¿Está bien el joven Absalón?

Ajimaas respondió:

—Cuando Joab envió al siervo del rey, a tu siervo, vi un gran alboroto, pero no supe de qué se trataba.

30 El rey dijo:

—Pasa y detente allí.

El pasó y se detuvo. 31 Y he aquí el etíope llegó y dijo:

—Reciba mi señor el rey la buena noticia de que Jehovah ha defendido hoy tu causa ante todos los que se levantaron contra ti.

32 El rey preguntó al etíope:

—¿Está bien el joven Absalón?

El etíope respondió:

—Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.

David llora a Absalón

33 El rey se estremeció. Subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Decía mientras subía:

—¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que yo muriese en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!

CAPÍTULO 19

1 Se informó a Joab: "He aquí que el rey llora y hace duelo por Absalón." 2 Aquel día la victoria se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque aquel día el pueblo había oído decir: "El rey siente dolor por su hijo." 3 Aquel día el pueblo entró en la ciudad a escondidas, como suelen entrar avergonzados los que han huido de la batalla. 4 El rey cubrió su cara y clamó en alta voz:
—¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!

JOAB REPRENDE LA ACTITUD DE DAVID

5 Joab entró en la casa del rey y le dijo:

—Hoy has avergonzado la cara de todos tus servidores que hoy han librado tu vida y la vida de tus hijos y de tus hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus concubinas; 6 pues amas a los que te aborrecen y aborreces a los que te aman. Porque has revelado que a ti nada te importan tus oficiales ni tus servidores. Ciertamente ahora sé que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviésemos muertos, entonces estarías contento.

7 »Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a tus servidores. Porque juro por Jehovah que si no sales, ni un solo hombre quedará contigo esta noche; y esto será peor para ti que todos los males que te han sobrevenido desde tu juventud hasta ahora.

DAVID RECUPERA A SU PUEBLO

8 Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Se anunció a todo el pueblo diciendo: "He aquí el rey está sentado a la puerta de la ciudad." Y todo el pueblo se presentó ante el rey.

Mientras tanto, los israelitas habían huido cada uno a su morada. 9 Y sucedió que todo el pueblo contendía en todas las tribus de Israel, diciendo: "El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los filisteos, pero ahora ha huido del país por causa de Absalón. 10 Sin embargo, Absalón, a quien habíamos ungido rey sobre nosotros, ha muerto en la batalla. Ahora pues, ¿por qué guardáis silencio con respecto a hacer volver al rey?"

11 Por su parte, el rey David mandó a decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ’¿Por qué seréis vosotros los últimos en hacer volver alrey a su casa, siendo que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa? 12 Vosotros sois mis hermanos, hueso mío y carne mía; ¿por qué, pues, seréis los últimos en hacer volver al rey?’ 13 Asimismo, diréis a Amasa: ’¿No eres tú hueso mío y carne mía? Así me haga Dios y aun me añada, si no has de ser jefe del ejército delante de mí, de ahora en adelante, en lugar de Joab.’ "

14 Así se ganó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre, y enviaron a decir al rey: "¡Vuelve tú, y todos tus servidores!"

DAVID EMPRENDE SU REGRESO A CASA

15 Entonces volvió el rey y llegó hasta el Jordán. Y los de Judá habían ido a Gilgal para recibir al rey y hacerlo cruzar el Jordán.

16 También Simei hijo de Gera, de Benjamín, que era de Bajurim, se dio prisa para ir con los hombres de Judá a recibir al rey David. 17 Con él venían 1.000 hombres de Benjamín.

Asimismo vino Siba, criado de la casa de Saúl, y con él sus quince hijos y sus veinte siervos, los cuales se apresuraron a llegar al Jordán delante del rey. 18 Y cruzaron el vado para ayudar a pasar a la familia del rey y para hacer lo que a él le pareciera bien.

DAVID PERDONA LA VIDA A SIMEI

Entonces Simei hijo de Gera se postró ante el rey, cuando éste iba a cruzar el Jordán, 19 y dijo al rey:

—Que mi señor no me impute iniquidad, ni se acuerde del mal que hizo tu siervo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén. Que el rey no lo guarde en su corazón, 20 porque yo, tu siervo, reconozco haber pecado, y he aquí que he venido hoy, el primero de toda la casa de José para descender al encuentro de mi señor el rey.

21 Intervino Abisai, hijo de Sarvia, y dijo:

—Por esto, ¿no ha de morir Simei, ya que maldijo al ungido de Jehovah?

22 Y David respondió:

—¿Qué hay entre mí y vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Habrá de morir hoy alguno en Israel? ¿No sé yo que hoy soy rey sobre Israel?

23 Entonces el rey dijo a Simei:

—No morirás.

Y el rey se lo juró.

DAVID DESCUBRE EL ENGAÑO DE SIBA

24 También Mefiboset hijo de Saúl descendió al encuentro del rey. No había cuidado sus pies, ni arreglado su bigote, ni lavado su ropa desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz. 25 Cuando él vino a Jerusalén al encuentro del rey, éste le preguntó:

—Mefiboset, ¿por qué no fuiste conmigo?

26 El respondió:

—Oh mi señor el rey, mi siervo me engañó. Pues tu siervo había dicho: "Aparéjame el asno; montaré en él e iré con el rey." Porque tu siervo es lisiado. 27 El ha calumniado a tu siervo ante mi señor el rey, pero mi señor el rey es como un ángel de Dios. Haz, pues, lo que te parezca bien. 28 Porque toda mi casa paterna no era sino digna de muerte delante de mi señor el rey; sin embargo, tú has puesto a tu siervo entre los que comen a tu mesa. ¿Qué derecho tengo yo aun de clamar al rey?

29 El rey le dijo:

—¿Por qué hablar más de tus asuntos? Yo he determinado que tú y Siba os repartáis las tierras.
30 Y Mefiboset dijo al rey:

—¡Que él las tome todas, porque mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa!

DAVID BENDICE A BARZILAI

31 También Barzilai el galadita descendió de Rogelim y cruzó el Jordán con el rey, para despedirse de él en el Jordán. 32 Barzilai era muy anciano; tenía 80 años. El había sustentado al rey cuando permaneció en Majanaim, porque era un hombre muy rico.

33 El rey dijo a Barzilai:

—Cruza conmigo; yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.

34 Pero Barzilai dijo al rey:

—¿Cuántos años me quedarán de vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén? 35 Yo tengo ahora 80 años; ¿podré distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Podrá saborear tu siervo lo que coma o beba? ¿Podré todavía oír la voz de los hombres y de las mujeres que cantan? ¿Para qué ha de ser tu siervo una carga más para mi señor el rey? 36 ¿Por qué me ha de dar el rey esta recompensa? Tu siervo pasará un poco más allá del Jordán con el rey. 37 Por favor, deja a tu siervo que vuelva y que muera en mi ciudad, junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Pero aquí tienes a tu siervo Quimjam; que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que te parezca bien.

38 Entonces el rey dijo:

—Que pase Quimjam conmigo, y yo haré por él lo que te parezca bien. Todo lo que tú me pidas yo te lo haré.

39 Todo el pueblo cruzó el Jordán, y también cruzó el rey. Luego el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y éste regresó a su casa. 40 Entonces el rey prosiguió a Gilgal, y Quimjam fue con él.

JUDÁ E ISRAEL DISPUTAN POR EL REY

Todo el pueblo de Judá y la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey. 41 Y he aquí que todos los hombres de Israel vinieron al rey y le preguntaron:

—¿Por qué te raptaron nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho cruzar el Jordán al rey y a su familia, y con él a todos los hombres de David?

42 Todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel:

—Porque el rey es nuestro pariente cercano. Pero, ¿por qué os enojáis vosotros por esto? ¿Acaso hemos comido a costa del rey, o nos ha dado obsequios?

43 Los hombres de Israel respondieron a los de Judá y dijeron:

—Nosotros tenemos en el rey diez partes, y más derecho sobre David que vosotros. ¿Por qué, pues, nos habéis tenido en poco? ¿Acaso no hablamos nosotros primero de hacer volver a nuestro rey?

Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.


LA VIDA DE UN LÍDER


REFLEXIÓN

Porque has revelado que a ti nada te importan tus oficiales ni tus servidores (2Sam. 6:19)

Un líder se debe a su gente que le sigue, a las personas que Dios puso en sus manos para que fuesen guiadas. Al sentir ellos que su líder no se preocupa por ellos, entonces vendrán sus reclamos y sus deserciones. Muchos desean estos puestos de liderazgo, pero no son capaces de pagar ese precio. Solo desean el prestigio, pero las personas desean la atención. Así que si deseas ser líder, buena cosa deseas como dice pablo; pero debes saber que requiere sacrificios para que puedas ser recordado con cariño.

ORACIÓN

Mi Dios dame la sabiduría para poder ayudar a los demás, y que ellos puedan verte a ti reflejado en mí. Amén.





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