miércoles, 1 de abril de 2015

LECTURA 1 DE ABRIL

DÍA 91

1 DE ABRIL (1º SAMUEL 15:1-16:23)

CAPÍTULO 15

SAÚL DESOBEDECE A JEHOVAH

1 Samuel dijo a Saúl:

—Jehovah me envió para ungirte como rey de su pueblo Israel. Escucha, pues, ahora las palabras de Jehovah. 2 Así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: "Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, porque se le opuso en el camino cuando subía de Egipto. 3 Vé ahora y ataca a Amalec; destruye completamente todo lo que le pertenece. No le perdones la vida; mata a hombres y mujeres, a niños y bebés, vacas y ovejas, camellos y asnos."

4 Saúl convocó a la gente y les pasó revista en Telaim: 200.000 de infantería más 10.000 hombres de Judá. 5 Saúl fue a la ciudad de Amalec y puso una emboscada en el arroyo. 6 Entonces Saúl dijo a los queneos:

—Idos, apartaos y salid de en medio de los amalequitas, no sea que yo os destruya juntamente con ellos; porque vosotros tuvisteis misericordia de todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto.

Entonces los queneos se apartaron de en medio de los amalequitas. 7 Y Saúl derrotó a los amalequitas desde Havila hasta las inmediaciones de Shur, al este de Egipto. 8 Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y destruyó a filo de espada a todo el pueblo. 9 Sin embargo, Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag, a lo mejor de las ovejas y de las vacas, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, lo cual no quisieron destruir. Pero destruyeron todo lo despreciable y sin valor.

JEHOVAH DESECHA A SAÚL

10 Entonces Jehovah habló a Samuel diciendo:

11 -Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras.

Samuel se apesadumbró y clamó a Jehovah toda aquella noche. 12 Samuel madrugó para ir a encontrarse con Saúl por la mañana, y le avisaron a Samuel diciendo:

—Saúl se fue a Carmel, y he aquí que se erigió un monumento. Cuando volvió, prosiguió y descendió a Gilgal.

13 Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo:

—¡Jehovah te bendiga! He cumplido la palabra de Jehovah.

14 Samuel preguntó:

—Entonces, ¿qué es ese balido de ovejas en mis oídos y el mugido de vacas que oigo?

15 Saúl respondió:

—Las han traído de Amalec. El pueblo perdonó la vida a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para ofrecerlas en sacrificio a Jehovah tu Dios. Pero lo demás lo destruimos.

16 Entonces Samuel dijo a Saúl:

—¡Basta! Voy a declararte lo que Jehovah me dijo anoche:

Saúl le dijo:

—Dilo.

17 Samuel dijo:

—Aunque eras insignificante ante tus propios ojos, ¿no fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel? ¿No te ha ungido Jehovah como rey sobre Israel? 18 Jehovah te ha encomendado una misión y te ha dicho: "Vé y destruye completamente a esos pecadores de Amalec. Hazles la guerra hasta que los extermines." 19 ¿Por qué, pues, no has obedecido la voz de Jehovah? ¿Por qué te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos de Jehovah?

20 Saúl respondió a Samuel:

—He obedecido la voz de Jehovah y fui a la misión que Jehovah me encomendó. He traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido completamente a los amalequitas. 21 Pero el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor del anatema, para sacrificarlas a Jehovah tu Dios en Gilgal.

22 Entonces Samuel preguntó:

—¿Se complace tanto Jehovah en los holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra de Jehovah sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que el sebo de los carneros. 23 Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y la obstinación es como la iniquidad de la idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra de Jehovah, él también te ha desechado a ti, para que no seas rey.

24 Entonces Saúl dijo a Samuel:

—Yo he pecado; porque he quebrantado el mandamiento de Jehovah y tus palabras, temiendo al pueblo y accediendo a su voz. Perdona, por favor, mi pecado, 25 y vuelve conmigo para que yo adore a Jehovah.

26 Pero Samuel respondió a Saúl:

—No volveré contigo, porque has desechado la palabra de Jehovah, y Jehovah te ha desechado a ti, para que no seas rey sobre Israel.

27 Cuando Samuel se volvió para marcharse, Saúl se asió del extremo de su manto, el cual se rasgó. 28 Samuel le dijo:

—Jehovah ha rasgado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a tu prójimo, que es mejor que tú. 29 Además, la Gloria de Israel no mentirá ni se arrepentirá, porque él no es hombre para que se arrepienta.

30 Y Saúl respondió:

—Yo he pecado; pero ahora hónrame, por favor, en presencia de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, volviendo conmigo para que yo adore a Jehovah tu Dios.

31 Entonces Samuel volvió tras Saúl, y Saúl adoró a Jehovah.

32 Después Samuel dijo:

—¡Tráeme a Agag, rey de Amalec!

Agag vino a él alegremente, pensando: "Ciertamente ya ha pasado la amargura de la muerte." 33 Pero Samuel dijo:

—¡Así como tu espada dejó sin hijos a las mujeres, así tu madre quedará sin hijo entre las mujeres!

Entonces Samuel descuartizó a Agag delante de Jehovah, en Gilgal. 34 Después Samuel se fue a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. 35 Hasta el día de su muerte Samuel no volvió a ver a Saúl, pero Samuel lloraba por Saúl. Y a Jehovah le pesaba el haber constituido a Saúl como rey sobre Israel.

CAPÍTULO 16

SAMUEL UNGE A DAVID COMO REY

1 Entonces Jehovah dijo a Samuel:

—¿Hasta cuándo has de llorar por Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena de aceite el cuerno y vé; yo te enviaré a Isaí, de Belén, porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.

2 Samuel preguntó:

—¿Cómo voy a ir? Si Saúl se llega a enterar, me matará.

Jehovah respondió:

—Toma contigo una vaquilla del ganado, y di: "He venido para ofrecer un sacrificio a Jehovah." 3 Invita a Isaí al sacrificio; yo te enseñaré lo que has de hacer, y tú me ungirás al que yo te diga.
4 Samuel hizo lo que dijo Jehovah. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle temblando y preguntaron:

—¿Es pacífica tu venida?

5 El respondió:

—Sí, es pacífica. Vengo para ofrecer un sacrificio a Jehovah. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.

Después de purificar a Isaí y a sus hijos, los invitó al sacrificio. 6 Y aconteció que cuando ellos llegaron, él vio a Eliab y pensó: "¡Ciertamente su ungido está delante de Jehovah!" 7 Pero Jehovah dijo a Samuel:

—No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, pues yo lo he rechazado. Porque Jehovah no mira lo que mira el hombre: El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehovah mira el corazón.

8 Luego Isaí llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel, quien dijo:

—Tampoco a éste ha elegido Jehovah.

9 Después Isaí hizo pasar a Sama. Y Samuel dijo:

—Tampoco a éste ha elegido Jehovah.

10 Isaí hizo pasar a siete de sus hijos ante Samuel, y éste dijo a Isaí:

—Jehovah no ha elegido a éstos.

11 Entonces Samuel preguntó a Isaí:

—¿Son éstos todos los jóvenes?

Y él respondió:

—Todavía queda el menor, pero he aquí que está apacentando las ovejas.

Samuel dijo a Isaí:

—Manda a traerlo, porque no nos sentaremos a comer hasta que él llegue aquí.

12 Isaí mandó por él, y le hizo entrar. Era de tez sonrosada, de bellos ojos y de buena presencia. Entonces Jehovah dijo:

—¡Levántate y úngelo, porque éste es!

13 Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehovah descendió con poder sobre David.

Luego Samuel se levantó y regresó a Ramá.

DAVID TOCA EL ARPA PARA SAÚL

14 El Espíritu de Jehovah se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de Jehovah le atormentaba. 15 Entonces los servidores de Saúl le dijeron:

—He aquí, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta. 16 Diga nuestro señor a tus servidores que están delante de ti, que te busquen a alguien que sepa tocar el arpa; para que cuando el espíritu malo de parte de Dios venga sobre ti, él toque con su mano, y tú te sientas bien.

17 Y Saúl respondió a sus servidores:

—Buscadme, por favor, alguno que toque bien, y traédmelo.

18 Entonces uno de los criados respondió diciendo:

—He aquí, he visto a un hijo de Isaí, de Belén, que sabe tocar. El es valiente, hombre de guerra, prudente de palabra, de buena presencia; y Jehovah está con él.

19 Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: "Envíame a tu hijo David, el que está con las ovejas." 20 Entonces Isaí tomó un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito, y los envió a Saúl por medio de su hijo David.

21 Cuando David vino a Saúl, se quedó a su servicio. Saúl le estimaba mucho y le hizo su escudero. 22 Saúl envió a decir a Isaí: "Por favor, permite que David se quede a mi servicio, porque ha hallado gracia ante mis ojos."

23 Y sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y la tañía con su mano. Y Saúl hallaba alivio y se sentía mejor. Así el espíritu malo se apartaba de él.


CUIDANDO NUESTRA INTENCIÓN EN NUESTRO ANDAR


REFLEXIÓN

El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehovah mira el corazón (1Sam. 16:7)

Así somos todos, nos dejamos llevar por las apariencias. Menos mal que Dios, que conoce todas las cosas, ve más allá de lo que vemos nosotros. A veces creemos engañar a Dios, creyendo que al igual que los que están a nuestro alrededor creen por lo que ven; Dios también lo está creyendo. La Biblia dice que no nos engañemos, Dios no puede ser burlado. El siempre ve cual es nuestra intención al realizar las acciones, Dios conoce de antemano el motivo de nuestro actuar. Él no se deja de llevar por nuestra apariencia, siempre mira dentro del corazón de las personas.

ORACIÓN

Mi Dios que pueda yo actuar para agradarte verdaderamente en todo, no para ser reconocido por los demás. Amén.





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