DÍA 163
12 DE
JUNIO (JOB 35:1-37:24)
CAPÍTULO
35
1 Elihú
continuó diciendo:
2 -¿Piensas
que es correcto que digas:
"Soy más justo que Dios"?
3 Porque has
dicho: "¿Qué te importa a ti
la ventaja que yo saque de mi pecado?"
4 Yo te
responderé con argumentos,
a ti y a tus amigos contigo:
5 Mira los
cielos y observa;
contempla las nubes,
las cuales están más altas que tú.
6 Si pecas,
¿qué logras tú contra él?
Si tus rebeliones se multiplican,
¿qué le podrás hacer a él?
7 Si eres
justo, ¿qué le darás a él?
¿O qué recibirá él de tu mano?
8 Tu impiedad
es para un hombre
como tú,
y tu justicia para el ser humano.
9 »Claman a
causa de la mucha opresión;
gritan a causa del poderío de los grandes.
10 Sin
embargo, nadie pregunta:
"¿Dónde está Dios, mi Hacedor,
que da canciones en la noche,
11 que nos
enseña por medio de los animales de la tierra,
y que nos hace sabios mediante las aves de los
cielos?"
12 Allí
claman, pero él no responde,
a causa de la soberbia de los malos.
13 Ciertamente
Dios no escucha la falsedad;
el Todopoderoso ni la mira.
14 ¡Cuánto
menos cuando dices
que aunque no lo veas,
tu causa está delante de él,
y que a él tú esperas!
15 »Ahora
bien, porque su ira no ha castigado,
ni ha considerado de veras la rebelión,
16 vanamente
ha abierto Job su boca,
y sin conocimiento multiplica palabras.
CAPÍTULO 36
1 Y Elihú
siguió diciendo:
2 -Espérame un
poco, y te informaré,
pues aún tengo palabras a favor de Dios.
3 Desde lejos
traeré mi saber,
y atribuiré justicia a mi Hacedor.
4 Pues
ciertamente mis palabras no son mentira;
contigo está alguien que es completo en
conocimiento.
5 »He aquí que
Dios es poderoso,
pero no desprecia a nadie.
Es poderoso en la fuerza del entendimiento.
6 No otorga
vida al impío,
pero a los afligidos concede justicia.
7 No aparta
sus ojos de los justos;
los hace sentar en tronos
junto con los reyes para siempre,
y los enaltece.
8 Aunque estén
presos con grilletes
y atrapados con cuerdas de aflicción,
9 él les
declara lo que han hecho,
y sus transgresiones,
pues ellos mismos se enaltecieron.
10 El abre el
oído de ellos a la corrección
y manda que se vuelvan de la iniquidad.
11 Si ellos
escuchan y le sirven,
acabarán sus días con bienestar
y sus años con prosperidad.
12 Pero si no
escuchan,
serán traspasados por la lanza
y perecerán en su ignorancia.
13 Pues los
impíos de corazón
acumulan ira;
no clamarán cuando él los ate.
14 Ellos
mismos morirán en la juventud,
y acabarán sus vidas entre los pervertidos.
15 »El libra
al afligido en su aflicción;
en medio de la opresión abre sus oídos.
16 También te
induce a salir
de las fauces de la tribulación
a un lugar espacioso, libre de restricciones,
al solaz de tu mesa llena de abundancia.
17 »Pero a ti,
por estar lleno del juicio que merece el impío,
el juicio y la justicia te echarán mano.
18 Por lo cual
teme, no sea que te tiente la abundancia,
ni el mucho soborno te desvíe.
19 En la
desgracia no te ayudará tu clamor,
ni todos tus esfuerzos.
20 No anheles
la noche,
cuando los pueblos se desvanecen en su lugar.
21 Cuídate de
no volver a la iniquidad,
porque eso escogiste más que la aflicción.
22 »He aquí
que Dios es exaltado en su poder.
¿Quién hay que enseñe como él?
23 ¿Quién le
ha prescrito su camino?
¿Quién le dirá: "Has hecho maldad"?
24 Acuérdate
de engrandecer su obra,
de la cual cantan los hombres.
25 Todos los
hombres la han visto;
el ser humano la mira de lejos.
26 He aquí que
Dios es tan sublime,
que nosotros no le podemos conocer.
Es inescrutable el número de sus años.
27 »El atrae
las gotas del agua
y a la lluvia convierte en vapor,
28 el cual
destilan las nubes
y chorrean en abundancia sobre los hombres.
29 ¿Quién
podrá comprender de veras
el despliegue de las nubes,
y el tronar de su bóveda?
30 He aquí que
sobre ella despliega su luz,
y cubre las profundidades del mar.
31 Pues por
medio de ellos
gobierna a los pueblos
y da comida en abundancia.
32 Con sus
manos cubre el rayo
y le manda dar en su blanco.
33 Su trueno
anuncia su presencia;
ciertamente tiene celo contra la iniquidad.
CAPÍTULO 37
1 »También por
esto tiembla mi corazón
y salta fuera de su lugar.
2 Oíd
atentamente el estruendo
de su voz,
el retumbo que sale de su boca.
3 Debajo de
todos los cielos lo desencadena
y su relámpago cubre los confines de la
tierra.
4 Después de
él ruge el trueno;
truena con su majestuosa voz.
Cuando se oye su sonido,
él no lo detiene.
5 Dios truena
maravillosamente
con su voz;
hace grandes cosas que no las podemos
comprender.
6 Pues a la
nieve dice:
"¡Desciende a la tierra!";
y a la lluvia y al aguacero:
"¡Sed impetuosos, oh lluvia y
aguaceros!"
7 »Pone su
sello en la mano de todo hombre,
para que todos los hombres reconozcan la obra
suya.
8 La fiera
entra en su escondrijo
y permanece en su guarida.
9 El huracán
viene de su cámara;
y el frío, de los vientos del norte.
10 Por el
soplo de Dios se forma el hielo,
y se solidifica la extensión de las aguas.
11 El también
recarga las nubes de humedad,
y la nube dispersa sus relámpagos.
12 Por su
designio las hace girar alrededor,
para que realicen todo lo que les ordene
sobre la faz de su mundo habitado.
13 Unas veces
como azote,
otras veces por causa de su tierra
y otras veces por misericordia él las hace
aparecer.
14 »Presta
atención a esto, oh Job;
detente y reflexiona
en las obras maravillosas de Dios.
15 ¿Sabes tú
cómo las pone Dios
y hace aparecer su nube luminosa?
16 ¿Sabes tú
cómo flotan las nubes,
las maravillas de aquel
que es perfecto en conocimiento?
17 Tú, cuyas
ropas quedan calientes
cuando la tierra es silenciada
a causa del viento del sur,
18 ¿has
extendido con él la bóveda celeste,
firme cual espejo de metal laminado?
19 Muéstranos
qué le hemos de decir,
pues no podemos organizar nuestras ideas
a causa de las tinieblas.
20 ¿Habrá que
informarle que yo he de hablar?
¿Se le ha de referir lo que diga el hombre?
21 »Y ahora,
nadie puede mirar el sol
que resplandece entre las nubes,
cuando pasa el viento y las despeja.
22 Del norte
viene un dorado esplendor;
alrededor de Dios hay una temible majestad.
23 El
Todopoderoso, a quien no podemos alcanzar,
es sublime en poder y en justicia.
Es grande en rectitud; no oprime.
24 Por tanto,
le temen los hombres.
El no mira a ninguno de los que se creen
sabios.
CUANDO NUESTRO PUNTO DE VISTA NO CONCUERDA CON EL DE DIOS
REFLEXIÓN
También te induce a salir de las fauces de la
tribulación a un lugar espacioso, libre de restricciones, al solaz de tu mesa
llena de abundancia. (Job 36:16)
Es muy fácil pretender tener la repuesta de
todo asunto, cuando no encontramos en el otro lado de la tribulación. También
damos consejos al atribulado, para que salga de su angustia. Pero no nos damos
cuenta que a pesar de lo que digamos, o lo que haga la persona, Dios lo
mantendrá en su tribulación hasta que complete sus días. Los que no tenemos
ideas somos nosotros de lo que verdadera mente está ocurriendo, Dios está
trabajando el carácter de la persona, lo está moldeando. Así que no seamos
sabios en nuestra propia opinión.
ORACIÓN
Mi Dios que pueda siempre mirar de acuerdo a
lo que tu estás viendo, así podré ayudar verdaderamente a los demás. Amén.
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