sábado, 20 de junio de 2015

LECTURA 20 DE JUNIO

DÍA 171

20 DE JUNIO (SALMOS 35:1-37:40)

SALMO 35

SÚPLICA DE UN JUSTO CALUMNIADO

(Salmo de David)

1 Contiende, oh Jehovah, con los que contienden contra mí;
combate a los que me combaten.
2 Echa mano de escudo y defensa;
levántate en mi ayuda.
3 Saca lanza y jabalina al encuentro de mis perseguidores.
Di a mi alma: "Yo soy tu salvación."

4 Sean avergonzados y afrentados los que buscan mi vida;
vuelvan atrás y sean humillados los que planean hacerme daño.
5 Sean como el tamo ante el viento,
y acóselos el ángel de Jehovah.
6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo,
y persígalos el ángel de Jehovah.
7 Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
sin causa pusieron trampa para mi vida.
8 Alcáncele la destrucción que no imagina,
y préndale la red que él mismo escondió.
Caiga él en aquella destrucción.

9 Entonces mi alma se gozará en Jehovah,
y se alegrará en su salvación.
10 Todos mis huesos dirán:
"Oh Jehovah, ¿quién hay como tú?
Libras al pobre del más fuerte que él;
al pobre y necesitado, del que lo despoja."

11 Se han levantado testigos falsos,
y me interrogan de lo que no sé.
12 Me han pagado mal por bien.
¡Desolación para mi alma!
13 Sin embargo, cuando se enfermaron,
yo me vestí de aflicción.
Me afligí a mí mismo con ayuno,
y mi oración se volvía a mi seno.
14 Como por mi compañero,
como por mi hermano actuaba;
como el que hace luto por una madre,
enlutado me humillaba.
15 Pero cuando yo tropecé,
ellos se alegraron y se reunieron.
Se reunieron contra mí los calumniadores, sin que yo lo supiera.
Me despedazaban y no cesaban.
16 Con impiedad se dedicaron al escarnio;
crujieron sus dientes contra mí.

17 Oh Señor, ¿hasta cuándo consentirás esto?
Rescata de sus destrucciones mi alma;
libra mi única vida de los leones.
18 Te confesaré en la gran congregación;
te alabaré en medio de un pueblo numeroso.
19 No se alegren de mí los que sin razón son mis enemigos,
ni guiñen el ojo los que me aborrecen sin causa.
20 Porque no hablan paz,
y contra los mansos de la tierra traman engaños.
21 Ensanchan contra mí sus bocas, diciendo:
"¡Ajá, ajá, nuestros ojos lo han visto!"

22 Tú lo has visto.
Oh Jehovah, no calles;
oh Señor, no te alejes de mí.
23 Despierta y levántate para hacer justicia
a mi causa, Dios mío y Señor mío.
24 Oh Jehovah, Dios mío,
hazme justicia conforme a tu rectitud.
Que no se alegren de mí,
25 ni digan en su corazón:
"¡Ajá, esto es lo que queríamos!"
Ni digan: "¡Lo hemos devorado!"

26 Sean avergonzados y humillados a una
los que se alegran de mi mal.
Vístanse de vergüenza y confusión
los que se engrandecen contra mí.
27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
y digan siempre:
"¡Sea ensalzado Jehovah,
que se complace en el bienestar de su siervo!"
28 Mi lengua hablará de tu justicia
y de tu alabanza, todo el día.

SALMO 36

MALDAD DEL IMPÍO Y BONDAD DE JEHOVAH

(Al músico principal. Salmo de David, siervo de Dios)

1 La transgresión habla al impío dentro de su corazón;
no hay temor de Dios delante de sus ojos.
2 Por eso se lisonjea en sus propios ojos,
hasta que su iniquidad sea aborrecimiento.
3 Las palabras de su boca son maldad y engaño;
ha dejado de ser sensato y de hacer el bien.
4 Sobre su cama piensa iniquidad;
está en un camino que no es bueno
y no desprecia el mal.

5 Oh Jehovah, hasta los cielos alcanza tu misericordia;
y hasta las nubes, tu fidelidad.
6 Tu justicia es como las montañas de Dios;
y tus juicios, como el gran océano.
Oh Jehovah, que conservas al hombre y al animal,
7 ¡cuán preciosa es, oh Dios, tu bondad!
Por eso los hijos del hombre
se refugian bajo la sombra de tus alas.
8 Se sacian de la abundancia de tu casa;
les das a beber del torrente de tus delicias.
9 Ciertamente contigo está el manantial de la vida;
en tu luz veremos la luz.

10 Extiende tu bondad a los que te conocen,
y tu justicia a los rectos de corazón.
11 Que no venga contra mí el pie de la soberbia,
ni me mueva la mano de los impíos.
12 Entonces caerán los que obran iniquidad;
serán derribados y no podrán levantarse.

SALMO 37

DOS CONDUCTAS Y DOS DESTINOS

(Salmo de David)

1 No te impacientes a causa de los malhechores,
ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como la hierba pronto se secan,
y se marchitan como el pasto verde.
3 Confía en Jehovah y haz el bien.
Habita en la tierra
y apaciéntate de la fidelidad.
4 Deléitate en Jehovah,
y él te concederá los anhelos de tu corazón.
5 Encomienda a Jehovah tu camino;
confía en él, y él hará.
6 El exhibirá tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía.
7 Calla delante de Jehovah,
y espera en él.

No te alteres con motivo de los que prosperan en su camino,
por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira y abandona el enojo;
de ninguna manera te apasiones por hacer lo malo.
9 Porque los malhechores serán destruidos,
pero los que esperan en Jehovah heredarán la tierra.
10 Dentro de poco no quedará el impío.
Contemplarás su lugar, y no aparecerá.
11 Pero los mansos heredarán la tierra
y se deleitarán por la abundancia de paz.

12 El impío maquina contra el justo
y cruje sus dientes contra él.
13 El Señor se reirá de él,
porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan la espada y entesan el arco
para derribar al pobre y al necesitado,
para matar a los de recto proceder.
15 Pero la espada de ellos entrará en su propio corazón,
y su arco será roto.

16 Mejor es lo poco del justo
que las riquezas de muchos impíos.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
pero es Jehovah quien sostiene al justo.
18 Jehovah conoce los días de los íntegros,
y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados en el tiempo malo;
en los días de hambre serán saciados.

20 Pero los impíos perecerán,
y los enemigos de Jehovah serán consumidos como el sebo de los carneros;
se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado y no paga,
pero el justo tiene compasión y da.
22 Los que él bendiga heredarán la tierra,
y los que él maldiga serán eliminados.
23 Por Jehovah son afirmados los pasos del hombre,
y él se complacerá en su camino.
24 Si cae, no quedará postrado,
porque Jehovah sostiene su mano.

25 Yo he sido joven y he envejecido;
pero no he visto a un justo desamparado,
ni a sus descendientes mendigando pan.
26 En todo tiempo tiene compasión y presta,
y su descendencia es para bendición.

27 Apártate del mal y haz el bien,
y vivirás para siempre.
28 Porque Jehovah ama la rectitud
y no desampara a sus fieles.
Para siempre serán guardados,
pero la descendencia de los impíos será exterminada.
29 Los justos heredarán la tierra
y vivirán para siempre sobre ella.

30 La boca del justo expresará sabiduría,
y su lengua proferirá juicio.
31 La ley de su Dios está en su corazón;
por eso sus pasos no vacilarán.

32 El impío acecha al justo
y procura matarlo.
33 Jehovah no lo dejará caer en su mano,
ni dejará que lo condenen cuando sea juzgado.
34 Espera en Jehovah y guarda su camino.
El te exaltará para heredar la tierra,
y cuando los impíos sean destruidos,
tú lo verás.

35 Yo he visto al impío enaltecido,
que se levantaba como un cedro del Líbano.
36 Pero pasó y ya no apareció.
Lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro y mira al justo;
que la posteridad de ese hombre es paz.
38 Pero los transgresores serán todos juntos destruidos;
la posteridad de los impíos será eliminada.

39 La salvación de los justos proviene de Jehovah;
él es su fortaleza en el tiempo de angustia.
40 Jehovah les ayudará y los librará;
les librará de los impíos y los salvará,
porque en él se han refugiado.


DIOS PRIMERO EN TODO


REFLEXIÓN

Calla delante de Jehovah, y espera en él. (Salmo 37:7)

Algo muy difícil para nosotros, no pensar en nada, no tener ninguna acción, pero esperando en Dios. Las circunstancias a nuestro alrededor, las personas que nos rodean, el tiempo que se agota, todo en contra de nosotros para que no callemos, sino que debemos accionar. Muchas personas hablan de que esperar no implica que debamos estar quietos, pero este versículo en este pasaje nos da a entender esto. Pero las cosas de Dio son muy diferentes a nuestros pensamiento, Dios debe ser el centro de todo en nuestras vidas. Él tiene que tener la supremacía en todo, debe ser nuestro querer y nuestro hacer.

ORACIÓN

Mi Dios que aprenda a dejarte actuar, que comprenda que tú conoces toda la cosa. Amén.





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