lunes, 22 de junio de 2015

LECTURA 22 DE JUNIO

DÍA 173

22 DE JUNIO (SALMOS 44:1-48:14)

SALMO 44

PLEGARIA POR LA LIBERACIÓN NACIONAL

(Al músico principal. De los hijos de Coré. Masquil)

1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído;
nuestros padres nos han contado de la obra que hiciste en sus días, en tiempos antiguos.
2 Con tu mano echaste a las naciones para plantarlos a ellos;
abatiste a los pueblos y los arrojaste.
3 No se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró;
sino tu diestra, tu brazo,
y la luz de tu rostro;
porque tú los favorecías.

4 Tú, oh Dios, eres mi Rey;
manda liberación a Jacob.
5 Por medio de ti embestiremos a nuestros enemigos;
en tu nombre pisotearemos a los que se nos oponen.

6 No confiaré en mi arco,
ni mi espada me librará;
7 pues tú nos libras de nuestros enemigos
y avergüenzas a los que nos aborrecen.
8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
y alabaremos su nombre para
siempre.      (Selah)
9 Sin embargo, nos has desechado
y nos has confundido;
ya no sales con nuestros ejércitos.
10 Nos has hecho retroceder ante el enemigo,
y los que nos aborrecen nos han saqueado.
11 Nos has puesto como ovejas para el consumo,
y nos has esparcido entre las naciones.
12 Has vendido de balde a tu pueblo,
y ningún provecho has ganado con su precio.
13 Nos has puesto como afrenta ante nuestros vecinos,
por burla y ridículo ante los que están
a nuestro alrededor.
14 Nos has puesto como refrán en medio de las naciones,
y como objeto de burla en medio de los pueblos.

15 Cada día mi confusión está delante
de mí,
y mi cara se cubre de vergüenza,
16 por la voz del que injuria y deshonra,
por causa del enemigo y del vengativo.
17 Todo esto nos ha venido,
pero no nos hemos olvidado de ti,
ni hemos faltado a tu pacto.
18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
ni tampoco nuestros pasos se han apartado de tu camino,
19 para que nos abatas en el lugar de los chacales
y nos cubras con densa oscuridad.

20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios
o alzado nuestras manos a un dios extraño,
21 ¿no averiguaría esto Dios,
quien conoce los secretos del corazón?
22 Más bien, por tu causa nos matan cada día;
somos tratados como ovejas para el matadero.

23 Despierta; ¿por qué duermes, oh Señor?
Despierta; no nos abandones para siempre.
24 ¿Por qué escondes tu rostro
y te olvidas de nuestra aflicción y opresión?
25 Nuestra alma está agobiada hasta el polvo;
nuestro vientre está pegado a la tierra.
26 Levántate, socórrenos
y redímenos por tu misericordia.

SALMO 45

CANCIÓN PARA LAS BODAS DEL REY

(Al músico principal. Sobre Sosanim. Para los hijos de Coré. Masquil. Canción de amor)

1 Mi corazón rebosa de palabras buenas;
dedico al rey mi canto.
Mi lengua es como pluma de un veloz escriba.

2 Tú eres el más hermoso de los hijos del hombre;
la gracia se ha derramado en tus labios.
Por eso Dios te ha bendecido para siempre.
3 Ciñe tu espada sobre tu muslo, oh valiente, en tu gloria y majestad.
4 En tu majestad cabalga y triunfa por causa de la verdad, de la humildad y de la justicia.
Tu mano derecha te mostrará cosas asombrosas.
5 Pueblos caerán debajo de ti;
tus flechas agudas penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
cetro de justicia es el cetro de tu reino.
7 Has amado la justicia y aborrecido la injusticia;
por eso te ha ungido Dios, el Dios tuyo,
con aceite de gozo, más que a tus compañeros.
8 Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras;
en palacios de marfil te han recreado los instrumentos de cuerda.
9 Hijas de reyes hay en tu corte de honor;
la reina está de pie a tu derecha con oro de Ofir.

10 Oye, hija, y mira; inclina tu oído:
Olvida tu pueblo y la casa de tu padre.
11 El rey desea tu hermosura;
inclínate hacia él, porque él es tu señor.
12 Las hijas de Tiro vienen con presentes,
y los ricos del pueblo imploran tu favor.

13 Toda gloriosa está la hija del rey;
de perlas engastadas en oro es su vestido.
14 Con vestido bordado será llevada ante el rey.
Vírgenes irán detrás de ella;
sus compañeras serán traídas a ti.
15 Serán traídas con alegría y con gozo,
y entrarán en el palacio del rey.

16 En lugar de tus padres estarán tus hijos,
a quienes harás príncipes en toda la tierra.
17 Haré perpetua la memoria de tu nombre
en todas las generaciones,
por lo cual te alabarán los pueblos
eternamente y para siempre.

SALMO 46

JEHOVAH, PROTECTOR DE SU PUEBLO

(Al músico principal. De los hijos de Coré. Sobre Alamot. Cántico)

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble,
aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,
3 aunque sus aguas rujan y echen espuma,
y se estremezcan los montes por su braveza.      (Selah)

4 Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
el santuario, morada del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella;
no será movida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
6 Las naciones se conmocionan,
se tambalean los reinos.
El emite su voz, y se derrite la tierra.
7 Jehovah de los Ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de
Jacob.      (Selah)

8 Venid y ved los hechos de Jehovah,
quien ha causado desolaciones en la tierra.
9 Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras;
quiebra el arco, rompe la lanza
y quema los carros en el fuego.
10 "Estad quietos y reconoced que yo soy Dios.
Exaltado he de ser entre las naciones;
exaltado seré en la tierra."
11 Jehovah de los Ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de
Jacob.      (Selah)

SALMO 47

JEHOVAH, REY DE TODA LA TIERRA

(Al músico principal. De los hijos de Coré. Salmo)

1 ¡Pueblos todos, aplaudid!
¡Aclamad a Dios con voz de júbilo!
2 Porque Jehovah, el Altísimo, es temible,
gran Rey sobre toda la tierra.
3 El someterá los pueblos a nosotros,
las naciones debajo de nuestros pies.
4 Porque él ha elegido nuestra heredad,
el orgullo de Jacob, al cual
amó.      (Selah)

5 Subió Dios en medio de aclamación;
Jehovah, con sonido de corneta.
6 ¡Cantad a Dios, cantad!
¡Cantad a nuestro Rey, cantad!
7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra,
cantad con entendimiento.

8 ¡Dios reina sobre las naciones!
¡Dios se ha sentado sobre su santo trono!
9 Se han reunido los gobernantes de los pueblos
con el pueblo del Dios de Abraham,
10 porque de Dios son las defensas de la tierra.
¡El es muy enaltecido!

SALMO 48

LA GLORIA DE LA CIUDAD DEL GRAN REY

(Cántico. Salmo de los hijos de Coré)

1 ¡Grande es Jehovah
y digno de suprema alabanza,
en la ciudad de nuestro Dios,
en el monte de su santuario!

2 ¡Qué hermosa altura!
El gozo de toda la tierra es el monte Sion por el lado norte,
la ciudad del Gran Rey.
3 Dios es conocido por refugio
en sus palacios.
4 Porque, he aquí, los reyes se han aliado;
han avanzado juntos.
5 Pero viéndola así, se quedaron atónitos;
se turbaron y se dieron prisa a huir.
6 Allí se apoderó de ellos el estremecimiento;
tuvieron dolor como de mujer
que da a luz.
7 Con el viento del oriente
rompes las naves de Tarsis.

8 Como lo oímos, así lo hemos visto
en la ciudad de Jehovah de los Ejércitos,
la ciudad de nuestro Dios:
Dios la afirmará para siempre.      (Selah)
9 Oh Dios, hemos pensado en tu misericordia,
en medio de tu templo.
10 Conforme a tu nombre, oh Dios,
así es tu alabanza hasta los confines de la tierra.
Tu diestra está llena de justicia.

11 Se alegrará el monte Sion;
las hijas de Judá se regocijarán
a causa de tus juicios.
12 Id alrededor de Sion y rodeadla;
contad sus torres.
13 Observad detenidamente su muro exterior;
examinad sus palacios, para que lo contéis a la generación venidera.
14 Porque Dios es nuestro Dios eternamente y para siempre;
por siempre nos guiará.


TODA CONFIANZA DEBE VENIR DE DIOS

REFLEXIÓN

No confiaré en mi arco, ni mi espada me librará (Salmo 44:6)

Si digo que confía en Dios, no puedo esperar ser liberado por medio de mis propias fuerzas. Si tengo mucha confianza en mí mismo y en mis capacidades, no puedo ir a Dios a pedirle ayuda. Si tengo suficiente de mí mismo, entonces para que necesito de Dios. Quiero tenerlo todo, supe confianza en mí mismo y el poder de Dio obre mí por si acaso. Pero esto no funciona así o confías en ti o confía en Dios, para hacer todas las cosas. Para ver que funciona mejor o quien sabe lo que hay que hacer. Dios siempre será nuestro sustentador, pero espera pacientemente a que se agoten tus fuerzas y tus capacidades; y así puedas reconocer que no podemos hacer nada fuera de Dios.

ORACIÓN

Mi Señor enséñame a confiar en ti por encima de todas las coa, así podremos caminar juntos en todo momento. Amén.





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