DÍA 165
14 DE
JUNIO (JOB 41:1-SALMOS 4:8)
CAPÍTULO
41
1 »¿Sacarás tú
al Leviatán con anzuelo?
¿Sujetarás con una cuerda su lengua?
2 ¿Pondrás
soga de juncos en sus narices?
¿Horadarás con gancho su quijada?
3 ¿Acaso te
colmará de ruegos?
¿Te hablará con palabras sumisas?
4 ¿Hará un
trato contigo,
para que lo tomes por siervo perpetuo?
5 ¿Jugarás con
él como con un pájaro?
¿Lo atarás para tus niñas?
6 ¿Negociarán
por él los grupos de pescadores?
¿Se lo repartirán entre sí los mercaderes?
7 ¿Podrás
llenar de arpones su piel
o su cabeza con lanza de pescar?
8 Pon sobre él
tu mano:
Te acordarás de la batalla,
¡y nunca volverás a hacerlo!
9 He aquí que
toda esperanza del hombre se frustra,
porque ante su solo aspecto uno cae hacia atrás.
10 Nadie hay
tan osado que lo despierte.
¿Quién podrá presentarse delante
de él?
11 ¿Quién me
ha dado primero para que yo le restituya?
¡Todo lo que hay debajo del cielo,
mío es!
12 »No
guardaré silencio acerca de sus miembros,
ni de sus proezas, ni de su gallarda figura.
13 ¿Quién
podrá levantar la superficie de su vestidura?
¿Quién se acercará a él con su doble coraza?
14 ¿Quién
abrirá sus fauces?
Hay terror alrededor de sus dientes.
15 Su espalda
está recubierta de hileras de escamas
herméticamente unidas entre sí.
16 La una se
junta con la otra,
de modo que ni el aire puede pasar entre
ellas.
17 Pegadas
están unas con otras;
están trabadas entre sí y no se podrán
separar.
18 Sus
estornudos lanzan destellos de luz;
sus ojos son como los párpados del alba.
19 De su boca
salen llamaradas;
escapan chispas de fuego.
20 De sus
narices sale humo,
como de olla que hierve al fuego.
21 Su aliento
enciende los carbones,
y de su boca salen llamaradas.
22 Su poderío
reside en su cuello;
ante su presencia surge el desaliento.
23 Los
pliegues de su carne son apretados;
son sólidos e inamovibles.
24 Su corazón
es sólido como una roca,
sólido como la piedra inferior de un molino.
25 Cuando él
se levanta,
los poderosos sienten pavor
y retroceden ante el quebrantamiento.
26 La espada
que lo alcanza no lo afecta;
tampoco la lanza, ni el dardo, ni la jabalina.
27 Al hierro
estima como paja,
y a la madera como a la corrosión del cobre.
28 Las flechas
no le hacen huir;
las piedras de la honda le son como rastrojo.
29 Al garrote
considera hojarasca;
se ríe del blandir de la jabalina.
30 Por debajo
tiene escamas puntiagudas;
deja huellas como un trillo sobre el lodo.
31 Hace hervir
el abismo como caldera
y convierte el mar en una olla de ungüentos.
32 Tras de sí
hace resplandecer un sendero;
como si el océano tuviera blanca cabellera.
33 No existe
sobre la tierra algo semejante;
está hecho exento de temor.
34 Menosprecia
todo lo que es alto;
es el rey de todas las fieras arrogantes.
CAPÍTULO 42
JOB RESPONDE A JEHOVAH
1 Entonces Job
respondió a Jehovah y dijo:
2 -Reconozco
que tú todo lo puedes,
y que no hay plan que te sea irrealizable.
3 "¿Quién
es ese que encubre el consejo,
con palabras sin entendimiento?"
Ciertamente dije cosas que no entendía,
cosas demasiado maravillosas para mí,
las cuales jamás podré comprender.
4 Escucha, por
favor, y hablaré:
"Yo te preguntaré, y tú me lo harás
saber."
5 De oídas
había oído de ti,
pero ahora mis ojos te ven.
6 Por tanto,
me retracto,
y me arrepiento en polvo y ceniza.
JEHOVAH RESTAURA Y BENDICE A JOB
7 Y aconteció,
después que Jehovah habló estas palabras a Job, que Jehovah dijo a Elifaz el
temanita:
—Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos
compañeros, porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.
8 Ahora pues, tomad para vosotros siete toros y siete carneros, id a
mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Entonces mi siervo Job orará
por vosotros, porque a él atenderé para no trataros con afrenta. Porque no
habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.
9 Entonces
fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como
Jehovah les había dicho. Y Jehovah atendió a Job.
10 Jehovah
restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó Jehovah al doble todo
lo que había pertenecido a Job. 11 Entonces vinieron a él todos sus
hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y
comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo
aquel mal que Jehovah había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza
de dinero y un pendiente de oro.
12 Jehovah
bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener 14.000
ovejas, 6.000 camellos, 1.000 yuntas de bueyes y 1.000 asnos. 13
Tuvo también siete hijos y tres hijas. 14 A la primera le puso por
nombre Jemima; el nombre de la segunda era Quesia, y el nombre de la tercera,
Queren-hapuj. 15 No había en toda la tierra mujeres tan hermosas
como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.
16 Después de
esto, Job vivió 140 años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta
cuatro generaciones. 17 Y murió Job anciano y lleno de años.
EL LIBRO DE
LOS
SALMOS
PRIMERA PARTE: SALMOS 1-41
SALMO 1
EL JUSTO Y LOS PECADORES
1
Bienaventurado el hombre que
no anda según el consejo de los impíos,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la silla de los burladores.
2 Más bien, en
la ley de Jehovah está su delicia,
y en ella medita de día y de noche.
3 Será como un
árbol
plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto a su tiempo
y cuya hoja no cae.
Todo lo que hace prosperará.
4 No sucede
así con los impíos,
que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto,
no se levantarán los impíos en el juicio,
ni los pecadores en la congregación de los
justos.
6 Porque
Jehovah conoce el camino de los justos,
pero el camino de los impíos perecerá.
SALMO 2
EL UNGIDO ASUME EL TRONO
1 ¿Por qué se
amotinan las naciones
y los pueblos traman cosas vanas?
2 Se presentan
los reyes de la tierra,
y los gobernantes consultan unidos
contra Jehovah y su ungido, diciendo:
3
"¡Rompamos sus ataduras!
¡Echemos de nosotros sus cuerdas!"
4 El que
habita en los cielos se reirá;
el Señor se burlará de ellos.
5 Entonces les
hablará en su ira
y los turbará en su furor:
6 "¡Yo he
instalado a mi rey
en Sion, mi monte santo!"
7 Yo declararé
el decreto:
Jehovah me ha dicho:
"Tú eres mi hijo; yo te engendré hoy.
8 Pídeme, y te
daré por heredad las naciones,
y por posesión tuya los confines de la tierra.
9 Tú los
quebrantarás con vara de hierro;
como a vasija de alfarero los
desmenuzarás."
10 Y ahora, oh
reyes, sed sabios;
aceptad la corrección, oh gobernantes de la
tierra.
11 Servid a
Jehovah con temor
y alegraos con temblor.
12 Besad al
hijo, no sea que se enoje
y perdáis el camino;
pues se enciende de pronto su ira.
¡Bienaventurados todos los que en él se
refugian!
SALMO 3
ORACIÓN PARA LA HORA DE LEVANTARSE
(Salmo de David compuesto cuando huía de su
hijo Absalón)
1 ¡Oh Jehovah,
cuánto se han multiplicado mis enemigos!
Muchos son los que se levantan
contra mí.
2 Muchos dicen
acerca de mí:
"¡Dios no lo librará!" (Selah)
3 Pero tú, oh
Jehovah,
eres escudo alrededor de mí;
eres mi gloria y el que levanta mi cabeza.
4 Con mi voz
clamé a Jehovah,
y él me respondió desde su santo monte. (Selah)
5 Yo me acosté
y dormí.
Desperté, porque Jehovah me sostuvo.
6 No temeré a
las decenas de millares del pueblo que han puesto sitio
contra mí.
7 ¡Levántate,
oh Jehovah!
¡Sálvame, Dios mío!
Porque a todos mis enemigos has golpeado en la
mejilla,
y has quebrantado los dientes de los impíos.
8 De Jehovah
viene la salvación.
¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! (Selah)
SALMO 4
ORACIÓN PARA LA HORA DE ACOSTARSE
(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo de
David)
1 ¡Respóndeme
cuando clamo,
oh Dios de mi justicia!
Tú que en la angustia ensanchaste mi camino,
ten misericordia de mí
y oye mi oración.
2 Oh hijos del
hombre,
¿hasta cuándo convertiréis mi honra en
infamia, amaréis la vanidad y buscaréis el engaño? (Selah)
3 Sabed que
Jehovah ha apartado al piadoso para sí;
Jehovah oirá cuando yo clame a él.
4 Temblad y no
pequéis.
Reflexionad en vuestro corazón sobre vuestra
cama y estad en
silencio. (Selah)
5 Ofreced
sacrificios de justicia
y confiad en Jehovah.
6 Muchos
dicen:
"¿Quién nos mostrará el bien?"
Haz brillar sobre nosotros, oh Jehovah, la luz
de tu rostro.
7 Tú has dado
tal alegría a mi corazón
que sobrepasa a la alegría que ellos tienen
con motivo de su siega y de su vendimia.
8 En paz me
acostaré y dormiré;
porque sólo tú, oh Jehovah,
me haces vivir seguro.
CONOCIENDO AL DIOS VERDADERO
REFLEXIÓN
De oídas había oído de ti, pero ahora mis ojos
te ven. (Job 42:5)
Es como el fin último de todas las cosas de
Dios, de nuestra relación con el Todopoderoso. Que le conozcamos
verdaderamente, que sepamos exactamente quién es él. El propósito de Dios es
que lleguemos a ese conocimiento pleno de él, no es que vivamos nuestra vida
cristiana creyendo lo que nosotros queramos sobre él. Él es el Dios y nosotros sus
criatura, si él nos llama a acercarnos más hacia él; entonces debemos dejar que
sea quien se nos muestre tal como él es. No podemos vivir queriendo agradar a
Dios, y teniendo un concepto de él impuesto por los demás; o creer en el Dios
que otros han visto o han creído ver. Solo aceptará Dios en concepto de él, que
él mismo nos haya dado; entonces podremos decir lo que Job dijo.
ORACIÓN
Mi Señor enséñame a verte tal y como tú quieres
que yo te vea, que pueda tener el concepto exacto que tu mimo colocaste en mí.
Amén.
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