DÍA 157
6 DE JUNIO (JOB 14:1-16:22)
CAPÍTULO 14
1 »El hombre,
nacido de mujer, es corto de días y lleno de tensiones.
2 Brota como
una flor y se marchita;
huye como una sombra y no se detiene.
3 ¿Sobre uno
así abres tus ojos,
y lo traes a juicio contigo?
4 ¿Quién puede
sacar lo limpio de lo impuro? ¡Nadie!
5 Ciertamente
sus días están determinados,
y el número de sus meses
depende de ti.
Tú le has fijado sus límites,
los cuales no podrá traspasar.
6 Aparta de él
tu mirada, y que descanse
hasta que, cual un jornalero,
haya disfrutado su día.
7 »Porque para
el árbol hay esperanza;
si es cortado, se renovará,
y su retoño no dejará de ser.
8 Aunque su
raíz se envejece en la tierra
y su tronco muere en el suelo,
9 al percibir
el agua reverdecerá
y echará ramas como planta.
10 Pero el
hombre muere y desaparece;
el hombre expira, ¿y dónde estará?
11 Se agotan
las aguas de un lago,
y un río mengua y se seca;
12 así yace el
hombre y no se vuelve a levantar.
Hasta que no haya más cielos,
no lo despertarán,
ni lo levantarán de su sueño.
13 »¡Cómo
quisiera que me escondieses en el Seol,
que me encubrieses hasta que se apaciguara tu
furor
y que fijases un plazo para acordarte
de mí!
14 Si el
hombre muere, ¿volverá a vivir?
Todos los días de mi milicia esperaré
hasta que llegue mi relevo.
15 Entonces
llamarás, y yo te responderé.
Añorarás la obra de tus manos.
16 Porque
ahora me cuentas los pasos,
y no das tregua a mi pecado.
17 Mi
transgresión tienes sellada en una bolsa
y recubres mi iniquidad.
18 »Sin
embargo, la montaña cae y se deshace,
y la peña es removida de su lugar.
19 Las aguas
desgastan las piedras,
y su crecida arrastra el polvo de la tierra;
así haces perecer la esperanza del hombre.
20 Para
siempre prevaleces contra él,
hasta que se va;
desfiguras su rostro y lo despides.
21 Si sus
hijos alcanzan honra,
él no lo sabrá.
Y si llegan a ser empequeñecidos,
él no lo comprenderá.
22 Su cuerpo
le da sólo dolores,
y su alma hace duelo por él.
CAPÍTULO
15
SEGUNDA INTERVENCIÓN DE ELIFAZ
1 Entonces
intervino Elifaz el temanita y dijo:
2 -¿Ha de
responder el sabio con vano conocimiento?
¿Ha de llenar su vientre de viento oriental?
3 ¿Ha de
argüir con expresiones inútiles
y con palabras sin provecho?
4 Ciertamente
tú anulas la devoción
y menoscabas la meditación delante de Dios.
5 Porque tu
iniquidad instruye a tu boca,
y adoptas el lenguaje de los astutos.
6 Tu boca te
condena, no yo;
y tus labios testifican contra ti.
7 »¿Fuiste tú
el primer hombre que nació?
¿Naciste antes que las colinas?
8 ¿Has
escuchado el secreto de Dios,
para que tú solo te apropies de la sabiduría?
9 ¿Qué sabes
tú que no sepamos nosotros?
¿Qué entendimiento tienes
que nosotros no tengamos?
10 También
entre nosotros hay hombres canosos,
hombres muy ancianos,
mayores en años que tu padre.
11 ¿En tan
poco tienes el consuelo de Dios
y la palabra que se te dice con ternura?
12 ¿Por qué te
arrebata tu corazón,
y por qué guiñan tus ojos,
13 para que
vuelvas tu espíritu contra Dios
y dejes salir tales palabras de tu boca?
14 »¿Qué es el
hombre para considerarse limpio;
y el nacido de mujer, para que se considere
justo?
15 Si Dios no
se fía ni de sus santos,
ni aun los cielos son puros ante sus ojos,
16 ¿cuánto
menos el abominable y corrupto,
el hombre que bebe como agua la iniquidad?
17 »Escúchame;
yo te informaré
y te contaré lo que he visto;
18 lo que los
sabios nos han revelado
sin encubrir nada de lo de sus padres.
19 Sólo a
ellos les fue dada la tierra,
y ningún extraño pasó por en medio de ellos.
20 El impío se
retuerce de dolor todos los días,
y un cierto número de años
han sido reservados para el tirano.
21 Voces de
espanto resuenan en sus oídos;
y aun en la paz vendrá su destructor.
22 El no cree
que ha de volver de las tinieblas,
y que está destinado para la espada.
23 Va errante
en pos del pan,
diciendo: "¿Dónde estará?"
Sabe que el día de las tinieblas
le está listo, a la mano.
24 Le aterran
la tristeza y la aflicción;
lo abruman como un rey listo para el ataque.
25 Porque ha
extendido su mano contra Dios,
y se ha comportado con soberbia
contra el Todopoderoso.
26 Porque
embiste contra él con cuello erguido,
con el doble saliente de su escudo.
27 Aunque su
cara se cubra de gordura
y le crezcan pliegues de grasa en las caderas,
28 habitará en
ciudades desoladas,
en casas donde nadie vive
y que están destinadas a ser escombros.
29 No se
enriquecerá, ni le durarán sus bienes;
tampoco extenderá su patrimonio sobre la
tierra.
30 No escapará
de las tinieblas.
La llama secará sus ramas,
y por el soplo de su boca desaparecerá.
31 »No confíe
en la vanidad,
engañándose a sí mismo,
pues vanidad será su recompensa.
32 Ella se
cumplirá antes de su tiempo,
y su copa no estará frondosa.
33 Como la vid
dejará caer sus uvas agraces
y arrojará sus flores como el olivo.
34 Porque la
compañía de los impíos es estéril,
y el fuego consumirá las moradas del soborno.
35 Conciben
afanes y dan a luz iniquidad;
sus entrañas preparan el engaño.
CAPÍTULO
16
JOB RESPONDE A ELIFAZ
1 Entonces
respondió Job y dijo:
2 -He oído
muchas cosas como éstas;
consoladores gravosos sois todos vosotros.
3 ¿Habrá fin
para las palabras vacías?
¿Qué te incita a responder?
4 Yo también
podría hablar como vosotros.
Si vuestra alma estuviera en lugar de mi alma,
yo también podría componer discursos contra
vosotros,
y por vosotros sacudiría mi cabeza.
5 Os alentaría
con mi boca,
y el movimiento de mis labios traería alivio.
6 »Pero si
hablo,
mi dolor no tiene alivio;
y si dejo de hablar,
¿qué se ha de ir de mí?
7 Pero ahora
Dios me tiene agobiado.
Ha desolado toda mi compañía,
8 y me ha
llenado de arrugas.
Mi debilidad responde en mi propia cara;
ha venido a ser testigo
y se ha levantado contra mí.
9 Su furor me
ha despedazado,
pues me aborrece;
contra mí hace crujir sus dientes.
Mi adversario aguza su mirada
contra mí.
10 Contra mí
han abierto su boca;
con afrenta han golpeado mis mejillas.
A una se han juntado contra mí.
11 Dios me ha
entregado a los perversos;
me ha empujado a las manos de los impíos.
12 Yo estaba
tranquilo, pero él me sacudió;
me tomó por el cuello y me despedazó.
El me ha puesto por blanco suyo;
13 sus
arqueros me han rodeado.
Atraviesa mis riñones sin compasión
y derrama por tierra mi hiel.
14 Abre en mí
brecha tras brecha;
contra mí arremete como un guerrero.
15 »He cosido
cilicio sobre mi piel
y he hundido mi fuerza en el polvo.
16 Mi rostro
está enrojecido con el llanto,
y sobre mis párpados hay densa oscuridad,
17 a pesar de
no haber violencia en mis manos
y de ser pura mi oración.
18 »¡Oh
tierra, no encubras mi sangre!
¡Que no haya lugar para mi clamor!
19 He aquí que
también ahora
mi testigo está en los cielos;
en las alturas está mi defensor.
20 Mis amigos
me escarnecen;
mis ojos derraman lágrimas ante Dios.
21 ¡Oh, si
alguien llevara la causa
de un hombre ante Dios
como entre el hombre y su prójimo!
22 Porque los
pocos años se van,
y yo iré por el camino sin retorno.
HACIÉNDONOS SOLIDARIO CON EL AGRAVIADO
REFLEXIÓN
¡Oh, si alguien llevara la causa
de un hombre ante Dios
como entre el hombre y su prójimo! (Job 16:21)
Es todo lo que pide
una persona que se encuentra en una situación de angustia, que alguien llevará su
asunto ante Dios, que alguien interceda ante Dio por él, y su carga sea
aliviada. Pero Job no encontró esto en sus amigos, y ya al final le empezaron a
condenar más fuerte. Arremetieron con dureza contra uno en angustia, no fueron
de consuelo y compañía. Debemos de tener cuidado de juzgar con ligereza a
alguien que se encuentra en una situación de gravidez, si no tenemos nada que
decir mejor que el silencio, por lo menos seamos de compañía para el agraviado.
ORACIÓN
Mi Dios que siempre mi
pensamiento sea de ayudar al que se encuentra en angustia. Amén.
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