viernes, 5 de junio de 2015

LECTURA 5 DE JUNIO

DÍA 156

5 DE JUNIO (JOB 10:1-13:28)

CAPÍTULO 10

1 »Mi alma está hastiada de mi vida.
Daré rienda suelta a mi queja;
hablaré en la amargura de mi alma.
2 Diré a Dios: No me condenes;
hazme entender por qué contiendes conmigo.
3 ¿Te parece bueno oprimir
y desechar la obra de tus manos,
mientras resplandeces
sobre el consejo de los impíos?
4 ¿Acaso tus ojos son humanos?
¿Acaso ves como ve un hombre?
5 ¿Son tus días como los días de un hombre;
o tus años, como los días de un mortal,
6 para que indagues mi iniquidad
e inquieras por mi pecado?
7 Tú sabes que yo no soy culpable,
y que no hay quien libre de tu mano.

8 »Tus manos me formaron y me hicieron,
¿y después, cambiando, me destruyes?
9 Acuérdate, por favor,
de que tú me formaste como al barro,
y que me harás volver al polvo.
10 ¿Acaso no me derramaste como a la leche,
y me cuajaste como al queso?
11 De piel y de carne me vestiste,
y me entretejiste con huesos y tendones.
12 Vida y misericordia me concediste,
y tu cuidado guardó mi espíritu.
13 Estas cosas tenías escondidas en tu corazón;
yo sé que esto estaba en tu mente.
14 Si peco, entonces me vigilas,
y no me declaras inocente de mi iniquidad.
15 Si soy culpable, ¡ay de mí!
Pero aun siendo justo, no levanto mi cabeza,
pues estoy harto de ignominia y de ver mi aflicción.
16 Si me levanto, me cazas como a león,
y vuelves a mostrar en mí tus proezas.
17 Traes de nuevo tus testigos contra mí,
y aumentas contra mí tu ira
con tropas de relevo en mi contra.

18 »¿Por qué, pues, me sacaste de la matriz?
Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habría visto.
19 Habría sido como si nunca hubiera existido,
conducido desde el vientre hasta la tumba.
20 ¿Acaso no son pocos los días de mi existencia?
Apártate de mí, de modo que me aliente un poco,
21 antes que me vaya, para no volver,
a la tierra de oscuridad y de tinieblas:
22 tierra lóbrega como la oscuridad,
de densas tinieblas y desorden,
donde lo que brilla es como oscuridad.

CAPÍTULO 11

PRIMERA INTERVENCIÓN DE ZOFAR

1 Entonces intervino Zofar el namatita y dijo:

2 -¿No ha de tener respuesta
tal abundancia de palabras?
¿Habrá de salir justificado el charlatán?
3 ¿Harán callar a los hombres tus jactancias?
¿Harás escarnio, sin que haya quien te afrente?
4 Tú dices: "Mi doctrina es pura,
y yo soy limpio ante tus ojos."
5 Pero, ¡quién diera que Dios hablara
y abriera sus labios para contigo!
6 El te revelaría los secretos de la sabiduría,
porque la sagacidad es de doble valor.
Así conocerías que Dios, en tu favor,
ha pasado por alto parte de tu iniquidad.

7 »¿Alcanzarás tú las cosas profundas de Dios?
¿Alcanzarás el propósito del Todopoderoso?
8 Es más alto que los cielos;
¿qué puedes tú hacer?
Es más profundo que el Seol;
¿qué puedes tú saber?
9 Su dimensión es más extensa que la tierra
y más ancha que el mar.

10 »Si Dios pasa y aprisiona, o si congrega,
¿quién le puede detener?
11 Ya que él conoce a los hombres vanos,
¿no examinará la iniquidad cuando la vea?
12 El hombre de cabeza hueca se hará inteligente
cuando un borriquillo de asno montés nazca humano.

13 »Si tú predispones tu corazón
y extiendes a él tus manos
14 (si hay injusticia en tus manos,
aléjala de ti,
y no cobijes la maldad en tu morada),
15 entonces levantarás tu cara libre de mancha
y estarás firmemente fundado,
y no temerás.
16 Pues así te olvidarás de tu sufrimiento;
como aguas que ya pasaron lo recordarás.
17 Tu existencia será más resplandeciente que el mediodía;
aun la oscuridad te será como la alborada.
18 Estarás confiado, porque hay esperanza;
explorarás alrededor y te acostarás seguro.
19 Te recostarás, y no habrá quien te espante;
muchos implorarán tu favor.
20 Pero los ojos de los malos serán consumidos;
no habrá para ellos escapatoria,
y su esperanza será el último suspiro.

CAPÍTULO 12

JOB RESPONDE A ZOFAR

1 Entonces respondió Job y dijo:
2 -Ciertamente vosotros sois el pueblo,
y con vosotros morirá la sabiduría.
3 Pero yo también, como vosotros, tengo entendimiento;
en nada soy inferior a vosotros.
¿Quién no sabe tales cosas?

4 »Soy alguien que para su amigo
es motivo de risa,
uno que clamó a Dios, y se le respondió,
un justo e íntegro que es motivo de risa.
5 Según la evaluación de quien no se duele,
él es una tea despreciada;
pero estuvo lista para los pies que resbalan.
6 Las moradas de los destructores prosperan,
y los que provocan a Dios están seguros
en aquello que la mano de Dios les ha traído.

7 »En efecto, pregunta, por favor,
a los cuadrúpedos, y te enseñarán;
a las aves del cielo, y te informarán.
8 O habla a la tierra, y te enseñará;
y los peces del mar te lo contarán.
9 ¿Cuál de todos ellos no sabe
que la mano de Jehovah ha hecho esto?
10 En sus manos está
la vida de todo viviente
y el hálito de todo mortal.
11 ¿No distingue el oído las palabras,
y el paladar prueba la comida?
12 En los ancianitos hay sabiduría;
y en la mucha edad, entendimiento.

13 »Con Dios están la sabiduría y el poder;
suyo es el consejo y el entendimiento.
14 Si él destruye,
no será edificado de nuevo.
Si él cierra ante el hombre,
no habrá quien le abra.
15 Si él detiene las aguas, se secan;
y si las deja ir, trastornan la tierra.
16 Con él están el poderío y la victoria;
suyo es el que yerra y el que hace errar.
17 A los consejeros despoja de consejo
y entontece a los jueces.
18 El suelta las ataduras que imponen los reyes,
y ata con una cuerda sus cinturas.
19 Hace ir descalzos a los sacerdotes,
y arruina a los poderosos.
20 Quita la palabra a los tenidos por fieles,
y a los ancianos priva de discernimiento.
21 Derrama menosprecio sobre los nobles,
y afloja el cinturón de los fuertes.
22 Descubre las profundidades de las tinieblas
y saca a la luz la densa oscuridad.
23 Lleva las naciones al apogeo y luego las destruye;
él expande a los pueblos y los abandona.
24 Priva de reflexión a los jefes del pueblo de la tierra,
y les hace errar sin rumbo en el vacío.
25 No teniendo luz van palpando las tinieblas,
y los hace tambalear como borrachos.

CAPÍTULO 13

1 »He aquí que todo esto han visto mis ojos;
mis oídos lo han escuchado y entendido.
2 Como vosotros lo sabéis,
yo también lo sé;
en nada soy menos que vosotros.
3 Sin embargo, yo hablaré al Todopoderoso,
pues quiero argumentar con Dios.

4 »En cuanto a vosotros,
lo recubrís todo con mentira;
todos vosotros sois médicos inútiles.
5 ¡Oh que callarais del todo!
Ello os sería contado por sabiduría.
6 Escuchad, pues, mi razonamiento
y estad atentos a los argumentos de mis labios.
7 ¿A favor de Dios hablaréis perversidad?
¿A favor de él hablaréis engaño?
8 ¿Habréis de mostrar por él parcialidad?
¿Contenderéis a favor de Dios?
9 ¿Os irá bien cuando él os escudriñe?
¿Acaso os burlaréis de él
como quien se burla de un hombre?
10 Ciertamente él os reprobará,
si en secreto mostráis parcialidad.
11 ¿No os espantará su majestad,
y caerá sobre vosotros su pavor?
12 Vuestras máximas son proverbios de polvo,
y vuestras defensas son defensas de barro.

13 »Callad delante de mí, y yo hablaré,
me pase lo que me pase.
14 ¿Por qué he de arrancar mi carne
con mis propios dientes?
¿O he de exponer mi vida en mi mano?
15 He aquí, aunque él me mate,
en él he de esperar.
Ciertamente defenderé ante su presencia mis caminos.
16 Esto también me será salvación,
porque un impío no iría a su presencia.
17 Oíd con atención mi discurso;
oíd con vuestros oídos mi declaración.
18 He aquí que yo he preparado mi causa,
y sé que seré declarado justo.
19 ¿Quién es el que ha de contender conmigo?
Pues si ahora yo callara, expiraría.

20 »Sólo dos cosas no hagas conmigo;
entonces no me esconderé de tu rostro:
21 Aparta de mí tu mano,
y no me espante tu terror.
22 Llama, entonces, y yo responderé;
o yo hablaré, y tú me responderás:
23 ¿Cuántas son mis faltas o mis pecados?
Hazme entender mi rebelión y mi pecado.
24 ¿Por qué escondes tu rostro,
y me consideras tu enemigo?
25 ¿Aterras a una hoja que es arrebatada?
¿Has de perseguir a una paja seca?
26 Pues escribes contra mí cosas amargas,
y me haces sufrir por los pecados de mi juventud.
27 Pones mis pies en el cepo
y vigilas todas mis sendas;
imprimes marcas en las plantas de mis pies.
28 Así el hombre se gasta como un odre,
como un vestido comido por la polilla.


TENIENDO UN RAZONAMIENTO ADECUADO DE MÍ MISMO


REFLEXIÓN

Vuestras máximas son proverbios de polvo, y vuestras defensas son defensas de barro. (Job 13:12)

Es muy fácil estar del otro lado, en frente de la persona que pasa por aflicción, y argumentar lo que nosotros suponemos por que le está aconteciendo tal situación. Es muy fácil estar bien, y condenar a los demás por lo que están pasando. Es muy fácil creerse que tienes a Dios de tu parte, y decirles a los demás que no tienen lo que tú tienes porque no buscas a Dios correctamente. Es muy fácil juzgar a lo demás, cuando estas en un momento de éxito en tu vida. Es muy fácil decirles a los demás que tú si tienes el control de Dios, cuando los demás no están obteniendo lo que tú tienes. ¿Pero cuando Dios examine, seremos capaces de ser aprobados por él?

ORACIÓN

Mi Dios que nunca tenga un concepto más alto de mí que el que pueda tener, que siempre piense de mí con cordura. Amén.




  

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