DÍA 176
25 DE JUNIO (SALMOS 61:1-67:7)
SALMO 61
ANHELO DE LA PROTECCIÓN DE DIOS
(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo de
David)
1 Escucha, oh
Dios, mi clamor;
atiende a mi oración.
2 Desde el
extremo de la tierra
clamaré a ti cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca que es más alta
que yo.
3 Porque tú me
has sido refugio
y torre fortificada delante del enemigo.
4 Que yo
habite en tu tabernáculo para siempre,
y me refugie al amparo de tus
alas. (Selah)
5 Pues tú, oh
Dios, has oído mis votos;
has dado heredad a los que temen tu nombre.
6 Días sobre
días añadirás al rey;
sus años serán como generación tras
generación.
7 Estará para
siempre delante de Dios;
designa la misericordia y la verdad para que
lo guarden.
8 Entonces
cantaré salmos a tu nombre para siempre,
para pagar mis votos día tras día.
SALMO
62
DIOS, EL ÚNICO REFUGIO
(Al músico principal. A Jedutún. Salmo de
David)
1 Sólo en Dios
reposa mi alma;
de él proviene mi salvación.
2 Sólo él es
mi roca y mi salvación;
él es mi refugio;
no seré grandemente movido.
3 ¿Hasta
cuándo os ensañaréis contra un hombre?
¿Lo destrozaréis todos vosotros como a una
pared inclinada o una cerca derribada?
4 Solamente
consultan cómo derribarlo de su eminencia.
Se complacen con la mentira.
Con sus bocas bendicen,
pero en su interior maldicen. (Selah)
5 Oh alma mía,
reposa sólo en Dios,
porque de él es mi esperanza.
6 Sólo él es
mi roca y mi salvación;
es mi alto refugio; no seré movido.
7 Dios es mi
salvación y mi gloria;
en Dios está la roca de mi fortaleza y mi
refugio.
8 Oh pueblos,
esperad en él en todo tiempo;
derramad delante de él vuestro corazón,
porque Dios es nuestro refugio. (Selah)
9 Por cierto,
vanidad son los hombres comunes;
mentira son los hombres notables.
Si se los pesa a todos juntos en balanza,
serán menos que un soplo.
10 No confiéis
en la opresión,
ni os envanezcáis con la rapiña.
Aunque se incremente la riqueza,
no pongáis en ella el corazón.
11 Una vez
habló Dios;
dos veces he oído esto:
que en Dios hay fortaleza.
12 También en
ti, oh Señor, hay misericordia;
pues tú pagas a cada uno según su obra.
SALMO
63
ORACIÓN DE UN ALMA SEDIENTA DE DIOS
(Salmo de David, compuesto cuando estaba en el
desierto de Judá)
1 ¡Oh Dios, tú
eres mi Dios!
Con diligencia te he buscado;
mi alma tiene sed de ti.
Mi cuerpo te anhela
en tierra árida y sedienta, carente de agua.
2 Te he
contemplado en el santuario,
para admirar tu poder y tu gloria.
3 Porque mejor
es tu misericordia que la vida;
mis labios te alabarán.
4 Por eso te
bendeciré en mi vida,
y en tu nombre alzaré mis manos.
5 Como de sebo
y de gordura se saciará mi alma;
mi boca te alabará con labios de júbilo.
6 Cuando en mi
cama me acuerdo de ti,
medito en ti en las vigilias de la noche.
7 Porque tú
eres mi socorro,
bajo la sombra de tus alas cantaré de gozo.
8 Mi vida está
apegada a ti;
tu mano derecha me sostiene.
9 Los que
buscan mi alma para destruirla
caerán en las profundidades de la tierra.
10 Los
destruirán a filo de espada,
y serán la porción de las zorras.
11 Pero el rey
se alegrará en Dios.
Será alabado cualquiera que jura por él,
pero será cerrada la boca de los que hablan
mentira.
SALMO
64
DIOS PRENDE AL IMPÍO EN SU MALDAD
(Al músico principal. Salmo de David)
1 Escucha, oh
Dios, mi voz en mi oración;
guarda mi vida del miedo al enemigo.
2 Escóndeme
del consejo secreto de los malhechores,
del tumulto de los que obran iniquidad.
3 Ellos afilan
sus lenguas como espadas,
y disponen palabras amargas como flechas,
4 para
tirarlas a escondidas contra el inocente.
De repente tiran contra él, y no temen.
5 Se alientan
unos a otros en perverso designio,
y planean esconder trampas.
Dicen: "¿Quién nos ha de ver?"
6 Traman
maldad,
hacen un minucioso complot,
hasta el íntimo pensamiento de
cada uno de ellos
y lo profundo del corazón.
7 Pero Dios
los herirá con sus propias flechas.
De repente les sobrevendrán sus heridas.
8 Los hará
caer por sus propias lenguas;
todos los que los vean moverán la cabeza.
9 Todos los
hombres temerán;
anunciarán la obra de Dios y entenderán sus
hechos.
10 El justo se
alegrará en Jehovah y confiará en él.
Se gloriarán todos los rectos de corazón.
SALMO
65
ALABANZA A DIOS POR SU PROVIDENCIA
(Al músico principal. Salmo. Cántico de David)
1 En Sion, oh
Dios, te corresponde la alabanza;
a ti serán pagados los votos.
2 Tú oyes la
oración;
a ti acudirá todo ser.
3 Las palabras
de iniquidad prevalecen contra mí,
pero tú perdonarás nuestras rebeliones.
4
Bienaventurado el hombre que tú escoges y haces que se acerque a ti,
para que habite en tus atrios.
Seremos saciados del bien de tu casa,
de tu santo templo.
5 Con hechos
tremendos nos responderás en justicia,
oh Dios de nuestra salvación,
esperanza de todos los confines de la tierra
y de todos los mares más distantes.
6 Tú eres el
que afirmas las montañas
con poder, ceñido de poderío.
7 Tú eres el
que sosiegas el estruendo de los mares,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
8 Por eso los
habitantes de los confines de la tierra tienen temor de tus maravillas.
Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la
mañana y de la noche.
9 Visitas la
tierra y la riegas;
en gran manera la enriqueces.
El río de Dios está lleno de aguas.
Produces los trigales,
porque así lo has preparado.
10 Haces que
se empapen sus surcos
y allanas sus crestas.
Disuelves los terrones con aguaceros
y bendices sus brotes.
11 Coronas el
año con tus bondades,
y tus recorridos fluyen abundancia.
12 Los
pastizales del desierto fluyen abundancia,
y las colinas se ciñen de alegría.
13 Los prados
se visten de rebaños
y los valles se cubren de grano.
Gritan de júbilo y cantan.
SALMO
66
ALABANZA A DIOS POR SUS HECHOS
(Al músico principal. Cántico y salmo)
1 ¡Aclamad a
Dios con alegría,
toda la tierra!
2 Cantad a la
gloria de su nombre;
dadle la gloria en la alabanza.
3 Decid a
Dios:
"¡Cuán admirables son tus obras!
Por tu gran poder se someterán a ti tus
enemigos.
4 ¡Toda la
tierra te adorará y cantará a ti!
¡Cantarán a tu nombre!" (Selah)
5 Venid y ved
los actos de Dios,
admirable en sus hechos
para con los hijos del hombre.
6 El convirtió
el mar en tierra seca,
y por el río pasaron a pie.
¡Regocijémonos en él!
7 Se enseñorea
con su poder para siempre;
sus ojos observan a las naciones
para que los rebeldes no se enaltezcan contra
él. (Selah)
8 ¡Bendecid,
oh pueblos, a nuestro Dios!
Haced que se escuche la voz de su alabanza.
9 El es quien
preservó la vida a nuestra alma
y no permitió que resbalasen nuestros pies.
10 Tú nos has
probado, oh Dios;
nos has purificado como se prueba la plata.
11 Nos metiste
en la red,
y pusiste apretura sobre nuestros lomos.
12 Hiciste que
los hombres cabalgaran encima de nuestras cabezas.
Pasamos por el fuego y por el agua,
pero luego nos sacaste a abundancia.
13 Entraré en
tu templo con holocaustos;
te pagaré mis votos
14 que
pronunciaron mis labios
y que mi boca prometió cuando yo estaba
angustiado.
15 Te ofreceré
holocaustos de animales engordados,
con incienso de carneros.
Sacrificaré toros y machos
cabríos. (Selah)
16 Venid; oíd,
todos los que teméis a Dios,
y contaré lo que ha hecho por mi vida.
17 A él
invoqué con mi boca
y con mi lengua lo ensalcé.
18 Si en mi
corazón yo hubiese consentido la iniquidad,
el Señor no me habría escuchado.
19 ¡Pero de
veras Dios me ha escuchado!
El atendió a la voz de mi oración.
20 ¡Bendito
sea Dios,
que no echó de sí mi oración
ni de mí su misericordia!
SALMO
67
ALABANZA AL SALVADOR UNIVERSAL
(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo y
cántico)
1 Dios tenga
misericordia de nosotros y nos bendiga.
Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; (Selah)
2 para que sea
reconocido en la tierra tu camino,
y en todas las naciones tu salvación.
3 ¡Los pueblos
te alaben, oh Dios!
¡Todos los pueblos te alaben!
4 Alégrense y
gócense las naciones,
porque tú juzgarás a los pueblos con equidad
y guiarás a las naciones de la
tierra. (Selah)
5 ¡Los pueblos
te alaben, oh Dios!
¡Todos los pueblos te alaben!
6 La tierra
dará su fruto;
nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
7 Dios nos
bendiga,
y témanlo todos los confines de la tierra.
LA FIDELIDAD DE DIOS ES GRANDE
REFLEXIÓN
El río de Dios está lleno de aguas (Salmo
65:9)
El poder de Dios no se agota, siempre está
lleno. Su bendición nunca termina, siempre
hace que la tierra produzca. A pesar de nosotros y de nuestros pensamientos y
acciones, nunca podremos decir que Dios no dejo que el sol saliera, o que
dejara de llover, o secara las fuentes de agua, o que no nos bendijera para que
laboremos. No podremos reclamar a Dios que su misericordia siempre estuvo presente
en nuestra vida, ni que no dejara que la naturaleza nos diera de su fruto. Siempre
Dios permite que todo lo que él creó funcione correctamente, a pesar que hay
personas que no le busquen ni le quieran. Nada podemos que reclamarle a Dios.
ORACIÓN
Mi Señor te doy gracia porque tu misericordia
es infinita, y en muchas ocasiones no tomas en cuenta nuestro pecado. Amén.
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