domingo, 21 de junio de 2015

LECTURA 21 DE JUNIO

DÍA 172

21 DE JUNIO (SALMOS 38:1-43:5)

SALMO 38

PLEGARIA EN EL SUFRIMIENTO

(Salmo de David. Para conmemorar)

1 Oh Jehovah, no me reprendas en tu furor,
ni me castigues en tu ira.
2 Porque tus flechas han penetrado en mí,
y sobre mí ha descendido tu mano.
3 No hay parte sana en mi cuerpo
a causa de tu ira;
no hay paz en mis huesos
a causa de mi pecado.
4 Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza;
como carga pesada me agobian.
5 Hieden y supuran mis heridas
a causa de mi locura.
6 Estoy encorvado y abatido en gran manera;
ando enlutado todo el día.
7 Porque mis espaldas están inflamadas,
y no hay parte sana en mi cuerpo.
8 Estoy debilitado y totalmente molido;
gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

9 Oh Señor, delante de ti están todos mis deseos,
y mi gemido no te es oculto.
10 Mi corazón palpita fuertemente,
y mi vigor me ha abandonado.
Aun la luz de mis ojos ya no está conmigo.
11 Mis amigos y compañeros se han apartado de mi plaga;
mis parientes se han mantenido alejados.
12 Los que buscaban mi vida
armaron trampas,
y los que procuraban mi mal
profirieron amenazas.
Maquinaban fraudes todo el día.
13 Pero yo, como si fuera sordo, no escuchaba,
y era como un mudo que no abre la boca.
14 Actué como un hombre que no oye,
y en cuya boca no hay amonestación.
15 Pues en ti, oh Jehovah, he esperado;
tú responderás, oh Jehovah, Dios mío.
16 Porque dije:
"No sea que se alegren de mí,
y cuando resbale mi pie,
se enaltezcan sobre mí."
17 Porque yo estoy a punto de caer,
y mi dolor está delante de mí continuamente.
18 Por eso confesaré mi iniquidad;
me acongojaré por mi pecado.
19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes;
se han aumentado los que me aborrecen sin motivo.
20 Los que pagan mal por bien me son hostiles,
por seguir yo lo bueno.

21 No me desampares, oh Jehovah.
Dios mío, no te alejes de mí;
22 apresúrate a socorrerme,
oh Señor, salvación mía.

SALMO 39

LA BREVEDAD DE LA VIDA

(Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David)

1 Yo dije: "Cuidaré mis caminos
para no pecar con mi lengua.
Guardaré mi boca con freno,
en tanto que el impío esté frente a mí."
2 Enmudecí, quedé en silencio;
me callé aun respecto de lo bueno,
pero mi dolor se agravó.
3 Mi corazón se enardeció dentro de mí;
fuego se encendió en mi suspirar,
y así hablé con mi lengua:

4 Hazme saber, oh Jehovah, mi final,
y cuál sea la medida de mis días.
Sepa yo cuán pasajero soy.
5 He aquí, has hecho que mis días sean breves;
mi existencia es como nada delante
de ti.
De veras, sólo vanidad es todo hombre en su gloria.      (Selah)
6 En la oscuridad deambula el hombre;
de veras, en vano se inquieta por acumular,
y no sabe quién lo recogerá.

7 Ahora, oh Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
8 Líbrame de todas mis rebeliones;
no me pongas por burla del insensato.
9 Enmudecí; no abrí mi boca,
porque tú eres quien lo hizo.
10 Aparta de mí tu plaga;
por el movimiento de tu mano soy consumido.
11 Con castigos por el pecado corriges al hombre,
y deshaces como polilla su hermosura.
Ciertamente vanidad es todo
hombre.      (Selah)

12 Escucha mi oración, oh Jehovah;
oye mi clamor y no calles ante mis lágrimas.
Porque forastero soy para ti,
un advenedizo, como todos mis padres.
13 Aparta de mí tu mirada, de modo que me alegre
antes que me vaya y deje de ser.

SALMO 40

TESTIMONIO DE LA SALVACIÓN DIVINA

(Al músico principal. Salmo de David)

1 Pacientemente esperé a Jehovah,
y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.
2 Y me hizo subir del pozo de la desesperación,
del lodo cenagoso.
Puso mis pies sobre una roca
y afirmó mis pasos.
3 Puso en mi boca un cántico nuevo,
una alabanza a nuestro Dios.
Muchos verán esto y temerán,
y confiarán en Jehovah.
4 Bienaventurado el hombre que pone su confianza en Jehovah,
y no vuelve la mirada a los soberbios,
ni a los que se enredan con la falsedad.

5 Oh Jehovah, Dios mío,
tú has multiplicado tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros.
No hay nadie comparable a ti.
Si intentara referirme y hablar de ellos,
serían demasiados como para ser contados.
6 El sacrificio y la ofrenda no te agradan;
tú has abierto mis oídos.
Holocaustos y sacrificios por el pecado no has pedido.
7 Entonces dije: "He aquí, yo vengo.
En el rollo de pergamino está escrito acerca de mí:
8 ’El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado;
y tu ley está en medio de mi corazón.’ "

9 He anunciado justicia en la gran congregación;
he aquí, no he detenido mis labios.
Oh Jehovah, tú lo sabes.
10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación.
No he ocultado tu misericordia
ni tu verdad en la gran congregación.

11 Tú, oh Jehovah, no detengas de mí tu compasión;
que tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
12 Porque me han rodeado males incontables;
me han alcanzado mis iniquidades,
y no puedo levantar la vista.
Son más numerosos que los cabellos de mi cabeza,
y mi corazón me ha fallado.
13 ¡Ten a bien, oh Jehovah, librarme!
¡Oh Jehovah, apresúrate a socorrerme!
14 Sean avergonzados y humillados a una
los que buscan mi vida para cortarla.
15 Vuelvan atrás y sean confundidos
los que desean mi mal.
Sean desolados a causa de su vergüenza
los que dicen: "¡Ajá, ajá!"

16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan.
Digan siempre los que aman tu salvación:
"¡Jehovah sea engrandecido!"
17 Aunque yo sea pobre y necesitado,
Jehovah pensará en mí.
Tú eres mi ayuda y mi libertador;
¡Oh Dios mío, no te tardes!

SALMO 41

ORACIÓN DESDE EL LECHO DE DOLOR

(Al músico principal. Salmo de David)

1 ¡Bienaventurado el que se preocupa del pobre!
En el día malo lo librará Jehovah.
2 Jehovah lo guardará y le dará vida,
para que sea feliz en la tierra.
No lo entregará a la voluntad de sus enemigos.
3 Jehovah lo sustentará en el lecho de dolor.
En su enfermedad, tú transformarás su postración.

4 Yo dije: "Oh Jehovah,
ten misericordia de mí;
sana mi alma,
porque contra ti he pecado."
5 Mis enemigos hablan mal de mí y preguntan:
"¿Cuándo se morirá, y perecerá su nombre?"
6 Si alguien viene a verme, habla mentira.
Su corazón acumula iniquidad para sí,
y saliendo afuera, lo divulga.
7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
contra mí traman el mal.
8 "Algo abominable se ha derramado sobre él.
El que cayó en la cama
no se volverá a levantar."
9 Aun mi amigo íntimo,
en quien yo confiaba y quien comía de mi pan,
ha levantado contra mí el talón.

10 Pero tú, oh Jehovah,
ten misericordia de mí;
haz que me levante,
y les daré su merecido.
11 En esto conoceré que de mí te has agradado:
en que mi enemigo no cante victoria sobre mí.
12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado,
y me haces estar delante de ti para siempre.

13 ¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel,
desde la eternidad hasta la eternidad!
Amén y amén.

SEGUNDA PARTE: SALMOS 42-72

SALMO 42

ANHELO POR LA PRESENCIA DE DIOS

(Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré)

1 Como ansía el venado las corrientes de las aguas,
así te ansía a ti, oh Dios, el alma mía.
2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios?
3 Mis lágrimas han sido mi alimento día y noche,
mientras me dicen todos los días:
"¿Dónde está tu Dios?"

4 Recuerdo estas cosas y derramo mi alma dentro de mí:
cuando pasaba con la muchedumbre, guiándolos hasta la casa de Dios,
con voz de alegría y de acción de gracias
de la multitud en fiesta.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he de alabar.
¡El es la salvación de mi ser, 6 y mi Dios!

Mi alma está abatida dentro de mí.
Por esto me acordaré de ti
en la tierra del Jordán y del Hermón,
en el monte de Mizar.
7 Un abismo llama a otro por la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8 De día, mandará Jehovah su misericordia;
y de noche, su canción estará conmigo,
la oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: "Roca mía,
¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?"
10 Mientras mis huesos se quebrantan,
mis enemigos me afrentan diciéndome cada día:
"¿Dónde está tu Dios?"

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he de alabar.
¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!

SALMO 43

ANHELO POR LA CASA DE DIOS

1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa.
Líbrame de una nación impía,
del hombre de engaño e iniquidad.
2 Siendo tú el Dios de mi fortaleza,
¿por qué me has desechado?
¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?
3 Envía tu luz y tu verdad;
éstas me guiarán.
Ellas me conducirán a tu monte santo
y a tus moradas.

4 Llegaré hasta el altar de Dios,
a Dios, mi alegría y mi gozo.
Te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he de alabar.
¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios!


DIOS SIEMPRE SE ACORDARÁ DE TI


REFLEXIÓN

Aunque yo sea pobre y necesitado, Jehovah pensará en mí.

Esto es lo bueno de Dios, él ve y socorre a todo el mundo. Hoy día hay una línea de pensamiento en la iglesia, que pareciera que Dios prefiere a cierto tipo de persona. Si estamos prospero Dios nos escuchará, pareciera que no escuchara al necesitado. Entonces primero tenemos que salir de nuestra pobreza y de nuestra dificultad, entonces Dio empezará a escucharnos. Pero esa línea de pensamiento está equivocada, y según este versículo Dios si conoce y sabe de todas la personas. No podemos pensar en cosas malas, mucho menos hablarlas o nombrarlas, porque Dios no desea nada de eso. Pero es precisamente en esos tiempos difíciles, cuando surge nuestra necesidad de buscar a Dios. También en esa necesidad, Dios se acuerda de nosotros.

ORACIÓN

Mi Dios te doy las gracias, porque aún en medio de mi necesidad o pobreza; tú te acuerdas de mí. Amén.






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