DÍA 75
16 DE MARZO (JOSUÉ 13:1-15:63)
CAPÍTULO 13
LA TIERRA POR CONQUISTAR
1 Siendo Josué ya viejo y de edad avanzada, le dijo Jehovah: "Tú
eres ya viejo y de edad avanzada, y queda todavía muchísima tierra por
conquistar. 2 Esta es la tierra que queda:
"Todos los distritos de los filisteos y
todo el de Gesur: 3 Desde Sijor, al oriente de Egipto, hasta el
territorio de Ecrón, al norte, que se considera de los cananeos; los cinco
distritos de los filisteos (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat y Ecrón) y la tierra de
los aveos, 4 al sur; toda la tierra de los cananeos, y desde Ara,
que pertenece a los sidonios, hasta Afec, hasta la frontera de los amorreos; 5
la tierra de los de Biblos; todo el Líbano al oriente, desde Baal-gad al pie del
monte Hermón, hasta Lebo-hamat; 6 todos los que habitan en la región
montañosa desde el Líbano hasta Misrefot-maim, y todos los habitantes de Sidón.
A todos éstos yo los arrojaré de delante de los hijos de Israel.
"Tú, pues, sólo da la tierra por sorteo a
Israel como heredad, como te he mandado. 7 Reparte esta tierra como
heredad entre las nueve tribus y la media tribu de Manasés; 8 porque
la otra mitad de esta tribu, los rubenitas y los gaditas ya recibieron su
heredad, la cual les dio Moisés en el lado oriental del Jordán. Moisés, siervo
de Jehovah, se la dio 9 desde Aroer, que está en la ribera del río
Arnón, y la ciudad que está en el centro del valle, toda la meseta de Medeba
hasta Dibón; 10 todas las ciudades de Sejón, rey de los amorreos,
que reinó en Hesbón hasta la frontera de los hijos de Amón; 11
Galaad y los territorios de Gesur y de Maaca; todo el monte Hermón, toda la
tierra de Basán hasta Salca; 12 todo el reino de Og, el cual era sobreviviente
de los refaítas, que reinó en Astarot y Edrei en Basán, y a quienes Moisés
derrotó y echó."
13 Sin embargo, los hijos de Israel no echaron a los de Gesur y de Maaca;
antes bien, Gesur y Maaca han habitado en medio de Israel hasta el día de hoy.
14 Sólo a la tribu de Leví no dio heredad: Las ofrendas quemadas de
Jehovah Dios de Israel son su heredad, como él le había prometido.
TERRITORIOS DE RUBÉN, GAD Y
MANASÉS
15 Moisés había dado heredad a la tribu de los hijos de Rubén, según sus
clanes, 16 y el territorio de ellos abarcaba desde Aroer, que está
en la ribera del río Arnón, la ciudad que está en el centro del valle y toda la
meseta hasta Medeba; 17 Hesbón con todas sus aldeas que están en la
meseta, Dibón, Bamot-baal, Bet-baal-maón; 18 Jahaz, Cademot, Mefaat,
19 Quiriataim, Sibma, Zeret-hasájar en la colina del valle; 20
Bet-peor, las laderas del Pisga, Bet-jesimot; 21 todas las ciudades
de la meseta; todo el reino de Sejón, rey de los amorreos, que reinó en Hesbón.
(Moisés había derrotado a éste y a los jefes de Madián; Evi, Requem, Zur, Hur y
Reba, príncipes de Sejón que habitaban aquella tierra. 22 Los hijos
de Israel también mataron a espada, entre otros, al adivino Balaam hijo de
Beor.) 23 Y el Jordán era el límite del territorio de los hijos de
Rubén. Esta era la heredad de los hijos de Rubén, según sus clanes, con sus
ciudades y sus aldeas.
24 También Moisés había dado heredad a la tribu de Gad, a los hijos de
Gad, según sus clanes. 25 El territorio de ellos abarcaba Jazer,
todas las ciudades de Galaad, la mitad del territorio de los hijos de Amón
hasta Aroer, que está enfrente de Rabá; 26 desde Hesbón hasta
Ramat-mizpa y Betonim; desde Majanaim hasta el territorio de Lo-debar; 27
y en el valle Bet-haram, Bet-nimra, Sucot, Zafón y el resto del reino de Sejón,
rey de Hesbón; es decir, la ribera oriental del Jordán hasta el extremo sur del
mar Quinéret. 28 Esta es la heredad de los hijos de Gad, según sus
clanes, con sus ciudades y sus aldeas.
29 También Moisés había dado heredad a la media tribu de Manasés, esto es,
a la media tribu de los hijos de Manasés, según sus clanes: 30 El
territorio de ellos abarcaba desde Majanaim, todo Basán (todo el reino de Og,
rey de Basán), y todas las aldeas de Jaír que están en Basán: sesenta ciudades.
31 Se dio, además, la mitad de Galaad, Astarot y Edrei, ciudades del
reino de Og en Basán, a los hijos de Maquir hijo de Manasés, es decir, a la
mitad de los hijos de Maquir, según sus clanes.
32 Esto es lo que Moisés había dado como heredad en las llanuras de Moab
al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó. 33 Pero Moisés no dio
heredad a la tribu de Leví; Jehovah Dios de Israel es su heredad, como él les
había dicho.
CAPÍTULO 14
SORTEO DE LA TIERRA DE CANAÁN
1 Esto es lo que los hijos de Israel tomaron como heredad en la tierra de
Canaán, lo que les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun y los
jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel. 2
Su heredad les fue dada por sorteo a las nueve tribus y a la media tribu, como
Jehovah había mandado por medio de Moisés. 3 Porque a las dos tribus
y a la media tribu, Moisés les había dado heredad al otro lado del Jordán; pero
a los levitas no les había dado heredad entre ellos. 4 Pues los hijos
de José formaban dos tribus: Manasés y Efraín. A los levitas no se les dio
ninguna porción en la tierra, sino solamente ciudades en que habitasen, con sus
campos de alrededor para sus ganados y sus rebaños. 5 Conforme
Jehovah había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel en el reparto
de la tierra.
JOSUÉ CONCEDE HEBRÓN A CALEB
6 Los hijos de Judá acudieron a Josué en Gilgal. Y Caleb hijo de Jefone
el quenezeo le dijo:
—Tú sabes lo que Jehovah dijo a Moisés, hombre
de Dios, en Cades-barnea tocante a mí y a ti. 7 Yo tenía 40 años
cuando Moisés, siervo de Jehovah, me envió de Cades-barnea para reconocer la
tierra. Yo le traje el informe como lo sentía en mi corazón. 8 Mis
hermanos que habían ido conmigo descorazonaron al pueblo, pero yo seguí a
Jehovah mi Dios con integridad. 9 Aquel día Moisés juró diciendo:
"La tierra que pisó tu pie será para ti y para tus hijos como heredad
perpetua, porque seguiste a Jehovah mi Dios con integridad." 10
Ahora bien, he aquí que Jehovah me ha conservado la vida, como él dijo, estos
45 años desde el día que Jehovah habló estas palabras a Moisés, cuando Israel
caminaba por el desierto. Ahora, he aquí que tengo 85 años; 11 pero
aún estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Como era entonces mi
fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, tanto para salir como para
entrar. 12 Dame, pues, ahora esta parte montañosa de la cual habló
Jehovah aquel día, porque tú oíste aquel día que los anaquitas viven allí y que
hay ciudades grandes y fortificadas. ¡Si Jehovah está conmigo, yo los echaré,
como Jehovah ha dicho!
13 Entonces Josué bendijo a Caleb hijo de Jefone, y le dio Hebrón como
heredad. 14 Por eso, Hebrón ha sido heredad de Caleb hijo de Jefone
el quenezeo, hasta el día de hoy, porque siguió con integridad a Jehovah Dios
de Israel. 15 Antes el nombre de Hebrón era Quiriat-arba, pues Arba
había sido el hombre más grande entre los anaquitas.
Y la tierra reposó de la guerra.
CAPÍTULO 15
TERRITORIO DE JUDÁ
1 La parte que tocó en el sorteo a la tribu de los hijos de Judá, según
sus clanes, se extendía hasta el territorio de Edom y hasta el desierto de Zin
en el Néguev, su extremo sur. 2 Su frontera sur era desde el extremo
del mar Salado, desde la bahía que mira hacia el sur. 3 Seguía en
dirección sur hasta la cuesta de Acrabim y pasaba hasta Zin. Subía por el sur
hasta Cades-barnea y pasaba por Hezrón. Luego subía hacia Adar, hasta rodear
Carca. 4 De allí la frontera pasaba a Asmón y continuaba por el
arroyo de Egipto y terminaba en el mar. Esta será vuestra frontera del sur.
5 La frontera oriental era el mar Salado hasta la desembocadura del
Jordán.
Por el lado norte la frontera era desde la bahía
del mar en la desembocadura del Jordán. 6 Luego la frontera subía
por Bet-jogla y pasaba por el norte de Bet-haarabá. Luego la frontera subía
hacia la piedra de Bohan hijo de Rubén. 7 Luego la frontera subía
desde el valle de Acor hasta Debir, y se dirigía al norte, hacia Gilgal, que
está frente a la cuesta de Adumim, al lado sur del valle. La frontera pasaba
hasta las aguas de En-semes y llegaba hasta En-rogel. 8 Luego la
frontera subía por el valle de Ben-hinom a la ladera sur de Jebús (que es
Jerusalén). Luego la frontera subía hacia la cumbre del monte que está frente
al valle de Hinom, al occidente, en el extremo norte del valle de Refaím. 9
Después doblaba desde la cumbre del monte hacia el manantial Aguas de Neftóaj y
llegaba a las ciudades del monte Efrón, rodeando luego a Baala (que es
Quiriat-jearim). 10 La frontera torcía después desde Baala hacia el
occidente hasta el monte Seír, y pasaba al norte de Jearim (que es Quesalón);
descendía a Bet-semes y seguía hacia Timna. 11 Luego la frontera
salía hacia el lado norte de Ecrón. La frontera rodeaba Sicrón, pasaba por el
monte Baala, llegaba a Jabneel, y el terminal de la frontera daba en el mar.
12 La frontera occidental era la costa del mar Grande.
Estas son las fronteras del territorio de los
hijos de Judá, según sus clanes.
Otoniel conquista Debir
13 De acuerdo con el mandato de Jehovah a Josué, éste dio a Caleb hijo de
Jefone una parte entre los hijos de Judá. Le dio Quiriat-arba, que es Hebrón.
(Arba fue el padre de Anac.) 14 Y Caleb echó de allí a los tres
hijos de Anac: a Sesai, a Ajimán y a Talmai, descendientes de Anac. 15
De allí subió contra los habitantes de Debir. (Antes el nombre de Debir era
Quiriat-séfer.) 16 Entonces Caleb dijo:
—Al que ataque y tome Quiriat-séfer, yo le daré
por mujer a mi hija Acsa.
17 Otoniel hijo de Quenaz, hermano de Caleb, fue quien la tomó. Y Caleb le
dio por mujer a su hija Acsa. 18 Y aconteció que cuando ella llegó,
le persuadió a que pidiese a su padre un campo. Entonces ella hizo señas desde
encima del asno, y Caleb le preguntó:
—¿Qué quieres?
19 Ella respondió:
—Hazme un favor: Ya que me has dado tierra en el
Néguev, dame también fuentes de aguas.
Entonces él le dio las fuentes de arriba y las
fuentes de abajo.
CIUDADES DE JUDÁ
20 Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Judá, según sus clanes. 21
Las ciudades de la tribu de los hijos de Judá, en el extremo sur, hacia la
frontera de Edom, fueron: Cabseel, Eder, Jagur, 22 Quina, Dimona,
Adada, 23 Quedes, Hazor, Itnán, 24 Zif, Telem, Bealot, 25
Hazor-hadata, Queriot, Hezrón (que es Hazor), 26 Amam, Sema, Molada,
27 Hazar-gada, Hesmón, Bet-pélet, 28 Hazar-sual,
Beerseba, Bizotia, 29 Baala, Iyim, Ezem, 30 Eltolad,
Quesil, Horma, 31 Siclag, Madmana, Sansana, 32 Lebaot,
Siljim, Ayin y Rimón. En total eran veintinueve ciudades con sus aldeas.
33 En la región de la Sefela: Estaol, Zora, Asena, 34 Zanóaj,
En-ganim, Tapúaj, Enam, 35 Jarmut, Adulam, Soco, Azeca, 36
Saaraim, Aditaim, Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas. 37
También Zenán, Hadasa, Migdal-gad, 38 Dileán, Mizpa, Jocteel, 39
Laquis, Boscat, Eglón, 40 Cabón, Lajmas, Quitlis, 41
Gederot, Bet-dagón, Naama y Maqueda; dieciséis ciudades con sus aldeas. 42
También Libna, Eter, Asán, 43 Jefté, Asena, Nezib, 44
Queila, Aczib, Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.
45 Ecrón con sus villas y aldeas. 46 Desde Ecrón hasta el mar,
todas las que están junto a Asdod, con sus aldeas. 47 También Asdod
con sus villas y aldeas, y Gaza con sus villas y aldeas, hasta el arroyo de
Egipto y las costas del mar Grande.
48 En la región montañosa: Samir, Jatir, Soco, 49 Dana,
Quiriat-sana (que es Debir), 50 Anab, Estemoa, Anim, 51
Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus aldeas. 52 También Arab,
Duma, Esán, 53 Janum, Bet-tapúaj, Afeca, 54 Humta,
Quiriat-arba (que es Hebrón) y Sior; nueve ciudades con sus aldeas. 55
También Maón, Carmel, Zif, Juta, 56 Jezreel, Jocdeam, Zanóaj, 57
Caín, Gabaa y Timna; diez ciudades con sus aldeas. 58 También
Jaljul, Betsur, Gedor, 59 Maarat, Bet-anot y Eltecón; seis ciudades
con sus aldeas. 60 También Quiriat-baal (que es Quiriat-jearim) y
Rabá; dos ciudades con sus aldeas.
61 En el desierto: Bet-haarabá, Midín, Sejaja, 62 Nibsán, la
Ciudad de la Sal y En-guedi; seis ciudades con sus aldeas.
63 Pero los hijos de Judá no pudieron echar a los jebuseos que habitaban
en Jerusalén. Así que los jebuseos han habitado con los hijos de Judá en
Jerusalén, hasta el día de hoy.
LA FIDELIDAD DE DIOS
REFLEXIÓN
Su heredad les fue dada por sorteo …………… como
Jehovah había mandado por medio de Moisés (Jos. 14:2)
Vemos cumplirse la palabra dada por Dios, desde
Abraham hasta el momento de entregar la tierra. A pesar de todo lo ocurrido, a
pesar de los pecados cometidos, la palabra de Dios nunca dejará de suceder.
Pero no por aprobación de nuestros actos, ni tampoco por olvidar lo sucedido o
por desconocimiento de lo que vendrá. No tendremos nunca ninguna queja ni
excusa de la fidelidad de Dios, aunque él siempre tenga algo que decir de
nuestro comportamiento; tanto del pasado como de lo que viene por delante. Pero
Dios es siempre fiel, como al pueblo de Israel nunca le faltó el maná, las
codornices, el agua, la nube de día, la columna de fuego de noche. Y ahora el
cumplimiento de la promesa de la tierra prometida, nunca podremos decir que
Dios no ha sido fiel con nosotros.
ORACIÓN
Mi Dios te doy gracias por tu fidelidad en mi
vida cada día, tu misericordia sobrepasa todo mal comportamiento. Ayúdame a
mantenerme en tus caminos todos los días. Amén.
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