DÍA 66
7 DE MARZO
(DEUTERONOMIO 18:1-21:23)
CAPÍTULO 18
HONORARIOS DE
LOS SACERDOTES LEVITAS
1 "Los sacerdotes levitas, toda la
tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel. Ellos comerán de las
ofrendas quemadas a Jehovah y de la parte que les pertenece. 2 No
tendrán heredad entre sus hermanos, pues Jehovah es su heredad, como él se lo
ha prometido.
3 "Esto es lo que corresponde a los
sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecen sacrificios, ya sea de toros
o de carneros: Se dará al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el estómago. 4
Le darás las primicias de tu grano, de tu vino nuevo y de tu aceite, y las
primicias de la lana de tus ovejas. 5 Porque Jehovah tu Dios le ha
escogido de entre todas las tribus para que esté dedicado a servir en el nombre
de Jehovah, él y sus hijos, para siempre.
6 "Cuando un levita salga de alguna de
tus ciudades de todo Israel donde ha habitado y vaya con todo el deseo de su
alma al lugar que Jehovah haya escogido, 7 servirá en el nombre de
Jehovah su Dios como todos sus hermanos, los levitas que están allí delante de
Jehovah. 8 Y tendrá igual porción que los demás, aparte de la venta
de su patrimonio familiar.
CONTRA LA
HECHICERÍA
9 "Cuando hayas entrado en la tierra
que Jehovah tu Dios te da, no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas
naciones: 10 No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su
hijo o a su hija, ni quien sea mago, ni exorcista, ni adivino, ni hechicero, 11
ni encantador, ni quien pregunte a los espíritus, ni espiritista, ni quien
consulte a los muertos. 12 Porque cualquiera que hace estas cosas es
una abominación a Jehovah. Y por estas abominaciones Jehovah tu Dios los echa
de delante de ti.
13 "Serás íntegro para con Jehovah tu Dios.
14 Estas naciones que vas a desalojar escuchan a quienes conjuran a
los espíritus y a los encantadores, pero a ti no te lo ha permitido Jehovah tu
Dios.
UN FUTURO
PROFETA COMO MOISÉS
15 "Jehovah tu Dios te levantará un
profeta como yo de en medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharéis. 16
Conforme a todo lo que pediste a Jehovah tu Dios en Horeb el día de la
asamblea, diciendo: ’No vuelva yo a oír la voz de Jehovah mi Dios, ni vuelva yo
a ver este gran fuego; no sea que yo muera’, 17 Jehovah me dijo:
’Está bien lo que han dicho. 18 Les levantaré un profeta como tú, de
entre sus hermanos. Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo
que yo le mande. 19 Y al hombre que no escuche mis palabras que él
hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que
se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o
que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.’
21 "Puedes decir en tu corazón: ’¿Cómo
discerniremos la palabra que Jehovah no ha hablado?’ 22 Cuando un
profeta hable en el nombre de Jehovah y no se cumpla ni acontezca lo que dijo,
ésa es la palabra que Jehovah no ha hablado. Con soberbia la habló aquel
profeta; no tengas temor de él.
CAPÍTULO 19
LAS CIUDADES
DE REFUGIO
1 "Cuando Jehovah tu Dios extermine
las naciones cuya tierra Jehovah tu Dios te da, y tú las desalojes y habites en
sus ciudades y en sus casas, 2 apartarás tres ciudades en medio de
la tierra que Jehovah tu Dios te da para que la tomes en posesión. 3
Arreglarás el camino y dividirás en tres distritos el territorio de tu tierra
que Jehovah tu Dios te da en heredad, para que huya allí todo homicida.
4 "Este es el caso del homicida que
puede huir allí para salvar su vida: el que mata a su prójimo por accidente,
sin haberle tenido previamente aversión; 5 como el que va con su
prójimo al bosque a cortar leña, y alzando su mano con el hacha para cortar un tronco,
se le suelta el hierro del palo y alcanza a su compañero, de modo que éste
muere. Aquél podrá huir a una de aquellas ciudades y vivir. 6 No sea
que cuando su corazón arda en ira, el vengador de la sangre persiga al
homicida, le alcance por ser largo el camino y le hiera de muerte, a pesar de
que aquél no merecía ser condenado a muerte, porque no le había tenido
previamente aversión.
7 "Por tanto, yo te mando diciendo:
Aparta para ti tres ciudades. 8 Y si Jehovah tu Dios ensancha tu
territorio, como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar
a tus padres, 9 cuando guardes todos estos mandamientos que yo te
ordeno hoy para ponerlos por obra, ames a Jehovah tu Dios y andes en sus
caminos todos los días, entonces añadirás para ti tres ciudades más a estas
tres. 10 Así no será derramada sangre inocente en medio de tu tierra
que Jehovah tu Dios te da por heredad, de modo que haya sobre ti culpa de
sangre.
11 "Pero si alguien aborrece a su
prójimo y le acecha; si se levanta contra él y lo hiere de muerte, y él muere;
si huye a alguna de estas ciudades, 12 los ancianos de su ciudad
enviarán a sacarlo de allí. Entonces lo entregarán en manos del vengador de la
sangre, y morirá. 13 Tu ojo no le tendrá lástima; quitarás de Israel
la culpa de sangre inocente, y te irá bien.
ACERCA DE LOS
LINDEROS
14 "No cambiarás de lugar los linderos
de tu prójimo, los cuales habrán sido establecidos por los antepasados en la
heredad tuya, que recibirás en la tierra que Jehovah tu Dios te da para que
tomes posesión de ella.
ACERCA DE LOS
TESTIGOS
15 "No prevalecerá un solo testigo
contra alguna persona, por cualquier maldad o pecado que haya cometido. Por el
testimonio de dos o tres testigos se decidirá un asunto.
16 "Cuando se levante un testigo falso
contra alguien, para acusarle de transgresión, 17 entonces los dos
hombres que están en litigio se presentarán delante de Jehovah, ante los
sacerdotes y los jueces que haya en aquellos días. 18 Los jueces
investigarán bien, y si aquel testigo resulta ser falso, por haber testificado
falsamente contra su hermano, 19 le haréis a él lo que él pensó
hacer a su hermano. Así quitarás el mal de en medio de ti. 20 Los
que queden lo oirán y temerán, y no volverán a hacer semejante maldad en medio
de ti. 21 Tu ojo no le tendrá lástima. ¡Vida por vida, ojo por ojo,
diente por diente, mano por mano, pie por pie!
CAPÍTULO 20
ASUNTOS
RELACIONADOS CON LA GUERRA
1 "Cuando salgas a la guerra contra
tus enemigos y veas caballos y carros, un pueblo más numeroso que tú, no tengas
temor de ellos, porque contigo está Jehovah tu Dios que te sacó de la tierra de
Egipto.
2 "Sucederá que cuando os acerquéis
para combatir, llegará el sacerdote y hablará al pueblo 3
diciéndoles: ’Escucha, Israel: Vosotros os acercáis ahora a la batalla contra
vuestros enemigos. No desmaye vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis ni os
aterroricéis delante de ellos. 4 Porque Jehovah vuestro Dios va con
vosotros, para combatir por vosotros contra vuestros enemigos y para daros la
victoria.’
5 "Los oficiales hablarán al pueblo
diciendo: ’¿Quién ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? ¡Que se
vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la
estrene. 6 ¿Quién ha plantado una viña y aún no ha disfrutado de
ella? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún
otro la disfrute. 7 ¿Quién se ha desposado con una mujer y todavía
no la ha tomado? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la
batalla y algún otro la tome.’
8 "Los oficiales volverán a hablar al
pueblo y dirán: ’¿Hay alguien que sea miedoso y de corazón pusilánime? ¡Que se
vaya y regrese a su casa! No sea que haga desfallecer el corazón de sus
compañeros, como ocurre con su propio corazón.’ 9 Sucederá que
cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, designarán a los jefes de los
ejércitos al frente del pueblo.
10 "Cuando te acerques a una ciudad
para combatir contra ella, le propondrás la paz. 11 Si te responde
con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá
tributo laboral, y ellos te servirán. 12 Pero si no hace la paz
contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. 13 Cuando
Jehovah tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus
varones. 14 Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo
que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de
tus enemigos que Jehovah tu Dios te entregó. 15 Harás esto con todas
las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de
estas naciones de aquí. 16 Pero en las ciudades de estos pueblos que
Jehovah tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona. 17
Los destruirás completamente, como Jehovah tu Dios te ha mandado: heteos,
amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. 18 De esta manera no
os enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses,
de modo que pequéis contra Jehovah vuestro Dios.
19 "Cuando sities mucho tiempo alguna
ciudad para combatir contra ella, a fin de tomarla, no destruyas su arboleda
alzando en ella el hacha, porque de ella podrás comer. No la cortarás; pues,
¿acaso los árboles del campo son hombres para que vengan ante ti con asedio? 20
Pero podrás destruir y talar el árbol que sabes que no es para comer, con el
propósito de construir obras de asedio contra la ciudad que combate contigo,
hasta que se rinda.
CAPÍTULO 21
EXPIACIÓN DEL
PUEBLO POR UN ASESINATO
1 "Si en la tierra que Jehovah tu Dios
te da para que la tomes en posesión se halla un muerto tendido en el campo, y
se ignora quién lo mató, 2 entonces tus ancianos y jueces irán, y
medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. 3
Y sucederá que los ancianos de la ciudad más cercana al muerto tomarán una
vaquilla que no haya sido aún sometida al trabajo y que no haya llevado yugo. 4
Los ancianos de aquella ciudad llevarán la ternera abajo, a un arroyo
permanente donde no se haya arado ni sembrado, y allí en el arroyo romperán la
nuca a la ternera.
5 "Después se acercarán los sacerdotes
hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehovah tu Dios para que le sirvan y para
que bendigan en el nombre de Jehovah. Por el dicho de ellos se decidirá todo
pleito o todo daño. 6 Todos los ancianos de aquella ciudad más
cercana al muerto lavarán sus manos sobre la vaquilla desnucada en el arroyo, 7
y declararán diciendo: ’Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni
nuestros ojos lo han visto. 8 Oh Jehovah, perdona a tu pueblo Israel
al cual has redimido. No traigas culpa de sangre inocente en medio de tu pueblo
Israel.’ Así les será perdonada la culpa de sangre. 9 De este modo
eliminarás la culpa por la sangre inocente de en medio de ti, cuando hagas lo
recto ante los ojos de Jehovah.
TRATO DEBIDO A
UNA MUJER CAUTIVA
10 "Cuando vayas a la guerra contra tus
enemigos y Jehovah tu Dios los entregue en tu mano, y tomes de ellos cautivos; 11
si entre los cautivos ves alguna mujer hermosa y la deseas y la quieres tomar
para ti como mujer, 12 la llevarás a tu casa. Ella rapará su cabeza,
se arreglará las uñas, 13 se quitará su vestido de cautiva y se
quedará en tu casa. Hará duelo por su padre y por su madre durante un mes.
Después de esto podrás unirte a ella; tú te casarás con ella, y ella será tu
mujer. 14 Pero sucederá que si ella no te agrada, la dejarás ir
libre, a su propia voluntad. No la venderás por dinero ni la tratarás
brutalmente, porque la has deshonrado.
DERECHO
INNEGABLE DEL PRIMOGÉNITO
15 "Si un hombre tiene dos mujeres (la
una amada y la otra aborrecida); si tanto la amada como la aborrecida le han
dado hijos, y si el hijo primogénito es de la mujer aborrecida, 16
sucederá que el día en que haga heredar a sus hijos lo que tiene, no podrá
tratar como a primogénito al hijo de la mujer amada, prefiriéndolo al hijo de
la aborrecida, el cual es el primogénito. 17 Reconocerá al hijo de
la mujer aborrecida como primogénito para darle una doble porción de todo lo
que tiene. Suyo es el derecho de la primogenitura, porque él es la primicia de
su vigor.
CASTIGO PARA
UN HIJO REBELDE
18 "Si un hombre tiene un hijo contumaz
y rebelde, que no obedece la voz de su padre ni la voz de su madre, y que a
pesar de haber sido castigado por ellos, con todo no les obedece, 19
entonces su padre y su madre lo tomarán y lo llevarán ante los ancianos de su
ciudad, al tribunal local. 20 Entonces dirán a los ancianos de la
ciudad: ’Este hijo nuestro es contumaz y rebelde. No obedece nuestra voz; es un
libertino y un borracho.’ 21 Entonces todos los hombres de su ciudad
lo apedrearán, y morirá. Así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel
lo oirá y temerá.
QUÉ HACER CON
UN AHORCADO
22 "Si un hombre ha cometido pecado que
merece la muerte, por lo cual se le ha dado la muerte, y le has colgado de un
árbol, 23 no quedará su cuerpo en el árbol durante la noche. Sin
falta le darás sepultura el mismo día, porque el ahorcado es una maldición de
Dios. Así no contaminarás la tierra que Jehovah tu Dios te da como heredad.
¿QUÉ SON LOS PROFETAS?
REFLEXIÓN
Pero el profeta
que se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado
hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá. (Deut.
18:20)
Los profetas son
personas escogidas por Dios, para comunicar mensajes a las personas en nombre
de él. No deben hablar de su propio pensamiento, ni profetizar de su propio
pensamiento. Debe esperar que Dios se comunique con él, para luego empezar a
hablar. Las palabras hablados son puestas por Dios, no lo que él
interpretó de lo que Dios le dijo. Profetizar es hablar la palabra que viene
dada por Dios, un profeta es una persona tomada por el espíritu de Dios para
que comunique dicha palabra.
ORACIÓN
Señor ayúdame a escucharte correctamente, para poder
comunicar tu mensaje a los demás. Amén.
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