DÍA 60
1 DE MARZO
(DEUTERONOMIO 1:1-2:37)
EL QUINTO LIBRO DE MOISÉS
DEUTERONOMIO
CAPÍTULO 1
1 Estas son las palabras que Moisés habló a
todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá frente a Suf,
entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Di-zahab. 2 Once días duró el
viaje desde Horeb hasta Cades-barnea, por la ruta de la región montañosa de
Seír. 3 El primero del mes undécimo del año 40, Moisés habló a los
hijos de Israel conforme a todo lo que Jehovah le había mandado con respecto a
ellos, 4 después que derrotó a Sejón, rey de los amorreos que
habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán que habitaba en Astarot y en Edrei.
MOISÉS INICIA
SU PRIMER DISCURSO
5 Moisés empezó a explicar esta ley en la
tierra de Moab, al otro lado del Jordán, y dijo: 6 "Jehovah
nuestro Dios nos habló en Horeb diciendo: ’Bastante habéis permanecido en este
monte. 7 Volveos, marchad e id a la región montañosa de los amorreos
y a todos sus vecinos en el Arabá, en la región montañosa y en la Sefela, en el
Néguev y por la costa del mar, a la tierra de los cananeos y al Líbano, hasta
el gran río, el río Eufrates. 8 Mirad, yo he puesto la tierra
delante de vosotros. Entrad y tomad posesión de la tierra que Jehovah juró a
vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a sus
descendientes después de ellos.’
MOISÉS NOMBRA
JUECES
9 "En aquel tiempo yo os hablé
diciendo: ’Yo solo no puedo cargar con vosotros. 10 Jehovah vuestro
Dios os ha multiplicado, y he aquí que hoy sois tan numerosos como las
estrellas del cielo. 11 ¡Jehovah, Dios de vuestros padres, os
multiplique mil veces más, y os bendiga como os lo ha prometido! 12
Pero, ¿cómo podré llevar yo solo vuestras preocupaciones, vuestras cargas y
vuestros pleitos? 13 Proveeos entre vuestras tribus de hombres
sabios, entendidos y experimentados, para que yo los ponga como vuestros
jefes.’ 14 Vosotros me respondisteis y dijisteis: ’Está bien hacer
lo que has dicho.’ 15 Entonces tomé a los jefes de vuestras tribus,
hombres sabios y experimentados, y los puse como vuestros jefes; como jefes de
mil, jefes de cien, jefes de cincuenta, jefes de diez y como oficiales de
vuestras tribus. 16 En aquel tiempo mandé a vuestros jueces
diciendo: ’Oíd la causa de vuestros hermanos y juzgad con justicia entre un
hombre y su hermano o el forastero que está con él. 17 No hagáis
distinción de personas en el juicio; oiréis tanto al pequeño como al grande. No
tengáis temor de nadie, porque el juicio es de Dios. Pero la causa que os sea
difícil la traeréis a mí, y yo la oiré.’ 18 Os mandé, pues, en aquel
tiempo todo lo que habíais de hacer.
MOISÉS ENVÍA
ESPÍAS A CANAÁN
19 "Partimos de Horeb y fuimos por
aquel desierto grande y terrible que habéis visto, dirigiéndonos a la región
montañosa de los amorreos, como Jehovah nuestro Dios nos había mandado; y
llegamos hasta Cades-barnea. 20 Entonces os dije: ’Habéis llegado a
la región montañosa de los amorreos, la cual nos da Jehovah nuestro Dios. 21
Mira, Jehovah tu Dios te ha entregado la tierra que está delante de ti. Sube y
tómala en posesión, como Jehovah, Dios de tus padres, te ha dicho. ¡No temas ni
desmayes!’
22 "Todos vosotros os acercasteis a mí
y dijisteis: ’Enviemos delante de nosotros hombres que nos reconozcan la tierra
y nos traigan información acerca del camino por donde hemos de ir y de las
ciudades a las que habremos de llegar.’ 23 Me pareció bien lo dicho,
y tomé a doce hombres de vosotros, un hombre por tribu. 24 Ellos se
dirigieron y subieron a la región montañosa; llegaron hasta el arroyo de Escol
y reconocieron la tierra. 25 Tomaron en sus manos muestras del fruto
de la tierra y nos las trajeron. También nos dieron informes diciendo: ’La
tierra que Jehovah nuestro Dios nos da es buena.’
EL PUEBLO SE
DESALIENTA
26 "Sin embargo, no quisisteis subir.
Más bien, fuisteis rebeldes contra el mandato de Jehovah vuestro Dios, 27
y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: ’Porque Jehovah nos aborrece, nos
ha sacado de la tierra de Egipto, para entregarnos en mano de los amorreos para
destruirnos. 28 ¿A dónde iremos? Nuestros hermanos han hecho
desfallecer nuestros corazones diciendo: Este pueblo es más grande y más alto
que nosotros. Las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo, y también
vimos allí a los anaquitas.’ 29 Entonces os dije: ’No os
aterroricéis ni tengáis temor de ellos. 30 Jehovah, vuestro Dios,
quien va delante de vosotros, él combatirá por vosotros de la manera que lo
hizo por vosotros en Egipto ante vuestros propios ojos, 31 como
también en el desierto, donde habéis visto que Jehovah vuestro Dios os ha
traído, como trae un hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado,
hasta que habéis llegado a este lugar.’ 32 Aun con esto no creísteis
a Jehovah vuestro Dios, 33 quien iba delante de vosotros en el
camino, con fuego de noche y con nube de día, a fin de explorar el lugar donde
habíais de acampar, y para mostraros el camino a seguir.
CASTIGO DEL
PUEBLO EN EL DESIERTO
34 "Entonces Jehovah oyó la voz de
vuestras palabras. Y se enojó y juró diciendo: 35 ’Ninguno de estos
hombres de esta mala generación verá la buena tierra que juré dar a vuestros
padres, 36 excepto Caleb hijo de Jefone. El la verá; a él y a sus
hijos les daré la tierra que él pisó, porque siguió a Jehovah con integridad.’ 37
Por causa de vosotros Jehovah se enfureció también contra mí, y dijo: ’Tampoco
tú entrarás allá. 38 Josué hijo de Nun, que está delante de ti, él
entrará allá. Anímale, porque él hará que Israel la herede. 39 Pero
vuestros pequeños, de quienes dijisteis que serían una presa; vuestros hijos
que hoy no distinguen entre lo bueno y lo malo, ellos entrarán allá. A ellos la
daré, y ellos tomarán posesión de ella. 40 Pero vosotros, volveos y
marchaos al desierto, rumbo al mar Rojo.’
DERROTA DE
ISRAEL EN HORMA
41 "Entonces respondisteis y me
dijisteis: ’Hemos pecado contra Jehovah. Nosotros subiremos y pelearemos
conforme a todo lo que Jehovah nuestro Dios nos ha mandado.’
"Os
ceñisteis cada uno sus armas y pensasteis que era cosa fácil subir a la región
montañosa. 42 Entonces Jehovah me dijo que os dijera: ’No subáis ni
peleéis, porque yo no estoy entre vosotros. No seáis derrotados delante de
vuestros enemigos.’
43 "Yo os hablé, pero no escuchasteis.
Al contrario, fuisteis rebeldes contra lo que había dicho Jehovah; actuasteis
con arrogancia y subisteis a la región montañosa. 44 Pero los
amorreos que habitaban en aquella región montañosa salieron a vuestro
encuentro, os persiguieron como lo hacen las avispas, y os destrozaron desde
Seír hasta Horma. 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante de
Jehovah, pero Jehovah no escuchó vuestra voz ni os prestó atención. 46
Así permanecisteis en Cades por muchos días, según los días que permanecisteis
allí.
CAPÍTULO 2
INSTRUCCIONES
PARA EL PASO POR SEÍR
1 "Entonces nos volvimos y partimos
hacia el desierto, rumbo al mar Rojo, como Jehovah me había dicho; y rodeamos
por muchos días la región montañosa de Seír. 2 Y Jehovah me habló
diciendo: 3 ’Bastante tiempo habéis rodeado estos montes; dirigíos
hacia el norte. 4 Manda al pueblo diciendo: Cuando vosotros paséis
por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír,
ellos tendrán miedo de vosotros. Pero guardaos mucho; 5 no
contendáis con ellos. Yo no os daré de su tierra, ni aun la huella de la planta
de un pie, porque he dado a Esaú como posesión la región montañosa de Seír. 6
Les compraréis con dinero los alimentos que comáis. También, adquiriréis de
ellos con dinero el agua que bebáis.’ 7 Jehovah tu Dios te ha
bendecido en toda la obra de tus manos. El conoce tu caminar por este gran
desierto. Jehovah tu Dios ha estado contigo estos cuarenta años, y ninguna cosa
te ha faltado.
INSTRUCCIONES
PARA EL PASO POR MOAB
8 "Pasamos de largo a nuestros
hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, por el camino del Arabá de
Eilat y de Ezión-geber, y cambiando de dirección nos dirigimos rumbo al
desierto de Moab. 9 Entonces Jehovah me dijo: ’No molestes a Moab ni
contiendas con ellos, porque no te daré posesión en su tierra. He dado Ar como
posesión a los hijos de Lot.’ 10 (Los emitas habitaron allí antes.
Estos eran un pueblo grande y numeroso; eran altos como los anaquitas. 11
Ellos, como los anaquitas, también eran considerados como refaítas, pero los
moabitas los llamaban emitas. 12 También los horeos habitaban antes
en Seír, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de
ellos. Luego habitaron en su lugar, así como ha hecho Israel en la tierra de su
posesión que Jehovah les ha dado.) 13 ’Levantaos, pues, y cruzad el
arroyo de Zered.’
"Así
cruzamos el arroyo de Zered. 14 El tiempo que anduvimos desde
Cades-barnea hasta que cruzamos el arroyo de Zered fue de treinta y ocho años,
hasta que se acabó toda la generación de hombres de guerra de en medio del
campamento, como Jehovah les había jurado. 15 La mano de Jehovah
también estuvo contra ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta
acabarlos.
INSTRUCCIONES
PARA EL PASO POR AMÓN
16 "Aconteció que cuando finalmente
murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo, 17 Jehovah
me habló diciendo: 18 ’Tú pasarás hoy por el territorio de Moab, es
decir, de Ar, 19 y te acercarás a los hijos de Amón. Pero no los
molestes ni contiendas con ellos, porque no te he de dar posesión en la tierra
de los hijos de Amón. La he dado como posesión a los hijos de Lot.’ 20
(También esta tierra fue considerada tierra de los refaítas. En otro tiempo
habitaron en ella los refaítas, pero los amonitas los llamaban zomzomeos. 21
Estos eran un pueblo grande y numeroso; eran altos como los anaquitas. A éstos
destruyó Jehovah delante de los amonitas que les sucedieron y habitaron en su
lugar, 22 como hizo también con los horeos, a los cuales destruyó
delante de los hijos de Esaú que habitan en Seír, quienes sucedieron a aquéllos
y habitaron en su lugar, hasta el día de hoy. 23 De la misma manera,
los caftoreos que habían salido de Caftor destruyeron a los aveos que vivían en
aldeas hasta Gaza, y habitaron en su lugar.) 24 ’Levantaos, partid y
cruzad el río Arnón. Mira, yo he entregado en tu mano a Sejón el amorreo, rey
de Hesbón, y su tierra. Comienza a tomar posesión de ella y contiende con él en
guerra. 25 Hoy comenzaré a infundir miedo y temor de ti entre los
pueblos debajo de todo el cielo. Ellos oirán tu fama, y temblarán y se
estremecerán a causa de ti.’
ISRAEL DERROTA
A SEJÓN, REY DE HESBÓN
26 "Desde el desierto de Cademot envié
mensajeros a Sejón, rey de Hesbón, con un mensaje de paz, diciendo: 27
’Déjame pasar por tu tierra. Iré sólo por el camino. No me apartaré ni a la
derecha ni a la izquierda. 28 Me venderás por dinero la comida que
yo coma, y me darás por dinero el agua que yo beba. Solamente permíteme pasar a
pie, 29 como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seír
y los moabitas que habitan en Ar, hasta que yo cruce el Jordán hacia la tierra
que Jehovah nuestro Dios nos da.’ 30 Pero Sejón, rey de Hesbón, no
quiso que pasáramos por su territorio, porque Jehovah tu Dios había endurecido
su espíritu y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como en el día
de hoy.
31 "Entonces me dijo Jehovah: ’Mira, yo
he comenzado a entregar delante de ti a Sejón y su tierra. Comienza a tomar
posesión de su tierra.’
32 "Sejón salió a nuestro encuentro, él
con todo su pueblo, para combatir en Jahaz. 33 Pero Jehovah nuestro
Dios lo entregó delante de nosotros, y lo matamos a él, a sus hijos y a todo su
pueblo. 34 En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades y las
destruimos por completo. No dejamos ningún sobreviviente de los hombres, las
mujeres y los niños. 35 Sólo tomamos para nosotros los animales y el
botín de las ciudades que capturamos 36 desde Aroer, que está en la
ribera del río Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad. No hubo
ciudad que fuera demasiado fuerte para nosotros; Jehovah nuestro Dios las
entregó todas delante de nosotros. 37 Solamente no te acercaste a la
tierra de los hijos de Amón, ni a todo lo que está junto al río Jaboc, ni a las
ciudades de la región montañosa, según todo lo que Jehovah nuestro Dios nos
había mandado.
CUANDO CAMBIAMOS LOS PLANES DE DIOS
REFLEXIÓN
En aquel tiempo
yo os hablé diciendo: ’Yo solo no puedo cargar con vosotros (Deuteronomio 1:9)
Dios estaba
preparando todo, preparando al pueblo, para que pudiera habitar tranquilamente
en la tierra prometida. Les dio las leyes, para que vivieran de acuerdo con la
santidad de Dios. Levantó el tabernáculo para que pudieran adorarle, y les dio
sacerdotes y levitas para que los guiaran en la adoración. Les organizó la
forma de gobierno, por medio de los jueces que los guiarían. Pero el pueblo no
entendía los propósitos de Dios, en la tierra prometida empezaron a cambiar lo
planificado por Dios. Así también a pasado con nosotros, la iglesia su pueblo
redimido. Hemos ido cambiando lo que estaba planificado desde antes de la
fundación de este mundo. Tenemos que volver a los propósitos de Dios.
ORACIÓN
Señor hazme
comprender cuales eran tus propósitos al querer formar un pueblo que te sirva,
enséñame a buscar lo que está en tu corazón. Amén.
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