DÍA 77
18 DE MARZO (JOSUÉ
20:1-22:34)
CAPÍTULO 20
CIUDADES DE
REFUGIO
1 Jehovah habló a Josué diciendo: 2
"Habla a los hijos de Israel y diles: ’Designad las ciudades de refugio de
las que yo os hablé por medio de Moisés; 3 para que pueda huir allí
el homicida que mate a una persona accidentalmente, sin premeditación, a fin de
que sirvan de refugio ante el vengador de la sangre. 4 El que se
refugie en alguna de aquellas ciudades se presentará a la puerta de la ciudad y
expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad. Ellos le recibirán
consigo dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite con ellos. 5
Si el vengador de la sangre lo persigue, no entregarán en su mano al homicida,
porque mató a su prójimo sin premeditación, sin haberle tenido odio
previamente. 6 Quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en
juicio delante de la asamblea, y hasta la muerte del sumo sacerdote que haya en
aquellos días. Entonces el homicida podrá volver y venir a su ciudad y a su
casa, a la ciudad de donde huyó.’ "
7 Entonces designaron a Quedes, en Galilea,
en la región montañosa de Neftalí; a Siquem, en la región montañosa de Efraín;
y a Quiriat-arba (que es Hebrón), en la región montañosa de Judá. 8
Y al otro lado del Jordán, al este de Jericó, designaron a Beser, en el
desierto, en la meseta, de la tribu de Rubén; a Ramot, en Galaad, de la tribu
de Gad; y a Golán, en Basán, de la tribu de Manasés. 9 Estas fueron
las ciudades designadas para todos los hijos de Israel y para el extranjero que
habitase entre ellos, para que pueda huir a ellas cualquiera que mate a una
persona accidentalmente, y no muera por mano del vengador de la sangre, antes
de comparecer delante de la asamblea.
CAPÍTULO 21
SORTEO DE LAS
CIUDADES PARA LEVÍ
1 Los jefes de las casas paternas de los
levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los jefes de
las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel. 2 Y les
hablaron en Silo, en la tierra de Canaán, diciendo: "Jehovah mandó por
medio de Moisés que nos dieran ciudades en que habitásemos, con sus campos de
alrededor para nuestros ganados."
3 Entonces, conforme a la palabra de
Jehovah, los hijos de Israel dieron a los levitas, de sus propias heredades,
estas ciudades con sus campos de alrededor:
4 La suerte tocó a las familias de los
cohatitas. A los hijos del sacerdote Aarón, que eran de los levitas, les dieron
por sorteo trece ciudades de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la
tribu de Benjamín. 5 A los hijos de Cohat que quedaban les dieron
por sorteo diez ciudades de los clanes de la tribu de Efraín, de la tribu de
Dan y de la media tribu de Manasés.
6 A los hijos de Gersón les dieron por sorteo
trece ciudades de los clanes de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la
tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán.
7 A los hijos de Merari, según sus clanes,
les dieron doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu
de Zabulón.
8 Así los hijos de Israel dieron por sorteo
a los levitas estas ciudades con sus campos de alrededor, como Jehovah había
mandado por medio de Moisés.
CIUDADES PARA
LAS FAMILIAS DE COHAT
9 Les dieron estas ciudades de la tribu de
los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón (a las cuales llamaron
por nombre), 10 a los hijos de Aarón, de los clanes de Cohat, de los
hijos de Leví; porque les tocó la primera suerte. 11 Les dieron en la
región montañosa de Judá, Quiriat-arba, que es Hebrón, con sus campos de
alrededor. (Arba fue el padre de Anac.) 12 Pero dieron la campiña de
la ciudad con sus aldeas a Caleb hijo de Jefone, como su posesión.
13 A los hijos del sacerdote Aarón les dieron
Hebrón, con sus campos de alrededor, ciudad de refugio para los homicidas.
También Libna con sus campos de alrededor, 14 Jatir con sus campos
de alrededor, Estemoa con sus campos de alrededor, 15 Holón con sus
campos de alrededor, Debir con sus campos de alrededor, 16 Ayin con
sus campos de alrededor, Juta con sus campos de alrededor y Bet-semes con sus
campos de alrededor; nueve ciudades de estas dos tribus.
17 De la tribu de Benjamín les dieron Gabaón
con sus campos de alrededor, Geba con sus campos de alrededor, 18
Anatot con sus campos de alrededor y Almón con sus campos de alrededor; cuatro
ciudades.
19 El total de las ciudades de los
sacerdotes hijos de Aarón fue de trece, con sus campos de alrededor.
20 A los clanes de los hijos de Cohat, a los
levitas que quedaban de los hijos de Cohat, les tocaron estas ciudades en el
sorteo:
De la tribu de
Efraín 21 les dieron: Siquem con sus campos de alrededor, ciudad de
refugio para los homicidas, en la región montañosa de Efraín; Gezer con sus
campos de alrededor, 22 Quibsaim con sus campos de alrededor y
Bet-jorón con sus campos de alrededor; cuatro ciudades.
23 De la tribu de Dan: Elteque con sus
campos de alrededor, Gibetón con sus campos de alrededor, 24 Ajalón
con sus campos de alrededor y Gat-rimón con sus campos de alrededor; cuatro
ciudades.
25 Y de la media tribu de Manasés les dieron
Taanac con sus campos de alrededor y Gat-rimón con sus campos de alrededor; dos
ciudades.
26 El total de las ciudades para los clanes
de los hijos de Cohat que habían quedado fue de diez, con sus campos de
alrededor.
CIUDADES PARA
LAS FAMILIAS DE GERSÓN
27 A los hijos de Gersón, uno de los clanes
de los levitas, les dieron:
De la media tribu
de Manasés: Golán en Basán con sus campos de alrededor, ciudad de refugio para
los homicidas y Beestera con sus campos de alrededor; dos ciudades.
28 De la tribu de Isacar: Quisión con sus
campos de alrededor, Daberat con sus campos de alrededor, 29 Jarmut
con sus campos de alrededor y En-ganim con sus campos de alrededor; cuatro
ciudades.
30 De la tribu de Aser: Miseal con sus
campos de alrededor, Abdón con sus campos de alrededor, 31 Helcat
con sus campos de alrededor y Rejob con sus campos de alrededor; cuatro
ciudades.
32 De la tribu de Neftalí: Quedes en Galilea
con sus campos de alrededor, ciudad de refugio para los homicidas; Hamot-dor
con sus campos de alrededor y Cartán con sus campos de alrededor; tres
ciudades.
33 El total de las ciudades de los
gersonitas, según sus clanes, fue de trece con sus campos de alrededor.
CIUDADES PARA LAS FAMILIAS DE MERARI
34 A las familias de los hijos de Merari,
los levitas que habían quedado, les dieron:
De la tribu de
Zabulón: Jocneam con sus campos de alrededor, Carta con sus campos de
alrededor, 35 Dimna con sus campos de alrededor y Nahalal con sus
campos de alrededor; cuatro ciudades.
36 De la tribu de Rubén: Beser con sus
campos de alrededor, Jahaz con sus campos de alrededor, 37 Quedemot
con sus campos de alrededor y Mefaat con sus campos de alrededor; cuatro
ciudades.
38 De la tribu de Gad: Ramot en Galaad con
sus campos de alrededor, ciudad de refugio para los homicidas; Majanaim con sus
campos de alrededor, 39 Hesbón con sus campos de alrededor y Jazer
con sus campos de alrededor; cuatro ciudades.
40 El total de las ciudades repartidas por
sorteo a los hijos de Merari, según sus clanes, es decir, a los clanes de los
levitas que habían quedado, fue de doce ciudades.
41 El total de las ciudades de los levitas
en medio de la posesión de los hijos de Israel fue de cuarenta y ocho, con sus
campos de alrededor. 42 Estas ciudades tenían cada una sus campos de
alrededor; era así con todas estas ciudades.
43 Así dio Jehovah a Israel toda la tierra
que había jurado dar a sus padres. Ellos tomaron posesión de ella y habitaron
en ella. 44 Y Jehovah les dio reposo alrededor, conforme a todo lo
que había jurado a sus padres. Ninguno de sus enemigos pudo resistirles, porque
Jehovah entregó en su mano a todos sus enemigos. 45 No falló ninguna
palabra de todas las buenas promesas que Jehovah había hecho a la casa de
Israel; todo se cumplió.
CAPÍTULO 22
RUBÉN, GAD Y
MANASÉS VUELVEN A CASA
1 Entonces Josué convocó a los rubenitas, a
los gaditas y a la media tribu de Manasés, 2 y les dijo:
—Vosotros habéis
guardado todo lo que Moisés siervo de Jehovah os mandó, y habéis obedecido mi
voz en todo lo que yo os he mandado. 3 No habéis abandonado a
vuestros hermanos en este largo tiempo, hasta el día de hoy; sino que habéis
guardado los mandamientos que Jehovah vuestro Dios os ha encomendado. 4
Ahora que Jehovah vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como les
había prometido, volved y regresad a vuestras moradas, a la tierra de vuestra
posesión que Moisés siervo de Jehovah os ha dado al otro lado del Jordán. 5
Solamente tened mucho cuidado de poner por obra el mandamiento y la ley que
Moisés siervo de Jehovah os mandó: que améis a Jehovah vuestro Dios, que andéis
en todos sus caminos, que guardéis sus mandamientos, que le seáis fieles y que
le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
6 Luego Josué los bendijo y los despidió, y
ellos se volvieron a sus moradas. 7 Moisés había dado heredad en
Basán a la media tribu de Manasés. Y a la otra media tribu Josué le dio heredad
entre sus hermanos en el lado occidental del Jordán. Cuando Josué los envió a
sus moradas, los bendijo, 8 y les habló diciendo:
—Volved a
vuestras moradas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, con oro,
con bronce y con muchos vestidos. Compartid con vuestros hermanos el botín de
vuestros enemigos.
9 Entonces los hijos de Rubén, los hijos de
Gad y la media tribu de Manasés regresaron y se apartaron de los hijos de
Israel en Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad,
a la tierra de sus heredades, donde se habían establecido, según el mandato de
Jehovah por medio de Moisés.
EL ALTAR DE
TESTIMONIO JUNTO AL JORDÁN
10 Cuando llegaron a la región del Jordán,
en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu
de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de aspecto
imponente. 11 Entonces los hijos de Israel oyeron decir: "He
aquí que los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han
edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en la región del Jordán, en el
lado de los hijos de Israel." 12 Cuando los hijos de Israel
oyeron esto, se reunió toda la congregación de los hijos de Israel en Silo,
para subir a combatir contra ellos.
13 Fineas, hijo del sacerdote Eleazar, fue
enviado por los hijos de Israel a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la
media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad. 14 También fueron
con él diez jefes, un jefe por cada casa paterna de cada una de las tribus de
Israel, cada uno de los cuales era jefe de su casa paterna entre los millares
de Israel. 15 Estos fueron a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad
y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron diciendo:
16 -Toda la congregación de Jehovah dice
así: "¿Qué infidelidad es ésta que habéis cometido contra el Dios de
Israel, apartándoos hoy de seguir a Jehovah al edificaros un altar y rebelaros hoy
contra Jehovah? 17 ¿Nos ha sido poca la maldad de Peor, de la cual
aún no estamos purificados hasta el día de hoy, y por la cual vino una plaga a
la congregación de Jehovah? 18 Vosotros os apartáis hoy de seguir a
Jehovah; y sucederá que hoy vosotros os rebeláis contra Jehovah, y mañana él se
airará contra toda la congregación de Israel. 19 Si os parece que la
tierra que poseéis es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehovah, en
la cual está el tabernáculo de Jehovah, y estableceos entre nosotros. Pero no
os rebeléis contra Jehovah, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos un
altar aparte del altar de Jehovah nuestro Dios. 20 Cuando Acán hijo
de Zéraj cometió transgresión con respecto al anatema, ¿no cayó la ira sobre
toda la congregación de Israel? ¡Aquel hombre no pereció solo en su iniquidad!
21 Entonces los hijos de Rubén, los hijos de
Gad y la media tribu de Manasés respondieron y dijeron a los jefes de los
millares de Israel:
22 -El Dios de dioses, Jehovah, el Dios de dioses,
Jehovah, él lo sabe. Y que lo sepa Israel. Si ha sido por rebelión o por
infidelidad contra Jehovah, que no nos libre en este día. 23 Si nos
hemos edificado un altar para apartarnos de en pos de Jehovah o para ofrecer
sobre él holocausto u ofrenda vegetal, o para ofrecer sobre él sacrificios de
paz, que Jehovah mismo nos lo demande. 24 Pero en realidad lo
hicimos así por temor de que en el futuro vuestros hijos digan a nuestros
hijos: "¿Qué tenéis que ver vosotros con Jehovah Dios de Israel? 25
Oh hijos de Rubén e hijos de Gad, ya que entre nosotros y vosotros Jehovah ha
puesto por límite el Jordán, vosotros no tenéis parte con Jehovah." Así
vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a Jehovah.
26 »Por eso dijimos: "Preparémonos y edifiquémonos
un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27 sino para que
sirva de testimonio entre nosotros y vosotros, y entre las generaciones que nos
sucederán, de que nosotros servimos a Jehovah, en su presencia, con nuestros
holocaustos, con nuestras ofrendas y con nuestros sacrificios de paz."
Entonces vuestros hijos no podrán decir a nuestros hijos en el futuro:
"Vosotros no tenéis parte con Jehovah." 28 Nosotros, pues,
dijimos: "Si sucede que en el futuro ellos nos dicen esto a nosotros o a
nuestros descendientes, responderemos: ’Mirad la réplica del altar de Jehovah,
la cual edificaron nuestros padres, no para holocaustos ni para sacrificios,
sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros.’ 29 Lejos
esté de nosotros el rebelarnos contra Jehovah, o el apartarnos hoy de seguir a
Jehovah, edificando un altar para holocaustos, para ofrendas vegetales o para
sacrificios, aparte del altar de Jehovah nuestro Dios que está delante de su
tabernáculo."
30 Cuando el sacerdote Fineas, los jefes de
la congregación y los jefes de los millares de Israel que estaban con él oyeron
las palabras que hablaron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de
Manasés, les pareció bien. 31 Entonces Fineas, hijo del sacerdote
Eleazar, dijo a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de
Manasés:
—Hoy reconocemos
que Jehovah está entre nosotros, pues no habéis cometido esta infidelidad
contra Jehovah. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de
Jehovah.
32 Fineas, hijo del sacerdote Eleazar, y los
jefes se apartaron de los hijos de Rubén y de los hijos de Gad; se volvieron de
la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, y les
informaron. 33 El informe agradó a los hijos de Israel, y los hijos de
Israel bendijeron a Dios. No hablaron más de ir contra ellos en plan de guerra
para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
34 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad
llamaron al altar Ed, diciendo: "Porque es un testimonio entre nosotros de
que Jehovah es Dios."
LA FIDELIDAD DE DIOS ES CONSTANTE
REFLEXIÓN
No falló ninguna
palabra de todas las buenas promesas que Jehovah había hecho a la casa de
Israel; todo se cumplió (Jos. 21:45)
Un buen resumen
final de la fidelidad de Dios, después de tantos años desde que hizo la promesa
a Abraham. Pero lo bueno de todo es que no falto nada de parte de Dios, para
que no tengamos excusas ni reclamos. A pesar de nuestras infidelidades, las
promesas de Dios nunca faltan. Podrán tardar un poco, esperando el momento
justo para cumplirse. Pero jama Dios nos dejara desamparados, siempre cumplirá con
nuestras necesidades básicas.
ORACIÓN
Mi Dios ayúdame a
entender y a ver tu provisión diaria, que me acuerde de agradecerte por tu
fidelidad hacia mí. Amén.
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