DÍA 80
21 DE MARZO (JUECES 5:1-7:25)
CAPÍTULO 5
EL CÁNTICO DE
DÉBORA
1 Aquel día cantó Débora con Barac hijo de
Abinoam, diciendo:
2 "Por haberse puesto al frente los
caudillos en Israel,
por haberse
ofrecido el pueblo voluntariamente,
¡bendecid a
Jehovah!
3 "Oíd, oh reyes; escuchad, oh
gobernantes:
Yo cantaré a
Jehovah;
cantaré salmos a
Jehovah Dios de Israel.
4 "Oh Jehovah, cuando saliste de Seír,
cuando marchaste
desde el campo de Edom, la tierra tembló;
también los
cielos gotearon,
y las nubes
gotearon agua.
5 Los montes temblaron delante de Jehovah;
aquel Sinaí,
delante de Jehovah Dios de Israel.
6 "En los días de Samgar hijo de Anat,
en los días de
Jael,
los caminos
quedaron abandonados,
y los caminantes
se apartaban
por sendas
retorcidas.
7 Quedaron abandonadas las aldeas en
Israel;
quedaron
abandonadas hasta que yo, Débora, me levanté.
¡Me levanté como
madre en Israel!
8 "Cuando escogían dioses nuevos,
la guerra estaba
a las puertas;
y no se veía ni
lanza ni escudo
entre cuarenta
mil en Israel.
9 ¡Mi corazón está con los jefes de Israel!
Los que
voluntariamente
se ofrecieron
entre el pueblo:
¡Bendecid a
Jehovah!
10 "Los que cabalgáis sobre asnas
blancas,
los que os
sentáis sobre tapices,
y los que vais por
el camino, considerad
11 la voz de los que cantan junto a los
abrevaderos,
donde recitan los
justos hechos de Jehovah,
los justos hechos
de sus aldeanos que moran a campo abierto en Israel.
Entonces
descendió a las puertas el pueblo de Jehovah.
12 "¡Despierta, despierta, oh Débora!
¡Despierta,
despierta!
¡Entona un
cántico!
¡Levántate, oh
Barac!
¡Lleva tus
cautivos, oh hijo de Abinoam!
13 Entonces descendió el remanente de los
poderosos,
y el pueblo de
Jehovah vino a mí con los valientes.
14 "De Efraín vinieron algunos cuyas
raíces estaban en Amalec;
detrás viniste
tú, oh Benjamín, con tu pueblo;
de Maquir
descendieron los jefes;
de Zabulón
vinieron los que llevan la vara de mando.
15 Los jefes de Isacar fueron con Débora.
Así como Barac,
también fue Isacar.
Fue traído tras
él en el valle.
"En las
divisiones de Rubén
hubo grandes
deliberaciones del corazón.
16 ¿Por qué te quedaste entre los rediles
para escuchar los
balidos de los rebaños?
¡En las
divisiones de Rubén
hubo grandes
deliberaciones del corazón!
17 "Galaad se quedó al otro lado del
Jordán.
Y Dan, ¿por qué
se quedó junto a los navíos?
También Aser se
mantuvo en la costa del mar,
y se quedó
habitando en sus bahías.
18 "Zabulón es el pueblo
que expuso su vida
hasta la muerte;
Neftalí también,
en las alturas del campo.
19 "Vinieron los reyes y combatieron;
entonces
combatieron los reyes de Canaán
en Taanac, junto
a las aguas de Meguido,
¡pero no se
llevaron botín de plata!
20 "Desde los cielos combatieron las
estrellas;
desde sus órbitas
combatieron contra Sísara.
21 El torrente de Quisón los arrastró,
el antiguo
torrente, el torrente de Quisón.
¡Marcha, oh alma
mía, con poder!
22 Entonces resonaron los cascos de los caballos,
por el continuo
galope de sus corceles.
23 " ’¡Maldecid a Meroz!’,
dijo el ángel de
Jehovah.
’Maldecid
severamente a sus moradores,
porque no
vinieron en ayuda de Jehovah,
en ayuda de
Jehovah con los valientes.’
24 "¡Bendita entre las mujeres sea
Jael,
mujer de Heber el
queneo.
Sea bendita entre
las mujeres que habitan en tiendas.
25 El pidió agua, y ella le dio leche;
en taza de nobles
le sirvió nata.
26 Con su mano tomó la estaca,
y con su derecha
el mazo de obrero.
Golpeó a Sísara,
machacó su cabeza,
perforó y
atravesó su sien.
27 A los pies de ella se encorvó y cayó;
quedó tendido.
A los pies de
ella se encorvó y cayó.
Donde se encorvó,
allí cayó extenuado.
28 "La madre de Sísara se asoma a la
ventana,
y mirando por la
celosía, dice a gritos:
’¿Por qué tarda
su carro en venir?
¿Por qué se
detienen las ruedas de sus carros?’
29 Las más sabias de sus damas le responden,
y ella se repite
a sí misma las palabras:
30 ’¿No habrán capturado botín?
¿No lo estarán
repartiendo?
Para cada hombre
una joven, o dos;
un botín de ropas
de colores para Sísara;
un botín de
bordados de colores,
bordados por
ambos lados,
para mi cuello …
¡Qué botín!’
31 "¡Perezcan así todos tus enemigos,
oh Jehovah!
Pero los que te
aman sean como el sol
cuando se levanta
en su poderío."
Y la tierra
reposó durante cuarenta años.
CAPÍTULO 6
LOS MADIANITAS
OPRIMEN A ISRAEL
1 Los hijos de Israel hicieron lo malo ante
los ojos de Jehovah. Entonces Jehovah los entregó en mano de Madián durante
siete años, 2 y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Por
causa de los madianitas los hijos de Israel se hicieron escondrijos en las
montañas, y cuevas y lugares fortificados. 3 Porque sucedía que
cuando Israel sembraba, subían contra él los madianitas, los amalequitas y los
hijos del oriente. 4 Y acampando contra ellos, arruinaban las
cosechas de la tierra hasta cerca de Gaza. No dejaban qué comer en Israel: ni
ovejas, ni toros, ni asnos; 5 porque venían con sus ganados y con
sus tiendas, siendo como langostas por su multitud. Ellos y sus camellos eran
innumerables; así venían a la tierra para devastarla. 6 Israel era
empobrecido en gran manera por causa de los madianitas. Y los hijos de Israel
clamaron a Jehovah.
7 Y sucedió que cuando los hijos de Israel
clamaron a Jehovah a causa de los madianitas, 8 Jehovah envió a los
hijos de Israel un profeta, que les dijo:
—Así ha dicho
Jehovah Dios de Israel: "Yo os hice subir de Egipto y os saqué de la casa
de esclavitud. 9 Os libré de mano de los egipcios y de mano de todos
los que os oprimían, a los cuales eché de delante de vosotros y os di su
tierra. 10 Y os dije: ’Yo soy Jehovah vuestro Dios; no veneréis a
los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis.’ Pero no habéis obedecido
mi voz."
GEDEÓN ANTE EL
ÁNGEL DE JEHOVAH
11 Entonces el ángel de Jehovah fue y se
sentó debajo de la encina que está en Ofra, que pertenecía a Joás el
abiezerita. Su hijo Gedeón estaba desgranando el trigo en el lagar, para
esconderlo de los madianitas. 12 Y se le apareció el ángel de
Jehovah, y le dijo:
—¡Jehovah está
contigo, oh valiente guerrero!
13 Y Gedeón le respondió:
—¡Oh, señor mío!
Si Jehovah está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde
están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo:
"¿No nos sacó Jehovah de Egipto?" Ahora Jehovah nos ha desamparado y
nos ha entregado en mano de los madianitas.
14 Jehovah le miró y le dijo:
—Vé con esta tu
fuerza y libra a Israel de mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
15 Entonces le respondió:
—¡Oh, Señor mío!
¿Con qué podré yo librar a Israel? He aquí que mi familia es la más insignificante
de Manasés, y yo soy el más pequeño en la casa de mi padre.
16 Pero Jehovah le dijo:
—Ciertamente yo
estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
17 Y él le respondió:
—Si he hallado
gracia ante tus ojos, dame, por favor, una señal de que eres tú el que hablas
conmigo. 18 Te ruego que no te vayas de aquí, hasta que yo vuelva a
ti y traiga mi presente y lo ponga delante de ti.
El respondió:
—Yo me quedaré
hasta que vuelvas.
19 Gedeón entró, y preparó un cabrito y
panes sin levadura de un efa de harina. Puso la carne en una canasta y puso el
caldo en una olla; luego se los trajo y se los presentó debajo de la encina.
20 Y el ángel de Dios le dijo:
—Toma la carne y
los panes sin levadura; ponlos sobre esta peña y vierte el caldo.
El lo hizo así. 21
Entonces el ángel de Jehovah extendió el cayado que tenía en la mano, y con la
punta tocó la carne y los panes sin levadura, y subió fuego de la peña, que
consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehovah desapareció
de su vista.
22 Dándose cuenta Gedeón de que era el ángel
de Jehovah, exclamó:
—¡Ay, Señor
Jehovah! ¡Pues he visto cara a cara al ángel de Jehovah!
23 Jehovah le dijo:
—La paz sea
contigo. No temas; no morirás.
24 Entonces Gedeón edificó allí un altar a
Jehovah, y lo llamó Jehovah-shalom. Este permanece hasta el día de hoy en Ofra
de los abiezeritas.
GEDEÓN
CONTIENDE CON BAAL
25 Aconteció aquella misma noche que Jehovah
le dijo:
—Toma un toro del
hato que pertenece a tu padre, y un segundo toro de siete años. Luego derriba
el altar de Baal que tiene tu padre, y corta el árbol ritual de Asera que está
junto a él. 26 Edifica ordenadamente un altar a Jehovah tu Dios en
la cumbre de este peñasco. Luego toma el segundo toro y sacrifícalo en
holocausto sobre la leña del árbol ritual de Asera que habrás cortado.
27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus
siervos e hizo como Jehovah le había dicho. Pero sucedió que temiendo hacerlo
de día, por causa de la casa de su padre y de los hombres de la ciudad, lo hizo
de noche.
28 Cuando por la mañana se levantaron los
hombres de la ciudad, he aquí que el altar de Baal había sido derribado, el
árbol ritual de Asera que estaba junto a él había sido cortado, y el segundo
toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado. 29
Entonces se preguntaban unos a otros:
—¿Quién ha hecho
esto?
Cuando indagaron
y buscaron, dijeron:
—Gedeón hijo de
Joás ha hecho esto.
Entonces los
hombres de la ciudad dijeron a Joás:
30 -Saca fuera a tu hijo, para que muera;
porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado el árbol ritual de Asera que
estaba junto a él.
31 Joás respondió a todos los que estaban
frente a él:
—¿Contenderéis
vosotros por Baal? ¿Vosotros lo defenderéis? ¡El que contienda por Baal, que
muera antes de mañana! Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque
alguien ha derribado su altar.
32 Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal,
que quiere decir: "Que Baal contienda con él", por cuanto derribó su
altar.
GEDEÓN PRUEBA
A DIOS CON EL VELLÓN
33 Todos los madianitas, los amalequitas y
los hijos del oriente se reunieron, y cruzando el río acamparon en el valle de
Jezreel. 34 Entonces Gedeón fue investido por el Espíritu de
Jehovah. El tocó la corneta, y los de Abiezer acudieron para ir tras él. 35
Envió mensajeros por todo Manasés, y los de Manasés también acudieron para ir
tras él. Asimismo, envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales
subieron a su encuentro. 36 Pero Gedeón dijo a Dios:
—Si has de librar
a Israel por mi mano, como has dicho, 37 he aquí que yo pondré un
vellón de lana en la era. Si el rocío está sólo en el vellón y toda la tierra
queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho.
38 Y aconteció así. Cuando se levantó muy de
mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, una taza llena de agua. 39
Pero Gedeón dijo a Dios:
—No se encienda
tu ira contra mí; permite que hable una vez más. Sólo probaré una vez más con
el vellón: Por favor, que sólo el vellón quede seco y que el rocío esté sobre
todo el suelo.
40 Y Dios lo hizo así aquella noche. Sucedió
que sólo el vellón quedó seco y que el rocío estuvo sobre todo el suelo.
CAPÍTULO 7
GEDEÓN ESCOGE
300 GUERREROS
1 Jerobaal (es decir, Gedeón) se levantó
muy de mañana con todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto al
manantial de Harod. El campamento de los madianitas estaba al norte del suyo,
cerca de la colina de Moré, en el valle. 2 Y Jehovah dijo a Gedeón:
—El pueblo que
está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a los madianitas en su
mano. No sea que Israel se jacte contra mí diciendo: "Mi propia mano me ha
librado." 3 Ahora pues, pregona a oídos del pueblo, y di:
"¡Quien tema y tiemble, que se vuelva!"
Entonces Gedeón
los probó, y se volvieron 22.000 de ellos, y se quedaron 10.000. 4
Pero Jehovah dijo a Gedeón:
—El pueblo aún es
demasiado numeroso. Hazlos descender a las aguas y allí te los probaré. Del que
yo te diga: "Este irá contigo", ése irá contigo; pero de cualquiera
que yo te diga: "Este no irá contigo", el tal no irá.
5 Entonces hizo descender el pueblo a las
aguas, y Jehovah dijo a Gedeón:
—A todo el que
lama el agua con su lengua, como lame el perro, lo pondrás aparte. Asimismo, a
cualquiera que se doble sobre sus rodillas para beber.
6 El número de los hombres que lamieron el
agua, llevándola a su boca con la mano, fue de 300. Todo el resto del pueblo se
dobló sobre sus rodillas para beber agua. 7 Entonces Jehovah dijo a
Gedeón:
—Con los 300
hombres que lamieron el agua os libraré y entregaré a los madianitas en tu
mano. El resto del pueblo, que se vaya cada uno a su lugar.
8 Tomaron en sus manos las provisiones del
pueblo y las cornetas. Y él despidió a todos aquellos hombres de Israel, cada
uno a su morada; pero retuvo a los 300 hombres. El campamento de Madián estaba
abajo, en el valle.
GEDEÓN ESPÍA
EL CAMPAMENTO DE MADIÁN
9 Aconteció que aquella noche Jehovah le
dijo:
—Levántate y
desciende contra el campamento, porque yo lo he entregado en tu mano. 10
Y si tienes miedo de descender, desciende al campamento tú con tu criado Fura, 11
y oirás lo que conversan. Luego tus manos se fortalecerán, y descenderás contra
el campamento.
Entonces
descendió él con su criado Fura hasta uno de los puestos avanzados de la gente
armada del campamento. 12 Los madianitas, los amalequitas y todos
los hijos del oriente se extendían por el valle, numerosos como langostas. Sus
camellos eran incontables, numerosos como la arena que está a la orilla del
mar. 13 Y cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando
un sueño a su compañero y decía:
—He aquí, he
tenido un sueño. Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de
Madián. Llegó hasta la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó. Le dio la
vuelta de arriba abajo, y la tienda cayó.
14 Su compañero respondió y dijo:
—¡Esto no es otra
cosa que la espada de Gedeón hijo de Joás, hombre de Israel! ¡Dios ha entregado
en su mano a los madianitas con todo el campamento!
15 Y aconteció que cuando Gedeón oyó el
relato del sueño y su interpretación, adoró. Después volvió al campamento de
Israel y dijo:
—¡Levantaos,
porque Jehovah ha entregado el campamento de Madián en vuestra mano!
GEDEÓN DERROTA
A LOS MADIANITAS
16 Gedeón dividió los 300 hombres en tres
escuadrones, puso en la mano de todos ellos cornetas y cántaros vacíos con teas
encendidas dentro de los cántaros, 17 y les dijo:
—Miradme a mí y
haced lo que yo haga. Y he aquí que cuando yo llegue a las afueras del
campamento, lo que yo haga, hacedlo también vosotros. 18 Cuando yo
toque la corneta con todos los que están conmigo, vosotros que estaréis
alrededor de todo el campamento también tocaréis las cornetas y gritaréis:
"¡Por Jehovah y por Gedeón!"
19 Llegaron, pues, Gedeón y los 100 hombres
que llevaba consigo a las afueras del campamento, al comienzo de la vigilia
intermedia, cuando acababan de relevar los guardias. Entonces tocaron las
cornetas y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. 20 Los
tres escuadrones tocaron las cornetas, y quebrando los cántaros tomaron las teas
con su mano izquierda mientras que con la derecha tocaban las cornetas y
gritaban:
—¡La espada por
Jehovah y por Gedeón!
21 Cada uno permaneció en su lugar alrededor
del campamento. Pero todo el ejército echó a correr gritando y huyendo. 22
Mientras los 300 hombres tocaban las cornetas, Jehovah puso la espada de cada
uno contra su compañero en todo el campamento.
El ejército huyó
hasta Bet-sita, hacia Zereda, y hasta el límite de Abel-mejola junto a Tabat. 23
Y una vez convocados, los israelitas de Neftalí, de Aser y de todo Manasés
persiguieron a los madianitas. 24 Entonces Gedeón envió mensajeros
por toda la región montañosa de Efraín, diciendo: "Descended al encuentro
de los madianitas y tomad antes que ellos los vados hasta Bet-bara y el Jordán."
Y convocados
todos los hombres de Efraín, tomaron los vados hasta Bet-bara y el Jordán. 25
Entonces capturaron a dos jefes de los madianitas: a Oreb y a Zeeb. Mataron a
Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb. Siguieron
persiguiendo a los madianitas y trajeron a Gedeón las cabezas de Oreb y de
Zeeb, al otro lado del Jordán.
AFERRADOS AL ESPÍRITU DE DIOS
REFLEXIÓN
Entonces Gedeón
fue investido por el Espíritu de Jehovah (Jue. 6:34)
Así debemos
siempre pelear nuestras batallas, investidos por el Espíritu de Dios. Nuestras
luchas son espirituales, contra el enemigo de Dios. La única mane de poder
vencer, es que estemos llenos del espíritu de Dios. No podemos ir a la batalla
con alguien espiritual con armas carnales, con sabiduría, ciencia,
conocimiento, filosofía, teología, jamás podremos ganarle una batalla a nuestro
enemigo. Solo Dios y su gran poder , es el que puede darnos la victoria.
ORACIÓN
Señor mantente
conmigo, mantén mi fe en ti, y así podre vencer a Satanás. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes dejar tu comentario acerca del tema que se esta tratando en el momento o responder a algún otro comentario que alguien haya dejado, pero no se permitirán comentarios obscenos, discriminatorios ni despreciativos en esta página.