DÍA 63
4 DE MARZO
(DEUTERONOMIO 8:1-10:22)
CAPÍTULO 8
EXHORTACIÓN A
LA DISCIPLINA
1 "Cuidaréis de poner por obra todo
mandamiento que yo os mando hoy, para que viváis y seáis multiplicados, y para
que entréis y toméis posesión de la tierra que Jehovah juró dar a vuestros
padres.
2 "Acuérdate de todo el camino por
donde te ha conducido Jehovah tu Dios estos cuarenta años por el desierto, con
el fin de humillarte y probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, y si
guardarías sus mandamientos, o no.
3 "El te humilló y te hizo sufrir
hambre, pero te sustentó con maná, comida que tú no conocías, ni tus padres
habían conocido jamás. Lo hizo para enseñarte que no sólo de pan vivirá el
hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca de
Jehovah.
4 "Tu vestido nunca se ha envejecido
sobre ti, ni tu pie se te ha hinchado en estos cuarenta años. 5
Reconoce, pues, en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, así te
corrige Jehovah tu Dios. 6 Guardarás los mandamientos de Jehovah tu
Dios, andando en sus caminos y teniendo temor de él.
ADVERTENCIA DE
NO OLVIDAR A JEHOVAH
7 "Ciertamente Jehovah tu Dios te
introduce en una buena tierra: tierra de arroyos de agua, de manantiales y de
fuentes del abismo que brotan en los valles y en los montes; 8
tierra de trigo, de cebada, de vides, de higueras y de granados; tierra de
olivos ricos en aceite y de miel; 9 tierra en la cual no comerás el
pan con escasez, pues nada te faltará en ella; tierra cuyas piedras son de
hierro y de cuyas montañas extraerás cobre. 10 Comerás y te
saciarás, y bendecirás a Jehovah tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
11 "Cuídate de no olvidarte de Jehovah
tu Dios, dejando de guardar sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que
yo te mando hoy. 12 No sea que cuando comas y te sacies, cuando
edifiques buenas casas y las habites, 13 cuando se multipliquen tus
vacas y tus ovejas, cuando se multipliquen la plata y el oro, y cuando se
multiplique todo lo que tienes, 14 entonces se llegue a enaltecer tu
corazón y te olvides de Jehovah tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de
la casa de esclavitud. 15 El es quien te hizo caminar por un
desierto grande y terrible, de serpientes ardientes y de escorpiones; una
tierra sedienta donde no había agua. El es quien sacó para ti agua del duro
pedernal. 16 El es quien te sustentó en el desierto con maná, comida
que no habían conocido tus padres, con el propósito de humillarte y probarte
para al final hacerte bien. 17 No sea que digas en tu corazón: ’Mi
fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad.’ 18 Al
contrario, acuérdate de Jehovah tu Dios. El es el que te da poder para hacer
riquezas, con el fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este
día.
19 "Pero sucederá que si alguna vez
llegas a olvidarte de Jehovah tu Dios, y caminas en pos de otros dioses y les
rindes culto postrándote ante ellos, entonces yo testifico hoy contra vosotros
que pereceréis totalmente. 20 Como las naciones que Jehovah
destruirá delante de vosotros, así pereceréis; porque no habréis escuchado la
voz de Jehovah vuestro Dios.
CAPÍTULO 9
LA VICTORIA
PROVIENE DE DIOS
1 "Escucha, Israel: Tú vas a cruzar
hoy el Jordán para entrar a desalojar naciones más grandes y más poderosas que
tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo, 2 un pueblo
grande y alto, los anaquitas, de los cuales tú tienes conocimiento y has oído
decir: ’¿Quién podrá permanecer delante de los hijos de Anac?’ 3 Y
sabrás hoy que Jehovah tu Dios es el que cruza delante de ti. El es fuego
consumidor. El los destruirá y los someterá delante de ti. Y tú los desalojarás
y los destruirás rápidamente, como Jehovah te ha prometido.
4 "Cuando Jehovah tu Dios los haya
echado de delante de ti, no digas en tu corazón: ’Por mi justicia Jehovah me ha
traído para tomar posesión de la tierra.’ Porque por la impiedad de estas
naciones es que Jehovah las echa de tu presencia. 5 No es por tu
justicia, ni por la rectitud de tu corazón, que entras a tomar posesión de su
tierra. Es por la impiedad de estas naciones que Jehovah tu Dios las echa de tu
presencia, y para cumplir la palabra que Jehovah juró a tus padres Abraham,
Isaac y Jacob.
6 "Sabrás, pues, que no es por tu
justicia que Jehovah tu Dios te da esta buena tierra para que la tomes en
posesión, puesto que tú eres un pueblo de dura cerviz. 7 Acuérdate;
no te olvides que en el desierto provocaste a ira a Jehovah tu Dios. Habéis
sido rebeldes para con Jehovah desde el día en que salisteis de la tierra de
Egipto, hasta que llegasteis a este lugar.
TRISTE
RECUERDO DEL BECERRO DE ORO
8 "Vosotros provocasteis a ira a
Jehovah en Horeb, y Jehovah se airó tanto contra vosotros como para destruiros.
9 Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas
del pacto que Jehovah hizo con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y
cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. 10 Y Jehovah me dio
las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. En ellas estaban todas
las palabras que Jehovah os había hablado en el monte, de en medio del fuego,
el día de la asamblea. 11 Sucedió que, al final de los cuarenta días
y cuarenta noches, Jehovah me dio las dos tablas de piedra, las tablas del
pacto. 12 Y me dijo Jehovah: ’Levántate, desciende pronto de aquí,
porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Se han apartado rápidamente
del camino que yo les mandé, y se han hecho una imagen de fundición.’
13 "Jehovah me habló diciendo: ’Yo he
visto a este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz. 14
Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo, y de ti haré una
nación más poderosa y numerosa que ellos.’
15 "Di vuelta y descendí del monte que
ardía en fuego, con las dos tablas del pacto en mis dos manos. 16
Miré, y he aquí que habíais pecado contra Jehovah vuestro Dios. Os habíais
hecho un becerro de fundición, apartándoos rápidamente del camino que Jehovah
os había mandado. 17 Entonces tomé las dos tablas, las arrojé de mis
dos manos y las rompí delante de vuestros ojos.
18 "Luego me postré delante de Jehovah,
como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. No comí pan ni bebí agua,
a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo lo malo ante los
ojos de Jehovah, hasta enojarlo. 19 Ciertamente tuve mucho miedo a
causa del furor y de la ira con que Jehovah estaba tan enojado contra vosotros
como para destruiros. Pero Jehovah me escuchó también esta vez.
20 "Jehovah también se enojó tanto
contra Aarón como para destruirlo. Y también oré por Aarón en aquella ocasión.
21 "Yo tomé vuestro pecado, el becerro
que habíais hecho, y lo quemé en el fuego. Lo desmenucé moliéndolo bien, hasta
reducirlo a polvo, el cual arrojé a la quebrada que descendía del monte.
REBELIONES EN
MASÁ Y CADES-BARNEA
22 "También en Tabera, en Masá y en
Quibrot-hataavah provocasteis a ira a Jehovah. 23 Y cuando Jehovah
os envió desde Cades-barnea, diciendo: ’Subid y tomad posesión de la tierra que
yo os doy’, fuisteis rebeldes al mandato de Jehovah vuestro Dios y no le
creisteis ni obedecisteis su voz. 24 Habéis sido rebeldes contra
Jehovah desde el día en que yo os conocí. 25 Yo me postré delante de
Jehovah cuarenta días y cuarenta noches; me postré, porque Jehovah dijo que os
iba a destruir. 26 Oré a Jehovah diciendo: Oh, Señor Jehovah, no
destruyas a tu pueblo, a tu heredad que has rescatado por tu grandeza, al cual
sacaste de Egipto con mano poderosa. 27 Acuérdate de tus siervos
Abraham, Isaac y Jacob. No mires la dureza de este pueblo, ni su impiedad ni su
pecado. 28 No sea que los de la tierra de donde nos sacaste digan:
’Porque Jehovah no fue capaz de introducirlos en la tierra que les había
prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.’ 29
Pero ellos son tu pueblo y tu heredad que sacaste con tu gran poder y con tu
brazo extendido.
CAPÍTULO 10
LAS TABLAS DE
LA LEY EN EL ARCA
1 "En aquel tiempo Jehovah me dijo:
’Lábrate dos tablas de piedra como las primeras y sube hacia mí al monte. Haz
también un arca de madera. 2 Yo escribiré en esas tablas las
palabras que estaban en las tablas primeras que rompiste, y las pondrás en el
arca.’
3 "Entonces hice un arca de madera de
acacia y labré dos tablas de piedra como las primeras. Después subí al monte
con las dos tablas en mi mano. 4 Y él escribió en las tablas lo
mismo que estaba escrito en las primeras: Los Diez Mandamientos que Jehovah os
había hablado en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. Luego
Jehovah me las dio. 5 Di vuelta y descendí del monte, y puse las tablas
en el arca que había hecho. Allí están, como Jehovah me mandó.
6 "Después los hijos de Israel
partieron de Beerot-bene-jaacán hacia Mosera. Allí murió Aarón, y allí fue
sepultado. En lugar suyo asumió el sacerdocio su hijo Eleazar. 7 De
allí partieron hacia Gudgoda, y de Gudgoda hacia Jotbata, una tierra de arroyos
de agua.
8 "En aquel tiempo Jehovah apartó la
tribu de Leví para llevar el arca del pacto de Jehovah, a fin de que estuviese
delante de Jehovah para servirle, y para que bendijese en su nombre hasta el
día de hoy. 9 Por esto Leví no ha tenido parte ni heredad entre sus
hermanos: Jehovah es su heredad, como Jehovah tu Dios se lo ha prometido.
10 "Yo estuve en el monte como en los
primeros días, cuarenta días y cuarenta noches. Y Jehovah me escuchó también
esta vez, y no quiso Jehovah destruirte. 11 Y Jehovah me dijo:
’Levántate, vé para ponerte en marcha delante del pueblo, a fin de que entren y
tomen posesión de la tierra que juré a sus padres que les había de dar.’
LO QUE DIOS
PIDE DE SU PUEBLO
12 "Ahora pues, Israel, ¿qué pide
Jehovah tu Dios de ti? Sólo que temas a Jehovah tu Dios, que andes en todos sus
caminos, que ames y sirvas a Jehovah tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, 13 y que guardes los mandamientos de Jehovah y sus estatutos
que yo te prescribo hoy, para tu bien.
14 "He aquí, de Jehovah tu Dios son los
cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. 15
Pero Jehovah se agradó sólo de vuestros padres para amarles, y después de ellos
eligió a su descendencia de entre todos los pueblos, es decir, a vosotros, como
en el día de hoy. 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro
corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17 Porque Jehovah
vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Es Dios grande, poderoso y
temible, que no hace distinción de personas ni acepta soborno. 18 El
hace justicia al huérfano y a la viuda, y también ama al extranjero y le da pan
y vestido. 19 Por tanto, amaréis al extranjero, porque extranjeros
fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
20 "A Jehovah tu Dios temerás, y a él
servirás. A él serás fiel y por su nombre jurarás. 21 El es tu
alabanza; él es tu Dios que ha hecho por ti estas cosas grandes y temibles que
tus ojos han visto. 22 Con setenta personas descendieron tus padres
a Egipto, y ahora Jehovah tu Dios te ha hecho tan numeroso como las estrellas
del cielo.
NO SOLO DE PAN VIVE EL SER HUMANO
REFLEXIÓN
Lo hizo para
enseñarte que no sólo de pan vivirá el hombre, sino que el hombre vivirá de
toda palabra que sale de la boca de Jehovah (Deut. 8:3)
Dios usa muchos
medios para enseñarnos, aun los que parecen malos a nuestra manera de ver las
cosas. Utiliza muchos medios para corregirnos, de nosotros depende el querer
ser enseñado de esa circunstancia. Eso depende de cómo veamos a Dios, como
alguien que tiene que darnos lo mejor siempre, según nuestra manera de ver las
cosa. O como el todo poderoso que lo sabe todo, y conoce lo que es mejor para
nosotros. Debo decidir si Dios no es bueno conmigo, o simplemente me está
moldeando para sacar lo mejor de mí.
ORACIÓN
Dios toma mi vida
completamente y hazme la persona que tú quieres que yo sea. Amén.
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